Rusia, con más de 17.000 kilómetros cuadrados, es el país más grande del mundo. Tiene una parte europea, lo que le convierte en el país más grande de Europa, y una parte asiática, que también hace que sea el país más grande de Asia. Tratar de recorrerlo en diez días es una misión imposible. Así que nosotros decidimos centrarnos en conocer sus dos principales ciudades europeas y las que más turistas atraen: la capital, Moscú, y la bella ciudad imperial de San Petersburgo.
Sobre este viaje
Como os contamos en el post de preparativos, nosotros estuvimos en Rusia en la última etapa de un viaje de un mes que nos llevó a descubrir primero el sol de medianoche en Finlandia y a hacer después un roadtrip por las Repúblicas Bálticas.
Entramos en Rusia por San Petersburgo, adonde llegamos en tren procedentes de Tallin (Estonia), y salimos del país por Moscú, en un vuelo hacia Madrid, con escala en Ámsterdam.
Para desplazarnos entre ambas ciudades, utilizamos el famoso tren Flecha Roja, que lleva circulando desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Aunque nosotros llegamos en tren, es posible hacer el viaje totalmente en avión desde España, pues hay vuelos desde nuestro país que conectan tanto con San Petersburgo, como con Moscú.
Ruta de diez días en Rusia
-
DÍA 0. Viaje en tren de Tallin a San Petersburgo
Llegamos a San Petersburgo a medianoche, después de siete horas en tren desde Tallin. No es que la capital de Estonia esté muy lejos, pero en la frontera, el tren permanece parado durante dos horas para hacer las gestiones de inmigración. Primero pasan por los vagones los funcionarios de Estonia a comprobar los pasaportes, y después pasan los de Rusia. Llegamos a San Petersburgo para dormir.
-
DÍA 1. San Petersburgo
Comenzamos la mañana recorriendo Nevsky Prospekt, visitando la Catedral de Kazan y haciendo un Free Tour en español que dura cuatro horas, cuando se suponía que duraba tres. Durante el Free Tour, recorremos un lateral del río Fontaka, pasamos por el Palacio Sheremetev, que alberga el Museo de la Música, vemos el Circo Estatal Bolshoi de Cinizelli, el Palacio Mijailovski, el Jardín de Verano, el Campo de Marte y terminamos junto a la Iglesia sobre la Sangre Derramada. Junto a la iglesia, está el Museo de las Máquinas Recreativas, donde tenemos que recoger nuestras Saint Petersburg CityPass.
Pasamos la tarde en el fabuloso Museo Hermitage, que ese día, al ser miércoles, cierra más tarde. Llevamos las entradas compradas desde España, porque los que llevan entradas on line, no tienen que esperar las largas colas que se forman en el museo.
Al salir del Hermitage, vamos a ver el llamado Palacio del Pueblo: el precioso metro de San Petersburgo, que tiene unas estaciones que son preciosas, de las más bonitas del mundo.
-
DÍA 2. San Petersburgo
Cogemos el bus turístico para recorrer parte del camino y llegar hasta donde se cogen el hydrofoil (un barco rápido) a Peterhof. Como al CityPass incluye este medio de transporte, no la llevamos compradas desde España, pero en verano hay mucha gente y cuando llegamos, no podemos salir en el primer barco, sino que tenemos que esperar hora y media para el siguiente. Para evitar esperas, es mejor ir antes a coger los billetes. Mientras tanto, vamos a la Iglesia de San Isaac, que queda cerca. Pero también hay mucha gente, y solo nos da tiempo a canjear la CityPass por las entradas.
En Peterhof no entramos a ver el Palacio y solo nos centramos en los Jardines, que son espectaculares. Para poder llegar a tiempo para ver San Isaac ese día, solo podemos dedicar dos horas a los Jardines de Peterhof, pero bien nos habríamos quedado más tiempo.
De vuelta en San Petersburgo, visitamos la Catedral de San Isaac y subimos a la cúpula, desde donde hay unas vistas preciosas de la ciudad. Las últimas visitas del día son a la Iglesia de San Nicolás de los Marinos, a donde vamos en taxi con Gett (una empresa similar a Uber), y la Iglesia de la Santa Trinidad, pero esta última la pillamos ya cerrada.
-
DÍA 3. San Petersburgo
En los dos días que llevamos en San Petersburgo, hemos visto que hay muchísima gente por todos lados. Es agosto y hay mucho turismo. Por eso, este día madrugamos para poder ir a ver algunos monumentos por fuera en soledad. Cogemos un par de taxis de Gett para ir a ver la Catedral de San Isaac, la Iglesia sobre la Sangre Derramada y la Catedral de Kazan. Luego cogemos otro taxi, esta vez de Yandex (como Uber también), para ir a ver una iglesia que está bastante alejada del centro: la Iglesia de la Intersección. Como está muy retirada, la vemos solos.
De allí, cogemos otro taxi de Yandex para ir al Palacio de Catalina. Aquí visitamos tanto el palacio, como los jardines, aunque los jardines no tienen nada que ver con los de Peterhof. También se pueden comprar las entradas on line para el Palacio de Catalina, pero solo permite hacerlo 15 días antes de la visita, y a nosotros nos pilla ya de viaje por las Repúblicas Bálticas, por lo que tenemos que esperar una larga cola para entrar.
De vuelta a San Petersburgo, antes de llegar, paramos en la Iglesia de Chesme. Después, vamos al embarcadero para hacer un crucero por el Neva y sus canales, que dura dos horas y que está incluido en la CityPass.
-
DÍA 4. San Petersburgo – tren nocturno a Moscú
Como ese día tenemos que dejar el apartamento por la mañana, y nuestro tren no sale hasta la noche, llevamos las maletas a una consigna a la estación de trenes de donde sale el Flecha Roja, Moskovskaya. Después de varios días viendo por fuera la Iglesia sobre la Sangre Derramada, toca verla por dentro. Después, cogemos un taxi para ir a ver el Crucero Aurora, un buque de guerra que participó en la Revolución Rusa. A pocos pasos, está la Casa de Pedro El Grande, el primer lugar donde estuvo viviendo Pedro el Grande y que entramos a ver. Seguimos andando y vemos por fuera la Mezquita de San Petersburgo, que está cerrada a los no musulmanes.
Después de comer, visitamos la Fortaleza de Pedro y Pablo. Y como con la CityPass incluye un crucero hasta el Golfo de Finlandia, lo cogemos para pasar nuestras últimas horas en la ciudad. Este crucero, si has hecho el de los canales e incluso si has ido en Hydrofoil a Peterhof, es un poco prescindible, aunque a diferencia del Hydrofoil, este tiene audioguía.
El Flecha Roja sale cada día de San Petersburgo a Moscú y en sentido inverso a las 23.55 horas y llega a las 7.00 horas del día siguiente.
-
DÍA 5. Moscú
Como al llegar a Moscú,no podemos entrar aún en el apartamento reservado, porque eran poco más de las 7.00 horas, dejamos las maletas en unas taquillas de la estación de Leningradskaya, y nos vamos a descubrir la ciudad. Cogemos un taxi de Yandex para ir al Mercado de Izmailovo, donde pasamos la mañana y comemos.
De vuelta al centro de la ciudad, cogemos las maletas, hacemos el check-in en el apartamento y nos vamos a descubrir la Plaza Roja. Pero nos llevamos un gran chasco al llegar, porque no se puede entrar porque esos días se celebra el Festival Internacional de Música Militar Torre Spasskaya, que nosotros no lo sabíamos, pero resulta que se celebra todos los años a finales de agosto, aproximadamente del 23-24 de agosto al 2-3 de septiembre. Durante ese tiempo, la plaza está cerrada al público y solo se puede entrar a determinadas horas por la mañana y solo es accesible una pequeñísima parte, pues instalan unas gradas enormes, donde se celebra el festival, que lo ocupan casi todo.
Así que tras el chasco, cogemos otro taxi de Yandex y vamos a pasar la tarde al parque Gorki, un gran parque que tiene incluso playa artificial. A pocos pasos está el Parque de las Esculturas o Muzeon Art Park, que es gratuito y es una especie de cementerio de estatuas de época soviética, y también la gran estatua de Pedro El Grande. Para cenar, regresamos en bus a la zona de la Plaza Roja, que está próxima a nuestro apartamento, y donde hay un restaurante que se convirtió en nuestro preferido: Mu-Mu (o My-My, en ruso).
-
DÍA 6. Moscú
Al estar cerrada la Plaza Roja por el Festival, lo que se puede visitar dentro, como la Catedral de San Basilio solo es visitable en el horario en el que la plaza está abierta. Así que nos dirigimos a la Plaza Roja poco antes de las 10.00 horas, que es cuando la abren.
Tras visitar la Catedral, visitamos la Armería y la Plaza de las Catedrales en el Kremlin. Para lograr las entradas, tenemos que esperar una larga cola. Agosto no es buen mes para visitar Rusia. Hay demasiada gente por todas partes. Y las colas son largas. Se puede comprar las entradas on line, pero si tienes la Moscow CityPass, no te queda más remedio que esperar la cola, para canjear la tarjeta por la entrada.
Al salir del Kremlin, cogemos el bus turístico un rato. Es una buena manera de ver la ciudad con niños sin tener que andar mucho. Nos bajamos en la parada junto al Parque Zaryadye, un precioso parque que descubrimos por casualidad, y que tiene un impresionante puente colgante con bonitas vistas al Kremlin y a la Catedral de San Basilio, así como a algunas de las Siete Hermanas (edificios de la época de Stalin, muy populares en la ciudad). Cenamos un día más en el Mu-Mu.
-
DÍA 7. Moscú
Volvemos a la Plaza Roja a la hora en la que abren, esta vez para entrar al Mausoleo de Lenin (no abre todos los días, por eso el día anterior, no pudimos verlo). Hay una larga cola para entrar, pero avanza bastante rápido porque apenas te dejan estar un minuto en el interior del mausoleo. Perdemos casi una hora entre la cola para entrar a la Plaza Roja y la cola para el mausoleo.
Cogemos el bus turístico para ir hasta la Catedral de Cristo Salvador y subimos a la torre, que tiene buenas vistas de la ciudad. De allí, en metro, vamos al Hotel Ukrania, una de las Siete Hermanas, para subir al mirador que está incluido en la CityPass.
La tarde la pasamos en el Parque Kolomenskoye, al que vamos en taxi y donde se encuentra el Palacio del zar Alexei Mikhailovich, un antiguo palacio madera de los siglos XVII XVIII (aunque no es original porque Catalina II mandó destruirlo), el Museo de Arquitcetura de Kolomenskoye, con varias construcciones de madera; la Iglesia de la Ascensión del Señor, la puerta de entrada o Torre Vodovzvodnaya y la Casa de Pedro I. Para cenar, regresamos un día más a la zona de la Plaza Roja, para cenar en el Mu-Mu.
-
DÍA 8. Moscú
Empezamos el día yendo en metro hasta donde está el Búnker 42, un antiguo búnker de la Guerra Fría, a 65 metros de profundidad. La entrada está incluida en la Moscow CityPass, pero tenemos que hacer la visita en ruso, porque el horario en inglés es por la tarde a las 18.30 horas, aunque en la guía de la tarjeta no lo especifica. Aun así nos dan un pequeño folleto explicativo en inglés y el guía, que sabe inglés, de vez en cuando nos cuenta alguna cosa.
Antes de dirigirnos al siguiente punto de las visitas del día, pasamos a ver la estación Prospekt Mira, una de las estaciones de metro más bonitas de Moscú. Después, nos dirigimos a VHND para ir a recorrer el Centro Panruso de Exposiciones, que es un parque muy bonito. ¡Nos están encantando los parques de esta ciudad! Son todos preciosos, bien cuidados, y con áreas de juegos para los niños que son una maravilla.
También visitamos el Museo de la Cosmonáutica, que te guste o no el tema, nos pareció una visita muy interesante, tanto vayas o no con niños. De nuevo cenamos junto a la Plaza Roja.
-
DÍA 9. Súzdal
Súzdal es uno de los pueblos del llamado Anillo de Oro, que es una ruta turística que está al noreste de Moscú y donde hay villas medievales con monasterios, iglesias, y kremlins. Está a unos 220 kilómetros y aunque no es el de más fácil acceso desde la capital, lo elegimos porque dicen que es uno de los que tiene más encanto. Otra opción a visitar, mucho más accesible es Sergueiv Posad, que tiene tren directo desde Moscú.
Para ir a Súzdal, habíamos sacado los billetes de tren desde España. Más que nada para no tener que tratar de entendernos con la taquillera. Habíamos leído que resultaba complicado porque es difícil que sepan inglés. Para llegar, se tarda aproximadamente dos horas, y hay que coger un tren hasta Vladímir y luego un bus hasta Súzdal. Aunque está lejos, bien merece la pena porque es muy bonito.
Los trenes a Vladímir sale de la estación de Kurskiy. Hay varios trenes de alta velocidad y también suburbanos que hacen un montón de paradas. Nosotros cogimos el rápido, que en poco más de 1 hora y 35 minutos llega a Vladímir. Nosotros cogimos el que sale a las 7.00 horas para que nos cundiera más el día. Luego el bus tarda unos 45 minutos. Otra opción para ir es coger directamente un taxi desde Moscú, pero se tardan unas 4 horas. O bien coger un taxi de kiwitaxi desde Vladímir.
Súzdal no es demasiado grande y en unas tres-cuatro horas podrás verlo bien y coger el tren de regreso a Moscú que sale de Vladímir sobre las 17.00 horas.
-
DÍA 10. Moscú
Este día inicialmente lo teníamos previsto para ir a Sergueiv Posad, otro bonito pueblo del Anillo de Oro. Pero, como comentaba al inicio, esta era la última etapa de unas vacaciones de un mes. Así que después de 30 días de viaje, este
al final hicimos pereza. Además, todavía nos quedaban cosas por ver en Moscú, así que tampoco nos vino mal no hacer la excursión.
Empezamos el día llevando las maletas a la consigna de la estación de donde sale el Aeroexprés, los trenes que van al aeropuerto de Sheremetyevo. Dedicamos parte de la mañana a recorrer las estaciones más bonitas del Metro de Moscú. Durante los días anteriores ya habíamos visto alguna que otra, pero todavía nos quedaban por ver: Belorusskaya, Slavyansky Bulvar y Smolesnkaya.
Paseamos luego por la antigua calle Arbat, una calle peatonal muy conocida de Moscú, que aún no habíamos tenido tiempo de ver. Comemos en la calle Arbat en un Mu-Mu, y cogemos después un bus para ir al Monasterio de Novadivichi. Pero seguimos con nuestra mala suerte y nos encontramos que está en obras de reforma. Después de ver lo que se puede ver, nos acercamos a ver el Cementerio de Novadivichi.
Antes de irnos al aeropuerto, vamos a los almacenes Gum a probar los famosos helados que venden en este centro comercial, y pasamos las últimas horas en la Central Children Store, otro centro comercial con tiendas dedicadas a los niños, y donde hay un mirador con buenas vistas. La noche la pasamos en un hotel cápsula del aeropuerto.
-
DÍA 11. Moscú – Madrid
Vuelo de vuelta a Madrid a primerísima hora de la mañana.
Presupuesto para diez días en Rusia
La moneda en Rusia es el rublo. Nosotros no llevábamos dinero cambiado desde aquí, aunque en Tallin cambiamos algo porque llegábamos a Rusia a medianoche. Y menos mal, porque en el tren, para tomar algo, había que pagar en rublos.
Una vez en San Petersburgo, en un casa de cambio de Nevsky Prospekt cambiamos más dinero. Pero además de los rublos, también usamos las tarjetas de prepago Bnext 26 y Revolut, con las que se puede pagar en moneda extranjera sin comisiones.
A grandes rasgos, los precios en agosto de 2019 eran algo más bajos que en España en lo que transporte y comida se refiere, mientras que el alojamiento y las entradas, es similar a cualquier capital europea.
[su_note note_color=”#14bcbd” text_color=”#010101″]
Gasto total para 2 adultos y una niña de 6 años
- Transporte ida y vuelta: 473,66€
- Alojamiento: 648€ para once noches
- Comida: 550,86€
- Transporte público: 354,57€
- Entradas: 774,97€
- Otros gastos (visado, seguro, taquillas, entradas a baños, conexión a internet…): 471,85€
Total: 3.273,91€
[/su_note]
Transporte
- Tren Tallin – San Petersburgo: 46,07€
- Tren Flecha Roja: 221,05€
- Tren Moscú – Vladímir – Moscú: 45,75€
- Autobús Vladímir – Súzdal – Vladímir: 6,23€
- Vuelo Moscú – Madrid: 427,59 €
- Metro: 14,69€
- Taxi: 66,85€
Nosotros llegamos en tren a Rusia. Entre San Petersburgo y Moscú, también fuimos en tren, en clase deluxe, porque era la única forma de poder viajar los tres en un mismo compartimento solos. La niña, que en el momento del viaje, tenía seis años, solo pagó en los trenes de Tallin-San Petersburgo, San Petersburgo-Moscú y Moscú-Vladímir-Moscú.
En el transporte público, los menores de 7 años viajan gratis. El transporte público es muy barato en ambas ciudades, en especial el metro que cuesta 45 rublos, que al cambio son aproximadamente unos 0,58€, aunque en el caso de Moscú, puede ser incluso más barato si en vez de pagar por billete individual, adquieres una tarjeta Troika que se puede recargar. En este caso, el billete es de 38 rublos, unos 0,49€. El precio de la tarjeta te lo devuelven una vez la devuelves al final del viaje.
En la mayoría de las ocasiones, sobre todo en San Petersburgo, nos movimos en taxi, usando dos aplicaciones: Gett y Yandex. Los taxis son también bastante más baratos que en España. Usábamos una app u otra en función del precio que nos diera para el trayecto que quisiéramos hacer. Por ejemplo, el trayecto desde el Palacio de Catalina al centro de San Petersburgo nos salió por unos 11,50 euros al cambio, cuando se trata de un trayecto para el que se tarda unos 45-50 minutos, porque está a bastantes kilómetros.
Para viajar a Vladímir, adquirimos los billetes de tren en España, y luego los billetes del autobús a Súzdal, los compramos allí sobre la marcha. En el autobús, la peque viajó gratis en su asiento.
Alojamiento
- Apartamento en San Petersburgo: 204,60€ para cuatro noches
- Apartamento en Moscú: 414,40€ para seis noches
- Dos cápsulas en el aeropuerto de Moscú: 29 € para una noche
Total: 648€ para once noches
El alojamiento en estas dos ciudades está dentro de la media europea, en torno a unos 80-100€ (o incluso más) si te alojas en algún hotel céntrico. Nosotros optamos por alojarnos en dos apartamentos de Airbnb (si te registras por primera vez, te dan 25€) porque salía más barato y porque necesitábamos lavadora para hacer la colada, ya que viajábamos solo con equipaje de mano durante un mes.
En San Petersburgo, la zona elegida fue la que está junto a la estación Moskovskaya y en Moscú, a unos 10-15 minutos andando de la Plaza Roja. Para nuestra última noche en Rusia, escogimos un hotel cápsula dentro del aeropuerto porque a la mañana siguiente salía nuestro vuelo a las 5.30 horas. En este caso, cogimos una cápsula individual y una doble para los tres.
Comida
Comer en Rusia es algo más barato que en España. Nosotros nos aficionamos a dos cadenas, una de comida rápida rusa, y otro autoservicio de comida rusa también. El de comida rápida rusa es Teremok y el de autoservicio es el My-My. De ambos hay muchos, sobre todo en Moscú y sale bastante barato comer. Otra opción asequible para comer es recurrir a los restaurantes georgianos, que hay muchos también.
Entradas
- Saint Petersburg CityPass: 300
- Moscow CityPass: 305
- Entradas al Hermitage: 32,52€
- Entradas a Peterhof: 25,95€
- Otras entradas: 111,50€
Tanto en San Petersburgo, como en Moscú, adquirimos unas CityPass de tres días en cada ciudad antes de ir. Se pueden adquirir en Musement. También antes de viajar, adquirimos on line las entradas al Hermitage y a los Jardines de Peterhof para evitar colas. Y luego, tuvimos que comprar allí las entradas al Palacio de Catalina en San Petersburgo, a la Armería del Kremlim, al Museo de la Cosmonáutica y al Kremlin de Súzdal.
El gasto en entradas es el gasto más cuantioso de un viaje a Rusia. Las entradas son caras si lo comparas al coste del resto de partidas del presupuesto. También comprar on line las entradas salen más caras que comprarlas en taquilla, pero si vas en temporada alta, como nosotros, merece la pena pagar el sobre coste, porque las colas son inmensas en verano, y es fácil perder una hora en cada cola de los sitios turísticos más importantes.
Otros gastos
- Seguro de viaje: 197,69€
- Visados más cartas de invitación: 224€
- Tarjetas Holafly: 50€
- Otros gastos: 44,40€
En este apartado incluimos el gasto en visado, que ya en otro post os expliqué cómo sacarlo, el gasto de seguro que es obligatorio para poder sacar el visado, así como gastos pequeños en el destino como en taquillas para dejar las maletas, o la entrada a baños públicos, que tiene coste. También para poder estar conectados, adquirimos un par de tarjetas de Holafly de 10 días. Adquirimos dos porque no permiten compartir datos.
Deja una respuesta