San Sebastián no es solo una de las ciudades más bonitas de España (o al menos a mí me lo parece), es también una de las ciudades más kid-friendly que hemos visitado en nuestro país los últimos tiempos, porque hay un montón de planes divertidos para descubrir y disfrutar de la capital de Guipúzcoa con niños. En nuestra segunda visita a la ciudad, además de recorrer la Parte Vieja y la Bahía de la Concha, visitamos varios lugares que encantaron a nuestra hija, como el Aquarium, el Museo de la Ciencia Eureka! o el pequeño parque de atracciones del Monte Igeldo. En este post, te voy a contar qué ver y hacer si visitas Donosti con niños.
Hace 11 años visitamos San Sebastián durante 48 horas dentro un pequeño ‘roadtrip’ de cinco días que hicimos por Guipúzcoa. En aquella ocasión fue un viaje en pareja y desde entonces tenía ganas de regresar a Donosti con la peque. Y en este año de la Covid-19, nos decidimos a hacer una escapada en familia a Guipuzcoa de tres días y medio, de los que pasamos dos días completos en San Sebastián.
Contenidos del post
Qué ver y hacer en San Sebastián con niños
Montar en funicular para llegar al Monte Igeldo
El funicular que lleva al Monte Igeldo es un tren cremallera, con vagones de madera, con ese aspecto de estar sacado de otra época. Por eso, montar en este funicular es como hacer un viaje en el tiempo, pues conserva ese aspecto de cuándo se inauguró en 1912. El funicular lleva directamente al parque de atracciones Monte Igeldo. El precio del billete incluye la entrada a dicho parque. El trayecto es muy bonito y vas disfrutando de un anticipo de las vistas que te esperan al llegar a la cima del Monte Igeldo. Su frecuencia de paso suele ser cada 15 minutos.
El precio del billete de ida y vuelta de adultos es de 3,75 €, y en el caso de los niños, de 2,50€. También hay la opción de coger el billete solo de ida. En este caso, para adultos cuesta 2,30€ y para niños 1,50€. Si viajas con perro o maleta, tendrás que pagar también blillete, que cuesta 2,50€. Si posees la tarjeta Sebastián Card, el billete ida y vuelta cuesta 3€.
Divertirse en el parque de atracciones vintage del Monte Igeldo
Si el funicular tenía mucho encanto, el parque de atracciones del Monte Igeldo no se queda atrás. Es un parque con mucho encanto por sus atracciones antiguas, que nos recordó mucho a los Jardínes Tívoli en Copenhague o el Parque Prater en Viena (salvando las distancias). Pero lo mejor de este parque son las vistas que se tienen de la Bahía de la Concha.
El parque es pequeño, pues solo tiene una veintena de atracciones. No esperes atracciones en las que soltar mucha adrenalina, pero sí atracciones que te harán hacer un viaje al pasado. Destaca la Montaña Suiza, que es una pequeña montaña rusa que a mi peque viajera le fascinó (tanto que montamos dos veces seguidas); los coches de coche, las barquitas en un laguito, o el Laberinto Mágico. En medio del parque, se encuentra el Torreón, un edificio del siglo XVIII que se construyó inicialmente como faro. Desde lo alto del Torreón es desde donde se tienen las mejores vistas de la Bahía de la Concha y de San Sebastián.
La entrada al parque de atracciones del Monte Igeldo está incluida en el billete de subida en el funicular. Tan solo tendrás que pagar por cada atracción en la que quieras montar. Los precios varían en función de la atracción, y van desde 1€ que cuesta descender por los toboganes gigantes, hasta los 5€ que cuesta las barquitas en el estanque (se paga por barca, no por persona).
Precios de las atracciones 2020
- Río misterioso: 2,00€ / persona
- Montaña Suiza: 2,50€ / persona
- Casa del terror: 2,50€ / persona
- Torreón: Adultos 2,50€ / Niños 1,00 €
- Gran Laberinto: 2,50€ / persona
- Barcas del Estanque: 5,00€ / vehículo
- Autos de choque: 2,50€ / vehículo
- Kosmikar: 2,50€ / persona
- Martillo: 1,00€ / persona
- Boca della Veritá: 1,00€ / persona
- Taga-J: 2,20€ / persona
- Casetas de juego: desde 2,00€
- Carrusel: 2,20€ / persona
- Carrera de tortugas: 2,00€ / persona
- Safari: 1,00€ / persona
- Tren de Igueldo: 2,20€ / persona
- Paseo de la risa: 2,50€ / persona
- Tobogán: 1,00€ / persona
- Camas elásticas: 2,50€ / persona
Visita al Aquarium de Donosti-San Sebastián
Tiene una ubicación excepcional, junto al muelle y la Parte Vieja, y a los pies del Monte Urgull. Con casi un siglo de antigüedad, se encuentra en un bonito edificio de 1928, el llamado Palacio del Mar. Con dos plantas, no es muy grande, y la visita puede llevar entre una hora y hora y media, pero merece la pena su visita por varias cosas:
- Podrás ver más de 200 especies del Mar Cantábrico, así como también muchas otras variedades tropicales.
- Posee una parte de la exposición dedicada al mundo marítimo, con maquetas de barcos
- Un enorme esqueleto de una ballena franca auténtico te recibe nada más entrar.
- Y tiene un túnel de 360º, que da la sensación de que estás nadando entre grandes tiburones, mantas y otros peces.
El precio es de 13€ para los adultos, 6,50€ para los niños entre 4 y 12 años y gratis para los que tienen menos de 4 años. Abre de lunes a domingo.
Paseo en barco por la Bahía de la Concha y visitar la isla de Santa Clara
No solo es posible (y recomendable) recorrer a pie la Bahía de la Concha. También es posible disfrutar de la Bahía desde el mar. Para ello, hay dos opciones: en los barcos de las Motoras de la Isla, que tienen dos rutas para ir hasta la Isla de Santa Clara, una pequeña isla en medio de la bahía, o bien mediante catamarán. Nosotros optamos por los barcos de las Motoras de la Isla, porque cuando estuvimos en Gijón, habíamos montado en catamarán.
Las Motoras de la Isla tienen dos rutas: una que va directamente desde el muelle de San Sebastián a la isla de Santa Clara y otro que da primero un paseo por a Bahía de la Concha, aproximándote a la Playa de la Concha, al Palacio de Miramar, a playa de Ondarreta y al Peine de los Vientos antes de dejarte en la isla de Santa Clara, donde puedes bajar y tomar otro barco más tarde de regreso. Nosotros optamos por este último. El paseo dura un poco más de media hora. Y algunos barcos disponen de lo que se llama “visión submarina”, que es una pequeña apertura para ver el fondo marino. Cuando llegamos a la isla, nos bajamos y dimos una pequeña vuelta por la isla.
Además, en la isla es posible darse un baño, porque hay una zona acondicionada para ello.
El precio del paseo por la Bahía de la Concha, con parada en la isla de Santa Clara, cuesta 5,5€ por persona si lo adquieres a través de la web de Turismo de Donosti-San Sebastián. Los menores hasata 4 años viajan gratis. Si solo quieres realizar el trayecto directo a la isla, son 4€ por persona. También puedes comprar los billetes directamente en la caseta que tiene Motoras de la Isla junto al muelle. Si adquieres el paseo allí en la caseta o en la web de Motoras de la Isla, cuesta 6,5€ por persona.
Si optas por el paseo en catamarán, que dura unos 40 minutos, el precio es de 12€ los adultos y de 6€ los niños entre 3 y 10 años.
Darse un chapuzón en la playa de la Concha, de Ondarreta o de la Zurriola
La Playa de la Concha es una de las playas urbanas más bonitas que hemos visto, junto con la de Gijón. También la de Ondarreta está muy bien. Ambas playas estupendas para disfrutar en familia. Son amplias y no cubren y el entorno no puede ser más bonito. Están, además, bien acondicionadas con duchas. La de la Zurriola, en cambio, es la playa preferida de los surferos porque suele tener muchas olas.
El único problema de las playas de San Sebastián es que el agua está muy fría, al menos para mi gusto, porque a mi hija no le importó lo más mínimo y se metió en el agua, como si fuera la del Mediterráneo, mucho más cálida.
Visitar el Eureka! Zientzia Museoa o Museo de la Ciencia Eureka!
Es un museo de lo más divertido que te puedes encontrar, además de muy didáctico y educativo, pues aúna la diversión con el aprendizaje. En el Eureka! Zientzia Museoa enseñan conceptos básicos de ciencia de manera lúdica, a través de la manipulación de objetos y la realización de pequeños experimentos. Así, se puede aprender cómo se genera la electricidad o cómo es posible levantar 200 kilos de peso sin apenas esfuerzo.
Y es que este es un museo muy interactivo, en el que todo se puede tocar (y se debe tocar). Y no hay problema por la Covid-19, porque tienen geles hidroalcohólicos por todas partes, para que te puedas limpiar las manos cada vez que toques algo. Hay varias salas temáticas, con 172 módulos interactivos. Entre las salas, hay también una de plastificación, en la que ver cómo es el cuerpo humano por dentro.
Además del Museo en sí, tiene un Planetarium, pero para acceder a él, se paga otra entrada a parte. A nosotros no nos dio tiempo a entrar a verlo. Nosotros pasamos dos horas en el museo, que es el mínimo que recomiendan, pero se nos quedaron cortas. Creo que el museo se merece algo más de tiempo para verlo todo con calma y experimentar. Diría que entre 3 y 4 horas sería el tiempo óptimo. Y si quiere ver el Plantearium, suma más tiempo aún.
Y si no es atractivo suficiente, en los jardines exteriores hay maquetas de edificios singulares y patrimoniales de la provincia de Guipúzcoa y un mini jardín botánico. Así pudimos ver en pequeñito el actual edificio del Ayuntamiento de San Sebastián o el Santuario de San Ignacio de Loyola, que se ubica en Azpeitia. La visita al jardín es totalmente gratuita.
También en el museo hay una zona con simuladores, pero para los que no se necesita una entrada. Si se quiere montar en alguno de los simuladores, tan solo hay que pagar por montar en cada atracción. Entre los simuladores, hay de moto GP, de coche de Fórmula 1, la cabina de Vuelo MAXFLIGHT y la Nave Orión y una montaña rusa.
El Eureka! Zientzia Museoa se ubica algo alejado del centro, en el Parque Tecnológico Miramón, a unos diez minutos en coche del centro de San Sebastián.
Disfrutar de un atardecer inolvidable en el Peino de los Vientos
El Peine de los Vientos es un conjunto de tres esculturas de Eduardo Chillida, que se encuentran al final de la playa de Ondarreta, a los pies del Monte Igeldo. Se pueden visitar en cualquier momento del día, pero creo que al atardecer es cuando más mágico parece el lugar. En realidad, Chillida realizó 23 esculturas, pero en San Sebastián solo están tres, pues las otras están repartidas por otros museos por el mundo.
Cuando el mar está enfurecido y las olas rompen contras las rocas, es cuando el espectáculo es aún mayor, pues el resultado de ver chocar el mar con las olas y las esculturas es precioso… En nuestro primer viaje a San Sebastián si lo vimos así, pero en cambio, esta segunda vez, el mar estaba muy calmado. Pero aún así disfrutamos de un atardecer inolvidable.
Junto a las esculturas, en la misma zona, el arquitecto Luis Peña Ganchegi ideó un anfiteatro de granito rosa, con diferentes alturas y con unos agujeros en el suelo, por los que, cuando el mar está embravecido, se cuela el agua y hace que parezcan geisers. Eso sí, cuando el oleaje es muy intenso, el acceso puede estar cortado por seguridad.
Pasar el rato en alguno de los parques de la ciudad
- Alderdi Eder
Alderdi Eder es un precioso jardín, con tamarindos (un tipo de árbol muy típico en San Sebastián y palmeras. Es una de mis zonas preferidas, pues está ubicado junto a la playa de la Concha y frente al Ayuntamiento (un bonito edificio de finales del siglo XIX que fue el Gran Casino de Donosti). Este jardín tiene un bonito tiovivo de aspecto antiguo, de la Belle Epoque, que me parece ideal. Y al lado tiene un parque con varios columpios y zonas de juego, que está fenomenal.
- El parque de Cristina Enea
Es el parque más grande de San Sebastián, pues tiene casi 95.000 metros cuadrados. Está ubicado junto al edificio Tabakalera, muy cerca de la Estación del Norte. Fue construido en estilo inglés. En él habitan cisnes, patos y pavos reales. Y fue un regalo que hizo el duque de Mandas a su mujer. A su muerte sin descendencia, fue donado a la ciudad, con la condición de que no se modificase, ni se construyera en él y que no se talase ningún árbol.
- Plaza Gipuzkoa
Este espacio verde se ubica en el centro de la ciudad, muy cerca de la Catedral de Buen Pastor, y fue el primer parque público que se abrió en la ciudad. En la plaza podemos encontrar un enorme reloj construido con flores, un templete meteorológico, también un estanque con patos y cisnes y una gran mesa horaria de mármol. El parque está presidido por la sede de la Diputación Foral de Gipuzkoa, un bonito edificio neoclásico.
- Jardines Miramar
Es un lugar ideal para hacer un alto en el camino en el paseo por la ciudad, pues tiene unas vistas increíbles de la Bahía de la Concha. No hay columpios, pero es un espacio grande en el que los peques podrán correr sin peligro.
Subir al Monte Urgüll y ver la Bahía de la Concha desde las alturas
Es otro de los lugares desde donde disfrutar de vistas de postal de San San Sebastián, porque se tienen vistas tanto de la Bahía de la Concha, como del Monte Igeldo y la isla de Santa Clara.
El Monte Urgull, a cuyos pies está la Parte Vieja de la ciudad, está coronado por la estatua del Sagrado Corazón y por el Castillo de la Mota, una fortificación defensiva construida en el siglo XII. También hay una batería defensiva con cañones auténticos. En la falda del Monte está el Cementerio de los Ingleses, un cementerio lleno de leyendas y donde yacen los ingleses que cayeron en la primera guerra carlista.
Pasear por el Monte UIía
Una de mis seguidoras en Instagram, Gani, me recomendó dar un paseo por el Monte Ulía, pero nos faltó tiempo para ir. Se construyó a principios del siglo XX como parque de recreo para la aristocracia, y ahora es una buena zona para hacer senderismo en la ciudad. Tiene zonas de picnic y parques infantiles.
Montar en autobús o tren turístico
Aunque somos fans de los trenes turísticos, en esta ocasión, en San Sebastián, no montamos en el trenecito, porque por ahora no está funcionando, aunque me ha parecido ver que volverá a estar en activo a partir de abril de 2021.
Pero el autobús turístico sí que funciona y puede ser una buena opción para descubrir la ciudad con niños. Aunque nosotros en esta ocasión preferimos andar y verla a pie. El bus turístico inicia su recorrido en la Calle República Argentina, en frente del Teatro Victoria Eugenia. Desde ahí, la ruta tiene 15 paradas por los lugares más representativos de la capital guipuzcoana: el Paseo Nuevo, las playas de Zurriola, Ondarreta y La Concha, el Palacio de Miramar, la Catedral del Buen Pastor… El billete tiene una validez de un día de uso desde que se utiliza por primera vez. Y durante el tiempo de validez, se puede subir y bajar del autobús las veces que se quiera.
Qué ver y hacer en los alrededores de San Sebastián con niños
Y si aún dispones de tiempo, hay varios sitios que están muy cerca de San Sebastián, que seguro que gustarán tanto a grandes, como a pequeños. Nosotros tuvimos tiempo de hacer algunos y los recomendamos mucho:
Descubrir cómo vivían en la Prehistoria en la Cueva de Ekain
A 33 kilómetros de San Sebastián, en el pueblo de Zestoa uno de los mejores tesoros del Paleolítico que hay en el País Vasco. Puede que no tenga la fama que tiene la Cueva de Altamira, pero a poco más de media hora de Donosti se encuentra la Cueva de Ekain, que alberga pinturas rupestres, con más de 14.000 años de antigüedad, y que son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. En la actualidad, como pasa en Altamira, la cueva original no se puede visitar por razones de conservación, pero a pocos pasos han creado una reproducción que es muy fiel y que bien merece la pena visitar.
La cueva de Ekain tiene 70 figuras de animales, de las que 64 fueron pintadas y seis, grabadas. El caballo es la figura más representada, pero también hay osos, algún ciervo y algún pez pintado.
Para ver la réplica de la cueva de Ekain, hay dos tipos de entrada:
- Ekain Fast: dura una hora aproximadamete y solo incluye la visita guiada por la réplica y la visita por libre por el pequeño museo que hay al lado. Precio: 6€ para adultos y 5€ estudiantes, docentes, pensionistas, y niños a partir de 6 años. Los menres de 6 años, entran gratis.
- Ekain Aventura: dura unas dos horas y si vas con niños es la que recomiendo coger, porque además de la visita guiada por la réplica y la visita por libre al museo, incluye un taller en el que se aprende cómo hacían fuego, cazaban y pintaban en las cavernas durante la Prehistoria. Precio: 8€ los adultos y 7€ estudiantes, docentes, pensionistas y niños a partir de 6 años. Los menores de 6 años, gratis.
Nosotros compramos la Ekain Aventura y fue de lo más acertado. Primero empezamos por la visita por la réplica que es realmente impresionante, y parece una cueva de verdad. La guía nos fue explicando con detalle cada pintura que nos íbamos encontrando. Y si ya de la cueva salimos encantandos, después del taller, aún más. La peque disfrutó un montón viendo cómo se hacía fuego en el Paleolítico, pudo pintar en la pared con sus manos y con los mismos materiales que los que tenían los que habitaron en Ekain hace 14.000 años, y finalmente aprendió lo difícil que era cazar y qué herramientas utilizaban para ese fin.
Por cierto, en la réplica de la cueva no se pueden hacer fotos. La imagen que acompaña al post es una foto a una foto de las pinturas que había en el pequeño museo de Ekain.
Conocer cómo se construyó un barco ballenero en Albaola La Factoría Marítima Vasca
Albaola , La Factoría Marítima Vasca, se ubica en Pasajes de San Pedro (uno de los pueblos que conforman Pasaia, que es un lugar muy bonito, que también recomiendo visitar). Está a unos 4 kilómetros, unos 15 minutos, de San Sebastián. Se trata de un museo-astilero en el que se puede conocer más de cerca cómo era la vida marítima en siglos pasados y dónde se está construyendo una réplica a tamaño real del San Juan, un ballenero del siglo XVI, con las técnicas de entonces.
La razón de que Albaola esté ubicado en Pasaia es porque esta localidad fue el principal puerto ballenero de Europa, desde donde durante siglos zarparon barcos vascos hacia Terranova, en Canadá. El San Juan es un mítico ballenero que fue construido en Pasaia y que se hundió frente a las costas de Canadá en 1565.
Es otra visita que nos pareció fascinante y totalmente recomendable, porque se puede el trabajo artesanal que se está realizando del ballenero. Junto con la construcción de la nao, también hay una pequeña exposición donde explican la actividad ballenera que se llevó a cabo en la zona durante siglos. La visita a la exposición se hace por libre, y al astillero, se hace mediante visita guiada en español o euskera.
Este año, para llegar a Albaola, solo se puede hacer más que por vía marítima, porque el acceso andando ha sido cortado. Para ello, hay que ir con el coche hasta Trintxerpe, y coger unos barquitos verdes en el Muelle del Hospitalillo. Junto a Muelle, hay parking gratuito. El traslado en el barco está incluido en la entrada a Albaola. Por cierto, si quieres ir, tendrás que reservar la hora y el día por teléfono 943-392426 o por mail abisitak@albaola.com. El precio es de 7€ los adultos; 5€ estudiantes, niños a partir de 7 años, familias numerosas, peregrinos, desempleados y jubilados y gratis los menores hasta 6 años.
La verdad es que la visita nos encantó desde el principio, desde que montamos en el barco para ir Pasajes de San Pedro, porque ves desde el agua tanto Pasajes de San Pedro, como Pasajes de San Juan o Pasai Donibane, dos localidades bien bonitas que conforman Pasaia, junto con Trintxerpe y Antxo.
Visitar un escenario cinematográfico en el Flysch de Zumaia
El Flysch de Zumaia es una peculiar formación geológica que se originó hace millones de años, al mismo tiempo que se formaron los Pirineos, y que se hizo muy famoso porque han sido escenario de la serie Juego de Tronos, ya que es parte de Rocadragón (esta ubicación en la serie no es un solo sitio, sino que son diferentes lugares de la costa vasca, como San Juan de Gaztelugatxe).
La localidad de Zumaia se ubica a unos 34 km de San Sebastián, una media hora, y el Flysch forma parte de lo que se conoce como Geoparque de la Costa Vasca, que discurre entre imponentes acantilados. Aunque el Flysch se puede ver en varias zonas, una ideal es en la playa de Itzurum. Para poder estas formaciones, hay que asegurarse cuándo hay bajamar, porque cuando hay pleamar, porque el Flysch queda cubierto por el agua.
Nosotros nos acercamos con nuestro coche, pero sino, otra posibilidad es hacerlo en una excursión guiada en tren desde San Sebastián.
¿Cuántos días para visitar San Sebastián con niños?
Para visitar San Sebastián con niños (o sin ellos), necesitas como mínimo un par de días, aunque hay mucha gente que pasa una mañana o un solo día. Creo que es una ciudad que se merece más tiempo. Y si vas con niños y además de visitar los lugares más icónicos de la ciudad, y hacer todos los planes que te he propuesto, necesitarás algo más de tiempo. Tal vez el tiempo óptimo sea tres o cuatro días.
Dónde alojarse en San Sebastián con niños
Si en nuestra primera visita a Donosti, la elección del alojamiento fue nefasta, en esta segunda ocasión hemos acertado de pleno. Nos hemos alojado en el Koisi Hostel, un alojamiento ideal para visitar San Sebastián con niños porque cuentan con habitaciones familiares que son muy espaciosas.
El Koisi Hostel está situado en el barrio de El Antiguo de San Sebastián, a poco más de cinco minutos andando de la playa de Ondarreta, a unos 10 minutos andando del funicular del Monte Igeldo y a unos 15 minutos andando del Peine de los Vientos y de la Playa de la Concha.
Y aunque no cuenta con aparcamiento, se ubica en uno de los barrios donde más barato resulta aparcar en Donosti. La calle del hostel es de parquímetros de la OTA, pero aparcar durante 24 horas cuesta solo 3,50€. Y a unos 5-10 minutos andando del hostel, también hay zonas de aparcamiento en las que no hay que pagar nada.
Las habitaciones son espaciosas, y aunque como hostel que es cuenta con habitaciones compartidas, también tiene habitaciones con capacidad desde dos hasta ocho personas que pueden reservarse en modalidad privada y que tienen también baño privado, por lo que nos han parecido ideales para familias y en especial, para las numerosas, que son las que tienen más problemas para encontrar alojamiento a buen precio.
Nosotros nos alojamos en la habitación privada ‘Family Deluxe’ con baño privado, que tenía una cama doble tamaño queen size, con dos literas en la parte superior, y con una pequeña terraza con vistas a la Bahía de la Concha y desde la que se veían el Monte Igeldo y el Monte Urgull.
También es posible desayunar a buen precio. Tiene cuatro menús distintos de desayuno por 4€ por persona, aunque todos incluyen zumo natural recién exprimido de naranja, así como café o cola cao. Entre las opciones de menús, los hay con tostada con tomate natural rallado, croissant con mermelada, sandwich mixto o cereales. ¡Nos gustó mucho el desayuno!
Y en estos tiempos de COVID-19, nos han gustado todas las medidas implementadas: hay geles hidroalcohólicos por muchos puntos del hostel. Además, en la entrada, junto con el gel, también hay productos para desinfectar los zapatos al entrar. Al hacer el check-in, hacen control de temperatura a todos los clientes que se alojan.
Y ahora tienen una oferta con la que te puedes ahorrar hasta un 50% si reservas tu habitación para ahora septiembre y para octubre. Así que es un buen momento para visitar San Sebastián aprovechando la oferta.
Dónde comer en San Sebastián con niños
La gastronomía en el País Vasco es espectacular y si visitas San Sebastián es una obligación disfrutar de sus magníficos pintxos, que seguro que encantarán a los niños porque son platos en miniatura. En el hostel Koisi, nos recomendaron algunos sitios donde comer pintxos:
- La Viña: está en la Parte Vieja, y si te gusta la tarta de queso, es de visita obligada, porque tienen lo que dice que es la mejor tarta de queso de España. No sé si es la mejor, pero está riquísima. Pero además, tienen una variada carta de pintxos, entre los que destacaría su tortilla de patatas y el pimiento del piquillo relleno.
- Bodega Donostiarra: con este nombre hay varios locales en la ciudad, aunque creemos que no son del mismo propietario. Probamos el que está en el barrio de Antiguo, pero este cerrará a finales de mes. Y luego el más popular es el que está en el barrio de Gros, pero nosotros no pudimos cenar en él, porque en fin de semana suele haber mucha gente y se precisa reserva previa. En el de Gros, dicen que hay que probar el pintxo que denominan ‘Completo’.
Donostia es una ciudad maravillosa para ir con niños, con perros, a pasear, a disfrutar del mar, de los pintxos… pero la capital de la cocina en miniatura es muy, demasiado cara, aunque merece la pena ser visitada y disfrutada.
excelente post!! que bonitas imágenes, a ver si puedo pronto visitarlo 😀