Visitar el yacimiento arqueológico de Pompeya, en Italia, era un sueño viajero que tenía desde que iba al instituto. A mediados de enero, hicimos una escapada a Nápoles de dos días y medio, cuya finalidad era poder caminar por la antigua ciudad romana que fue sepultada por el Vesubio. En este post vamos a explicar cómo organizamos la primera escapada del año en familia.
Contenidos del post
Cómo organizar una escapada a Nápoles y Pompeya
Vuelos
Nosotros volamos a Nápoles, el aeropuerto más cercano al yacimiento arqueológico. Encontramos los vuelos a través de Skyscanner, como es habitual. Volamos hasta allí con Iberia Express que era la que mejor opción nos daba en cuanto a horarios y precio.
Compramos los billetes aprovechando el black friday y nos costaron 73 euros ida y vuelta por persona, con salida el sábado a las 8.50 horas y llegada a Nápoles a las 11.30 horas, y regreso el lunes a las 19.50 horas.
Así nos quedaba parte del sábado disponible, más el domingo entero y el lunes hasta las 17.00 horas aproximadamente para visitar Nápoles y Pompeya.
Otra opción si no encuentras vuelos a buen precio o en unos horarios que te convenzan desde tu ciudad es volar a Roma, a la que hay más oferta. De la estación de Termini en la capital italiana a la de Garibaldi en Nápoles, se tarda alrededor de una hora en tren. Luego calcula, otra media hora más al yacimiento desde Garibaldi.
Alojamiento
Una de las preocupaciones al organizar el viaje era alojarnos en una zona “problemática” o “insegura”. Nápoles tiene fama de tener barrios un tanto “peligrosos” y nada recomendables, sobre todo al caer la noche.
Entre esos barrios, el barrio más próximo a la estación de trenes Garibaldi. Aunque el barrio de la estación nos viene bien para desplazarnos a Pompeya y al aeropuerto, al final optamos por alojarnos en otra parte, en el llamado Centro Histórico.
Bien es cierto que cuando nos acercamos a la estación Garibaldi a coger el tren a Pompeya, vimos muchos ‘sin techo’ durmiendo en la calle, pero salvo eso, no nos sentimos inseguros en la zona. También es verdad que no anduvimos por la zona durante la noche, por lo que no podemos decir con certeza si la mala fama la tiene merecida.
La opción elegida para alojarnos fue el B&B Roche Napoli, que se encuentra a pocos pasos del Duomo y de Napoli sotterranea y Neapolis Sotterrata. La estación de metro más cercana es la de Cavour, aunque queda a unos 10 minutos andando. La de Garibaldi queda a unos 20 minutos andando.
Cogimos una habitación triple. Y en el precio, estaba incluido el desayuno. El B&B nos gustó mucho porque cumple con una de nuestras máximas: su limpieza. La habitación es grande, con una cama de matrimonio y una individual. Cuenta con un aparato de aire caliente y frío, televisión, wifi gratis, pequeña nevera y secador de pelo. No tiene amenities en el baño, pero sí jabón para lavarse.
El desayuno es básico: croissants recién horneados, zumo envasado, café recién hecho, leche, nesquik, mortadela siciliana y queso, pan para tostadas y tarta siciliana. Lo único que no nos gustó fue que el horario del desayuno que no empezaba hasta las 8.30 horas. Para nuestro gusto, demasiado tarde para salir a hacer turismo. Pero al final nos adaptamos, y decidimos tomarnos con calma la escapada, sin madrugar tanto como en otros viajes.
Transporte
Para ir del aeropuerto al alojamiento y viceversa, decidimos hacer uso del servicio de traslados que nos propuso el B&B. El precio fue de 20 € por trayecto. Decidimos hacerlo así para ganar tiempo, dado que íbamos a estar poco más de dos días en la ciudad. En coche, del aeropuerto al Centro Histórico tan solo se tardan unos 15-20 minutos. En cambio, en transporte público, habríamos tardado cerca de una hora.
Si prefieres ir en transporte público desde el aeropuerto al centro de la ciudad es fácil. Hay un bus, el Alibus que lleva desde el aeródromo a la estación Garibaldi. El precio es de 5 € por persona y trayecto. Luego habría que sumar otro transporte hasta el alojamiento, si es que no te alojas cerca de Garibaldi.
Así que por un poco más, preferimos usar el transfer que nos ofreció el alojamiento. Ganaríamos tiempo en una escapada ya de por sí un poco corta.
Luego fuimos en tren a Pompeya, en la línea Circumvesubiana, y en Nápoles, usamos en alguna ocasión en metro.
Ruta
DÍA 1. Vuelo a Nápoles
Aterrizamos en Nápoles a las 11.30 horas. Fuimos a dejar las cosas en el alojamiento y a las 12.30 horas, ya estábamos listos para patear la ciudad. Pero primero fuimos a comer a un clásico en la ciudad: la Pizzeria Antica da Michele, donde se forman unas colas enormes. Dicen que tienen las mejores pizzas de Italia. Tuvimos que esperar una hora para poder sentarnos.
Tras la comida, ya sí que empezamos a recorrer la ciudad:
Primero entramos a ver el Duomo, que como nos pasa siempre con las iglesias italianas, nos parece ¡una preciosidad!
Siguiente parada: Neapolis Sotterrata, que es el yacimiento de la ciudad antigua y que se encuentra bajo la Basílica de San Lorenzo Maggiore. Se trata de un yacimiento del siglo IV o V a.C., cuando en esa zona estaba el ágora durante la época griega. Después, en época romana se convirtió en el macellum, el edificio del mercado. Vimos en soledad el yacimiento. Suele haber visitas guiadas que se ofrecen a la entrada, pero son de pago. Se puede visitar por libre, solo pagando la entrada.
Casi en frente de Neapolis Sotterata, se encuentra Napoli Sotterranea. Solo se puede ver con visita guiada en italiano o inglés. Nosotros entramos a verla en italiano porque para la de inglés teníamos que esperar una hora. No sabemos italiano, y entendimos solo un poco, porque nos tocó una chica que hablaba muy rápido. Se trata de una excursión a través de túneles y cisternas de la época grecorromana y que se utilizaron como refugios antiaéreos durante la Segunda Guerra Mundial.
Nuestra última visita del día fue a la Capilla de Sansevero, donde entramos para ver el Cristo Velato, una impresionante escultura en mármol de un cristo cubierto con un sudario que está tan increíblemente detallado, que parece real.
DÍA 2. Pompeya
Día dedicado en exclusiva a visitar el yacimiento arqueológico de Pompeya. Fuimos en tren, desde la estación de Garibaldi en la línea Circumvesubiana. Ataviados con unas audioguías y durante unas seis horas visitamos este impresionante lugar. Y a pesar del tiempo empleado, aún nos quedaron cosas por ver.
De regreso a Nápoles, fuimos a la estación de metro de Toledo, que es muy bonita, y dimos un pequeño paseo por el Quarteri Spagnolo buscando donde cenar.
De camino al hotel, encontramos abierta la iglesia de Gesù Nuovo y pasamos a visitarla. Es una de las iglesias más grandes de Nápoles y que alberga una importante colección de pintura barroca. Justo enfrente de la iglesia está el Obelisco de la Inmaculada.
DÍA 3. Nápoles
Nuestro vuelo sale por la tarde, por lo que disponemos hasta las 17.00 horas para seguir descubriendo Nápoles.
Como amanece lloviendo, decidimos ir al Museo Arqueológico, un lugar imprescindible que completa la visita de Pompeya porque hay muchas cosas procedentes del yacimiento, como mosaicos, frescos y otros objetos.
A pesar de que sigue lloviendo, hacemos una ruta por exteriores de Nápoles. En metro, nos dirigimos a la Piazza del Municipio. De allí, andando vamos a ver por fuera el Castel Nuevo, también conocido como Maschio Angioino. Seguimos hacia la Piazza del Plebiscito, el corazón de la ciudad y donde encontramos el Palacio Real, la Basílica de San Francisco de Paula, el Palacio de la Prefectura y el Palacio Salerno. No entramos en ninguno y seguimos andando hasta llegar al Castel dell’Ovo.
Seguimos andando hasta llegar al Quartieri Spagnoli, donde tras callejear un poco por uno de los barrios más pintorescos de la ciudad, buscamos una trattoria para comer. El Quatieri Spagnoli es de visita obligada, aunque tiene fama de peligroso. Nosotros recorrimos Via Toledo, una de las calles principales del barrio y algunas calles más pequeñas y no notamos nada de peligro, ni inseguridad. Es más Via Toledo estaba llenísima de viandantes para ser un lunes por la mañana.
Nuestra siguiente visita fue a la Galleria Umberto I, que está junto a la Via Toledo. Son unas galerías que nos recordaron a las Galerías Vittorio Emmanuele de Milán.
Continuamos caminando hasta volver a pasar justo por la puerta de la iglesia de Gesù Nuovo, aunque a esas horas está cerrada. Pero a nosotros nos interesa entrar en la Basílica de Santa Clara. Se trata de la mayor iglesia gótica de la ciudad, pero a la hora que entramos a ver el claustro, la basílica está cerrada. No son aún ni las 16.00 y hasta las 16.30 no abre. Pero a nosotros lo que nos interesa es visitar su impresionante claustro, que es por lo que se paga entrada.
Paseamos por Spaccanapoli, una de las principales calles del centro histórico de Nápoles, el decumano inferior.
Nuestra última visita antes de tener que ir al aeropuerto es a la Via San Gregorio Armeno, donde podemos encontrar, sea la fecha que sea un montón de tiendecitas para comprar algún pesebre, una tradición muy napolitana. Nosotros compramos de recuerdo una pequeña bola para el árbol de Navidad con un belén en miniatura.
Dónde comer
- Antica Pizzeria da Michele (Via Cesare Sersale 1/3): es una de las pizzerías más antiguas de la ciudad (si no es la que más) y donde se supone que hacen las mejores pizzas de toda Italia. Solo prepara dos tipos de pizza: Margarita y Marinara. Suele haber largas colas. Al llegar te dan un número y luego van llamando. Nosotros esperamos una hora para sentarnos a comer, y eso que fuimos pronto. Al salir, había incluso más gente. Las pizzas no sé si son las mejores de la ciudad, pero están muy ricas. Y el precio es inmejorable. ¡Muy barato! Dos pizzas, una cerveza y una botella de agua fueron solo 17,50 €. Con las dos pizzas comimos bien los tres.
- Trattoria Don Vicenzo (Via San Biagio Dei Librai, 60): Lo descubrimos por casualidad. Es un sitio muy pequeño. Dentro solo tiene una mesa, y fuera tiene una terraza cerrada. Nos gustó mucho y fue también muy barato. Comimos una pasta riquísima. Comimos una fritura de pescado a compartir, y tres platos de pasta, botella de agua y 2 cervezas: 34,50 €.
- Trattoria Antica Capri (Via Speranzella 110): está en pleno Quartieri Spagnolo. Fuimos por recomendación de la seguidora de Instagram @2mas1enruta. Se llena rápido porque el local es pequeño. Nosotros tuvimos suerte y fue llegar y sentarnos porque fuimos a comer relativamente pronto, sobre las 13.00 horas. Comimos muy bien, abundante y muy rico todo. De precio, es algo más alto que el anterior. La pasta especialidad de la casa con marisco y moluscos estaba espectacular. Comimos fritura de pescado a compartir, pan tomate, 2 platos de pasta, 1 pizza, botella de agua grande y 1 cerveza: 48,50€.
Además de la pasata y la pizza, también probamos unos dulces típicos: la sfogliatella al limone, que es un bollo como de hojaldre, relleno de una crema con sabor a limón, y baba, que es un dulce parecido a los bollos borrachos, con sabor a limoncello.
Presupuesto para 2 adultos y 1 niña de 6 años
- Vuelos: 219,91 €
- Alojamiento: 84,46 €
- Comida: 201,10 €
- Transporte: 55,60 €
- Entradas: 112 €
Total: 673,07 €
¿Qué más hacer por la zona?
Nos quedaron muchas cosas pendientes por ver y que nos habría gustado visitar de haber dispuesto de más días. Os dejo ideas por si pasáis más tiempo que nosotros:
- Herculano: otro yacimiento arqueológico entre Nápoles y Pompeya. Se puede llegar en tren, en la misma línea que va a Pompeya. Nosotros nos planteamos ir antes de llegar a Pompeya, pero estuvimos mucho rato esperando en la estación el tren y consideramos que si parábamos en Herculano, no tendríamos tiempo de ver todo lo que queríamos de Pompeya. En Herculano, lo normal es pasar unas 2 horas. Si hubiéramos viajado en verano, sí que habríamos entrado porque está abierto hasta las 20.00 horas. En cambio, en invierno, solo abre hasta las 17.00 horas, siendo las 15.30 horas, la última entrada.
- Vesubio: es posible llegar hasta el cráter dle Vesubio. Hay buses que llevan hasta la entrada del parque donde se encuentra. En invierno, se cierra el acceso a las 15.00 horas.
- Isla de Procida: una bella y pequeña isla muy cerca de Nápoles. Salen ferris (traghettos) desde el Porto di Massa. Tardan aproximadamente 40 minutos. La isla es muy pequeña y se ve con relativa rapidez.
- Isla de Ischia y de Capri: junto con la anterior, forman el archipiélago de Campania. Dicen también que son muy bonitas. Capri es la más grande de las tres.
- Sorrento: bonita población a la que se puede llegar también en tren, en la misma línea que Pompeya.
- Costa Amalfitana: es un tramo de la costa bañado por el mar Tirreno, una zona muy bonita, de gran interés turístico y cultural. De hecho, todos los municipios que integran la costa fueron declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.
Visitar Nápoles y Pompeya con niños
Nápoles tiene fama de ser una ciudad un tanto insegura. Y cuando uno viaja con niños, es uno de los aspectos fundamentales que miramos los padres. Sin embargo, nosotros no hemos sentido nada de inseguridad. Bien es cierto que hay zonas y zonas.
Dicen que no es recomendable la zona cercana a la estación Garibaldi, en especial, por la noche. Lo mismo ocurre con el Quartieri Spagnoli. También de camino a la Antica Pizzeria de Michele, nos metimos por una calle que no recuerdo su nombre, donde nos pareció que había muchas prostitutas. Digo que nos pareció, pero tampoco lo podemos confirmar que así fuera, porque salvo muchas mujeres esperando por la calle, sin hacer nada, no vimos nada más raro.
Si viajas con niños pequeños o bebés, la ciudad me parece incómoda para recorrerla con carrito infantil por el empedrado que tiene. Así que nuestro consejo, como es habitual, es que utilices un portabebé. Lo mismo sucede con el yacimiento de Pompeya, que también nos parece muy incómoda para recorrerla con sillita.
Los menores de 6 años no pagan billetes de tren ni de metro, ni tampoco entrada a los monumentos, salvo cuando hicimos el tour de Napoli Sotterrata, que pagó igual que un adulto. En Pompeya, de hecho, hasta los 18 años, entran gratis los ciudadanos europeos.
En cuanto a zonas infantiles, la verdad es que tan solo vimos un parque junto a la Basílica de Santa Clara. Fue la única zona que encontramos donde la peque pudo jugar un rato.
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¿Alguna duda sobre viajar a Nápoles y Pompeya?
Un post super completo y menudo finde más bieb aprovechado!!!! Yo también tengo muchas ganas de ir a Pompeya y a la costa Amalfitana!!!! Enhorabuena por la información
Nosotros tendremos que volver para visitar la costa amalfitana!