Si no fuera por nuestra visita a Sintra, la escapada a Portugal que hicimos en enero, en pleno invierno, no habría tenido ningún sentido. Al contrario que Cascais y Estoril, Sintra, que es Patrimonio de la Humanidad, nos sorprendió gratamente. En este post te voy a contar todo lo que puedes ver en esta bonita ciudad.
Al llegar a la ciudad, lo primero que hicimos fue buscar la oficina de Turismo para hacernos con un planito y ver dónde estaban situados los puntos que queríamos visitar: Palacio da Pena, Castelo dos Mouros, Palacio de Monserrate, Quinta de Regaleira, Palacio Nacional de Sintra, Convento dos Capuchos.
Contenidos del post
Qué ver en Sintra
PALACIO DA PENA
Nuestra primera parada sería el Palacio da Pena. Está bastante alejado del centro de la ciudad (andando se puede tardar unos 50 minutos y subiendo cuestas). Para llegar hasta él es mejor hacerlo en autobús (aunque no sé qué número) o en coche. Nosotros cómo íbamos con coche, llegamos mediante esta opción.
Se suelen formar grandes colas, así que es aconsejable ir a primera hora de la mañana. Nosotros llegamos 20 minutos antes de que abrieran y pudimos aparcar casi en la puerta. Su horario de apertura es de 9.45-18.45 horas en temporada alta y de 10.00-16.15 horas en temporada baja.
Hay dos tipos de entrada: una conjunta (17 €) que sirve para ver todos los palacios, excepto la Quinta da Regaleira y el Palacio Nacional de Sintra, y la individual (7€). Si se piensa visitar todo, sale mucho más a cuenta. Además, la entrada conjunta tiene una validez de un mes. Nosotros cogimos la conjunta.
Desde que entras hasta llegar al Palacio hay una pequeña caminata cuesta arriba de unos 10 minutos en los que se pasea por el Parque da Pena. Si no se quiere subir andando hay unos pequeños autobuses que recorren ese tramo que cuestan creo 1,5 € cada trayecto. Nosotros optamos por ir andando.
El Palacio da Pena es un bonito palacio mandado construir en el siglo XIX por el rey Fernando II de Portugal. Este edificio conjuga diferentes estilos arquitectónicos: neomanuelino, neogótico, neorenacentista… Anteriormente fue un monasterio de los jerónimos que se llamaba Nossa Senhora da Pena (Nuestra Señora de la Peña, porque está en un cerro).
En su interior, donde no se permite hacer fotos ni grabar vídeos (de hecho, te hacen guardar la cámara al entrar, así que ni de estrangis pude hacer ni una sola foto), hay varias salas decoradas de forma variada, según el gusto de los monarcas que lo habitaron.
A los pies del Palacio, se encuentra el Parque da Pena, que nosotros no visitamos porque nada más salir, comenzó a llover y la verdad es que no apetecía dar vueltas por el parque.
QUINTA DA REGALEIRA
De allí nos dirigimos a la Quinta da Regaleira que se encuentra en el casco histórico. La Quinta alberga un bonito parque muy misterioso y un pequeño palacio. La entrada cuesta 4 €. Decía que es un sitio misterioso porque está relacionado, o más bien dedicado al culto masónico. En el interior del parque hay pasadizos, grutas, cavernas conectadas con el palacio y una pequeña capilla que hay próxima al mismo.
Como seguía lloviendo, decidimos primero entrar en el palacio con la esperanza de que mientras tanto dejara de llover y así poder recorrer el misterioso parque. Aunque sus orígenes hay que buscarlos a finales del siglo XVII, es realmente a principios del siglo XX cuando consigue el aspecto actual que tiene. En este palacio también se mezclan diversos estilos arquitectónicos.
Lleva el nombre de Regaleira por unos antiguos propietarios, los Barones de Regaleira. Pero el artífice de que está dedicada al culto masónico fue su último propietario, antes de que se convirtiera en un monumento público: Carvalho Monteiro.
Cuando salimos seguía lloviendo a mares. Pero aun así intentamos adentrarnos en el jardín para ver lo que escondía… Sin embargo, cada vez llovía más y más y nos estábamos calando de tal manera que desistimos de nuestra investigación y optamos por dejarlo e ir a comer. Nos quedamos con ganas de ver el pozo iniciático, que es una especie de torre invertida hacia el centro de la tierra y desde donde surgen grutas laberínticas que llevan por todo el parque.
Tras dar una vuelta, optamos por entrar en el restaurante Páteo de Garret, que está en una cuesta que sube hacia el Castelo dos Mouros.
CASTELO DOS MOUROS
Al terminar de comer, nos dirigimos al Castelo dos Mouros (horario de apertura en temporada baja: 10.00-17.00 horas, y en temporada alta: 9.30-19.00 horas), una fortificación militar del siglo IX, época en la que la zona estaba bajo dominio musulmán. Para llegar hasta el Castelo, es mejor ir en coche porque está también bastante alejado del centro histórico, a unos 45 minutos andando (queda un poco antes de llegar al Palacio da Pena).
Una vez que llegas a las taquillas, aún hay que recorrer un largo camino cuesta arriba de unos 10 minutos para alcanzar el castillo. Por el camino, te encuentras con varios puntos de interés: los restos de la Iglesia de San Pedro de Canaferrin, unos silos (que se usaban como almacenaje de cereales), y unas cisternas (donde se almacenaba el agua pluvial).
De la antigua alcazaba árabe tan solo quedan las murallas y poco más. Esta zona es bastante inaccesible para personas con movilidad reducida o niños en carritos. Pero aunque no hay gran cosa que ver porque está bastante derruido, lo mejor son las vistas que se tienen de toda Sintra, por lo que merece la pena llegar hasta aquí.
Tras hacer muchas fotos de las preciosas vistas que se podían disfrutar desde las alturas, decidimos ir al Convento dos Capuchos.
CONVENTO DOS CAPUCHOS
Este es el monumento que está más lejos del centro histórico. Se requiere ir en coche porque está a unos 20 minutos, a 9 kilómetros del centro. Se trata del Convento de Santa Cruz de la Sierra de Sintra, construido a mediados del siglo XVI. En él habitaron frailes de la orden de San Francisco de Asís.
Precisamente por estar tan lejos y al ser temporada baja, que cierran pronto no conseguimos llegar a tiempo. Para llegar al convento hay que ir por una carretera estrecha de un carril por sentido. Apenas hay indicaciones para llegar, por lo que nos costó encontrarlo. Cuando finalmente llegamos, acababan de cerrar. Su horario de apertura en temporada baja es de 10.00-17.00 horas, y en temporada alta de 9.30-19.00 horas.
CASCO HISTÓRICO
Entonces volvimos al centro de la ciudad, pero ya todos los monumentos estaban cerrados. Eran más de las cinco y empezaba a anochecer. Aun así, decidimos dar un pequeño paseo por el casco histórico y callejear antes de regresar al hotel.
Antes de volver al hotel, como donde nos alojábamos no había nada que hacer en los alrededores, decidimos parar en un centro comercial que estaba próximo para pasar las últimas horas del día y cenar ya allí. Aunque no era muy portugués, terminamos cenando en un Kentucky.
Al día siguiente ya nos volvíamos para Madrid, pero por la mañana decidimos volver a Sintra para terminar de ver algunas cosas que nos quedaban: el Palacio Nacional de Sintra, el Palacio de Monserrate y si aún daba tiempo, volveríamos a la Quinta da Regaleira para visitar el pozo iniciático.
PALACIO NACIONAL DE SINTRA
Nada más llegar a Sintra fuimos a visitar este Palacio. La entrada no está incluida en la entrada conjunta que compramos el día anterior, pero tuvimos suerte y no tuvimos que pagar nada porque los domingos es gratuito.
Está en el centro de Sintra. Está caracterizado por dos enormes chimeneas blancas. Fue construido en dos fases, entre el siglo XV y el XVI. Al igual que otros palacios de la ciudad, conjuga diferentes estilos arquitectónicos: manuelino, medieval, gótico, renacentista…
Aparte de las chimeneas cónicas, lo más destacable del palacio son sus mosaicos mudéjares de azulejos.
PALACIO DE MONSERRATE
Al salir volvimos a coger el coche y nos dirigimos al Palacio de Monserrate. Está bastante alejado del centro, a unos 45 minutos andando. Su nombre tiene su origen en una pequeña ermita del siglo XVI. A mediados del siglo XIX se convirtió en residencia de verano de un comerciante inglés: sir Francis Cook, que se construyó un palacete de estilo oriental. Al igual que en el Palacio da Pena, en su interior no se pueden hacer fotos.
Pero sin duda lo más bonito de este sitio es su jardín botánico. Y es que Cook también mandó plantar un jardín con plantas exóticas. Son 33 hectáreas que alberga especies de muchas partes del mundo, como la zona dedicada a México con palmeras y otras plantas. Asimismo está el llamado Jardín de Japón con bambúes y camelios. También encontramos una rosaleda y un llamado valle de los helechos, e incluso un laguito y unas cascadas, así como las ruinas de una capilla.
Cuando salimos de allí, ya era la hora de comer. Así que nos dirigimos de nuevo al casco histórico para buscar donde comer. Comimos en el Restaurante Alcobaça, que se encuentra en esta calle que sale de la plaza donde se ubica el Palacio Nacional de Sintra.
Tras la comida, ya era tiempo de volver a Madrid. Teníamos unos cuantos kilómetros hasta llegar a casa. Pero antes entramos a comprar unos dulces típicos para tomar y para llevar en una mítica pastelería: Constancia Periquita. Se ubica en la misma calle del restaurante. Es la más antigua de Sintra y fabrica los dulces típicos de la ciudad: Queijadas, que están realmente deliciosos.
Finalmente como ya era tarde, no pudimos volver a entrar en la Quinta da Regaleira. Así que descubrir los misterios de su jardín quedarán para otra ocasión.
Información adicional:
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Me ha encantado el Palacio da Pena, parece el decorado de una peli jejeje. Seguiré la pista por donde comen y duermen los loc@s por los viajes ;)<br />Saludoss¡¡
La verdad es que Sintra es como una ciudad de cuento, muy buena etapa y con muchos datos útiles!!!! Me parece genial la idea de los restaurantes y hoteles, le seguiré!!!! 😉
Como dice Babyboom, es de cuento. Nosotros sólo estuvimos en la Quinta da Regaleira, que nos encantó, al igual que todo el pueblo.
Lo que mas me impactó fue la Quinta da Regaleira y el Palacio da Pena parece que entras en otro mundo.<br />Saludos
Jo, que buena pinta tiene Sintra!!. Me la perdí cuando estuve en Lisboa pero ahora sé que tengo que volver por la zona para admirar esta belleza.<br />Preciosas fotos M.C.<br />Un abrazo
<b>Dany</b>, el Palacio da Pena es una auténtica preciosidad!! Es lo que mas nos gustó de Sintra.
<b>Babyboom</b>, me alegro de que te guste la idea de los restaurantes y hoteles.
<b>Artabria</b>, pues como le he dicho a Dany, el Palacio da Pena fue lo que más nos gustó… Tal vez si no hubiera llovido tanto cuando fuimos a la Quinta, nos habría gustado más ese sitio.<br />Saludos
<b>M. Eugenia</b>, fue una pena que no pudiéramos disfrutar de la Quinta por culpa de la lluvia, porque la verdad es que todo el mundo habla muy bien de ese sitio.<br />saludos
<b>Fran</b>, pues ya sabes, una nueva visita a esa zona!!! jejeje Pero no hagas como nosotros, tenéis que ir cuando haga bueno, para acercaros también Cascais y Estoril.<br />Un abrazo
Hola Carmen!<br />Sintra nos encantó! El Palacio Nacional es, para mi al menos lo más auténtico, especialmente porque no tenemos en la península muchos ejemplos tan espectaculares como este de palacio renacentista.<br /><br />El da Penha… realmente combina sueño y pesadilla (sobre todo la fachada), su interior nos fascinó.<br /><br />Y la Quinta… realmente merece la pena la entrada. <br /><br
Ya puestos podríais haberos dado una vuelta por la playa de Colares, que queda cerca, o haber hecho el trayecto hasta Cabo da Roca. Aún así habéis visto más Sintra que la mayoría de los visitantes.
Incluso para mi que soy guía oficial de Portugal me da mucho gusto ler lo que los bloggers escriben sobre mi pais y en este caso sobre el hermoso Pueblo de Sintra. Me encanta saber aquello que más os gustó y el por qué para que pueda transmitirlo a mis clientes y dar outro enfasis a detalles en las calles o en monumentos que ya por estar acostumbrado no doy la atención merecida. Felicidades a sus
Tuvisteis suerte de acercaros en coche al Palacio da Pena. Nosotros lo hicimos en autobús y terminó el trayecto con el aplauso de todos los pasajeros.En el recorrido nos mirábamos unos a otros bien agarrados y sujetos a donde podíamos. Fue a una velocidad exagerada y los retrovisores pasaban a centímetros de las pareces en las curvas. Quedó como anécdota pero entonces no sabíamos cómo
La verdad es que Sintra es una visita obliigada para quien haga un viaje a Lisboa o a sus alrededores. A mi lo que mas me gusto de sintra, fue la Quinta da Regaleira y el Palacio Da Pena El aspécto tétrico de Regaleira es escalofriante y las cuevas que puedes ir descubriendo con la unica ayuda del la luz del movil son espectaculares.