Recién llegados de nuestro gran viaje de verano, queda poner en orden todo lo vivido y organizar las miles y miles de fotos y vídeos que he hecho 😀 y contaros mis primeras impresiones de las vacaciones de este año que hemos pasado en Nueva York y Florida.
Como viene siendo habitual en los últimos años, hemos estado el mes de julio entero de viaje. El destino de este año fue elegido por mi hija, que soñaba con viajar a la Gran Manzana, porque aunque ya habíamos estado, aquella primera vez fue hace ya 10 años, cuando ella solo tenía 8 meses (fue el primer viaje intercontinental como familia), y se moría de ganas de ir a los parques de Disney World y Universal Orlando.
Fue a la vuelta del viaje a Islandia, Eslovenia y Dolomitas del año pasado cuando ella empezó a pedir ir a Nueva York y Orlando… Así que nos dijimos su padre y yo que ¿por qué no? Aunque ella solo había pedido Orlando, decidimos ya de paso explorar parte de la península de Florida.
Contenidos del post
Una semana en Nueva York
Empezamos viajando a Nueva York, donde hemos pasado una semana. Nos hemos encontrado una ciudad que nos ha gustado muchísimo más que la primera vez.
Nos ha encantado
- El Summit Vanderbilt
Nueva York ha cambiado mucho en los 10 años que han pasado desde nuestra anterior visita. Y una de las cosas que más ganas tenía de conocer era subir a los nuevos miradores que han abierto en la ciudad. En concreto, hay tres nuevos: Summit, One World y The Edge, que se suman al Top of the World y el Empire State Building que ya estaban hace una década.
Y si hay un mirador que nos ha fascinado ese, sin duda, ha sido el Summit Vanderbilt. Es una experiencia que hay que vivir sí o sí. Y si vas a Nueva York y no tienes tiempo o dinero para subir a todos, creo que el Summit es de obligada visita.
- Cenar en el Ellen’s Stardust
Hace 10 años nos quedamos con ganas de entrar, pero no lo hicimos porque cuando fuimos a cenar resultó que la peque estaba dormida en su sillita, y para entrar, teníamos que plegar la silla, y como estaba dormida, nos dio cosilla despertarla para cenar nosotros.
Así que esta vez fuimos y nos ha maravillado. Y es que se trata de un restaurante en el que los camareros cantan al tiempo que están atendiendo a los clientes. Y ¡madre mía qué bien cantan! ¡Qué voces tienen! Si no puedes ir a un musical a Broadway es una buena alternativa. Y de precio no es más caro que un restaurante normal.
Nos ha sorprendido
- Vivir el 4 de julio
Otra de las cosas que tenía ganas de vivir era el 4 de julio, día de la independencia de Estados Unidos y justo nos pillaba este año en Nueva York. Hace unos años, durante nuestro viaje por la Costa Oeste de Estados Unidos, nos pilló en San Francisco, y la verdad es que nos pareció flojo.
En cambio, en Nueva York lo viven más. Los fuegos artificiales fueron preciosos, nada que ver con los de San Francisco, pero para coger sitio tuvimos que estar unas 3 horas antes y aún así, ya había tanta gente que tampoco logramos el mejor lugar para verlos.
- Subir a la Corona de la Estatua de la Libertad
La otra vez no pudimos ir a ver de cerca la Estatua de la Libertad, así que esta vez no solo íbamos a acercarnos a la isla donde se ubica, sino que también subiríamos a la Corona, aunque para eso tuvimos que comprar las entradas meses antes, incluso antes de tener los vuelos.
Para llegar a la Corona, hay que subir muchos escalones por una escalera de caracol estrecha. Aunque más estrecho es la zona donde está la corona. Por eso, dejan subir a pocas personas. Apenas hay espacio. Pero a pesar de las dificultades, me pareció una actividad fascinante.
No nos ha gustado
- Lo carísimo que es Nueva York.
Es una ciudad cara, y aunque ya lo era hace 10 años, ahora nos ha parecido muchísimo más. Tan solo ha mantenido su precio la Metrocard, que es incluso barata, diría yo, dado los precios que hay en la ciudad. Cualquier comida normal compuesta por un único plato, sin pedir bebida (nosotros pedíamos ‘tap water’ -agua del grifo-) , ni postre, no te costará menos de 20-25 dólares por persona.
Tres semanas en Florida
Tras pasar la primera semana de las vacaciones en Nueva York, volamos a Orlando, para pasar 13 días en los parques de Universal y Disney. Al dejar los parques, ya iniciamos una ruta en coche por la costa este de Florida en la que durante 10 días pudimos conocer la ciudad más antigua de Estados Unidos, la NASA, el Parque Nacional de Everglades, los Cayos y Miami.
Nos ha encantado
- Miami
No esperábamos nada de esta ciudad, que iba a ser nuestra puerta de salida, de vuelta a casa, pero nos ha gustado. Si bien nos es una ciudad para ir miles de veces, pero tiene su encanto. Nos ha gustado la zona de Miami Beach, donde hemos estado alojados, así como Little Havana y Wyndhood. Nos ha parecido que es una ciudad que bien merece dedicarle, al menos, dos o tres días
- El Kennedy Space Center
Es una pasada ver de cerca los cohetes con los que se ha “conquistado” el espacio. Es, un espacio inmenso. Y tan solo nos ha faltado ver un lanzamiento en vivo.
- Parque Nacional de Everglades
Aunque no hemos ido en la mejor época para visitarlo, hemos descubierto un parque maravilloso y que nos ha regalado momentos con los que no contábamos, como ver manatíes. Es que este precioso animal suele rondar las costas de Florida más en invierno y primavera, y no en verano. Así que verlo en Everglades ha sido un regalo.
Nos ha sorprendido
- Lo mucho que se habla español
Ha sido muy fácil tanto en Nueva York, como en Florida encontrar a alguien que hablara español. Es el segundo idioma más hablado después del inglés. Creíamos que el uso del español era algo solo en Miami, pero la verdad es que tanto en la Gran Manzana, como en los parques u otras partes de Florida, hemos encontrado muy menudo a alguien que hablara español, sobre todo nos ha ocurrido en los restaurantes, donde trabajan muchos latinoamericanos.
- Las colas que se forman en los parques Disney y Universal
Sabíamos que julio era un mal mes de afluencia en los parques, porque coincide que también los niños estadounidenses tienen vacaciones, pero nos ha sorprendido como las colas se forman desde tiempo antes de que abran los sitios. Nos ha pasado de ir en la hora temprana de acceso a los parques para los huéspedes de los hoteles y encontrarnos con muchísima gente… Incluso ver que mucha gente no es huésped, pero ya está allí desde mucho tiempo antes a la espera de la apertura oficial.
- Lo “barato” y lo bien que se come en los parques
Al contrario de lo que encontramos en los parques de Disneyland París, donde comer es caro, y en ocasiones, comida más bien escasa para el precio que tiene, en Orlando es todo lo contrario. Aquí las cantidades son bestiales, y además, la comida está muy rica. La verdad es que nada que ver. Y luego el precio, no era superior a lo que podías encontrar en restaurantes fuera los parques.
Nos ha decepcionado
- Los Cayos de Florida
Esperábamos encontrarnos en los Cayos un lugar paradisíaco, con playas de arena blanca y agua azul turquesa, como si fuera el Caribe… Pero la realidad ha sido otra. Playas pequeñas y feas, al menos las gratuitas que vimos nosotros. Y cuando nos acercamos a una de pago, que decían que era la mejor de los cayos, olía tan mal a huevo podrido y había un cartel avisando de la mala calidad del agua que tenía ese día bacterias, que nos dimos la vuelta y no entramos.
Luego además, nos ha llovido mucho en los cayos, quizá más que en ningún otro sitio. Así que entre unas cosas y otras, nuestra impresión de esta zona no es buena.
Puede que yendo en temporada seca, la impresión sería distinta. Nos han dicho que nada tiene que ver… Habrá que volver para comprobarlo en otras fechas.
- El tour en aerodeslizador en Everglades
Era una excursión que esperábamos con ganas para ver “aligators”, pero en realidad solo vimos uno y mal (aunque algunos compañeros de aerodeslizador vieron hasta tres). Nos dijeron al acabar el tour que era mala época para ver cocodrilos y caimanes porque al ser temporada de lluvia y al haber tanta agua por todas partes, los animales estaban muy dispersos.
- Los outlets
Habíamos leído que los outlets de Florida son de lo mejor, con muy buenos precios… Pues nosotros no vimos grandes gangas… No sé qué es lo que considera gente buenos precios… Y eso que del 24 de julio al 4 de agosto, no se pagaban tasas en muchos productos por la vuelta al cole, según nos contaron en una tienda que entramos.
No nos ha gustado
- El clima
Sabíamos que julio no es un buen mes para viajar a Florida, pero no imaginábamos que el clima nos iba a fastidiar tanto. Julio es temporada de lluvias, es la época húmeda. Aunque según nos contaron, era peor en agosto y septiembre, cuando podía haber incluso huracanes.
En Florida hace muchísimo calor, un calor que es húmedo y agobiante, pero lo peor han sido esas lluvias torrenciales, o casi diría diluvios, que hemos sufrido casi a diario. De las 23 días que hemos pasado en Florida, tan solo nos libramos de la lluvia 4 – 5 días.
Lo malo de la lluvia es que cuando llueve en Florida, lo hace con tanta fuerza, que da igual lo que uses, paraguas o chubasquero, que acabarás calado. Eran tormentas que te impedían hacer algo durante el rato que duraban si no querías acabar mojado.
Solían durar entre 30 minutos y 2-3 horas… Y mientras duraba solo podías esperar a que pasara.
En los parques, cuando había tormenta, cerraban por seguridad las atracciones al aire libre. Por suerte, seguían abiertas las atracciones de interior.
- Lo pronto que cierran las atracciones turísticas
Sorprendentemente los lugares turísticos cerraban entre las 16:00 y las 17:00 horas… Pero tampoco es que abrieran pronto, porque antes de las 10:00 había pocos sitios abiertos. Nos sorprendió al llegar a San Agustín sobre 15:00 horas, y también en Cayo Hueso, que ya a partir de las 16:30 horas, no se podía entrar en ninguna atracción turística.
- Lo caro que cuestan las atracciones turísticas
Nos ha sorprendido para mal el precio de las entradas y billetes de atracciones turísticas. Nueva York es una ciudad cara la mires por donde lo mires y todo, absolutamente todo, es carísimo. Así que los precios de las entradas estaban al mismo nivel que alojamientos y comidas.
Por eso, nos vino muy bien en Nueva York tirar de tarjeta turística como la Go City de dos días, que nos permitió ahorrarnos mucho en esas entradas tan caras de los sitios turísticos que queríamos visitar.
Pero en Florida nos ha sorprendido cómo atracciones como un trenecito turístico en Cayo Hueso costaba 44$ los adultos y 24$ los niños, cuando en Europa, el trenecito turístico más caro lo vimos en Mónaco, y fueron 18€ los adultos, pero normalmente mucho más barato. Lo mismo con las entradas a los sitios, que fácilmente por adulto te ibas a unos 20$, cuando un sitio similar en Europa, te puede costar la mitad.
Me ha encantado descubrir tu blog, y la cantidad de información que das de tus lugares visitados para ponernos los dientes largo.
Me ha impresionado mucho la foto de la portada de tu blog ¿Dónde es? Me encantaria visitarlo.
Hola, me alegro de que te haya gustado el blog. La foto de portada en en Chefchaouen, en Marruecos.
me refiero a la foto de la pestaña de Viaja (la playa o cala) con esas casitas..
Te refieres a la pestaña de Viajar con niños? Eso es Malta, el parque de Popeye. La foto está tomada desde el exterior, desde enfrente, que se ve el parque de Popeye, que es una especie de parque temático que hicieron cuando rodaron una película de Popeye hace años en esa isla.