El Bosque de Finlandia o también llamado Bosque Finlandés es un precioso lugar que, pese a su nombre, está en la Comunidad de Madrid, en la zona de la sierra. Hacer una excursión a este lugar un plan perfecto para ir con niños de cualquier edad y con bebés y en cualquier época del año. Llegar hasta este bosque es fácil, aunque no hay indicaciones. Así que en este post, te voy a contar cómo llegar sin pérdida al Bosque Finlandés, y qué encontrarás.
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¿Dónde está el Bosque Finlandés?
No hace falta viajar hasta Finlandia (aunque te lo recomiendo, en especial la zona de la Laponia finlandesa), para disfrutar de bonitos bosques y paisajes como el que te indico en este post.
Cómo llegar y dónde aparcar
El Bosque Finlandés se encuentra en la localidad de Rascafría, a 107 km del centro de Madrid (a poco más de una hora). Se ubica a pocos pasos del Monasterio del Paular.
La mejor forma de llegar es en coche. También puedes ir a Rascafría en el bus 194 desde el intercambiador de autobuses de Plaza Castilla. Para aparcar el coche, tendrás que dejarlo en el pueblo, donde hay un par de aparcamientos gratuitos habilitados.
Depende de la fecha en la que vayas, puede haber bastantes coches, así que tendrás que ir temprano para lograr sitio. Nosotros no tuvimos problemas para aparcar, a pesar de llegar a mediodía de un domingo de septiembre.
Ruta hacia el Bosque Finlandés
Una vez que dejes el coche, tendrás que dirigirte hacia el Puente del Perdón, que data del siglo XIV, aunque su última reforma es de XVIII, y que está justo al lado del Monasterio del Paular.
Irás por el Camino a El Paular, que va paralelo a la carretera a Cotos y al río Lozoya, entre fresnos y chopos centenarios. Es un paseo agradable, sencillo y llano.
Cuando llegas al Monasterio del Paular, tienes que atravesar el Puente del Perdón sobre el río Lozoya que está justo enfrente.
¿Sabes por qué se le llama Puente del Perdón? Dice la leyenda que cuando un delincuente cometía un delito, se le llevaba a este puente. Aquí podía apelar su sentencia ante un tribunal. Si era considerado culpable, se le llevaba hasta la Casa de la Horca.
Una vez que pasas este puente, a pocos metros, a mano izquierda hay una verja con una puerta que lleva a un sendero. Se trata del conocido como “camino del papel”. Se llama así porque conduce hasta el antiguo molino de papel en el que los monjes de El Paular hacían hojas. Es el primer molino de estas características en Castilla y de donde salió el papel de la primera edición de El Quijote.
Al atravesar esa verja, entras en la Finca de los Batanes, una de las propiedades de la antigua Cartuja de El Paular y donde estaban los batanes que servían al molino de papel.
Desde esa verja, tendrás que caminar unos cinco o diez minutos aproximadamente. A mano izquierda, te encontrarás un caminito que se adentra entre los árboles. Tras atravesar un minipuente de con dos grandes piedras, se llega hasta el lago del Bosque Finlandés.
Para regresar, puedes hacer el camino a la inversa. O también volver al sendero y en vez de retroceder hacia el Puente del Perdón, seguir hacia delante, por el Camino de los Batanes. Si sigues por ahí, te encontrarás con un fotogénico puente rojo, que tendrás que atravesar para regresar al Camino de El Paular.
¿Cuánto tiempo se necesita? ¿Y con niños?
Es una ruta muy sencilla y cómoda, y desde donde se suele dejar el coche, hasta que regresas, si no te pararas, en una hora y poco podrías tenerla terminada. Como entiendo que querrás hacer fotos, y disfrutar del entorno, seguramente podrás dedicarle dos o tres horas.
Esta ruta al Bosque Finlandés es corta y fácil, por lo que es apta para realizarla con niños de cualquier edad. Incluso podrás ir con bebé y aunque aconsejo portear normalmente, podrás moverte con carrito sin problemas.
¿Por qué se llama Bosque Finlandés?
Este encantador lugar se llama así por las similitudes que tiene con los bosques finlandeses. Y la verdad es que puedo dar fe de ello. De hecho, a mí, el Bosque Finlandés, me recordó mucho a los que vimos en el verano de 2019 cuado estuvimos en Laponia e hicimos una excursión a un lago para flotar bajo el sol de medianoche.
En el Bosque Finlandés encuentras especies de árboles propias de los paisajes que puedes ver por Finlandia. Tiene un pequeño lago, con un embarcadero sobre las aguas del río Lozoya. Y junto al embarcadero hay una caseta de madera, que hace años se utilizó como sauna, todo un símbolo en Finlandia (de hecho, allí, puedes encontrar con facilidad este tipo de construcciones en los bosques).
El lugar es un remanso de paz. Dicen que los mejores momentos para visitarlo es en primavera, cuando el agua se hace más protagonista tras el deshielo, y en otoño, con sus colores ocres y marrones.
Pero nosotros lo hemos visitado en verano y también nos pareció espectacular. Además, de que la temperatura es muy agradable en esa fecha y es un lugar fresco. Y nos ha dicho que en invierno, puede llegar a tener nieve y el agua del lago estar incluso congelada.
¿Qué más hacer cerca del Bosque Finlandés?
La ruta al Bosque Finlandés es corta y no se tarda mucho en visitar. Así que si dispones de todo el día, la mejor opción es que complementes la excursión con visitas a otros lugares cercanos.
Monasterio de El Paular
Si estuviera abierto el Monasterio de El Paular, puedes completar tu visita al Bosque Finlandés, precisamente visitando el monasterio. Nosotros estuvimos hace años y es una preciosidad.
Se trata de una antigua cartuja del siglo XIV, que actualmente alberga a una comunidad de monjes benedictinos. Cuando nosotros estuvimos, uno de los monjes es el que hacía la visita guiada por el edificio, y te explicaba con detalle todo lo que se veía en su interior. ¡Merece muchísimo la pena!
Centro de Visitantes de El Paular
Al inicio del Puente del Perdón, se encuentra el Centro de Visitantes del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Aquí, además de facilitarte información de la zona, también tienen exposiciones. Cuando estuvimos nosotros, era una exposición sobre las aves que habitan en la Sierra de Guadarrama. En frente del Centro de Visitantes, hay unas ovejas o cabras negras (no tengo muy claro qué eran exactamente).
Junto al Centro de Visitantes, está el arboreto Ginés de los Ríos. Aquí podrás ver ejemplares de árboles de bosques caducifolios de todo el planeta.
Rascafría
Otra opción es descubrir el municipio de Rascafría. En el pueblo, podrás ver su Ayuntamiento, construido a principios del siglo XX en llamativos ladrillos rojos; la Casa de Postas, del siglo XVIII; o la iglesia de San Andrés Apóstol, del siglo XV.
Área recreativa de Las Presillas
Si vas en verano, otra opción es acercarte al área recreativa de Las Presillas. Son unas piscinas naturales, donde podrás darte un chapuzón en las cristalinas y heladas aguas del río Lozoya. Eso sí, bañarse aquí es para valientes, porque el agua está realmente fría). Los fines de semana de verano, hay que llegar muy temprano porque suele llenarse mucho esta zona de Las Presillas.
Ruta a la Cascada del Purgatorio
Otra posibilidad es ampliar la ruta y llegar a la Cascada del Purgatorio. En este caso, no es una ruta apta para ir con niños pequeños o no acostumbrados a andar. Es una ruta de unos 6 kilómetros de ida y otros 6 kilómetros de vuelta. Y no se puede hacer con carritos, al menos el tramo final, por lo que nos han dicho, porque nosotros aún no la hemos hecho.
Puerto de Cotos
Después del Bosque Finlandés, nosotros, de vuelta a casa, paramos en el Puerto de Cotos. Estuvimos dando un breve paseo por la zona, viendo las vacas que había. Al ser ya avanzada la tarde de un domingo, fue fácil encontrar donde aparcar. Si no, nos contaron en el Centro de Visitantes, que hacia las 10 de la mañana suele estar casi al completo.
Más información en la web de Rascafría
Qué bonito y qué recuerdos me ha traído, Rascafría es uno de los primeros pueblos que conocí de la sierra de Madrid cuando me fui a vivir a la gran ciudad y me encantó, sobre todo el monasterio del Paular y el bosque finlandés, además de las Presillas. Estuve haciendo una ruta un día que además estaba bastante solitario y hasta nos cruzamos con un corzo. Desde luego en verano es una idea genial para huir del calor de Madrid, aunque el agua de las pozas esté congelada je je (yo soy de mediterráneo) y en otoño con los colores aún más precioso.
Un saludo viajero
Wow! Qué bonito! Cuando he leído que estaba en Madrid me ha dado mucha alegría. Jajaa! La verdad es que no había oído hablar de este bosque. Siempre que vamos a Madrid solemos disfrutar del centro, su ambiente, gastronomía… pero sabiendo esto, la próxima vez organizo una escapada por allí. Y si hay planes para completar la excursión, mejor que mejor. Te aseguro que mi chico se bañaría en esas piscinas… Ya se bañó un año en los fiordos noruegos. El agua congelada no es problema para él. Jajaja! La ruta de la cascada del Purgatorio también suena genial. ¿Si porteamos al niño sí que se podría hacer? Debe ser preciosa.
¡Gracias por descubrirnos este trocito mágico de Madrid!
Rascafria y sus alrededores es un lugar que tenemos pendiente de ir y al ver este reportaje todavía tenemos mas ganas de conocerlo, el bosque finlandes tiene una pinta estupenda y el nombre es supercurioso lo mismo que Rasscafria que con ese nombre debe hacer un frio que pela.
Tendremos en cuenta que en primavera esta precioso con el deshielo de la nieve de alrededor