Copenhague es una ciudad moderna, limpia, ordenada, con muchas bicis (como en Ámsterdam), que se puede ver perfectamente en un fin de semana largo y que es ideal para viajar en familia porque allí hay múltiples opciones para los pequeños de la casa. Y además, está en el país que se supone más feliz del mundo… En este post, te voy a contar cómo organizar una escapada de tres días en Copenhague.
Viajamos a Copenhague para cumplir con el primer sueño viajero de nuestra hija. La pequeña viajera llevaba reclamando desde hacía meses viajar a Copenhague. ¿Y cómo que una niña de seis años quiere viajar a esta ciudad? Pues resulta que un día de hace año y pico descubrió en una revista de un avión que en la capital de Dinamarca había una estatua de la Sirenita, una de sus películas de Disney preferidas. Así que cuando vimos unos vuelos a buen precio no pudimos resistirnos.
Eso sí, prepara el bolsillo, porque es una de las ciudades más caras que hemos conocido hasta la fecha, pero aún así, merece la pena su visita.
Contenidos del post
Cómo organizar una escapada en familia a Copenhague
Cómo llegar a Copenhague
Como todos nuestros viajes, empezamos mirando en Skyscanner vuelos para finales de abril que teníamos unos días libres. Es fácil encontrar vuelos asequibles a la capital danesa. Y ya anteriormente nos lo habíamos planteado, pero lo habíamos descartado porque los días no nos cuadraban.
En Skyscanner, encontramos unos vuelos por 71 euros por persona ida y vuelta a Dinamarca para volar de jueves a domingo con Iberia Expres, una de nuestras aerolínas low cost favoritas. El vuelo salió puntual tanto a la ida, como a la vuelta y te dejan llevar una maleta de mano más un pequeño bulto.
Además, no hace falta pagar por embarque prioritario porque las familias al viajar con niños, se tiene prioridad junto con los de primera clase o business o quienes hayan pagado por ello.
Cómo llegar del aeropuerto de Copenhague al centro
- Tren: es la opción que escogimos nosotros porque nuestro hotel estaba cerca de la Estación Central, que es hacia donde se dirigen los trenes que van desde el aeropuerto. Si tienes la Copenhague Card, el billete está incluido. Si no, el precio es de 38 coronas (DKK). Tarda unos 15 minutos en llegar al centro y pasan cada 10 minutos. Los trenes salen de la Terminal 3.
- Metro: también tarda unos 15 minutos en llegar al centro y el precio es igual, 38 DKK. Si tienes la Copenhagen Card, también está incluido el billete. También se coge en la Terminal 3.
- Bus: es la opción más lenta, porque tarda unos 30-35 minutos, en función de hacia donde lo cojas. El 5A lleva directamente a la Estación Central, a la Plaza del Ayuntamiento, a Nørreport, entre otros lugares. Si te alojas en el mismo hotel que nosotros, te deja justo enfrente de la puerta. Nosotros lo usamos para ir al aeropuerto porque también para donde el Acuario, que fue lo que visitamos justo antes de ir a coger nuestro vuelo de vuelta.
- Taxi: es la opción más cara, pues el precio ronda entre los 250 y 300 DKK.
Dónde alojarse
Buscando alojamiento en Copenhague es cuando empezamos a darnos cuenta de lo cara que es esta ciudad. No encontramos ningún hotel por menos de 100 euros la noche para dos adultos y una niña para nuestras fechas (eso que no era ninguna especial) y que estuviera bien ubicado.
Lo más barato que vimos fue el Cabinn City, que está cerca de la Estación Central y a pocos pasos de los Jardines Tivoli. Lo reservamos a través de Centraldereservas.com (si te registras a través de este enlace, te dan 10€ para tu primera reserva), porque estaba incluso más barato para nuestras fechas que en Booking.
El hotel, sin estar mal, es muy básico y con una habitación muy pequeña. Era una habitación doble con cama de matrimonio y una cama individual encima, como si de una litera se tratase. El baño es minúsculo y parece el de un avión, pero con ducha. Ponen jabón y gel de baño como amenities todos los días.
También hay un hervidor de agua y café y té, que nos vino fenomenal para tomar algo antes de salir de la habitación, porque el desayuno no estaba incluido. Lo que hicimos fue comprar algo en un supermercado para desayunar en la habitación.
Nuestros amigos de Disfrutando del viaje, que habían estado poco antes que nosotros, nos comentaron que no merecía mucho la pena pagar por el desayuno en el hotel que era muy básico y muy caro. Y nuestros amigos Viaje a Tres nos dijeron que había un supermercado en la misma calle del hotel.
Copenhagen Card
Para hacer las visitas en la ciudad y movernos en el transporte público, adquirimos en la web de Musement dos Copenhagen Card de 72 horas.
Ya haremos un post explicando con todo detalle cómo es esta tarjeta turística, pero nos ha parecido muy buena para que no se disparen los gastos en una ciudad tan cara como es Copenhague. Además, cada tarjeta de adulto permite que hasta dos menores de 10 años se beneficien de las mismas ventajas que el poseedor.
A priori puede parecer cara (la de 72 horas nos costó por persona 99€), pero si luego echas cuentas, verás que está fenomenal porque incluye la entrada a un montón de lugares turísticos de la ciudad (y también de fuera), así como el transporte público (incluso el transporte desde y hacia el aeropuerto) y descuentos en algunos comercios.
De hecho, nosotros hicimos todas las visitas de manera gratuita gracias a la tarjeta. Tan solo tuvimos que pagar dentro de los Jardines Tivoli a la hora de montar en las atracciones.
Ruta en Copenhague de 72 horas
DÍA 1
Aterrizamos en Copenhague a las 15.30 horas, así que entre que llegamos al hotel a hacer el check-in y salimos a descubrir la ciudad eran ya las 17.00 horas. A esas horas en Copenhague hay pocas opciones de visitas de lugares abiertos porque la mayoría cierra bastante pronto, sobre las 16.00-1700 horas.
Lo que sí está abierto hasta tarde es la Torre redonda o Rundertarn, que está en el centro de Copenhague. Es una torre del siglo XVII, que fue construida como observatorio astronómico. Esta primera visita nos sirve para ver la ciudad desde arriba.
Seguimos hacia la calle Strøget y paseamos por la calle peatonal más larga de Europa para dirigirnos hasta Nyhavn, el puerto nuevo, que es uno de los lugares más fotografiados junto a la Sirenita, el icono de la ciudad. Pero antes de llegar, en Strøget, entramos al centro comercial Illum, para subir a su terraza para contemplar la calle desde las alturas.
En Nyhavn damos una vuelta y cenamos antes de regresar al hotel.
DÍA 2
A las 9.00 horas ya estamos en la calle, aunque los sitios turísticos no abren pronto (lo más temprano que abren suele ser las 10.00 horas). Primero vamos a visitar a la Sirenita, que para eso no hay horarios.
De allí, a la Iglesia de San Albano, iglesia anglicana, y de paso, vemos la fuente de Gefión, inspirada en la legendaria diosa Gefjun de la mitología nórdica. Damos una vuelta por Kastellet, una de las fortificaciones mejor conservadas del norte de Europa.
Nos dirigimos a la Iglesia de Mármol (Frederirk Kirke), pero está cerrada aún (no abre hasta las 12.00 horas), por lo que continuamos hacia el Palacio de Amelienborg, residencia de invierno de la familia real danesa. Está compuesto por cuatro palacios, aunque solo se visitan dos de ellos. Antes de entrar, decidimos hacer tiempo para ver el cambio de guardia que es a las 12.00 horas. Nos entretenemos haciendo fotos del Palacio por fuera y de la Ópera que se encuentra a la otra orilla del canal, justo enfrente del palacio.
Vemos el cambio de guardia, luego entramos en el Palacio y visitamos la Iglesia de Mármol, templo luterano del siglo XVIII, cuya cúpula está inspirada en el Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
Comemos a pocos pasos de la iglesia, en Marmors, una cafetería muy curiosa, con unos sándwiches muy ricos y a buen precio, para ser Copenhague.
Después visitamos el Palacio de Rosenborg, una palacio-castillo del siglo XVII, construido como casa de campo de los monarcas, y donde podemos ver las joyas de la Corona danesa.
Tras la visita, nos dirigimos de nuevo a Nyhavn para coger uno de los barcos turísticos que hacen ruta por los canales de la ciudad y que están incluidos en la Copenhague Card.
Pasamos el resto de la tarde disfrutando de los Jardines Tívoli, uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo.
DÍA 3
Volvemos a estar a las 9.00 horas en la calle. Y confirmamos que a pesar de que todo cierra pronto, no abren pronto lo sitios. Nos dirigimos al Ayuntamiento para su visita. El edificio está inspirado en el Ayuntamiento de Siena. Tenemos que esperar en la puerta porque hasta la 9.30 horas no abre. Lo visitamos muy rápido porque apenas dejan ver nada ese día porque hay una boda.
Se puede subir a su torre, y la visita está incluida en la Copenhagen Card, lo malo es que solo se permite en un horario muy restringido. Ese día, hasta las 14.00 horas no es posible.
Volvemos a recorrer una vez más la calle Strøget desde su inicio, al lado del Ayuntamiento. Nos desviamos para visitar la Catedral de Nuestra Señora de Copenhague, la Fruekirke, que el primer día intentamos visitar pero estaba cerrada cuando pasamos. Es un edificio del siglo XIX, pero que se asienta sobre anteriores iglesias.
Seguimos por la calle Strøget y entramos en la tienda Lego, un comercio originario de Dinamarca.
Seguimos hacia el Palacio de Christianborg, que data del siglo XVIII y que en la actualidad es la sede del Folketing (Parlamento danés), la oficina del primer ministro danés y el Tribunal Supremo danés.
Visitamos las estancias, las ruinas, las cocinas y nos queda pendiente subir a la torre, pero ese día está cerrada por problemas técnicos en el ascensor. No podemos visitar el establo real porque hasta las 13.30 horas no abre y son apenas las 12.00 horas.
Marchamos a visitar el peculiar barrio de Christiania, una zona supuestamente libre que no pertenece a Dinamarca ni a la Unión Europea. Comemos en uno de sus restaurantes que tienen fama de tener precios más asequibles porque no pagan impuestos, pero aunque es algo más barato no es tanta la diferencia con el resto de la ciudad… Supongo que tienen demasiado turismo y eso hace que suban los precios.
Visitamos la Iglesia de San Salvador, iglesia barroca, famosa por su chapitel en espiral. Nuestra intención es subir a su peculiar torre, pero hay una enorme cola que hace que desistamos de ese propósito. No habríamos podido hacer nada más esa tarde de haber esperado la cola. De vuelta al centro de Copenhague, visitamos los Establos Reales.
Después de esa visita ya quedan pocas opciones de visita abiertas. Decidimos acercarnos al Museo Experimentarium, que cierra a las 19.00 horas y del que habíamos leído que era una buena opción para niños. Y efectivamente, podemos asegurar que es un plan estupendo de visita si viajas con peques. ¡Nuestra hija lo pasó fenomenal!
A la salida, volvemos a Nyhavn, para despedirnos de esta preciosa zona y cenar por aquí.
DÍA 4
Nuestro avión salía de Copenhague a las 15.40 horas, por lo que nos quedan algunas horas para disfrutar de la ciudad. Dudamos entre realizar alguna excursión por las cercanías o quedarnos en la ciudad.
Al final, decidimos que las últimas horas las pasaremos en el Den Blå Planet, el acuario de la ciudad, porque además de ser un plan infalible con niños, resulta que se ubica muy, muy cerca del aeropuerto, a unos 5 minutos en autobús, y cuya entrada tenemos incluida en la Copenhagen Card. Dicen que este acuario es uno de los más grandes del norte de Europa. La verdad es que a nosotros nos gustó mucho.
Además, lo bueno del acuario es que tiene taquillas que por 10 DKK se pueden dejar incluso maletas de cualquier tamaño, por lo que no hace faltas dejarlas en el hotel para luego regresar a por ellas. En una taquilla grande, cabe perfectamente nuestro equipaje de mano.
Comemos en el aeropuerto en un restaurante en el que hacen un 20% a los poseedores de la Copenhagen Card.
Comer en Copenhague
Algunos de los platos típicos que podemos encontrar en Copenhague son:
- Smorrebød: es el plato más tradicional. Es similar a una tosta o pintxo en España, aunque en Copenhague se hace con pan negro y con mantequilla y otros ingredientes frío, tipo salmón ahumado o arenque.
- Frikadeller: son unas albóndigas de carne de cerdo, que sirven con salsa y mermelada de frambuesa.
- Wienerbrød: es un dulce típico, que se puede encontrar en muchas pastelerías, hecho con hojaldre, y una crema pastelera. Está muy rico.
Copenhague es una ciudad muy cara, y comer no iba a ser menos. Es quizá la ciudad donde más caro hemos comido en nuestros viajes (eso sin contar los restaurantes con personajes de Disneyland Paris). Una comida para dos adultos y una niña, solo un plato para cada uno, con bebidas, costaba fácilmente unos 60 euros, algo que en España no llegaría a la mitad. Por ejemplo, una cerveza costaba entre 8 y 12 euros, una coca cola, unos 6-7 euros; o un gofre solo con chocolate, unos 8 euros.
Cuando pides agua, lo normal es que te pongan agua de grifo, que curiosamente aquí te la cobran y bastante cara si lo comparas con el agua mineral embotellada en España. Una jarra de agua cuesta unos 3 euros al cambio.
Dónde comer barato
- Mormors (Bredgade 45): es una cafetería que solo abre hasta las 17.00 horas. Está a pocos pasos de la iglesia de Mármol y el Palacio de Amelienborg. Tiene unos sándwiches muy buenos y el precio, no está mal para ser Copenhague. También tiene dulces. Su decoración es bastante peculiar.
- Cocks & Cows: es una cadena de hamburguerserías. Hay varias por la ciudad. Nosotros comimos en dos ocasiones aquí: en la que está en Tívoli y en el aeropuerto de Copenhague. En Tivoli, nos costó bastante más barato comer que en el aeropuerto. Las hamburguesas puede que sean algo más caras que en las típicas cadenas de fast food, pero están de muerte y tienen unas patatas fritas rizadas que son lo más. Con la Copenhagen Card te hacen un 10-20% de descuento, según el restaurante.
- Nemoland: es un restaurante que está en Christiania. Dicen que en este barrio los precios son más asequibles que en el resto de Copenhague. Es verdad que es algo más barato. Los platos son abundantes. Nosotros pedimos un plato para cada uno y un entrante y nos sobró mucha comida.
- Dale Valle: restaurante buffet. Hay varios en la ciudad. Nos lo recomendaron algunos seguidores por Instagram, pero no pudimos ir porque nunca nos cuadró a la hora de las comidas. Dicen que se come bastante barato para ser Copenhague.
El primer y última día, cenamos en Nyhavn… En esta zona, están los restaurantes más caros que vimos. El primer día comimos en Fargekro, cuya especialidad es la comida danesa, y la comida, aunque muy buena, fue escandalosamente cara. El último día comimos en Hyttefadet, en la misma zona, y fue algo más barato. Aquí comimos el mejor smorrebrød con salmón, que estaba espectacular.
Presupuesto para 3 días en Copenhague
- Vuelos: 212 €
- Alojamiento: 301,70 €
- Entradas y transportes: 234,16 €
- Comidas: 456,34€
Total: 1.204.20 € para dos adultos y una niña de 6 años
Documentación y seguro de viaje
Dinamarca está en la Unión Europea, y por tanto tan solo con el DNI se podrá viajar sin mayor problema al país escandinavo.
Al estar en la UE, con la Tarjeta Sanitaria Europea sería suficiente para tener cubierto el tema médico en Copenhague. Sin embargo, nosotros preferimos llevar un seguro de viaje Mondo porque nos cubre también cancelación y se tiene una cobertura mayor.
Dinero
Aunque Dinamarca está en la UE, no es un país de la zona euro, por lo que tiene su propia moneda: la corona danesa (DKK). En el momento del viaje, abril de 2019, 1€ = 7,46 DKK aproximadamente.
Para este viaje, no hemos hecho como en otras ocasiones en las que hemos viajado a países con diferente moneda. Normalmente solemos llevar euros que cambiamos luego en destino en oficinas de cambio o en bancos, además de llevar las tarjetas de débito y crédito de nuestro banco.
En esta ocasión, hemos llevado algo de euros en efectivo, pero que no hemos cambiado en ninguna parte, porque hemos viajado con la tarjeta Bxnet que hemos descubierto recientemente. Es una tarjeta estupenda para viajeros porque entre sus ventajas está:
- Pagar en otra moneda sin comisiones (de hecho, te devuelve las comisiones de cambio de divisa).
- Te aplican el cambio oficial de VISA
- Saca dinero de cualquier cajero del mundo hasta tres veces y 500 € al mes sin comisiones ( y si te las cobran, te las devuelven)
- No cobran gastos de mantenimiento
En Copenhague, pagamos prácticamente todo con la tarjeta Bxnet sin mayor problema, incluso en Christiania, que habíamos leído que era mejor llevar efectivo si quieres tomar algo en algún restaurante de allí.
Solo sacamos una pequeña cantidad de un cajero con la tarjeta Bxnet, por si hacía falta para pagar algo pequeño. Tan solo necesitamos coronas para las taquillas del Palacio Rosenborg y para las taquillas del acuario.
Si te haces la tarjeta a través de nuestro enlace, te dan 10 €. El envío a casa es totalmente gratuito.
Copenhague con niños
Copenhague nos ha parecido una ciudad muy buena para visitarla en familia. Tiene un montón de planes divertidos para hacer con los más pequeños de la casa. Ya haremos un post explicando todo lo que se puede hacer con ellos.
Para nuestra hija, ha sido uno de los mejores destinos que ha visitado hasta la fecha. De hecho, ella lo ha situado en su top 3 a la altura de Disneyland Paris y Laponia. Con eso, lo digo todo.
Para hacer más atractiva la visita a nuestra peque, aunque ya estaba suficientemente motivada, le preparé también un pasaporte lúdico, como ya hiciera en el viaje a Emiratos, Malasia y Singapur del verano pasado. Una vez más, ha sido todo un éxito. Si te interesa, puedes descargarte el pdf.
Algunos consejos si viajas a Copenhague con niños
- Si viajas con niños pequeños y bebés, aunque nosotros somos firmes defensores de portear, Copenhague nos ha parecido una ciudad muy cómoda para moverte con carrito. Es una ciudad muy plana.
- Los menores de hasta 11 años viajan gratis en el transporte público si acompañan a un adulto con un ticket válido. Y los menores entre 12 y 15 años pagan la mitad del billete.
- Si un adulto utiliza una Copenhagen Card, hasta dos menores de 10 años podrán entrar con él de manera gratuita en cualquier monumento que visite que esté incluido en la tarjeta.
- Si no usas la Copenhagen Card, en la mayoría de atracciones turísticas, los menores hasta 17 años entran gratis, salvo excepciones, como por ejemplo, en los Jardines Tívoli, el Experimentarium y el acuario, donde pagan a partir de 3 años; la Rundertarn, donde pagan a partir de los 5 años…
- En la mayoría de restaurantes que probamos, vimos que tenían tronas. Lo que no vimos es que el menú infantil estuviera generalizado. Tan solo vimos que lo tenían en un restaurante de Nyhavn.
¡Qué fácil habéis puesto que hagamos una escapada a Copenhague y que no se nos pase nada! Me han venido muy bien las recomendaciones prácticas de tarjetas, vuelos y estancia, y precios de referencia. Nosotros, que viajamos cuatro, enseguida tenemos que hacer cuentas porque sube mucho en cuanto te descuidas. ¡Gracias!