Después de dos visitas a la Costa Brava, puedo decir que Tossa de Mar es uno de los pueblos más bonitos de la costa gerundense. Pero además, no solo es un destino vacacional de sol y playa ideal para conocer en familia. También posee uno de los cascos viejos amurallados, la Vila Vella, de los más bellos y pintorescos que hemos visto. En este post, te cuento qué se puede hacer en Tossa de Mar y alrededores si vas con niños (o sin ellos).
En este extraño verano de la era Covid-19, nos decidimos a visitar Tossa de Mar de camino a la Provenza francesa, siempre guardando todas las medidas de seguridad pertinentes establecidas tanto por el Gobierno, como por las Comunidades Autónomas: uso de mascarilla en todo momento, mantener la distancia de seguridad, e higiene frecuente de manos con gel hidroalcohólico. Para ello, buscamos alojamiento en Tossa de Mar que reuniera las medidas de seguridad anti-coronavirus.
Ya hace unos años hicimos una escapada a la Costa Brava, pero nos faltó tiempo para visitar Tossa de Mar. Así que en esta ocasión, aprovechando que en julio podíamos volver a desplazarnos de nuestro lugar de residencia, decidimos pasar un par de días, aunque bien podríamos habernos quedado algo más, porque nos sorprendió que hay muchas cosas que se pueden hacer en la localidad y en los alrededores.
Contenidos del post
Qué ver y hacer en Tossa
Este verano raro por la COVID-19, cuando nosotros estuvimos en Tossa de Mar a principios de julio, estaba muy tranquilo para lo que debe ser habitual otros años por esas fechas. A nosotros no nos hizo falta, pero hemos visto que para poder organizar tu estancia en Tossa, el Ayuntamiento ha creado una app para conocer todo lo que se puede hacer y para tener información al momento sobre la ocupación de los sitios turísticos.
Recinto amurallado de Vila Vella
La Vila Vella es un recinto amurallado medieval, del siglo XIII, único en la Costa Brava, y seña de identidad de la localidad. Está declarado monumento histórico-artístico nacional desde 1931. Lo más recomendable es dar un paseo por sus callejuelas empedradas e ir descubriendo lo que hay en su interior.
En el momento de máximo esplendor, en el siglo XV, llegó a tener unas 80 casas. Del recinto amurallado quedan en pie cuatro torreones y tres torres cilíndricas. Las más conocidas son la Torre d’en Joanàs, que es el emblema de la ciudad; la Torre de las Horas, ubicada en el patio de armas y llamada así porque aquí hubo un reloj, y la Torre d’es Codolar, que fue la torre del homenaje y da a la playa de Es Codolar.
En el punto más alto de Vila Vella había un castillo, con torre de vigilancia, pero actualmente no existe y en lugar del castillo, nos encontramos el Faro de Tossa, que se puede visitar y que alberga un centro de interpretación de los faros.
Entre lo que se puede ver en el interior de Vila Vella destacan los restos de la antigua iglesia de San Vicente, del siglo XV. A lo largo del recinto, nos encontramos también con cañones antiguos, y con una escultura de Ava Gadner, en homenaje a la actriz que estuvo en la localidad grabando la película “Pandora y el holandés errante”.
Por cierto, las vistas desde Vila Vella tanto de Tossa, como del mar, son impresionantes.
Disfrutar de alguna de sus playas o calas
En Tossa de Mar, hay varias playas, algunas con certificados de calidad como la bandera azul, y preciosas calas en las que darse un chapuzón, aunque eso sí, tienes que tener en cuenta un par de cosas: la arena en algunas es bastante gruesa, por no decir, que son como piedrecitas, y en otras directamente, son piedras, así que te recomiendo que lleves unos escarpines, y la otra cosa es que el agua está más bien fría, a pesar de que es el Mediterráneo.
Paseo en trenecito turístico o “carrilet”
Hay dos líneas de trenecitos turísticos o “carrilets”: una que da un paseo por todo el casco urbano de Tossa de Mar y luego está el que sube hasta el castillo y faro de Tossa. Durante nuestra estancia en la localidad tan solo vimos el que recorre el casco urbano que parte justo delante de la playa Grande. El otro, aunque vimos el cartel anunciador de dónde sale (muy cerca del anterior), no llegamos a verlo circular. No sé si por ser principios de julio de este extraño año de la COVID-19 no estaba funcionando o simplemente dio la casualidad que no nos encontramos con él.
Así que nosotros hicimos el tour del casco urbano. Dura algo unos 45 minutos, y hace un recorrido por toda la ciudad, salvo por Vila Vella. El paseo es con audioguía. Y en estos tiempos de COVID-19, es obligatoria la mascarilla en todo el recorrido y limpiarse las manos con gel hidroalcohólico antes de subir.
Recorrer el casco urbano
Fuera de las murallas y delimitado por las calles Portal y Estolt, se encuentra el barrio de Sa Roqueta, un barrio de pescadores del s. XVI. Más allá, continuando por la calle Portal, se llega a la zona comercial que se extiende por las calles Socors, La Guàrdia, Plaza de España y Pou de la Vila hasta la avenida de la Costa Brava. En el casco urbano hay varios sitios que visitar:
- Villa Romana dels Ametllers: que data de los siglos. I a.C. – s. VI d.C. Entonces Tossa era Turissa y se dedicaba al cultivo de la vid y la exportación de vino.
- Iglesia Parroquial de Sant Vicenç: de estilo barroco.
- Capilla Mare de Deu del Socors, construida en 1593 por un marinero para agradecer que había sobrevivido a un naufragio.
Paseos en barco y otras actividades acuáticas
En Tossa de Mar hay varias empresas que realizan diferentes paseos en barco por la costa. Todas estas empresas te las puedes encontrar en la Playa Grande. Hay varias casetas donde te informan y puedes comprar los billetes. Nosotros los compramos sobre la marcha, pero tal vez en cualquier otro verano, es preciso reservar con algo de antelación.
- Barcos que recorren parte de la Costa Brava y van de Tossa de Mar a Calella, pasando por Lloret, Blanes, Malgrat, Santa Susanna y Pineda.
- Barcos con el fondo de cristal que van de Platja Gran a Cala Giverola, recorriendo en una hora la costa y visitando varias cuevas antes de llegar a Cala Giverola, donde es posible bajar y pasar un rato en esa cala, antes de coger otro barco de retorno. En el billete está incluida la ida y la vuelta. Los barcos tienen el fondo de cristal para poder ver la fauna marina en el trayecto de ida. A la vuelta, el recorrido se hace directo sin pasar por las cuevas. La ida es de una hora aproximadamente. Este es el paseo que hicimos nosotros y nos gustó mucho.
- Excursiones para hacer snorkel
Y además de hacer estas excursiones, en Tossa de Mar es posible hacer submarinismo y sacarse el título de open water. De hecho, a pocos pasos de nuestro alojamiento, había un sitio para hacer buceo, donde alquilar material.
Qué hacer en los alrededores de Tossa
Nosotros aprovechamos nuestra estancia en Tossa para acercarnos a Blanes. Pero hay muhas más opciones que nos quedamos con ganas de descubrir:
Visitar Blanes
Nosotros visitamos el Jardí Botànic Marimurtra, que es uno de los jardines botánicos más bonitos que se pueden visitar en España, sobre todo por su impresionante ubicación, en una montaña, junto al mar y la Cala Sa Forcanera. El jardín cuenta con unas 4.000 especies de diferentes de los cinco continentes y de los climas subtropical, templado y mediterráneo.
Nosotros hicimos el recorrido en una hora, porque no tuvimos más tiempo, ya que llegamos cuando quedaba solo una hora para cerrar, pero de buena gana nos habríamos quedado algo más de tiempo. De hecho, el último acceso al jardín es una hora antes del cierre.
Aemás de las plantas que se pueden ver, cuenta con varios lugares muy bonitos, como el Templet de Linné, que es la típica imagen que sale en cualquier búsqueda sobre el jardón. Nosotros lo encontramos cerrado por la COVID-19, y no pudimos hacernos fotos dentro. Pero desde los lateres, se pueden contemplar una de las mejores vistas, la de cala de Sa Forcaner, que está considerada como la primera cala de la Costa Brava.
A pocos pasos del templete están las escaleras de Epicur, que dicen que en primavera, cuando ha florecido el drosantemum Floribundum, están preciosas. Aún en julio, nos parecieron unas escaleras muy bonitas. El jardín fue declarado Bien de Intereés Nacional. Las entradas cuestan 7€ tanto adultos, como niños.
Tras el Jardín, fuimos al Castillo de Sant Joan, también conocido como Castillo de Forcadell, del siglo XIII y que se encuentra a 170 metros de altura sobre el nivel de mar. Del castillo no queda gran cosa, pero merece la pena acercarse por dos razones: por el impresionante mirador que tiene y porque es gratuito. Al lado del castillo está la ermita de Sant Joan.
Visitar Lloret de Mar
Nosotros no tuvimos tiempo de ir y quedó pendiente para otra ocasión, pero si dispones de más tiempo que nosotros, es recomendable acercarse a Lloret de Mar y visitar: el Museo del Mar o Can Garriga y Casa Font, que son de las pocas casas de indianos que quedan en la localidad; la Iglesia Parroquial de Sant Romà, de estilo modernista; el castillo de Sant Joan, y los Jardines de Santa Clotilde.
Camí de Ronda
Los caminos de ronda son senderos para recorrer a pie por el litoral de la Costa Brava. Reciben este nombre porque cuando surgieron eran utilizados para controlar la frontera marítima española. Después de la Guerra Civil, los utilizaba la Guardia Civil para evitar el contrabando.
En la actualidad, son unos itinerarios que se pueden hacer para recorrer la costa gerundense y tienen fama de gran belleza. Si quieres hacer alguna ruta por el Camí de Ronda, te dejo la web de wikiloc, donde te puedes ver las diferentes opciones que hay en Tossa.
Excursión a las islas Medas
Esta es una excursión que me quedé con ganas de hacer, pero ya no teníamos más tiempo. Las excursiones duran unas 3-4 horas y salen desde L’Estartit. Y te llevan a conocer la Reserva Marina Natural de las islas Medas (o Medes en catalán). Son un archipiélago formado por unas siete islas pequeñas y algunos islotes, que posee un rico fondo marino, entre las que se encuentran la raya común y el coral rojo. Por eso, las excursiones que se hacen aquí son para hacer esnorkel.
Dónde alojarse en Tossa de Mar
Nosotros buscamos alojamiento de camino a Tossa. Como queríamos un apartamento, y al ser julio, lo único que encontramos a un precio razonable fue el Aparthotel Medplaya Esmeraldas. Nosotros cogimos un estudio, que aunque es pequeño está muy bien: tenía tres camas, baño con duña y una minicocina, con frigorífico, y microondas, platos, vasos, cubiertos, pero sin cosillas para lavar luego la vajilla. Tienen piscina y cafetería.
Los apartamentos están muy limpios y las medidas anti- COVID-19: uso de mascarilla en espacios comunes, gel hidroalcohólico a la entrada al apartahotel, y entradas y salidas por distinta puerta.
El único punto en contra de estos apartamentos es que están algo lejos de la playa, a unos 650 metros, como a unos 10 minutos andando. Tiene aparcamiento que se paga aparte, pero nosotros pudimos aparcar sin problemas en la calle (aunque este año estaba bastante tranquilo para lo habitual en estas fechas). Pero a pesar de esto, nos pareciero muy recomendables, porque tienen muy buen precio. Dos noches en régimen de alojamiento nos salió por 120€.
Además, por estar alojados aquí, nos dieron unos descuentos del 10% para el trenecito turístico y para los paseos en barco, que aprovechamos.
Cómo llegar a Tossa de Mar
La mejor manera de llegar es en coche propio o de alquiler. Es la manera más cómoda y te dará libertad para poder visitar también los alrededores de Tossa de Mar. En transporte público, solo es posible legar en autobús, porque no hay tren hasta Tossa. En todo caso, la estación más cercana en la Costa Brava es en Blanes.
Si vienes en avión, el aeropuerto más cercano es el de Girona-Costa Brava, que queda a poco más de media hora en coche, Y un poco más lejos, a hora y media está el de El Prat- Barcelona.
NOTA: Este post ha sido elaborado en colaboración con Hoteles.com, pero todas las opiniones que aquí se recogen son mías, fruto de nuestra experiencia en Tossa de Mar en el mes de julio de 2020.
Me ha encantado leerte.
Me gustaría saber si es complicado aparcar sin pagar en Tossa.
Nosotros no tuvimos problemas para encontrar donde aparcar sin pagar, pero ten en cuenta que estuvimos en los primeros días de julio de 2020, recién salidos del estado de alarma y había poco turismo en aquel momento. Supongo que en verano, temporada alta, debe ser complicado aparcar sin pagar, como en cualquier lugar de la costa.