Tallin, la capital de Estonial, era el punto final a nuestro roadtrip de dos semanas por las repúblicas bálticas. Era la ciudad que más ganas tenía de conocer por la fama de bonita que le precede. Y aunque es una ciudad preciosa y con mucho encanto, nuestra visita en un mes de agosto resultó un tanto decepcionante por la cantidad de turistas que había y porque uno de los días que pasamos coincidió con que era festivo nacional, el Día de Recuperar la Independencia, y había muchos sitios cerrados. En este post, te voy a mostrar qué ver y hacer en Tallin si la visitas en un par de días.
Contenidos del post
- Ruta de dos-tres días por Tallin
- Día 1
- Día 2
- Catedral de San Pedro y San Pablo
- Iglesia de San Olaf
- Torre de Margarita la Gorda
- Calle Pikk
- Antigua prisión de la KGB
- Iglesia del Espíritu Santo
- Callejón de Santa Catalina
- Plaza del Ayuntamiento
- Catedral de San Nicolás
- Toompea
- Catedral de Alejandro Nevsky
- Miradores en Toompea
- Jardín del Rey Danés
- Murallas de Tallin
- Día 3 en Tallín
- Dónde alojarse en Tallín
- Dónde comer en Tallín
Ruta de dos-tres días por Tallin
Día 1
Llegamos a Tallin a mediodía procedentes de la isla de Saaremaa. Fue uno de los trayectos en coche más largo que hicimos en ese viaje. Desde Kureesaare, donde nos alojábamos en la isla, hasta el centro de Tallin, hay unas cuatro horas y media, y eso sin contar, el tiempo de espera para embarcar en el ferry que te lleve de vuelta al continente.
Museo al Aire Libre de Estonia
Nuestra primera visita en Tallin fue al Museo al Aire Libre de Estonia, que se encuentra a las afueras de la ciudad, retirado del centro.
No es museo al uso, sino que se trata de un espacio ubicado en una gran zona boscosa, donde se encuentran edificaciones antiguas estonias, que permiten hacerse una idea de cómo era la vida en el país siglos atrás.
Los edificios son de entre los siglos XVIII y XX. Son edificios originales que fueron traídos desde sus emplazamientos: son casas, granjas, una antigua escuela… Es bastante curioso y entretenido. También el personal del museo va vestido con trajes tradicionales y realizan trabajos típicos de la época. En alguna casa, una mujer muy maja nos estuvo explicando cosas del trabajo en la granja (en la que supuestamente vivía).
Es un museo en el que puedes pasar todo el día, porque es bastante entretenido. Nosotros le dedicamos unas cuatro horas. Puedes entrar en las casitas. Y los fines de semana, hay incluso actuaciones folclóricas.
En el interior del museo, hay una taberna donde se puede degustar comida tradicional. El precio nos pareció un poco elevado porque veníamos de comer bastante barato en el resto de la ruta por las repúblicas bálticas, aunque tampoco es algo exagerado.
Palacio de Kadriorg
Del Museo, nos dirigimos en coche al Palacio Kadriorg, también alejado del centro de Tallin. Fue mandado construir en 1718 por Pedro el Grande, uno de los zares rusos más poderosos, que quería utilizar este palacio en Tallin como residencia de verano para la familia real.
Durante el primer período de independencia de Estonia, fue también la residencia del presidente, pero hoy en día es un Museo de Arte, con una gran colección de pintura holandesa, alemana, italiana y rusa de entre los siglos XVI y XX. Nosotros no entramos y nos limitamos a verlo por fuera y a ver sus preciosos jardines floridos. La visita a los jardines es totalmente gratuita.
Después de esta visita, fuimos al hotel donde nos alojaríamos dos noches hacer el check-in y a devolver nuestro coche de alquiler porque para visitar el resto de Tallin, ya no lo necesitaríamos.
Casco histórico de Tallin
Las últimas horas de la tarde, las dedicamos a pasear con calma por el casco histórico de Tallín, que parece sacado de un cuento, con sus bonitas calles adoquinadas. Guarda parte del aspecto medieval que tuvo en su momento, pero también conserva edificios soviéticos de la época en la que era una de las repúblicas de la URSS. Tras la Primera Guerra Mundial, Estonia fue independiente, y Tallin fue su capital, pero tras la Segunda Guerra Mundial, fue ocupada por los soviéticos y hasta 1991 no fue de nuevo independiente.
Puerta Viru
Comenzamos el paseo calmado por la Puerta Viru, uno de los principales acceso a la ciudad vieja y también uno de los iconos turísticos de Tallin. Junto a las puertas, diariamente ponen un colorido mercado de flores.
Desde la Puerta Viru fuimos callejeando hasta que llegamos a la Plaza del Ayuntamiento, el núcleo del casco viejo.
Día 2
Catedral de San Pedro y San Pablo
Volvemos a adentrarnos por el casco viejo por la Puerta de Viru, pero esta vez, en lugar de seguir recto, nos dirigimos hacia la Catedral de San Pedro y San Pablo, que es católica. Es del siglo XIX, de estilo neogótico. No es uno de los edificios principales a visitar, pero nos pillaba de paso hacia nuestro siguiente punto.
Iglesia de San Olaf
La iglesia de San Olaf tiene el campanario más alto de Tallin con 124 metros de altura, aunque llegó a ser más alto y medir 159 metros hasta 1625 cuando un rayo lo alcanzó y lo destruyó parcialmente. Hasta entonces era el edificio más alto de Europa. La iglesia es del siglo XIII, aunque tiene diferentes estilos. Está dedicada al rey noruego Olaf Haraldsson, del siglo XI.
Al parecer, se puede subir a la torre y desde su mirador, hay una de las mejores vistas de la ciudad vieja de Tallin, pero cuando nosotros estuvimos estaba en obras la torre y el acceso, por tanto, cerrado.
Torre de Margarita la Gorda
Muy cerca de la iglesia anterior está la Torre de Margarita la Gorda, que se encuentra en un extremo de la calle Pikk, la calle principal que atraviesa el casco viejo de Tallin.
Era una de las puertas de acceso que tenía la muralla de Tallin, pero actualmente acoge el Museo Naval de Estonia. Nosotros no entramos y solo vimos la torre por fuera, que es bastante ancha. Fue construida en el siglo XVI, como torre de artillería, para defender Tallin del mar, que está bastante próximo a esta puerta.
Calle Pikk
La calle Pikk es una de las calles de obligado recorrido en Tallin porque es una de las más interesantes y de las más bonitas. En esta calle encontramos varios edificios importantes en la historia de Tallin.
El más importante es el Gran Gremio, que se encuentra en el número 17. Sus miembros eran comerciantes alemanes casados que controlaban el consejo municipal. Actualmente, este bonito edificio del siglo XV, es el Museo de Historia de Estonia.
En el número 20 está el edificio de Gremio Canuto, que reunía a los artesanos expertos de varios ámbitos. En su fachada destacan las esculturas de Lutero y San Canuto. Otro edificio interesante es el del Gremio Oleviste, que agrupaba a comerciantes de clase baja, en su mayoría estonios.
Y otro edificio importante es el de la Casa de la Hermandad de las Cabezas Negras, en el número 26, un gremio formado por comerciantes alemanes solteros, que eran también los encargados de defender la ciudad. La fachada de este edificio es del siglo XVI, pero su colorida puerta es del siglo XVII.
En esta calle se encuentra la Cafetería Maiasmokk, a la que merece entrar, aunque sea para echar un vistazo, porque es la cafetería más antigua de Estonia, que se estableció en 1864. Dicen que es el lugar de nacimiento del mazapán, una especie de pan dulce.
Antigua prisión de la KGB
También en la calle Pikk, se encuentra un bonito edificio modernista que albergó la antigua prisión de la KGB en época soviética. Nosotros entramos. Tras visitar la de Vilna, nos llamó la atención y quisimos visitarlo. No es tan grande como la Vilna, por lo que no nos llevó mucho tiempo visitarlo. Cuenta la historia del edificio y cómo fue la prisión.
Iglesia del Espíritu Santo
Tras dejar la calle Pikk, llegamos a la Iglesia del Espíritu Santo, construida en el siglo XIV. En su fachada encalada blanca hay un reloj de 1684, que dicen que es el más antiguo de la ciudad. En su interior hay un altar del siglo XV. Cobran entrada, pero nosotros nos limitamos a verlo desde fuera, porque desde la entrada se veía la iglesia que es muy pequeña.
Callejón de Santa Catalina
Es una de las calles más pintorescas de Tallin y que tienes que visitar sí o sí. Une las calles Vene y Müürihave. Alberga el Gremio de Santa Catalina, unas tiendas de artesanía que siguen utilizando los métodos tradicionales para producir. Aquí también se encuentra el Patio del Maestro, dedicado también a la artesanía. Y un poco escondidos están la iglesia y el claustro de Santa Catalina.
Ya a las horas que visitábamos este callejón, la ciudad estaba llena de gente por todos lados y resultaba ya un poco agobiante pasear por aquí.
En cambio, volvimos pasadas las 19.00 horas, para hacer fotos más tranquilos y ya apenas había gente. Tallin es ciudad parada de cruceros y se nota muchísimo. Por eso, a las 19.00 horas apenas encontramos gente en este bonito callejón.
Plaza del Ayuntamiento
Llegamos a la Plaza del Ayuntamiento, que es una de las plazas más bonitas de Tallin, y lugar donde antiguamente se celebran los mercados de la ciudad.
El Ayuntamiento es el edificio más importante. Data de 1404. Se puede visitar y merece la pena entrar a verlo. La entrada cuesta 5€ los adultos y gratis los menores de 7 años (2019). El interior del Ayuntamiento es muy bonito. Destaca la Sala Consistorial y la Sala de los Ciudadanos.
También se puede subir a la torre del Ayuntamiento. Hay que subir andando 115 escalones. Y desde lo alto se tienen una de las mejores vistas de Tallin, aunque nosotros nos pudimos comprobarlo. Subir a la torre se paga a parte y cuesta 3€ los adultos y gratis los menores de 3 años. A partir de 3 años, pagan 1€.
Nos quedamos con ganas de subir porque en 2019, solo se podía pagar en efectivo, y en ese momento no contábamos con dinero suelto, salvo un billete de 50€, que el “simpático” chico de la entrada se negó a coger, alegando que no tenía para devolvernos tanto dinero porque nos costaba 7€ los tres. Pensamos que ya volveríamos al día siguiente con dinero suelto, pero no nos avisó el “simpático” cajero de que no abrirían.
Frente al Ayuntamiento, en una esquina, se encuentra la supuesta farmacia más antigua de Europa. Abrió en 1422, y funciona desde entonces, por lo que dicen que es la que más tiempo lleva en funcionamiento en Europa. Sigue funcionando como farmacia, pero tiene una pequeña sala adjunta, que se puede visitar gratuitamente, y en a que se pueden ver diferentes objetos del pasado.
Tras esta visita vamos a comer al restaurante Olde Hansa, uno de los más afamados de Tallin, y del que te hablo un poco más abajo.
Catedral de San Nicolás
Es una iglesia medieval, dedicada al patrono de los pescadores y marineros. Fue construida en el siglo XIII, pero destruida parcialmente en la Segunda Guerra Mundial. Actualmente funciona como Museo de Arte Religioso y sala de conciertos. Nosotros solo la vimos por fuera.
Toompea
Seguimos caminando y nos dirigimos hacia la zona de Toompea, el barrio alto de Tallin, porque queremos visitar hacia el mirador Patkuli, desde donde se tienen unas impresionantes vistas de la ciudad y de sus murallas.
En realidad, en esta zona alta hay varios miradores desde los que contemplar la ciudad. Dicen que esta zona de Toompea fue el lugar de fundación de Tallin.
Catedral de Alejandro Nevsky
La catedral de Alejandro Nevsky es una catedral ortodoxa, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Fue construida a finales del siglo XIX, de estilo ruso. Cuando acabó el dominio ruso quisieron demolerla, pero finamente no lo hicieron.
La entrada a la catedral es gratuita, pero no se pueden hacer fotos en su interior. Cuando llegamos había una ceremonia religiosa y no pudimos más que ver la iglesia desde la puerta.
Es el templo religioso más bonito que se puede visitar en Tallin y uno de sus iconos turísticos. Pero precisamente por eso es donde más turistas encontramos.
Miradores en Toompea
De la catedral nos vamos a la Catedral de Santa María la Virgen, también en la zona de Toompea. Tiene una torre a la que se puede subir por 5€ (en 2019) y desde la que se supone que hay buenas vistas. Pero a pesar de no ser tarde, porque son menos de las 17.00 horas, ya no se puede subir.
Pero hay otros miradores que son gratuitos desde los que las vistas de Tallin son impresionantes y a los que se puede acceder a cualquier hora. Primero vamos al de mirador de Kothtuotsa y luego al de Patkuli. Las vistas son parecidas, pues se ve la ciudad desde las alturas, pero merece la pena acercarse a los dos, que además están muy próximos entre sí. Eso sí, en el primero encontramos demasiados turistas chinos, por lo que nos resultó complicado asomarnos a tomar algunas fotos con tranquilidad.
Jardín del Rey Danés
Seguimos hacia el Jardín del Rey Danés. Aquí se supone que nació la bandera danesa. En esta zona hay algunas esculturas de monjes que resultan un poco inquietantes.
Junto al jardín está la torre de la doncella (Neitsitorn), que en el siglo XIV fue una prisión para prostitutas. Quisimos entrar a visitarla, pero quedaban quince minutos para el cierre y no nos dejaron entrar, algo que nos dio mucha rabia, porque al día siguiente, al ser festivo nacional, no estaría tampoco abierta.
Murallas de Tallin
Tallin fue una ciudad fuertemente amurallada durante la Edad Media. De aquella época tan solo queda casi dos kilómetros y de las 46 torres que llegó a tener, solo quedan 23. Tras recorrer la zona de Toompea, bis dirigimos hacia otro tramo de la muralla, a ver si teníamos más suerte para visitarlo, pero nos pasó igual, quedaban quince minutos para el cierre y tampoco pudimos entrar.
Día 3 en Tallín
Este día no lo pasamos entero en Tallín, porque a las 16.00 horas salía nuestro tren hacia nuestro siguiente destino: San Petersburgo.
Teníamos previstas varias visitas para esa mañana, pero nos quedamos con las ganas de hacerlas porque resultó que era festivo nacional y muchos lugares turísticos estaban cerrados, algo que ignorábamos por completo en aquel momento. Era 20 de agosto, así que si te coincide ese día en la ciudad, tenlo en cuenta porque solo podrás recorrer los exteriores de la ciudad y poco más.
A primera hora de la mañana, apenas hay gente y se puede ver la ciudad con bastante tranquilidad. Pero a medida que se acerca el mediodía cada vez hay más gente procedente de los cruceros.
Torre Nun
Tan solo logramos entrar en la Torre Nun. Cuesta 2€ los adultos los niños menores de 7 años, gratis. Se puede recorrer un trozo de la muralla desde la Torre Nun, pero la verdad es que es un tramo muy pequeño, y nos parece decepcionante, porque no se ve gran cosa desde la muralla.
Puerto y Sadame Tourg
Lo último que vemos en Tallin antes de comer y dirigirnos a la estación de tren es la zona del puerto y Sadame Tourg, que es un mercado gastronómico al estilo del Mercado de San Miguel en Madrid.
Dónde alojarse en Tallín
Nos alojamos en el Hotel Metropole, un hotel de tres estrellas muy próximo de la terminal de ferry y a unos cinco minutos andando de la puerta Viru que da acceso al casco viejo.
Reservamos una habitación triple con desayuno incluido. La habitación era amplia con tres camas individuales. En el baño solo hay dispensador con gel.
El desayuno tiene variedad de alimentos salados, no así de dulces, pues solo había un tipo de bollo.
El precio para dos noches en 2019 fue de 138 €. Nosotros reservamos a través de Centraldereservas.com (si te registras a través de este enlace, te dan 10€ que te descontarán de tu primera reserva), porque nos salía más barato que en otras webs, pero no está de más que lo compruebes porque otras veces, sale más económico en Booking.
Dónde comer en Tallín
- Il Draakon: un lugar muy popular, que se ubica en el Ayuntamiento de Tallín. Es bastante pequeño, y suele haber bastantes colas, pero es un sitio curioso en el que comer, porque su decoración es como si fuera una taberna medieval.
- Olde Hansa: es quizá el lugar más famoso donde comer. Es de estilo medieval. Y la verdad es que es bastante caro. Pero dada su fama, decidimos comer ahí. Es recomendable reservar porque suele haber mucha gente. Tienen carta en español y menú para niños. Pedimos un salmón frito con salsa de setas, carne de alce con canela y pollo asado del menú infantil. Para beber pedimos cerveza root, cerveza negra y agua. Y sin postre, ni nada, nos salió la broma por 53,90€. No obstante, estaba todo muy bueno y la atención fue muy buena.
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