Dicen que “Cantabria es infinita”, y la verdad, es que no les falta razón, porque es una región de lo más completa: con playas increíbles, zonas montañosas y un montón de verde… Porque si hay un color que define a Cantabria es precisamente el verde. Así que si has elegido esta región para pasar tus vacaciones o para pasar unos días con niños, has acertado de lleno. Ahora seguro que te asalta dudas de qué hacer allí y en este post te voy a contar todo lo que ofrece Cantabria tanto si viajas con niños, como si no (porque si viajas solo, en pareja o con amigos, esta comunidad es igualmente un gran plan).
Contenidos del post
- Cantabria con niños en once planes divertidos
- 1.Ser un intrépido explorador en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno
- 2. Quedarse con la boca abierta con las formaciones de la Cueva de El Soplao
- 3. Montar en el teleférico de Fuente Dé y admirar los Picos de Europa
- 4. Recorrer algunos de los Pueblos Más Bonitos de España
- 5. Perderse en el Laberinto de Villapresente
- 6. Sentirse un enanito en el Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal
- 7. Admirar el arte de nuestros antepasados en la Neocueva de Altamira
- 8. Disfrutar de una bonita puesta de sol
- 9. Bañarse en alguna de las impresionantes playas de Cantabria
- 10. Navegar por la Bahía de Santander
- 11. Descubrir dónde nace el río Ebro
- ¿Más ideas?
- ¿Cuántos días dedicar a Cantabria?
- ¿Dónde alojarse?
- ¿Cuándo ir a Cantabria?
Cantabria con niños en once planes divertidos
1.Ser un intrépido explorador en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno
Puede que no visites zoológicos habitualmente, pero el Parque de la Naturaleza de Cabárceno no tiene nada que ver con lo que habitualmente entendemos por zoo. Por eso, te propongo que en un viaje a Cantabria con niños lo incluyas.
Es uno los lugares más visitados en Cantabria, pues recibe unos 600.000 visitantes al año. Si recibe tanta gente, por algo será, ¿verdad? Así que te aconsejo que le des una oportunidad a este lugar, viajes o no con niños, porque estoy convencida de que te sorprenderá.
En este parque que se ubica en una antigua mina, los animales viven a sus anchas. El Parque de la Naturaleza de Cabárceno ejerce una función de conservación de animales. En sus más de 750 hectáreas viven un centenar de especies de los cinco continentes.
Es tan extenso que se recorre en coche (o en bici), y te sentirás como un intrépido explorador en busca de los animales, porque los animales muchas veces están escondidos y tendrás que agudizar tu sentido de la vista.
Es recomendable comprar la entrada on line previamente para ahorrarse las colas. Nosotros las adquirimos allí, pero viajamos en plena pandemia y no entonces había poco turismo.
2. Quedarse con la boca abierta con las formaciones de la Cueva de El Soplao
La Cueva del Soplao es uno de los lugares que más impactaron a la pequeña viajera y creemos que no tiene que faltar en un viaje a Cantabria con niños. Se trata de una obra de arte de la naturaleza, pues a lo largo de miles de años se han ido formando estalactitas, estalagmitas y un sinfín de formas increíbles.
Para visitarlo, se accede a la cueva mediante un trenecito y luego ya se hace la visita andando y aunque es bastante accesible, no permiten la entrada de carritos infantiles. En el interior hace fresquito pues hay una temperatura de unos 12-14ºC, así que si vas en verano, no olvides llevar alguna chaqueta. El recorrido dura aproximadamente una hora. Dentro no se pueden hacer fotos.
Es recomendable sacar la entrada con antelación, aunque nosotros la adquirimos de manera on line la misma mañana del día de la visita, que realizamos luego por la tarde.
3. Montar en el teleférico de Fuente Dé y admirar los Picos de Europa
El Teleférico de Fuente Dé es uno de los teleféricos más espectaculares en los que puedes montar y es otra de las visitas que no pueden faltar en tu viaje a Cantabria con niños.
En menos de cuatro minutos salva un desnivel de 800 metros para dejarte a una altura de 1.850 metros en medio de los Picos de Europa.
Una vez arriba, hay un mirador no apto para los que tienen vértigo, pero que es una maravilla para disfrutar de una impresionante panorámica de los Picos de Europa. Aunque nosotros no pudimos disfrutar de ellas porque el día que fuimos, nos encontramos al llegar a Fuente Dé con una espesa niebla que se fue incrementando mientras subíamos.
Desde donde deja el teleférico se pueden hacer varias rutas de senderismo. La más fácil si vas con niños es la que se puede hacer de bajada a la estación de teleférico inferior, aunque son unas 4 horas aproximadamente. También puedes bajar en el teleférico, como hicimos nosotros.
Dicen que es recomendable comprar la entrada con antelación porque suele haber largas colas, pero solo la puedes comprar on line hasta 24 horas antes, y si lo haces así, puede que te salga el día con niebla como a nosotros. Nosotros compramos la entrada al llegar y no tuvimos que esperar para subir (pero hemos estado en julio de 2020, en medio de la pandemia de Covid-19 y no había el turismo que suele haber en temporada alta).
Después de nuestra visita hemos descubierto que en la webcam del teleférico puedes ver cómo está el día. De haberla visto, tal vez no habríamos ido ese día a Fuente Dé.
4. Recorrer algunos de los Pueblos Más Bonitos de España
Cantabria tiene varios pueblos que están considerados como los Pueblos Más Bonitos de España. Y la verdad es que no le falta razón. Así que en tu viaje a Cantabria con niños tienes que incluir alguno de ellos.
Entre los pueblos que tienen ese título están Santillana de Mar, Bárcena Mayor, Liérganes, Pote y Carmona, y acaba de sumarse Mogroviejo.
A nosotros nos faltan los dos útimos por conocer, pero podemos dar fe que los otros que sí que hemos visto, son realmente bonitos. Es difícil decir cuál es nuestro favorito, pero tal vez Bárcena Mayor nos ha conquistado por completo. Esas calles empedradas y esas casas de piedra y con balcones de coloridas flores nos ha robado el corazón.
Pero aun así no dejes de pasear por Santillana de mar, la ciudad de las tres mentiras: que ni es Santa, ni es llana, ni tiene mar, pero pasear por sus calles es hacer un viaje en el tiempo, con su bonito casco histórico medieval. También acércate a Potes, a la que te aconsejo ir cuando vayas a Fuente Dé, porque pilla de camino. Y Liérganes, aunque más pequeño, tiene mucho encanto también.
5. Perderse en el Laberinto de Villapresente
Es uno de los planes que más le gustaron a la peque viajera en nuestro viaje a Cantabria con niños. En Villapresente, a pocos kilómetros de Santillana de Mar, nos encontramos con el laberinto más grande de España, un lugar de lo más peculiar. Se trata de un auténtico laberinto creado con muros de cipreses, del que te costará salir, pero la experiencia es de lo más divertida.
Dicen que se tarda entre 30 minutos y una hora en encontrar la salida. Nosotras tardamos una hora en lograr salir y porque ya al final, cansadas de tanto andar, seguimos a una familia que parecía saber cómo salir…
Recomiendan sacar una foto del laberinto que hay en la entrada antes de entrar, porque no te dan ningún plano. De todos modos, si te agobias de tanto dar vueltas, hay cuatro salidas de emergencia, que son bastante fáciles de encontrar, y en el interior del laberinto hay trabajadores, que te pueden ayudar.
Eso sí, no es apto para claustrofóbicos, porque los pasillos son banstante estrechos y solo miden un metro de ancho. Ahora con la Covid-19, es obligatorio el uso de mascarilla todo el tiempo en su interior. El precio en 2020 es de 4 € los adultos y de 3€ los niños.
6. Sentirse un enanito en el Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal
Pasear por el Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal nos recordó a cuando estuvimos en Muir Wood, en San Francisco. Al igual que entonces, aquí te sientes diminuto ante estos enormes árboles. Lo mejor de este plan en Cantabria con niños: es gratis y totalmente accesible si vas con carrito infantil (aunque como siempre, te recomiendo que portees a tu bebé).
A pocos metros del acceso al bosque hay un aparcamiento donde dejar gratis el coche. Luego tan solo has de coger el camino que lleva hasta la entrada principal que da a unas pasarelas de madera que llevan hasta las secuoyas. Hay rutas de senderismo que se pueden hacer por el bosque. O si no, otra opción es simplemente caminar un poco entre las secuoyas.
7. Admirar el arte de nuestros antepasados en la Neocueva de Altamira
La cueva de Altamira está considera la Capilla Sixtina del arte rupestre. Y no le falta razón. Es una cueva con unos dibujos espectaculares que fueron pintados hace 15.000 años.
La verdadera cueva no está abierta al público en general por razones de conservación. Hasta antes de la Covid-19, solo se permitía el acceso a 5 personas cada viernes. Esas cinco personas se elegían mediante sorteo entre los visitantes presentes en el Museo de Altamira los viernes a las 9.30 horas. Por la pandemia, ya no es posible de esta manera, y ahora tiran de una lista de espera que tenían hasta el año 2000 y que se ha retomado ahora.
La Cueva de Altamira se encuentra junto a la bonita Santillana de Mar. A falta de poder entrar en la cueva original, ahora lo que se puede visitar es la Neocueva, una reproducción tridimensional de la cueva que se encuentra en el interior del Museo de Altamira y es una visita obligada en un viaje a Cantabria con niños.
La neocueva impresiona también y permite conocer cómo se gestó esa obra de arte de tantos miles de siglos.
La entrada es gratuita los sábados desde las 14.00 horas y los domingos todo el día.
8. Disfrutar de una bonita puesta de sol
Las puestas de sol en Cantabria son mágicas. En el Mirador de la Corneja, que descubrimos por mi amiga de Viajando entre rascacielos, pudimos disfrutar de uno de los atardeceres más bonitos que hemos visto nunca. Una buena idea es llevarse algo para cenar y para hacer un pic nic con unas vistas increíbles. En el mirador hay mesas para sentarse a hacer pic nic, pero trata de acudir con algo de antelación, porque son pocas las que hay.
Otro lugar donde disfrutar del atardecer es junto al faro de Cabo Mayor o desde la playa de Arnía y la Costa Quebrada. También nos recomendaron la Playa de los Locos, pero el día que fuimos estaba nublado y no pudimos ver gran cosa.
9. Bañarse en alguna de las impresionantes playas de Cantabria
Nosotros visitamos la de Langre, la de Oyambre, la de los Locos, la de Arnía y la de la Concha de Suances.
Ir a la playa en un viaje a Cantabria con niños, en verano, es un plan que no fallará.
La de la Concha es una playa fantástica para ir con niños. Es además, bastante accesible en comparación con las otras. Nosotros no fuimos en nuestro último viaje, pero también es una playa fabulosa y muy accesible para ir con niños la Playa del Sardinero en Santander.
Luego nuestra siguiente favorita es la de Oyambre. Tiene aparcamiento hasta prácticamente la playa, y solo tendrás que bajar cinco o seis escalones. El aparcamiento tiene un coste en verano de 3€ para todo el tiempo que quieras estar.
La playa de Langre también está muy bien, aunque para acceder a ella, tendrás que atravesar primero un trigal y luego bajar bastantes escaleras. Hay aparcamiento al lado del trigal y cuesta 2€ en verano.
Hay varias empresas que hacen los paseos en barco por la Bahía de Santander. Y hay una de ellas, que tiene barcos con los que ver el fondo marino. Un paseo en barco por la Bahía de Santander es una magnífica manera de descubrir la capital cántabra desde el agua. Los paseos en barco se pueden coger en el Paseo Marítimo.
Hay varios tipos de recorridos: paseos únicamente de la Bahía, que duran una hora aproximadamente y es guiado, paseos que llevan hasta la preciosa Costa Quebrada, o paseos que llevan a Santoña y que incluyen visita a una fábrica de conservas de anchoa, muy típicas en esta localidad.
11. Descubrir dónde nace el río Ebro
El río Ebro nace en el pueblo de Fontibre. El nombre procede del latín Fonte Iberis o fuentes del Ebro. Bueno, ese es el lugar oficial donde se supone que nace, pero en realidad, las aguas que ahí vemos son un manatial que procede del río Híjar que nace en el Pico Tres Mares, a unos 1880 metros de altitud, el lugar real del nacimiento del Ebro.
Aunque las aguas que forman el Ebro, que es el río más caudaloso de España, proceden de varios arroyos que afloran en Fontibre, en lo que se llama Fuentona de Fontibre. Justo donde está el supuesto nacimiento hay un monolito en piedra, coronado con una pequeña estatua de la Virgen del Pilar y con un grabado con los escudos de todas las provincias por los que pasa el río hasta su desembocadura.
El nacimiento no es muy espectacular que digamos, pero sí muy bonito porque la Fuentona está rodeada de fresnos y chopos. Hay aparcamiento justo al lado y también un centro de interpretación. También hay una zona para hacer picnic, con mesas. El nacimiento es totalmente accesible con silla de ruedas y con sillita infantil, porque hay una pasarela de madera.
¿Más ideas?
Otras posibilidades:
- Pasear por villas con sabor marinero: Una visita a Cantabria ha de incluir sin duda un paseo por pueblos marineros como San Vicente de la Barquera, Santoña o Castro Urdiales. Esta última es mi favorita de todas ellas.
- Descubrir El Capricho de Gaudí: un edificio construido por el arquitecto catalán en el precioso pueblo de Comillas.
- Pasear por Santander y la península de la Magadelena. Tal vez puedas hacer un Free Tour por esta zona de la capital.
En nuestro último viaje, nos han quedado pendientes más planes que tenemos anotados para próximas veces:
- Visitar el Museo Marítimo de Cantabria, que tiene varios acuarios y una completa exposición sobre el Mar Cantábrico.
- Sentirse como tarzán en el Forestal Park de Santander, un parque con tirolinas.
- Visitar las cuevas de El Castillo y de la Moneda en Pueste Viesgo: en ellas podrás disfrutar de arte rupestre auténtico. Al contrario que en Altamira, en estas podrás ver, in situ y no una réplica, las pinturas que hicieron nuestros antepasados. Te recomiendo que reserves con antelación. Ahora con la Covid-19, el acceso es muy limitado a la cueva, y nosotros nos hemos quedado con ganas de poder verlas porque no había entradas disponibles para cuando estábamos en Cantabria.
- Hacer un viaje al pasado en el poblado cántabro de Argüeso, donde podrás ver cómo vivían los cántabros en la Edad del Bronce.
¿Cuántos días dedicar a Cantabria?
Nosotros hemos estado ya en tres ocasiones (bueno, yo he estado en cinco ocasiones), y todavía nos faltan lugares por conocer. Las dos primeras veces estuvimos tres días cada vez y fuimos en pareja, antes de nacer la peque viajera, y la última vez, hemos estado seis días con la niña.
Quizá el tiempo óptimo sea entre 7 y 10 días, pero si le dedicas más, ya te digo yo que no tendrás tiempo de aburrirte y si le dedicas menos, te aseguro que te quedarás con ganas de volver para seguir descubriendo Cantabria, porque ya lo dice el dicho, es “infinita”.
¿Dónde alojarse?
Lo ideal es agrupar las visitas y buscar diferentes bases, porque si solo escoges una, te verás obligado a hacer muchos kilómetros de ida y vuelta cada día y perderás mucho el tiempo. Mi consejo es que busques alojamiento en la zona occidental: alrededor de San Vicente de la Barquera o Comillas, o incluso Potes… Y otra base en la parte oriental, como pudiera ser Santander o alrededores.
En nuestro primer viaje estuvimos alojados en el Hostal Baviera en Pesués, porque hicimos una ruta en la que visitamos Santillana de Mar, Comillas y San Vicente de la Barquera, y luego seguimos hacia Asturias, para conocer Llanes, Cangas de Onís y los Lagos de Covadonga. La siguiente vez, optamos por quedarnos en Santander, en el Hotel Bahía, para descubrir la capital, Santoña y Castro Urdiales.
En esta ocasión, por haber organizado sobre la marcha nuestra visita, hemos tenido dos sedes que no distaban demasiado una de la otra. Una fueron los apartamentos Alday, que se encuentran a unos 5 kilómetros de Santander y están completamente equipados con cocina, e incluso tiene aparcamiento subterráneo gratuito. Es muy recomendable, aunque el precio es quizá un poco elevado: 120€ la noche en régimen de solo alojamiento, aunque teníamos acceso a la piscina y al spa que tienen los apartamentos.
Y después estuvimos en un pequeño estudio que encontramos por Airbnb (si te registras por primera vez en la web a través de este enlace, te dan hasta 35€ para gastar en la primera experiencia), que está al lado del Museo de Altamira. Este estudio no tenía cocina, pero sí microondas y una pequeña nevera. Se puede aparcar en la puerta sin problemas. Estuvimos muy a gusto en el estudio y es altamente recomendable. El precio es muy económico: 70€ la noche con desayuno incluido (básico y no casero).
¿Cuándo ir a Cantabria?
La mejor época para ir es sin duda en verano. Sus temperaturas suaves hacen de Cantabria un destino ideal para disfrutar de unas vacaciones o de unos días de asueto en época veraniega. Así podrás disfrutar de todo lo que ofrece Cantabria: tanto de sus zonas de playa, como de sus zonas montañosas.
Sin embargo, en verano hay más gente (no tanto este extraño año de la Covid-19). Pero como Cantabria, en especial la zona costera, goza de suaves temperaturas todo el año, tampoco es mala idea ir en primavera u otoño. En invierno, aunque no tiene temperaturas muy crudas, puede ser una buena opción si se quiere conocer los Picos de Europa nevados o incluso esquiar en la estación de Alto Campoo.
que bonitos lugares, me encanta 😀