Vilna, la capital de Lituania, fue para nosotros una grata sorpresa en nuestra ruta por las repúblicas bálticas. Fue la primera de las tres capitales bálticas que visitamos y a decir verdad, no esperábamos mucho de ella, porque la fama la tienen Riga y, sobre todo, Tallin. Sin embargo, en 24 horas logró cautivarnos. En este post, te mostraré qué ver si pasas un día en Vilna.
Vilna fue la capital del Gran Ducado de Lituania desde el siglo XIII hasta finales del siglo XVIII. Además, Lituania estuvo bajo dominio soviético hasta 1991, cuando recuperó su independencia.
El paso de las diferentes invasiones y religiones que han habitado en este país se puede se puede observar en Vilna, pues la ciudad conserva un conjunto de edificios de todos los tiempos: góticos, renacentistas, barrocos y neoclásicos, así como su trazado medieval.
En la actualidad, en Vilna hay una cuarentena de iglesias de diversos estilos arquitectónicos, razón por la cual Vilna ha sido nombrada como la Pequeña Roma o Jerusalén del Norte.
Si haces un roadtrip por las repúblicas bálticas, Vilna, o Vilnius en lituano, es parada obligatoria, y si no estás de ruta, también hay muchas razones para visitar esta bonita ciudad, que no tiene nada que envidiarle a las otras capitales bálticas.
Contenidos del post
Qué ver y hacer en un día en Vilna
Lo principal a visitar en Vilna se encuentra en su casco histórico, que está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Si eres de los que te gustan descubrir las ciudades con un guía, lo puedes hacer con un free tour de dos horas y media. Si prefieres hacerlo por libre, te cuento lo que visitar:
- Ayuntamiento
Nosotros empezamos la visita a Vilna por el Ayuntamiento y su plaza. Empezamos por aquí porque nuestro alojamiento estaba a muy pocos pasos de aquí. Tiene una bonita fachada neoclásica y muy próximo a él se encuentra una de las calles principales de la ciudad, la calle Pilies o del Castillo.
- Puerta de Aurora
En el siglo XVI, Vilna fue rodeada por muros que fueron destruidos después por los rusos tras su invasión. Esa muralla tenía nueve puertas, de las que en la actualidad solo permanece en pie la Puerta de Aurora, que destaca por tener una pequeña capilla bastante venerada de Santa Teresa.
- Guetto judío
Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis crearon en Vilna un guetto judío, dividido en dos partes. Al inicio de la contienda, en la ciudad vivían cerca de 60.000 judíos, aunque la mayoría acabarían siendo asesinados, y llegó a tener un centenar de sinagogas.
Si tienes interés en saber más sobre el guetto judío de Vilna, puedes recorrerlo mediante una visita guiada, aunque nosotros lo recorrimos por nuestra cuenta.
La principal calle de lo que fue el guetto es la calle Vokieciai, que era la que separaba los dos guettos. No dejes tampoco de pasear por la calle Stiklių, decorada con globos aerostáticos. Y donde se encontraba la antigua Gran Sinagoga, en la calle Žydų, 3, hay un cartel en homenaje a los judíos del guetto.
De las sinagogas que hubo en Vilna, tan solo queda la Choral Synagogue, pero nosotros no pudimos visitarla por dentro por encontrarla cerrada por una celebración judía.
- República de Užupis
Se trata de un curioso barrio que se proclamó un país independiente el 1 de abril de 1998 (el día de los inocentes en muchos países) y que nos recordó a Christiania en Copenhague..
Tiene su propia bandera, calendario, himno y constitución e incluso un ejército de unas 15 personas. En la plaza principal está la escultura del Ángel de Užupis.
Este “país” se caracteriza por ser bohemio y tener muchas galerías de arte. Užupis significa literalmente “al otro lado del río”, y precisamente para acceder a Užupis hay que cruzar el puente sobre el río.
En la calle Paupio, se exhiben en la pared los 41 artículos de la Constitución de Užupis, que están escritos en 23 idiomas, entre ellos el español. Tiene artículos la mar de curiosos como “Todos tienen derecho a ser perezosos y a no hacer nada”.
- Catedral de Vilna
Es el principal templo católico de Lituania y está dedicado a San Estanislao y San Vladislav con la Torre de la Campana separada.
Data de 1251, aunque ha sido numerosas veces reconstruidas, por lo que su aspecto actual se debe a una reconstrucción que se hizo a finales del siglo XVIII en estilo neoclásico. En la fachada principal destacan las esculturas de San Casimiro, al sur; San Estanislao al norte y Santa Elena en el centro
Es recomendable subir a la Torre de la Campana, pues tiene bonitas vistas de la ciudad. La entrada a la catedral es gratuita, no así a la torre de la Campana.
- Iglesias
Lituania es un país con mayoría católica, pero en Vilna también podrás encontrar iglesias ortodoxas y luteranas. Una de las más interesantes es la iglesia de Santa Ana, del siglo XV, con una fachada de estilo gótico flamígero.
Al lado se encuentra la iglesia de San Francisco y San Bernardino con arcos de punto góticos y un frontón renacentista del siglo XVII. Durante la ocupación soviética, esta iglesia se usó como almacén.
La iglesia de San Nicolás es la más antigua de Lituania y destaca por su exterior gótico.
- Museo de las Víctimas del Genocidio o de la KGB
Se ubica en lo que fue sede de la KGB. Y aquí hay una exposición muy interesante sobre la resistencia durante la ocupación soviética, las deportaciones, las víctimas, así como se pueden ver las celdas de cuando también fue prisión de la KGB. Los carteles están en lituano y en inglés.
Nosotros lo visitamos con la niña, aunque se trata de una visita dura, pero al estar los carteles en lituano e inglés, y tener la peque en aquel momento 6 años, no comprendió lo que estábamos visitando.
- Colina de Gediminas
En lo alto de la colina, se encuentra la Torre Gediminas, que formó parte del desaparecido castillo de Vilna. Tanto la colina como la torre llevan el nombre del célebre Gran Duque de Lituania, fundador de la ciudad.
Lo mejor de la Torre y la colina son las vistas que hay de la ciudad. Son, sin duda, las mejores panorámicas, pues se puede contemplar tanto el casco histórico, como la zona nueva de Vilna con sus rascacielos y de la Colina de las Tres Cruces.
A lo alto de la colina se puede acceder andando tras un pequeño paseo de unos 10-15 minutos desde la catedral o bien subir en funicular. Nosotros lo hicimos andando.
Junto a la colina, además de la catedral también se encuentra el Museo Nacional y el Palacio de los Grandes Duques de Lituania, que ya no tuvimos tiempo de visitar.
Nosotros accedimos a la Colina de Gediminas al atardecer y creemos que es un buen lugar para ver el ocaso.
Si os gustan las vistas panorámicas, dicen que las de la Torre de la Televisión, ubicada a las afueras del centro, son muy buenas, pero tampoco tuvimos tiempo de ir a comprobarlo.
- Calles de Vilna
Hay dos calles que merece la pena visitar en este pequeño país: la calle Literatu o de los Literatos y la Gedimino Prospektas. La de los Literatos es famosa por tener el muro de los artistas, con dedicatorias de directores de cine, poetas, escritores…
Y Gedimino Prospektas es la principal avenida de la ciudad, con tiendas de renombre, y donde se concentran la mayoría de edificios gubernamentales.
- Universidad de Vilna y Palacio de la Presidencia
Nosotros no pudimos visitar la Universidad de Vilna, pero merece la pena verla porque es la universidad más antigua de los países bálticos. Al otro lado de la calle, se encuentra la sede la Presidencia de la República, que se ubica en un palacio de finales del siglo XVIII, y cuyos jardines se pueden visitar gratuitamente tras pasar un pequeño control. Nosotros pasamos y pudimos hacernos unas fotos.
- Excursión al Castillo de Trakai
Como ya te conté en otro post, el Castillo de Trakai se ubica a unos 30 minutos en coche de Vilna, por lo que si dispones de más de un día en la capital lituana, merece la pena acercarse a visitarlo.
Dónde dormir
Nosotros nos alojamos en un apartamento de Rentida Apartment que estaba en el centro histórico, a muy pocos pasos del Ayuntamiento y a solo 80 metros de la iglesia de San Nicolás.
El apartamento tenía una sola habitación, salón con cocina integrada, baño y lavadora. Nos gustó mucho y lo recomendamos por su ubicación y por cómo es la instalación en sí.
Pasamos dos noches en Vilna (un día fuimos al castillo de Trakai y al otro, estuvimos visitando Vilna) y el precio fue de 97,60€ (en 2019). El precio del apartamento incluía una plaza de aparcamiento.
Cómo moverse
Vilna es una ciudad relativamente pequeña que se puede recorrer perfectamente andando. Así que mi consejo es que te pongas un buen calzado y la recorras a pie.
Nosotros realizamos el viaje en nuestro coche de alquiler, pero el día que pasamos en Vilna, lo dejamos aparcado en el alojamiento.
Todos los posts del viaje por las Repúblicas Bálticas
- Primeras impresiones
- Guía: Cómo organizar el viaje por las Repúblicas Bálticas
- Ruta y presupuesto de dos semanas de viaje por las Repúblicas Bálticas
- Día y medio en Helsinki
- Dos días en el parque Nacional de Gauja
- Excursión al castillo de Trakai
- Qué ver en unas horas en Kaunas
- Un día en el Istmo de Curlandia
- La Colina de las Cruces, el Palacio de Rundale y el Parque Nacional de Kemeri
- 24 horas en Riga
- Un día en Pärnu
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