Recién llegados de las vacaciones de verano, toca hacer balance, y la verdad es que si tuviéramos que resumir este mes de viaje la palabra sería “impresionante”.
Este verano, después de dos veranos de pandemia, en los que hemos hecho viajes con nuestro coche principalmente por España, hemos retomado los viajes a lugares más lejanos, aunque dentro de Europa.
Los destinos elegidos para nuestro mes de vacaciones anual han sido Islandia, Eslovenia y Dolomitas, y no podemos venir más encantados con estos países que nos han dado más de lo que esperábamos encontrar.
Difícil resumir lo que ha dado de sí este mes, pero sin duda Islandia nos ha conquistado por completo y se ha convertido desde ya en uno de nuestros países favoritos, pero Dolomitas también nos ha enamorado y sorprendido por igual y ya soñamos con volver en otra época del año.
Y aunque Eslovenia nos ha gustado, al haberla visto justo después de un destino como Islandia, ha hecho que no nos impresionara tanto.
Hemos pasado fuera de casa 32 días, aunque tres días los hemos “perdido” en desplazamientos. Hemos recorrido 5.272 km en Islandia y 2.516 km entre Eslovenia y Dolomitas.
Islandia nos ha dejado realmente impresionados por su naturaleza tan exuberante y brutal. ¡Es un destinazo increíble y que hay que visitar al menos una vez en la vida!
Eslovenia nos ha recordado mucho a Croacia, exrepública yugoslava que recorrimos hace unos años. Y en Dolomitas nos hemos sentido un poco como Heidi, entre montañas y verdes pastos, y pueblitos con encanto.
Contenidos del post
Lo que más nos ha gustado
- Vivir el sol de medianoche en Islandia, con días infinitos. Ya habíamos podido disfrutar un poco de este fenómeno en Laponia hace tres veranos, pero entonces no eran tan intenso como ahora.
- Ver frailecillos en Látrabjarg, focas en la Península de Vastness y ballenas en Hauganes (en Islandia).
- Hacer un trekking por un glaciar en Islandia.
- Las impresionantes cuevas con estalagmitas y estalactitas de Eslovenia.
- Darnos un baño en el precioso Lago Bled.
- Los increíbles paisajes de Dolomitas con sus alucinantes lagos y sus vistosas y fotogénicas iglesias.
- Los lagos de Dolomitas, que se nos han quedado grabados en nuestras retinas.
Lo que nos ha sorprendido
- La naturaleza tan brutal de Islandia. Sabíamos que era un país que suele gustar al que lo visita, pero no imaginábamos que nos iba a impresionar tanto y nos iba a dejar tan buen sabor de boca y con ganas de regresar.
- El frío tan tremendo que hace en julio en Islandia. Hemos tenido unas temperaturas medias de 11-12ºC, pero la sensación térmica en ocasiones era inferior porque corría mucho aire frío.
- Las carreteras con multitud de curvas en Dolomitas, que suelen estar llenas de ciclistas desafiando el alto desnivel que hay en ocasiones.
- El sofocante calor en Eslovenia: esperábamos que tuviera temperaturas más suaves, pero varios días superamos los 35ºC, llegando en algunos momentos a tener temperaturas que rondaban los 40ºC.
Lo que no nos ha gustado
- Lo caro que es Islandia. Cualquier cosa es prohibitiva en el país del Hielo y el Fuego, desde el alojamiento a la comida.
- La cantidad de avispas que hemos encontrado en Eslovenia.
- El tiempo cambiante en Dolomitas, con tormentas y con nubes bajas y niebla pero es lo normal en la montaña.
- Lo pronto que cierran atracciones turísticas en Dolomitas.
- El precio de los aparcamientos. Junto a la mayoría de atracciones turísticas naturales de Islandia, Eslovenia y Dolomitas había que pagar el parking y solía ser carillo.
- El pago del ‘coperto’ (cubierto) en Italia: siempre que te sientas en un restaurante a comer, te cobran una cantidad por persona que ronda entre el 1,5€ a los 2,5€, y el tener que pagar por el agua de grifo.
- La cantidad de turistas que hay en el Lago di Garda en julio, nos hemos sentido en algún momento, algo agobiados.
Lo que nos ha decepcionado
- El olor del Lago di Garda en determinadas zonas. Quisimos bañarnos en Moniga di Garda, donde estábamos alojados y olía a agua estancada.
- El no haber podido subir a la Marmolada o a la llamada Terraza de los Dolomitas por haber niebla.
- La cueva de hielo del Katla: era muy pequeña y no como imaginaba, pero es una cueva que va cambiando. Las temperaturas “altas” (en torno a los 18ºC) días antes de ir hicieron que no luciera como esperaba.
- La excursión a las Tierras Altas de Islandia porque encontramos mucha nieve y no pudimos contemplar los bonitos colores de los paisajes de esa zona. Además, nos hizo muy mal tiempo por lo que no pudimos disfrutar del trekking.
- El lago di Carrezza nos decepcionó un poco. Aunque es bonito, tenía poca agua y la primera impresión no fue buena, aunque luego anduvimos un poco alrededor y nuestra impresión cambió.
Deja una respuesta