Dolomitas, que es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, es como se llama a la zona montañosa de los Alpes que está en el norte de Italia, una de las más bellas de este país. Nosotros pasamos seis días, en los que pudimos conocer gran parte de sus encantos, aunque bien se le puede dedicar mucho más tiempo. En este post, te dejo una completa guía para visitar los Dolomitas.
Contenidos del post
Qué ver y hacer en Dolomitas
Los Dolomitas se distribuyen por tres regiones italianas: Trentino-Alto Adige/Südtirol, Veneto y Friuli-Venezia Giulia. En todas ellas se habla tres idiomas:S alemán, italiano y ladino. Por eso, muchos lugares te los encontrarás en italiano y alemán.
Y es que es una zona con gran influencia austriaca, ya que en el pasado, durante siglos, perteneció al Imperio Austro-Húngaro. En la actualidad, son más los que hablan alemán que los que hablan italiano.
Debe su nombre a la roca que lo forma, la dolomía, que lleva ese nombre en honor a Déodat de Dolomieu, el primero en estudiar ese tipo de roca, que se caracteriza por tener un color pálido durante el día, pero que adquiere un tono rosado al amanecer y al atardecer, que es lo que se conoce como ‘enrosadira’.
En esta zona italiana hay tanto que ver y hacer, que te dejo un resumen de algunas de las muchos sitios deslumbrantes que podrás visitar.
Los lagos más instagrameables
Si algo que no te puedes perder en los Dolomitas son sus lagos. En esta guía, te muestro algunos que son de visita obligada:
Lago di Braies
El lago di Braies, Pragser Wildsee en alemán, es, sin duda, el lago más popular y fotografiado de los Dolomitas. De hecho, se le conoce como la Perla de los Dolomitas. Y no es de extrañar. Tiene un espectacular color turquesa y un fotogénico embarcadero de madera, con el monte Croda reflejándose en el lago.
La visita al lago es gratuita, pero el aparcamiento en la zona es de pago. En concreto, en el verano de 2022, el parking más cercano para un turismo normal es de 10€ si vas dentro del horario restringido y de 6€ si vas a partir de las 17.00 horas. El precio es superior para campers y caravanas.
Una de las cosas que se pueden hacer en el lago di Braies es una sencilla ruta de senderismo, apta para todos los públicos, alrededor del lago.
Se tarda alrededor de hora y media en dar la vuelta al lago, todo depende de lo que te entretengas haciendo fotos. Además, también podrás montar en las barquitas del lago. En verano, el horario de las barcas es de 8:00 a 19:00 horas. El precio es un poco carillo, para mi gusto: 20€/media hora o 35€/hora.
Para llegar a este lago de los Dolomitas en verano, tendrás que tener en cuenta que entre el 10 de julio y el 10 de septiembre el acceso entre las 9.30 horas y las 16.00 horas está restringido y solo se permite el acceso en transporte público, bicicleta o a pie.
Los coches podrán circular en ese horario presentando un permiso de circulación que se puede conseguir si reservas y pagas el aparcamiento con antelación en la web oficial. Tan solo puedes evitar pagar por ese permiso si reservas para comer en uno de los restaurantes del Valle de Braies o te alojas en alguno de sus hoteles, como el hotel Lago di Braies.
Si prefieres subir en bus, las opciones son: el número 442 desde Dobbiaco y Villabassa o el número 439 desde Monguelfo. El precio es de 5€ ida para los adultos, y 3€ los niños desde 6 años.
Lago Carezza
El Lago Carezza, Karersee en alemán, es otro de los lagos que te dejan con la boca abierta en los Dolomitas. Su espectacular color que va del turquesa hasta al amarillo, unido a que se refleja el macizo de Latemar, le hacen tan espectacular. De hecho, se le conoce como el lago del arco iris.
Este lago es alimentado por manantiales subterráneos de la sierra Latemar, por lo que su tamaño y profundidad dependen de la estación y del clima. Cuando estuvimos nosotros lo vimos poco profundo y con cierta escasez de agua. Es un monumento natural protegido. Así que está prohibido bañarse en él.
Al igual que en Braies, aquí se puede hacer una ruta alrededor de lago también que es sencilla.
Hay una leyenda relacionada con el lago que es la de la Ninfa del agua del Lago Carezza, que dice que una hermosa ninfa de agua vivía en el lago. Un día, un hechicero se enamoró de ella al escucharla cantar y usó sus poderes mágicos para tratar de capturarla, pero escapó. Le pidió ayuda a la bruja Langwerda que le aconsejó que se disfrazara de joyero para hacer un arco iris con piedras preciosas.
La ninfa quedó impresionada por el arco iris y las piedras preciosas, pero el mago no se había disfrazado y al verle, se escondió bajo las aguas del lago y nunca se la volvió a ver. Ante el fracaso del plan, el hechicero arrancó el arco iris del cielo y lo arrojó junto a las joyas al lago. Por eso, se dice que el arco iris brilla en el Carezza.
Puedes llegar en coche hasta el lago. Hay tres aparcamientos. El más cercano cuesta 2€/hora para los turismos normales (6€ para estancias entre 2 y 6 horas, 12€ entre 6 y 12 horas y 24€ entre 12 y 24 horas) y 15€ para hasta 3 horas para autocaravanas (25€ para estancias entre 3 y 12 horas, y 30€ para estancias entre 12 y 24 horas).
El aparcamiento 2, el Schönblickwef/Via Bellavista, es gratuito para coches. Luego se tarda unos 5 minutos a pie por el camino número 6. Aquí no pueden parar autocaravanas. Y el aparcamiento 3, el de Paolina, es gratuito para turismos y de pago para campistas de 19.00 a 7.00 horas (10€). Desde aquí se tarda unos 20 minutos a pie por el sendero 6.
Lago di Sorapis
Este es uno de los lagos más sorprendentes y fascinantes de los Dolomitas por su color que parece irreal y por su ubicación entre imponentes cimas: el Dito di Dio (la cumbre predominante), Le Tre Sorelle y el Col del Fuoco.
Las aguas del lago di Sorapis, que se encuentra a unos 10 km del pueblo de Cortina D’Ampezzo, proceden del deshielo, así que dependiendo del momento del año en el que lo visites lo podrás encontrar con más o menos agua.
Al contrario de los dos lagos anteriores, este de Sorapis no es tan accesible, y tendrás que hacer un trekking que no es apto para todos los públicos. La ruta es lineal de unos 12 km ida y vuelta… Solo la ida te llevará entre 2 horas y 2 horas y media. Tendrás que seguir dirección Refugio de Vandelli, por el sendero 215.
El camino transcurre entre bosques y también zonas más escarpadas y con mayor dificultad, en las que tendrás casi que trepar entre las piedras. Al inicio, la ruta es sencilla, por un camino amplio y llano, entre árboles. Pero también hay un tramo en el que el sendero es estrecho, comienza el desnivel y vas pegado a un precipicio, aunque hay cables para agarrarse.
Por todo ello, creemos que no es una ruta apta para ir con niños muy pequeños, ni tampoco es apto para personas que sufran vértigo. Si bien es cierto que vimos gente de todas las edades.
El inicio de la ruta es desde el Passo Tre Croci, por la carretera SR48. Si vas desde Cortina d’Ampezzo, antes de llegar al B&B Hotel Passo Tre Croci Cortina, encontrarás un aparcamiento gratuito y el inicio de la ruta. Nosotros no lo pasamos y dejamos el coche en un hueco que encontramos junto al hotel y empezamos por ahí la ruta, que hay otro inicio.
Una vez en el lago, puedes darle la vuelta. Se tarda aproximadamente 30 minutos, pero nosotros no lo hicimos porque al poco de llegar y empezar a hacer fotos y deleitarnos, empezó a llover y decidimos retornar al coche.
A pesar de la dificultad de la ruta, es una de las más populares en los Dolomitas, así que en verano suele estar bastante concurrida. Acude temprano para evitar las multitudes o bien ya por la tarde.
Para esta ruta, lleva calzado de senderismo que tengan buen agarre. También es recomendable llevar bastones de senderismo si los tienes. Lleva también algún chubasquero y, aunque vayas en verano, lleva alguna sudadera, porque puede refrescar. No es nada aconsejable hacer la ruta si está lloviendo porque hay tramos bastante resbaladizos en condiciones normales.
Lago di Dobbiaco
El lago di Dobbico, o Toblacher See en alemán, se encuentra muy cerca del pueblo de San Cándido, y también del lago di Braies. Así que puedes combinarla visita de esos otros dos sitios con el lago di Dobbiaco en el mismo día.
Al igual que los anteriores lagos de los Dolomitas, en este también puedes hacer una ruta alrededor. El recorrido fue construido en el año 2000 y podrás leer paneles explicativos sobre la fauna, flora y características geológicas y morfológicas de la zona. Es un paseo fácil de una hora aproximadamente, y es accesible incluso con carrito de bebé.
En este lago está permitido el baño, pero el agua está congelada incluso en verano. En invierno, al parecer, el lago se congela y se puede patinar en él. Alrededor del lago hay unos búnkeres que mandó construir Mussolini en la Segunda Guerra Mundial para proteger las rutas de acceso a Italia.
El lago es fácilmente accesible en coche tanto en verano como en invierno. El estacionamiento es de pago. También es posible llegar en transporte público, con el bus 445 desde Dobbiaco o Cortina d’Ampezzo.
Es también un lago muy bonito con tonos entre verde y azules, con agua que refleja los picos rocosos de Croda dei Baranci y Cima Nove.
Lago Misurina
El lago Misurina es conocido también como la “La perla de los Dolomitas“… Si bien, a nosotros no nos resultó tan impresionantes como los anteriores. Es una zona muy turística y es de fácil acceso con el coche. Eso sí, en la zona hay parquímetros y te costará encontrar un sitio en el que no haya que pagar (aunque rebuscando, tal vez tengas suerte y encuentres alguno gratuito).
Lo mejor del lago son las vistas porque está rodeado de montañas: al norte, Tre Cime di Lavaredo y al sur, el Circ di Sorapis.
También en este lago cabe la opción de recorrer su perímetro. Es un paseo sencillo y plano. Si vas en verano, también puedes disfrutar del lago a bordo de un bote a pedales.
Lago di Antorno
Muy cerca del anterior, está el lago di Antorno, que refleja las cumbres de Tre Cime di Lavaredo. Nosotros no tuvimos tiempo de visitarlo.
Lago Fedaia
El lago di Fedaia está a los pies de la Marmolada. Está dividido en dos por una presa artificial, que es desde donde nosotros lo visitamos. Hicimos una parada junto al Passo Fedaia. Uno de esos lagos, el más grande, se formó tras la construcción de la presa, y el más pequeño, es natural.
Junto al lago está el Museo de la Gran Guerra 1914-1918, donde se puede aprender sobre cómo de desarrolló el conflicto entre esas montañas.
Desde el lago di Fedaia se pueden hacer algunas rutas como una excursión al glaciar de la Marmolada.
Lagos dei Piani
Estos lagos se encuentran muy cerca de Tre Cime di Lavaredo. De hecho, si haces la ruta al refugio Locatelli, desde donde se ven las Tre Cime di Lavaredo, podrás ver dos de estos lagos al lado.
Iglesias fotogénicas de los Dolomitas
Y junto a los bonitos lagos, otros lugares que no te puedes perder es la visita a las iglesias más fotogénicas de los Dolomitas. Y es que se trata de otra estampa típica de esta zona. Tienen todas una arquitectura muy bonita, típica de la zona del Tirol y del Tirol de Sur.
Iglesia de San Giovanni in Ranui
Es quizá la iglesia más famosa y fotografiada de los Dolomitas. La Chiesetta di San Giovanni in Ranui se ubica en la Val di Funes. Es pequeñita, y lo más probable es que te la encuentres cerrada… Pero dará igual, porque lo interesante de esta pequeña iglesia es verla en su entorno, sola en medio de un verde prado, con las montañas de fondo.
Es tal su fama que desde hace un par de años o así, si te quieres aproximar a la iglesia, tienes que pagar, porque han puesto unos tornos. El precio es de 4€ por persona, aunque los niños entran gratis. También puedes fotografiar la iglesia gratis desde lejos. De hecho, hay unos carteles que te indican desde dónde hacer la foto para tus redes sociales.
En los alrededores el aparcamiento es de pago con parquímetros…, aunque rebuscando un poco, puedes tener suerte y aparcar gratis (aunque será dejando tirado el coche en la cuneta).
Iglesia de Santa Magdalena
Es otra de las iglesias fotogénicas de los Dolomitas y del Val di Funes. La iglesia es muy bonita en su interior. Aunque como en todas, lo más destacado es ver el entorno en el que está, con el grupo Odle Puez de fondo.
Para aparcar, nosotros dejamos el coche cerca de un camino que llevaba el banco catalogado como el que mejores vistas tiene, y ya llegamos andando a la iglesia.
Iglesia de San Valentino
Es otra iglesia que es una preciosidad con su cúpula encebollada y el fantástico entorno en el que se ubica, con el macizo Sciliar de fondo. Tiene, además, unos preciosos frescos con la representación de los Reyes Magos.
Se ubica en el municipio de Castelrotto, por lo que puedes combinar la visita de ambos. Es difícil encontrar aparcamiento cerca. Junto a la Residence Nussbaumer, hay un pequeño hueco para aparcar… Pero nosotros dejamos el coche tirado donde pudimos.
Iglesia de San Constantino
Esta bonita iglesia de los Dolomitas se ubica en el pueblo del mismo nombre. Nos la encontramos cerrada, pero como en las demás, lo bonito es su localización, en una pequeña colina. Para aparcar, hay un aparcamiento de pago con parquímetros.
Pueblos bonitos de los Dolomitas
Alleghe
Para nosotros, este es el pueblo más bonito de los Dolomitas con diferencia. También es uno de los más turísticos de la zona. Destaca por su lago, el Alleghe, que hace que se logren unas preciosas estampas de este pueblito. Lo mejor es callejear y quedarse prendidos por sus casas de madera adornadas de flores. Destaca su iglesia gótica de San Biagio. Para aparcar, en el pueblo hay parquímetros.
Ortisei
El siguiente pueblo que nos enamoró en los Dolomitas fue Ortisei, que es la capital del Val Gardena. Cuenta con una zona peatonal que es también una bella calle comercial. En esta calle podrás ver coloridas casas, la capilla de Santa Ana del siglo XVI o la iglesia de San Antonio. El aparcamiento también es de pago mediante parquímetros.
Castelrotto
En alemán, es Castelruth. Es otro de esos pueblos de los Dolomitas de postal. De hecho, está en la lista de “Pueblos más bellos de Italia”. Es el pueblo más grande alrededor de Alpe di Siusi. Tiene un bonito casco histórico medieval, todo peatonal, con una iglesia que tiene la tercera torre más grande del Tirol del Sur.
Para aparcar, también hay parquímetros por todo el pueblo. Aunque pudimos aparcar gratis en el aparcamiento de un supermercado (al que al terminar la visita de la ciudad, entramos a comprar).
Bolzano
Bolzano, o Bozen en alemán, está considerada como la puerta de entrada a los Dolomitas. Es la ciudad más grande de la zona. Entre los sitios a visitar, destaca el Duomo de Santa María Asunta, de estilo gótico, y el Museo Arqueológico, que alberga la momia Otzi, una momia de 5.300 años que se encontró en el glaciar Similaun.
Bolzano tiene varias plazas que son muy bonitas, como la plaza Walther, que es como el corazón de la ciudad, y la plaza dell Erbe, en el centro histórico, y donde se instala cada día (menos sábado por la tarde, domingos y festivos) un colorido mercado de verduras, frutas e hierbas. Para aparcar, solo encontramos aparcamientos subterráneos de pago, a cada cual más caro.
Cortina d’Ampezzo
Es una de las localidades de montaña más glamourosas y famosas de la zona. Fue sede de las Olimpiadas de invierno de 1956 y es que es un pueblo muy vinculado al esquí en invierno. Aunque en verano también merece una visita. No dejes de pasear por Corso Italia, la principal calle comercial de Cortina d’Ampezzo. Para aparcar, hay zona acotada con parquímetros.
Sottoguda
Es un pueblo muy pequeñito, que no te llevará mucho tiempo visitarlo. Forma parte de los “Pueblos Más Bellos de Italia”. El edificio más antiguo del pueblo es la parroquia de los Santos Fabiano, Sebastiano y Rocco.
Es famoso por la garganta de los Serrai, un cañón de unos 2 km excavado por el torrente Pettorina. Dicen que es una ruta muy sencilla de recorrer.
San Cándido
Es un pueblo pequeño, pero mono, con un pintoresco casco histórico que es peatonal. Si vas al Fun Bob de San Cándido (más abajo te explico qué es), te recomiendo que hagas una pequeña parada para callejear por el pueblo, en el que destaca la torre de la Collegiata. También entra en la Catedral de San Cándido, que dicen que es el edificio románico más importante de esta zona de los Alpes.
Dicen que merece la pena entrar en el Museo de Dolomythos, dedicado a la historia y leyendas de los Dolomitas, pero nosotros no tuvimos tiempo para visitarlo.
Brunico
Nosotros fijamos una de nuestras bases en Brunico. Está considerada como la joya del Val Pusteria. Tiene un bonito centro histórico, con un imponente castillo que domina la ciudad desde lo alto de su colina. Merece la pena pasar por Via Centrale, con tiendas con productos típicos del Tirol del Sur.
Canazei
Este pueblo es otro importante centro de esquí en invierno y de vacaciones en verano en los Dolomitas. Nosotros lo visitamos porque nos alojamos en él, pero puede ser prescindible. Es bonito, pero sin más.
Chiusa
También llamado Kläusen en alemán. A nosotros fue el que menos nos gustó de todos los que visitamos. No obstante, es un pueblecito de estilo medieval, con iglesias góticas y bonitas fachadas. Dicen que el pintor Albert Durero se enamoró de esta ciudad. Si visitas este pueblo, recomiendan pasear hasta el monasterio de Säben/Sabiona, el símbolo de Chiusa, que es parecido a un castillo, con viñedos a su alrededor. Nosotros nos limitamos a verlo desde lejos. Actualmente el monasterio está habitado por monjas y solo se puede visitar las iglesias y la capilla.
Rutas de senderismo con niños en los Dolomitas
Tre Cime di Lavaredo
Son el símbolo de los Dolomitas. Tres obeliscos rocosos con gran encanto. La ruta a Tre Cime di Lavaredo es bastante sencilla y apta para todos los públicos, si bien es un poquito larga. Para llegar hasta Tre Cime di Lavaredo desde el aparcamiento se tarda una hora aproximadamente…
Pero si quieres hacer la foto desde una buena perspectiva y lograr la típica imagen de estas montañas, tienes que seguir la ruta hasta llegar al refugio de Locatelli.
Puedes hacer una ruta lineal o circular. Nosotros la hicimos lineal, siguiendo el camino 101 porque fuimos por la tarde y se nos echó un poco el tiempo encima y temíamos perdernos por la circular al empezar a atardecer. Esta ruta lineal pasa por la Cappella degli Alpini y el refugio Lavaredo. También pasa justo al lado de Tre Cime di Lavaredo, pero ahí se ven las tres cumbres alineadas, como si fueran una sola.
En el Refugio de Locatelli, prueba alguna de sus tartas, con vistas a las montañas más famosas de los Dolomitas. Eso sí, lleva efectivo porque no admiten tarjetas (al menos en 2022 no las admitían).
A pocos pasos del refugio hay unas cuevas, desde donde se pueden hacer vistosas fotos de Tre Cime di Lavaredo. Tardarás unos 10 minutos en llegar, desde un camino que sale por detrás del refugio.
Si para regresar al aparcamiento quieres hacer ruta circular, al llegar al refugio de Locatelli, deberás coger el camino 105, en lugar de desandar lo andado para llegar. En hacer la ruta lineal, tardamos cerca de 2 horas solo en la ida (bien es cierto que hicimos muchas paradas para fotos). Son unos 10 km ida y vuelta. Si optas por la ruta circular, son 11 km en total.
Para dejar el coche, hay aparcamiento junto al refugio de Auronzo, pero para llegar hasta allí, hay que pagar un caro peaje: 30€ para los turismos normales (45€ para las autocaravanas y campers). Si vas por la mañana, llega pronto, porque una vez que se llena el aparcamiento, no dejan subir más coches. En verano suele haber bastante gente. La otra opción, que es lo que hicimos nosotros, es ir después de comer. Entonces podrás aparcar sin problemas, y te encontrarás con menos gente en la ruta.
También puedes llegar al inicio de la ruta en bus. Parten del lago di Misurina y el billete cuesta 4€.
Marmolada
Otra de las típicas que se pueden hacer en los Dolomitas es un trekking a la Marmolada, la montaña más alta de la zona, y conocida por su glaciar y por ser ser parte del frente en la Primera Guerra Mundial.
Puedes empezar la ruta en el Pass Pordoi, puerto de montaña famoso por ser una de las etapas claves en el Giro de Italia. Aquí encontrarás aparcamiento gratuito, aunque es recomendable ir temprano para encontrar sitio sin problemas (si vas en temporada alta).
La ruta al mirador de la Marmolada es un trekking de unos 7 km ida y vuelta hasta el refugio Viel dal Pan.
Otra opción para llegar a la Marmolada es hacerlo en teleférico desde Malga Ciapela. Nosotros nos quedamos con ganas de cogerlo, pero los dos días que lo intentamos había una niebla muy espesa. Como el teleférico cuesta muy caro (30€ por persona), decidimos no subir porque no se vería nada.
Val di Funes
Val di Funes está rodeado por los fotogénicos montes Odle. En este valle, nosotros no hicimos ninguna ruta por falta de tiempo, y nos conformamos con visitarlo para fotografiar las iglesias de Santa Magdalena y de San Giovanni in Ranui.
Pero si dispones de tiempo, puedes hacer la ruta Adolf Münker Trail, que te permitirá ver de cerca el Odle.
Alpi di Siusi
Alpi di Siusi, o Seiser Alm en alemán, es el prado alpino de gran altitud (está a 1.850 metros de altitud) más grande de Europa. Es también uno de los lugares más espectaculares de los Dolomitas.
Cuando uno piensa en los Alpes, con sus verdes prados rodeados de montañas, seguro que se le vienen imágenes a la cabeza como las que se puede ver en Alpi di Siusi. De hecho, paseando por aquí teníamos la sensación de que Heidi iba a salir en cualquier momento. Es una de las zonas más bucólicas que se pueden visitar.
Dicen que los mejores momentos para visitar esta zona es al amanecer y al atardecer por la luz que hay. Al amanecer verás la zona con una neblina que lo convierte en un lugar de ensueño. Y al atardecer podrás disfrutar de los bonitos tonos rosados y violáceos sobre los macizos rocosos. Pero también te digo que nosotros fuimos por la mañana a primera, y nos alucinó igualmente.
Para llegar entonces tienes varias opciones:
- Coche: en verano, el tráfico de automóviles está restringido entre las 9.00 y las 17.00 horas, excepto si te alojas en Compatsh, la única localidad que hay en Alpi di Siusi. Si llegas antes o después de ese horario puedes aparcar en el parking de Compatsh, que cuesta 24€. Y ya desde ahí iniciar la ruta de senderismo. Pero dentro del horario restringido no podrás acceder al parking de Compatsh.
- Autobús: hay varias líneas que llegan hasta Alpi di Siusi. Puedes consultar horarios y líneas en la web oficial.
- Teleférico: es la opción que elegimos nosotros. Las vistas durante el trayecto son alucinantes. Hay ticket de adulto que cuesta 20€ ida y vuelta; familiar para dos adultos y niños, con un coste de 43€ ida y vuelta, niños hasta 8 años, montan gratis, y el billete para menores entre 8 y 16 años cuesta 17€. Junto al teleférico se aparca gratuitamente.
Una vez que llegas a la meseta de Alpi di Siusi, puedes hacer varias rutas de senderismo y disfrutar del Parque Natural Sciliar. Una de las rutas más populares que se pueden hacer desde Compatsh es el sendero 30 en dirección Adler Mountain Lodge.
Si llegas en teleférico, un sendero que nos recomendaron en la Oficina de Información que hay al bajar del teleférico para ir con niños es la 14 (Puflatsch/Bulacia), aunque nosotros no logramos terminarla porque no encontramos bien las indicaciones para seguirla.
En la pradera hay varios teleféricos más y lo que hicimos fue coger otro para subir un poco más para llegar al Bulacia. Tras este segundo teleférico, se alcanza un fabuloso mirador con vistas fabulosas, a Ortisei, el valle de Seceda y el Gruppo delle Odde.
Cinque Torri
A nosotros nos faltó tiempo para hacer ruta en Cinque Torri, pero si vas más días que nosotros, merece la pena incorporar esta zona a tu itinerario. Es una de las formaciones rocosas más accesibles de los Dolomitas. Se puede llegar en teleférico y después hacer una ruta de entre 30 minutos y una hora. También cabe la opción de hacer la ruta desde el Pass Giau, siguiendo el sendero 443.
Dolomitas con niños
Dolomitas es una zona fantástica y que podrán disfrutar grandes y pequeños. Pero hay algunas actividades que seguro que gustarán a los niños.
Fun Bob
Fue una de nuestras actividades preferidas. Se trata de un bobsleigh, un trineo sobre un monorraíl, al que se accede en telesilla (o si lo prefieres puedes subir a pie). Con el trineo, en el que pueden montar solos los niños a partir de 8 años (antes de esa edad, han de ir con un adulto), se salva un desnivel de 314 metros y se recorren 1,7 km.
Cada uno puede elegir individualmente su propia velocidad, regulándola mediante una palanca instalada en el bobsleigh. La velocidad máxima es de 10 metros por segundo.
El precio es un poco alto. Montar en Fun Bob son 14,50 los adultos y 10€ los niños entre el 23 de julio y el 9 de septiembre, más otros 14,50€ el telesilla para los adultos y 10€ el en el caso de niños si compras en caja (on line sale un euro más barato)
Regno dei Gigante Baranci
Junto a donde se monta en Fun Bob está este sitio, el Regno del Gigante Baranci o Riesenreich Haunold, en alemán. Se supone que el Monte Baranci es el hogar de un gigante llamado Baranci, que era un niño que al beber de un manantial mágico se convirtió en un gigante con la fuerza de un oso.
En su reino, hay un sendero circular sencillo, para todos los públicos, en el que se puede experimentar el mundo desde la perspectiva de un gigante. Junto al Reino de Gigante, está la aldea de los enanos, con casitas de madera y puentes colgantes. Tanto la ruta como la aldea se puede visitar gratuitamente.
Al lado de la Aldea de los Enanos hay dos huellas del gigante, que se han convertido en unos laguitos en los que está permitido refrescarse.
Montar en teleféricos
En los Dolomitas hay numerosos teleféricos y funiculares con los que ascender a las alturas y disfrutar de vistas de infarto. Uno de los teleféricos que nos quedamos con ganas de probar, pero las condiciones climatológicas no invitaron a hacerlo, es el que lleve a la llamada Terraza de los Dolomitas.
Para coger este teleférico hay que dirigirse al Pass Pordoi. En las taquillas, puedes ver cómo está la meteorología. Nosotros no subimos porque el día que fuimos la niebla era muy espesa y no se veía nada ni donde se cogía el teleférico ni en donde te dejaba. El precio es de ida y vuelta 19,50€ y te deja a unos 3.000 metros de altura.
Si el clima acompaña, las vistas son impresionantes en la llamada Terraza de los Dolomitas, desde donde se ve, entre otras cosas, el glaciar de La Marmolada. Por cierto, en esa altura, la temperatura es bastante fresquita, incluso en verano.
Otro teleférico en el que merece la pena montar es el de La Marmolada. Nosotros no montamos por la misma razón que el de Pass Pordoi, una niebla muy, pero que muy espesa las dos veces que intentamos subir. Para montar, has de dirigirte a Funivia de Malga Ciapela. El precio es elevado: 35€ los adultos y 19€ los niños.
Centro acuático Dalaondes Canazei
Es un parque acuático con toboganes y piscinas climatizadas. También es un spa, con baño turco, sauna y masajes. Está abierto todo el año. La zona de spa solo es accesible para adultos. La estancia máxima es de 3 horas.
Dónde alojarse en Dolomitas
Nosotros establecimos tres bases para visitar los Dolomitas. Aunque parece que no hay mucha distancia, hay que tener en cuenta que circularás por carreteras de montaña. En verano, en la zona hay mucho tráfico.
En concreto, reservamos alojamientos en Brunico, Canazei y Bolzano.: un apartamento de Airbnb en Brunico (que nos costó 245,88€ para dos noches), Residence Contrin, en Canezei (262,51€ para dos noches) y Loft l’Alessandra, en Bolzano (239€ para dos noches).
Consejos para visitar los Dolomitas
Ropa y calzado
Aunque vayas en verano, no lleves solo prendas veraniegas y mete ropa de abrigo, como alguna sudadera y pantalones largos. Es una zona de montaña, y las temperaturas pueden ser en algún momento bastante frescas.
Asimismo lleva algún chubasquero, porque también son frecuentes las lluvias. A nosotros la mayoría de los días nos llovió. Si bien, eran tormentas que no duraban mucho.
Y si vas a hacer alguna ruta de senderismo, no olvides llevar calzado apropiado para ello. Recuerda que es una zona de montaña.
¿Cuándo ir a los Dolomitas?
Uno de los mejores momentos para visitar los Dolomitas es en verano, cuando podrás ver en su máximo esplendor la zona, con sus brillantes prados verdes y sus suaves temperaturas.
Aunque si vas en invierno, podrás disfrutar de sus paisajes nevados y esquiar, ya que hay muchas e importantes estaciones. Incluso en diciembre, podrás visitar los mercados navideños que se instalan en los Dolomitas.
Si vas en verano, reserva cuanto antes tus alojamientos. Ya a partir de febrero-marzo te puede resultar complicado encontrar sitios a un precio razonable. Y es que es una zona italiana más cara que otras en el país.
Si quieres evitar las multitudes, tal vez el mejor momento para ir es a finales de la primavera, y a principios del otoño. Los meses de junio y septiembre pueden ser bastante más tranquilos.
¿Cuántos días ir?
Los Dolomitas es una zona muy amplia, con muchísimas cosas qué hacer y ver. Además, en verano, al ser temporada alta, suele haber bastante tráfico en sus carreteras serpenteantes, por lo que los traslados suelen ser más largos de los que se pudiera pensar a priori.
Nosotros pasamos 6 días que se nos quedaron cortos, pero creo que es el tiempo mínimo para poder hacerse una idea y dejarte con ganas de más. Pero creo que el tiempo óptimo debería ser entre 7 y 10 días.
No obstante, si no dispones de tanto tiempo, siempre puedes ir el tiempo que tengas, y suprimir visitas y hacer una ruta más corta y básica.
¿Cómo llegar a los Dolomitas?
Hay varias posibilidades para llegar. El aeropuerto más cercano sería el de Bolzano, pero desde España no hay vuelos a esta ciudad. Pero hay otras opciones:
- Verona: es el más próximo pues queda a unas 2 horas y 10 minutos
- Bérgamo: desde el que se tarda 3 horas y 10 minutos
- Venecia: es el que elegimos nosotros y queda a unas 3 horas y 15 minutos
- Treviso: está a 3 horas y 10 minutos de Dolomitas.
- Milán: está a 3 horas y 50 minutos.
- Innsbruck: es el más próximo después del de Bolzano, aunque está en Austria, y no suele haber vuelos low-cost desde España.
¿Cómo moverse por los Dolomitas?
Aunque hay red de transporte público, sin duda, nuestra recomendación es que te muevas con tu coche, porque te dará mucha más libertad. Nosotros reservamos en AutoEurope. El precio del alquiler dependerá de la temporada. En verano suele ser bastante más caro que el resto del año.
Aunque a priori mirando la distancias en Google Maps veas que hay pocos kilómetros, recuerda que es una zona con carreteras de montaña, con curvas… Y que en verano están muy concurridas, no solo con muchos coches, sino también con muchísimos ciclistas, lo que hará que un recorrido que podría parecer “corto”, en realidad tardas mucho más de los que pensabas.
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