Después de dos meses de preparativos, llegaba el momento de pisar por primera vez Asia durante 25 días. ¿Nos gustaría tanto que nos engancharía como habíamos oído decir a todos los que habían estado en ese continente? Y tras varias horas de vuelo, nos enfrentábamos a cómo llegar a Bangkok.
Contenidos del post
Volamos hacia Bangkok
Día 0
Nuestro avión sale a las 17.25 horas de la Terminal 4, y aunque con estar allí sobre las 14.25 será suficiente, preferimos salir con tiempo de casa. ¡Mejor esperar en el aeropuerto que en casa! Además, esperamos poder facturar cuanto antes y poder escoger los asientos, a ser posible junto a pasillo, que hace unos años tuve una trombosis en una pierna y necesito poder andar con frecuencia por el avión.
Antes de facturar decidimos embalar las maletas (9 euros cada una)… ¡¡Craso error!! Una de ellas llegaría mediojodida por el embalaje por estar tan apretado, pero eso lo descubriríamos más tarde… De ahí al mostrador de facturación, que ya está abierto. Facturamos y nos dan las tarjetas de embarque del vuelo a Londres y las del de Bangkok con nuestros asientos junto a pasillo.
Como no podía ser menos volando con una aerolínea británica como British Airways, nuestro vuelo a Londres sale puntual. Por el camino, nos dan un bocatín que de buena gana nos comemos porque desde que comimos en casa sobre las 12.30 horas no habíamos probado bocado.
Llegamos a Heathrow… ¡¡Menos mal que hemos cogido una escala con 3 horas y media!! Porque al llegar a Londres, aunque vamos por la terminal de tránsito, hay que volver a pasar por los pertinentes controles de maletas y pasaportes. Aún así nos sobra una hora y algo que aprovechamos para cenar algo que ya hay hambre. Como todo tiene precios prohibitivos optamos por unos sándwiches, unas patatas fritas y unas coca-colas de un supermercado de la terminal de tránsito.
Finalmente llega el momento de embarcar. Esta vez volamos con Qantas, aunque nuestro billete es de British Airways. El avión es enorme, con filas de 3-4-3 asientos. Nos ha tocado en la parte de cuatro junto al pasillo. ¡Genial!
En esto que ya teníamos colocado nuestro equipaje de mano, cuando nos viene una azafata grandullona diciendo que esos sitios no son los nuestros. Y yo que si, que sí que lo son, mira nuestras tarjetas de embarque. Al enseñárselas, la tía me las quita y me muestra otras y me dice que esos cuatro asientos son de una madre y sus tres hijos, que tienen preferencia. Gustavo se negaba a moverse de allí porque teníamos buenos asientos y teníamos todo colocado… La azafata venga insistir que nos teníamos que mover a otros asientos.
Finalmente por no retrasar más la cosa, porque a lo tonto, ya iba el avión con un pequeño retraso de unos 20 minutos, cedí y nos movimos. Los nuevos asientos estaban junto a ventanilla, casi en la parte final del avión. Así que al señor que estaba en el pasillo le convencí para que él pasara a junto a la ventanilla y yo quedarme en el pasillo… Y ¡hala, a volar se ha dicho!
Exceptuando la azafata grandullona, el resto de personal es encantador. Además, los asientos son cómodos, cada uno dispone de su pantallita individual para ver las películas que quieras (algunas bastante actuales), ver capítulos de series o jugar con alguno de los juegos que tiene.
Al poco de montar nos ponen de cenar. Gus se pasa parte del viaje durmiendo. Mientras tanto, yo me entretengo viendo la película Paul, que es de las pocas que se pueden ver en español. Pero ¡en español de Latinoamérica! Echo alguna cabezadita breve que otra, me doy mis buenos paseos por el avión con el miedo de matarme (y es que después de la cena, apagan las luces y apenas se ve nada), juego a los bolos virtuales, me veo un pequeño documental sobre Bangkok…
Aparte de la cena, nos dan también unas galletillas, plátanos, zumos, caramelos durante el viaje… Y un par de horas antes de llegar a Bangkok, nos ponen el desayuno. ¡La verdad es que entre pitos y flautas las once horas de vuelo se pasan rápido!
Llegar a Bangkok
Día 1
Aterrizamos como estaba previsto a las 15.30 horas. Lo primero que me sorprende de Bangkok es su enorme y moderno aeropuerto. Tras un pasillo que parece interminable de lo largo que es, llegamos a Inmigración, donde grandes colas de extranjeros esperan su turno en diferentes mostradores para entregar el papelito que hemos rellenado en el avión. Casi media hora más tarde es nuestro turno. Nos hacen la fotito de rigor, nos sellan el pasaporte, y a por las maletas.
Mientras espero, enciendo el móvil y veo que tengo varias llamadas: de mis padres y de un número que tiene pinta de ser de Tailandia. También recibo un mensaje de un móvil tailandés. Y es que reservé para esa primera noche una cena crucero por el río Chao Phraya, con una empresa que no te pide ningún pago por adelantado ni siquiera dar el número de tarjeta de crédito, pero que te pide que confirmes el día de la cena antes de las 16.00 horas de que sigue en pie.
Aunque ya son las 16.00 horas pasadas, les envío corriendo un sms de confirmación de que sí que vamos. A lo que me envían otro para contestar que pasarán a buscarnos por nuestro hotel a las 19.20 horas.
Antes de salir del aeropuerto cambiamos algo de dinero para llegar a la ciudad y para la cena de la noche. El cambio es peor que en la ciudad (1 € = 41,03 baths), así que es mejor no cambiar demasiado.
Cuando recogemos las maletas son casi las 17.00 horas. He leído que el tráfico es infernal en Bangkok, así que optamos por coger el Airlink que es un nuevo tren que lleva funcionando unos meses y que conecta el aeropuerto con el centro de la ciudad. Luego cogeremos el Metro. ¡Seguro que así llegaremos antes!
Como hay dos líneas: una express que no hace paradas y que enlaza con una línea de metro y otra que si que las hace, y enlaza con el Skytrain, en taquilla la chica nos pregunta a dónde vamos y nos indica que es el express el que tenemos que coger (aunque al principio no la entendí muy bien y es que me costó un poquito entender el inglés con acento tailandés). Una vigilante al ver nuestra cara de turistas novatos e indecisos, nos mostró el camino a seguir y nos llevó hasta el tren que teníamos que coger. ¡¡Qué amable!!
Bangkok no apta para personas con movilidad reducida
En media hora llegamos a Makkasan, donde tenemos que hacer nuestro trasbordo al Metro y es aquí donde descubrimos que esta ciudad no está adaptada para personas con movilidad reducida, con carritos o con pesadas maletas como las nuestras…
Al salir del tren empezamos a seguir los carteles que indican hacia el metro. No hay ascensores que valga ni escaleras mecánicas. Y siguiendo los carteles llegamos a la calle y el clima tailandés nos da el primer bofetón de bienvenida… ¡¡¡Pero qué calor más asfixiante hace aquí!!! Yo que no suelo sudar, estoy chorreando.
¿Pero dónde está el Metro? En Madrid, los trasbordos se hacen sin salir de la estación… Pero aquí las cosas son de otra manera… Seguimos andando y andando, arrastrando las maletas por las calles como podemos, subiendo y bajando escalones enormes… ¿Por qué las aceras son tan altas? Y después de 15 minutos que se hicieron interminables llegamos a la estación de Metro.
Al llegar, parece que hemos vuelto al aeropuerto porque nos topamos con un arco detector de metales y un vigilante que nos pide abrir las maletas… Al abrir una de las maletas descubro que parte del líquido de las lentillas se ha derramado y que parte de un bote de champú también se ha derramado. ¡¡Qué bien!! El vigilante mira con lupa los líquidos que llevamos, en especial el Relec antimosquito. ¿Qué se pensará que es? ¿Una bomba? Tras explicarle lo que es, nos deja pasar… El Metro tampoco tiene escaleras mecánicas ni ascensor que valga… Pero ¡qué gustito entrar en el metro con su aire acondicionado a toda leche!
Nuestra parada es Lumpini. Al salir del Metro preguntamos por nuestra calle y nos indican amablemente. Tras mucho andar, volvemos a preguntar y nos indican que efectivamente esa es la calle y que vamos bien… Pero no vemos por ningún lado nuestro hotel… Si según el plano no está muy lejos… ¡¡Craso error!! ¡Los mapas en Bangkok son engañosos! No sé qué tipo de escala utilizan, pero las cosas nunca están tan cerca como aparece en el mapa.
Seguimos andando… Cada vez más cansados y más sudorosos… Tenemos el reloj en contra porque a lo tonto a lo tonto, son casi las 18.30 horas y en menos de una hora pasarán a recogernos los del crucero… Tras casi media hora andando (puede que en menos tiempo se pueda recorrer el trayecto Metro-hotel, pero con las maletas a cuestas, y la calle atestada de gente y llena de obstáculos como chiringuitos de comida o postes de la luz…, tardamos una barbaridad).
Nuestro hotel es el All Season Sathorn. Hacemos el check-in y corriendo a la habitación que nos tenemos que duchar y ponernos guapetes para ir a la cena-crucero que nos queda apenas media hora. A la hora acordada nos llaman para decirnos que se retrasarán 20 minutos por el tráfico. ¡Menos mal! ¡Porque aún no estábamos listos!
La cena crucero es con la empresa Loy Nava Dinner Cruises. Elegimos esta porque es de las más baratas y en el precio incluyen los traslados de ida y vuelta al hotel. Además si reservas con antelación por internet te hacen un 20% de descuento. Algo que está pero que muy bien porque este tipo de cenas no son nada baratas para estar en el país que estamos.
Cuando nos vienen a recoger ya ha anochecido. ¡Aquí anochece muy temprano! La cena consiste en varios platos de cocina tailandesa. Según los van trayendo nos explican que es lo que comemos… Algunos nos gustan, pero otros no tanto… Son como pequeñas tapitas, acompañadas con mucho arroz blanco. La cena es amenizada con música tradicional tailandesa mientras dos chicas bailan. Este crucero nos sirve además como primera toma de contacto con la ciudad pues vamos viendo los templos iluminados que están junto al río, algunos de los que veremos al día siguiente.
La cena dura unas dos horas. Ya de regreso al hotel, nos conectamos brevemente para decirles a las familias que estamos bien. Hay wifi gratis en la habitación. Y unas 35 horas después de habernos levantado en Madrid, caemos rendidos en la cama de Bangkok.
Gastos del día
- Cena en Heathrow (2 sandwiches, 2 bolsas de patatas fritas, dos coca-colas): 7,58 libras esterlinas.
- 2 billetes de Airlink: 180 baths.
- 2 billetes de Metro a Lumpini: 44 baths
- Hotel All Season Sathorn (este lo teníamos pagado por una oferta que pillamos al reservar): 19 euros la noche con desayuno incluido x 2= 38 euros.
- Cena en Loy Nava para dos: 3.295 baths.
Holaaa! jajaja, como si pudierais oírnos!! En el Wat Po, podéis disfrutar de un masaje con hierbas en la Escuela Oficial de Masaje de Tailandia, vamos la universidad del masaje, que os dejará como nuevos (y perfumados). Si no os da tiempo, para la vuelta.<br /><br />Y ved el Wat Arun al atardecer…. ;-)<br /><br />Un abrazo, y que disfrutéis!<br /><br />Roberto
Me gusta mucho la foto, imagino que el lugar será precioso…. Pasadlo muy bien y disfrutad de los lugares que vais a ver… me estáis dando mucha envidia… Aunque bien es verdad que a mi me falta poquito, pero es que se hace tan largo…<br /><br />Saludos!!
Menuda caradura la azafata, no entiendo esas maneras a última hora de recolocar a los pasajeros…<br /><br />A nosotros también nos pasó lo del relex, se quedaban mirándolo como fuera una granada de mano, sin sentido xDDD<br /><br />Menuda jornada a contrareloj, pero bueno al final tubo un final genial surcando el Chao Phraya :)<br /><br />Saludos!!!!
Desde luego, poco más y no llegais al crucero… Y más después del tremendo vuelo, debisteis acabar rendidos!<br />Por cierto no sabía que te había dado una trombosis en la pierna, ¿qué fue? ¿en otro vuelo largo?<br />Muy buen comienzo del viaje. Pinta genial!<br />Un saludo 😉
Me quedé alucinada con lo de la prioridad en el avión y que os hiciesen cambiar de asientos……Pedazo viaje, tiene muy buena pinta 🙂
José Carlos, tb miraron raro tu bote de Relec?? Qué cosas!!! jejeje<br />Saludos
Helena, la trombosis no me dio en otro vuelo. Fueron por otras causas. Lo que pasa es que con ese antecedente, tengo que tener cuidado en vuelos largos porque se me puede repetir.<br />Y si, acabamos muertos ese día… Pero fue la mejor manera de no sufrir ningún tipo de jet lag!! jejeje<br />Saludos
Artabria, yo tampoco entendía eso que tuvieran prioridad la gente con críos, pero luego en más vuelos vi que era verdad porque las familias siempre embarcaban primero.<br />Saludos
Lo de la azafata es la tiranía de las personas con hijos, siempre pasan por delante de los que no tienen.<br /><br />Por cierto, lo del metro me ha recordado una estación de Tokyo que el transbordo se tenia que hacer por la calle y caminar un buen trozo. Por suerte solo fue en una estación! 😀
Hola!! Bueno, vemos que vuestra llegada a Bangkok fue memorable. <br />No entiendo bien lo del Relec, porque allí lo conocen de sobra 0_0<br />Lo que está genial es el nuevo tren. Nostros tardamos cinco horas (5) del aeropuerto al centro, hasta que no pudimos más y nos bajamos y fuimos andando.<br />Y las distancias… y los mapas… el de Nelles de Bangkok es buenísimo. Viéndolo, ya sabes que
Hola Mari Carmen,<br /><br />Muy interesante el relato de la llegada a Bangkok y toda la información práctica. Además, si alguna vez me decido a conocer el país me temo que va a ser también en agosto, con el calor húmedo.<br /><br />Sigue contando. Saludos.
Isabel, y tanto que es una tiranía eso de las familias con niños!! aiins!! Así que en Tokio es así de horrible el trasbordo?? Qué horror!!
Guisante, con el nuevo tren no tardas nada!! Es lo mejor para evitar el tráfico!!! Yo tampoco entiendo por qué tan raro les pareció el relec… :-O<br />Saludos
Victor, al principio el calor es muy agobiante, pero cuando llevas ya unos días, no notas mucho más del que se podría notar en España.<br />Saludos
preciosas imagenes y perfecto relato<br />me ha encantado la del Wat Arun iluminado por la noche<br />gran trabajo<br /><br />un fuerte abrazo<br /><br />*pd: te he agregado a mi lista de blogs
Hola Mari Carmen y pareja:<br />He leído el relato de un tirón, me encanta los posts en forma de diario, pero lleno de datos útiles para otros viajeros.<br />No he podido seguiros desde hace un tiempo y he quedado admirado por la nueva presentación del blog.<br />Os seguiré, BangKok nos trae buenos recuerdos.<br />Un abrazo<br /><br /><a href="http://mundoporlibre.com" rel="nofollow"> La Vuelta
me estoy diviertiendo mucho con el relato del primer día, la azafata grandullona, y los paseos nocturnos de mari carmen, muy bien contado<br />jon
HOla Mari Carmen. Me divierten muchisimo tus diarios. Sobre todo, por los detalles que das y las aventuras (el metro, la azafata) yo me puse a ver templos en Bangkok nada mas llegar y fue una pesadilla. Lo que más recuerdo es el calor. Y lo que más me gustó un gran mercado…l No volvería…de momento
Besos