En nuestro último viaje del año, coincidiendo con el puente de la Constitución y la Inmaculada, decidimos viajar a Portugal durante casi cuatro días, pues hacía ya ocho años de nuestra última vez en el país vecino (y no habíamos estado con la peque viajera), y para el puente ya estaba todo muy caro para volar a alguna ciudad europea con mercadillos navideños, por lo que optamos por coger nuestro coche y recorrer Lisboa y alrededores en cuatro días en busca de ambiente navideño y ver cómo se engalana Portugal en Navidad.
Este viaje fue el más improvisado que hemos hecho hasta la fecha porque casi hasta el último momento no supimos que nos podríamos ir. De hecho, antes de salir de casa, solo teníamos reservado un hotel, pero no para la primera noche, que reservamos por el camino. Teníamos claro que queríamos ver ambientillo navideño, por lo que busqué qué se podía hacer en Lisboa y alrededores, y es así cómo decidimos la ruta solo un par de días antes de salir.
Contenidos del post
Ruta
Este viaje lo hicimos en los días de puente que teníamos en Madrid.
Día 0
Salimos de Madrid después de trabajar. Dedicamos la tarde a llegar hasta donde dormiríamos esa primera noche, cerca de Óbidos. En concreto dormimos en Caldas da Rainha. El hotel lo reservamos sobre la marcha, de camino hacia Portugal.
Día 1: Óbidos
Día dedicado a visitar Óbidos, un pequeño pueblo medieval, amurallado, que cada año, desde finales de noviembre y hasta Reyes aproximadamente instala su Vila do Natal a los pies del castillo. El pueblo en sí bien merece una visita porque es muy bonito, y está solo a poco más de una hora de Lisboa, pero nosotros decidimos visitarlo precisamente por su Vila do Natal.
La Vila do Natal es un espacio que está cuidado al detalle, pues la decoración es fantástica. También hay atracciones para los niños que están muy bien y varios espectáculos. Para acceder a Vila do Natal hay que pagar una pequeña entrada (si solo es al recinto: 5€ los niños y 7€ los adultos, y si incluye montar en la noria gigante: 6€ los niños y 8€ los adultos. También hay un tipo de entrada familiar).
Los espectáculos y gran parte de las atracciones son gratuitos y están incluidos en la entrada, aunque hay otras atracciones más como la pista de patinaje sobre hielo que se paga aparte. Aún así, solo con las atracciones gratuitas, ya hay diversión asegurada.
En Vila do Natal es posible conocer a Papá Noel, en una pequeña caseta que hay instalada. Dicen que es bastante auténtico, con barba de verdad y no de pega. La cola es grande, pero como nosotros ya le hemos visto en dos ocasiones en Laponia (en su casa en Joulukka y en su oficina en Santa Claus Village), pasamos de entrar a verle.
Esa noche dormimos ya cerca de Sintra, que es donde estaría nuestro hotel para el resto de la estancia, y el único que teníamos reservado antes de salir de viaje.
¿Dónde aparcar en Óbidos? Nosotros lo dejamos junto a la Oficina de Turismo que está antes de entrar en la zona amurallada. Ahí hay una zona muy amplia de aparcamiento, pero es de pago con parquímetros. Echas las monedas en función del tiempo que calcules que vas a estar.
Día 2: Sintra
Nos levantamos pronto y nos dirigimos a Sintra antes de que estén abiertas las atracciones turísticas. Nuestra intención es visitar el Palacio da Pena, el principal sitio de interés turístico de la ciudad, en primer lugar. Y aunque llegamos antes de que abran, cuando llegamos hay una cola monumental y no encontramos donde dejar el coche en las proximidades del palacio.
Hace 8 años que estuvimos en Sintra y entonces casi visitamos en soledad el Palacio. Como ya lo conocemos, desistimos de su visita y vamos a otro lugar que en nuestra anterior visita lo vimos un poco por encima porque cuando estuvimos nos estuvo lloviendo a mares. Vamos a la Quinta da Regaleira. Afortunadamente no nos cuesta mucho aparcar, y aunque hay algo de cola, no es como en el Palacio da Pena.
La Quinta da Regaleira es un lugar que nos parece muy divertido para visitar con niños, en especial el Pozo Iniciático, que tiene cierto aire de misterio. Aquí pasamos la mañana, porque hay un montón de rincones que ver, hasta la hora de comer.
Tras la comida, vamos a ver el Reino do Natal, que se ubica en el parque da Liberdade, y que está abierto del 1 al 23 de diciembre.
La entrada es totalmente gratuita y las actividades que hay dentro también son gratuitas. El parque está bonito decorado, aunque para mi gusto, mucho más bonito Óbidos. Entre las actividades: hacer postales navideñas, bolas para el árbol, collares y pulseras con botones… También hay pintacaras y castillos hinchables.
Incluso se puede visitar a Papá Noel, pero tampoco esperamos la cola para verle, por lasa mismas razones que no la esperamos en Óbidos. Aquí en Portugal Papá Noel es Pai do Natal.
Luego junto al Palacio Nacional de Sintra, instalan una pista de patinaje, que no de hielo, aunque lo parece, y un tiovivo, que sí que tiene coste. Y el día que estuvimos nosotros había también un coro cantando. Forma parte del programa navideño que hay en Sintra.
¿Dónde aparcar en Sintra? El aparcamiento en Sintra está realmente difícil. La mejor opción, si hay mucha gente es buscar aparcamiento cerca del parque da Liberdade y moverse en transporte público. Junto al Palacio da Pena, hay aparcamiento disponible, pero es pequeño, y nosotros lo encontramos llenísimo esta vez (no así, cuando estuvimos hace 8 años). Junto a la Quinta da Regaleira, hay zona de pago con parquímetros, pero es pequeña. Nosotros tuvimos suerte y justo encontramos un sitio porque se iba un coche. Y para ver el Reino do Natal, aparcamos junto al parque da Liberdade. Es zona también con parquímetros.
Día 3: Lisboa
Este día lo dedicaríamos por completo a visitar Lisboa. Semanas antes de viajar habíamos visto mucha publicidad de un sitio cerca de Lisboa, Capital do Natal, que se presentaba como el mejor parque del mundo donde se podría sentir Laponia en Portugal. Sin embargo, días antes de salir de viaje, leímos malísimas críticas de este sitio: era caro para lo que ofrecía y nada tenía que ver con Laponia, porque todo era sumamente cutre. Así que descartamos visitar este sitio.
El día lo comenzamos con una actividad que se ha puesto muy de moda en Lisboa en los últimos cuatro o cinco años y que cuando estuvimos la anterior vez ni existía (nuestra primera vez en la capital portuguesa fue hace casi 12 años). Contratamos un tour por el casco viejo en tuk tuk. Nos pareció que a la peque podría gustarle esa forma de movernos por Lisboa. Además, teniendo en cuenta la cantidad de cuestas que hay, sobre todo en el Alfama y Barrio Alto, fue una idea fabulosa recorrer en tuk tuk esa zona.
Hay cientos de tuk tuk en Lisboa, y puedes contratar tu tour sobre la marcha en la parada que hay en Rua Augusta, muy cerca del arco de Augusta. Sin embargo, nosotros lo llevamos reservado porque preferimos contratarlo a través de Airbnb, que además de reservar alojamientos, tiene una opción que es reservar “Experiencias”. Lo hicimos así porque contábamos con un vale descuento y nos salió muy bien de precio. Dos horas de tour solo para nosotros tres costó 30€. Sin el vale, nos habría costado 105€.
Si te registras por primera vez en la plataforma a través de nuestro enlace, te dan hasta 34€ para poder reservar con descuento tu alojamiento o tu experiencia por primera vez.
Como ya conocíamos Lisboa, tras el tour en tuk tuk, nos dedicamos a buscar rincones que había visto en Instagram que son nuevos y que están chulos para fotos, o que la otra vez no estaban abiertos al públicos. Así que nuestra ruta quedó así:
✔ Mural de graffitti dedicado al fado en Escandinhas de Sao Cristóvão (escaleras de San Cristobal). Es de esos rincones muy instagramables.
✔ Rua da Conceiçao: Esta calle de la Baixa conecta la Rua Madalena con la Rua Nova Do Almada. En ella nos encontraremos pasando al famoso tranvía 28, por lo que se pueden conseguir unas lindas fotos de la calle que tiene tiendecitas muy monas con azulejos en su exterior.
✔ Subir al arco de Rua Augusta: la otra vez no estaba habilitado para visitas. Están chulas las vistas y solo cuesta 3€, también los niños a partir de 5 años pagan lo mismo. Se sube un tramo en ascensor, y la última parte por escaleras estrechas, pero no son muchas.
✔ La “Pink Street” que es como se denomina a la calle Rua Nova do Carvalho, que se caracteriza por tener el suelo pintado de rosa. Es además, epicentro de la vida nocturna lisboeta.
Tras visitar estos rincones, decidimos que había llegado el momento de disfrutar del ambiente navideño de Lisboa. Así que esta es la ruta que hicimos:
✔ Praça do Comercio: donde encontramos un enorme árbol de Navidad.
✔ Rua Augusta: decorada con un montón de luces navideñas. Al ser domingo, en medio del puente, estaba repleta de gente y costaba andar por ella.
✔ Praça do Rossio: Instalan un gran mercado navideño, que nos recordó al que pudimos ver en Edimburgo o Fráncfort años atrás. Venden incluso vino caliente. Lo único es que Lisboa goza de unas temperaturas muy suaves, en comparación con estas ciudades y parece que no apetece tomarlo. También venden cosas de artesanía y de decoración navideña.
✔ De allí, decidimos ir al parque Eduardo VII, donde está instalado Wonderland Lisboa, que se instala en el período navideño con atracciones como una noria gigante, un tiovivo, una pista de hielo y casetas con artesanías y puestos para comer. Para llegar hasta allí, como habíamos andado ya mucho, cogimos un coche Uber que por 4,25€ nos llevó hasta el parque desde Rossio en poco tiempo.
¿Dónde aparcar en Lisboa? Hay numerosos aparcamientos, pero algunos realmente caros. Llevaba anotado uno que era barato, que leí en el blog de Trotajoches, y que está junto al puente del 25 de abril. Pero nosotros nos arriesgamos a buscar aparcamiento cerca del punto de encuentro del comienzo de la excursión, que era la plaza de Martin Foiz. A unos 10 minutos andando de esta plaza, aparcamos en una zona de parquímetros, pero no tuvimos que pagar nada porque los domingos es gratis y no hay que pagar nada.
DÍA 4: Belém
En este día ya regresábamos a casa. Pero antes de emprender el camino de vuelta, decidimos hacer un par de visitas e ir primero a Belém para ver la Torre de Belém. Aparcamos a unos 10 minutos de la torre. Al ser lunes, no pudimos visitarla porque estaba cerrada, así que nos limitamos a hacernos unas fotos.
Luego nos dirigimos al mirador de Cristo Rei, la figura enorme de un Cristo que se construyó para imitar a la que hay en Río de Janeiro. Desde allí hay unas vistas preciosas de Lisboa. La visita al mirador es gratuita. Otra cosa es que quieras subir al mirador que está donde el cristo. Nosotros pasamos de hacerlo porque había cola y no queríamos entretenernos más. De todos modos, creemos que las vistas no son muy diferentes al mirador.
Alojamiento
Escogimos dos bases para la escapada:
- Hotel Cristal Caldas, ubicado en la localidad de Caldas da Reinha, que está a unos 10 minutos de Óbidos. Escogimos este hotel porque no encontramos nada a precio asequible en Óbidos, pues justo lo reservamos yendo de camino a través de la web de Centraldereservas. El precio de una noche fue de 56,59€ la habitación triple con desayuno incluido, un precio fabuloso teniendo en cuenta que lo cogimos la misma tarde de llegada. La habitación era amplia, con una cama de matrimonio grande y otra pequeña. El desayuno es buffet, bastante completo. La única pega es que el aire acondicionado para caldear la habitación hacía mucho ruido y no terminaba de calentar demasiado. Pero por lo demás, un hotel recomendable. Si te registras a través de este enlace, te dan 10€ para tu próxima reserva.
- Hotel Ibis Lisboa Sintra: Escogimos este hotel por su precio y por su ubicación, a medio camino entre Lisboa y Sintra, aunque más próximo a esta última ciudad. La habitación doble con cama supletoria y desayuno incluido, con cancelación gratuita hasta el mismo día de entrada a las 18.00 horas, costó para 3 noches: 207,40€. Nos gustan mucho los Ibis porque sabes lo que te vas a encontrar. La habitación era grande y muy limpia, como suele pasar con los Ibis. El desayuno nos pareció fabuloso. Es tipo buffet y con muchas opciones: desde zumo natural, pasando por tostadas con tomate, e incluso tienen “pasteis de nata”, típicos lisboetas.
Transporte
Nosotros nos movimos en nuestro propio coche. También por esa razón escogimos los alojamientos que escogimos. El trayecto desde Madrid no es excesivamente largo, entre 5 horas y media y 6 horas (hay lugares en España que si vamos en coche, tardamos mucho más como Cádiz o Girona).
En Portugal, una vez que pasas la frontera, suele haber bastante autovías de peaje. La gasolina y el gasoil son más caros que en España. Así que es recomendable llenar el depósito antes de cruzar la frontera. Una opción de encontrar combustible barato es recurrir a la gasolineras de Auchan. Nosotros para regresar, echamos gasoil justo en una de Auchan que estaba al lado del hotel Ibis. El precio en esa gasolinera era similar al que podemos encontrar en gasolineras normales (no low costs, ni de supermercados).
Si viajas en avión, otra opción posible es alquilarte un coche para recorrer la zona. Para recorrer Lisboa, no precisas coche. Y para ir a Sintra, puedes ir también en transporte público porque hay trenes que conectan la capital con Sintra. Otra cosa es para ir a Óbidos, que al estar más alejado, no sé yo qué tal será la combinación en transporte público.
Dónde comer
Nosotros llevábamos anotados algunos restaurantes que nos habían recomendado, pero al final terminamos comiendo donde nos pillaba más a mano. Solíamos consultar Google y ver las opiniones de la gente para decidir.
El bacalao desalado es el alimento estrella de la cocina portuguesa y te lo encuentras cocinado de muy diferentes formas: desde buñuelos hasta guisado de diferentes formas. Las nuestras favoritas son el bacalao con nata y también à bras. Ambas opciones son deliciosas.
En Óbidos, comimos dentro de la Vila do Natal que tiene muchos puestecitos con comida rápida como hambuguesas, bifanas (bocadillo típico de la zona de Oporto con carne de cerdo, y que a nosotros nos encanta), nuggets, sopas y cremas. El precio es bastante aceptable. Nosotros comimos unos menús con bifana, que incluían crema, una bifana, un pasteis de nata, bebida y un chupito de café por 7,50€ cada menú. También tenían menú de niños por 5,50€ con hamburguesa, patatas fritas tipo chips y una bolsa de conguitos.
Cerca del Ibis Lisboa Sintra, cenamos una noche muy bien y a muy buen precio, en el Solar de Sao Carlos, en la rua Dr. Sousa Martins, 50, en Algueirao Mem Martins. Tiene menús, incluso por la noche, con primero, segundo, postre, bebida y chupito de café entre 8,50€ y los 12€. Son platos abundantes y muy ricos, y todos caseros.
En Sintra comimos en el Bacalhau na Vila, en pleno centro de Sintra. Tiene platos en plan tapas, donde la especialidad es el bacalao en diferentes versiones. Lo que más nos gustó fue su bacalhau à bras, su patinescas de bacalhau (que son una especie de tortillitas pequeñas) y sus buñuelos de bacalao. El precio es más elevado que en el caso anterior, y si te pides varias tapas, que tienes versión pequeña y un poco más grande, la cuenta puede alcanzar los 15-20€ por persona.
En Lisboa de los sitios que probamos, nos gustó O Sopinha, en Rua da Madalena, 50, que está muy cerca de la catedral La Sé y tiene platos típicos de la cocina portuguesa. Recomendamos ir temprano porque se llena. Nosotros llegamos sobre las 13.00 horas y había sitio de sobra, pero al poco rato estaba lleno. Su bacalao con nata está de muerte. También muy ricos sus arroces caldosos. La cuenta en este caso, sin postre, solo con un plato cada uno y una ensalada, más bebida, ascendió a los 43€.
Presupuesto
Aunque nos ha parecido que Portugal ya no es tan barato como cuando estuvimos la primera vez, sigue siendo un destino más económico que otros en Europa. Saliendo del centro del Lisboa o de las ciudades emblemáticas, puedes encontrar alojamientos a muy buen precio. Comer suele ser también ligeramente más barato que en España.
En esta ocasión no nos hemos gastado mucho en entradas, porque hemos hecho pocas visitas turísticas en sí, que es lo que muchas veces encarecen los presupuestos. Lo más caro de lo que hemos hecho ha sido montar en tuk tuk, que aunque nosotros ya lo habíamos usado en Tailandia y en Camboya, la peque viajera no había montado nunca en uno, y por eso quisimos probarlo.
- Alojamiento: 263,99 €.
- Comida: 264,75€
- Entradas y excursiones: 95€.
- Transporte (gasolina, aparcamiento y peajes): 112,95€
Portugal con niños
Por su cercanía, nos parece un destino cómodo y fácil que visitar con niños. Además, no hace falta saber portugués ni ningún idioma, porque se puede comunicar uno en español. Muchos portugueses, de los que trabajan de cara al turista, lo hablan y si no lo hablasen, resulta fácil comunicarse en español.
Óbidos nos ha parecido un pueblecito de cuento y que tiene muy bien montado el tema de la Navidad. El suelo esta empedrado en la zona que queda dentro de las murallas, por lo que puede resultar complicado moverse con sillita de niños pequeños. Aún así, en caso de ir con silla, es posible, y además, para acceder a Vila do Natal, tienen acondicionado un paso para personas con movilidad reducida.
En el caso de Sintra, también nos parece una buena opción para niños, en especial su Quinta da Regaleira, que parece un parque ideal para descubrirlo jugando. Su Reino do Natal es algo más cutrecillo que lo de Óbidos, pero a su favor tiene que es gratuito. Se puede utilizar la silla infantil, pero nos parece más cómodo recorrer Sintra con mochila portabebé.
En cuanto a Lisboa, es una ciudad con muchas cuestas, con aceras pequeñas, por lo que visitarla con niños pequeños y sillita puede resultar complicado e incómodo. Además, gran parte del suelo está adoquinado, lo que complica aún más andar, sobre todo si hay niebla o ha llovido porque el suelo se vuelve algo resbaladizo. Pero una opción buena y divertida es descubrirla con tuk tuk como hicimos nosotros.
Su parque Wonderland Lisboa nos ha parecido que está muy chulo, aunque nos encontramos con que había enormes colas para poder montar en la noria, un tiovivo o un trenecito, e incluso para la pista de patinaje. Si no es Navidad, el parque de Marqués de Pombal es un buen lugar para que los niños puedan esparcirse y jugar.
Nos faltó tiempo para poder ir al Oceanário de Lisboa, que dicen que es uno de los más grandes de Europa y que, al parecer está muy bien.
En esta ocasión, al contrario que otras, no hice un pasaporte lúdico, por falta de tiempo. Ya comenté que organizamos muy a última hora esta última escapada del año. Los amigos de El Mundo con peques tienen uno que está fenomenal justo de esta zona que ellos visitaron también el año pasado.
Otros planes en Lisboa y alrededores con niños
✔ Montar en el tranvía 28 para recorrer el Bairro Alto, Alfama, Chiado yGraça. Este tranvía es de los antiguos, de color amarillo, pero no por ello es más caro que cualquier otro tranvía de la ciudad. El problema es que es muy turístico y suele haber bastante gente. Un buen lugar para cogerlo es la plaza de Martim Foniz y lo mejor es cogerlo a primera hora del día, sobre las 8.00 horas, o ya a última, sobre las 20.00 horas. Otra opción alternativa es pillar el tranvía 12 que también es antiguo y hace un recorrido entre la zona de la Plaza Martim Moniz, el barrio de Graça, la Catedral de Lisboa y finaliza en la Praça da Figueira. Luego hay unos tranvías turísticos, que son de color rojo, pero el precio es más elevado. Creo que en torno a 20-25€ el billete para todo el día.
✔ Montar en elevadores: son como funiculares. Dadas las cuestas que hay en la ciudad, hay varios, que se parecen a los tranvías antiguos amarillos, para salvar los desniveles: el de Lavra, Bica y Glória. También es popular el de Santa Justa, que es más bien un pintoresco ascensor.
✔ Parque das Naçoes: es una zona de Lisboa, a orillas del río Tajo, y donde se encuentra el Oceanário, así como un museo peculiar e interesante para ir con niños: el Pabellón del Conocimiento (Ciencia Viva). También hay zonas de juego para niños y hasta un teleférico para recorrer el parque.
✔ Tomarse un ‘pasteis de nata’ en la fábrica de los ‘Pasteis de Belém’, que está justo al lado del Monasterio de los Jerónimos, que es donde nacieron.
✔ Castelo de Sao Jorge en Lisboa y Castelo dos Mouros en Sintra: los castillos son siempre una apuesta segura con niños. Si visitas el de Sintra, puede ser toda una aventura para ellos, porque se sube a los muros del castillo, aunque eso sí, la visita es bastante inaccesible para ir con carrito.
✔ Kidzania: es como una ciudad en pequeñito en donde los niños pueden jugar a ser mayores y desempeñar diferentes trabajos de adultos.
✔ Entrar en el Palacio da Pena en Sintra: es uno de los palacios más bonitos que hemos visto nunca, sobre todo por el impresionante colorido que tiene.
¡¡Puedes ver nuestra aventura al completo en las stories destacadas de Instagram!!
Gracias por compartir esta experiencia tan maravillosa en Portugal. Excelente artículo y sin duda un viaje único y maravilloso.