Creta es la mayor isla de Grecia y la quinta más grande de todo el Mediterráneo. Además, es el lugar de origen de la civilización minoica, una de las más antiguas de las que se tienen registro en Europa. Y en su capital se asienta, lo más representativo de esta civilización: el Palacio de Cnossos. Por si no fuera de suficiente interés, tiene unas playas espectacularmente bonitas que nada tienen que envidiar al Caribe. Por todo eso, decidimos pasar 3 días en la isla de Creta durante nuestro viaje por Grecia y recorrerla con coche de alquiler.
Contenidos del post
Tres días en Creta
Cómo llegar
Hay dos formas de llegar a la isla: por avión o por ferry.
En el caso de que elijas el avión (mira en Skyscanner), Creta cuenta con tres aeropuertos: el de Heraklion, el de Chania y uno pequeño que recibe solo vuelos domésticos en Sitia. Desde España, hay vuelos directos al aeropuerto de Heraklio desde Madrid y desde Barcelona, aunque también hay mucha gente que hace escala en Atenas. Desde la capital hay vuelos baratos a Creta. Nosotros lo estuvimos contemplando, pero al final nos decidimos por el ferry.
Optamos por el ferry porque desde Atenas, desde el puerto de El Pireo, salen ferries por la noche, con lo que te ahorras una noche de alojamiento.
Desde el puerto de El Pireo salen barcos a Heraklio, Chania y Rethimnon. Nosotros cogimos la opción de Heraklio con la compañía Minoan Lines. El trayecto dura poco unas ocho horas y media. Hay varias compañías que cubren el trayecto de Atenas a Creta: Anek Lines, Superfast y Blue Horizon, además de Minoan Lines.
En el caso de Minoan Lines, puedes viajar en cubierta, que es lo más barato -pero lo más incómodo-, en asiento reclinable, en camarote compartido o en camarote privado. Aunque sube algo, nosotros preferimos el privado. Para dos adultos y una niña de 4 años, los billetes nos costaron 165 euros. El viaje en el ferry nos recordó al crucero que hicimos por las Antillas.
Al viajar en camarote privado, no tuvimos que bajar del barco nada más llegar a Creta, que eran las 6.30 horas, sino que nos daban la opción de quedarnos hasta las 8.00 horas. Y eso hicimos porque tampoco tan temprano podíamos hacer nada por la isla. Además, que teníamos que coger primero el coche de alquiler y a las 6.30 horas aún no estaba abierta la oficina.
Cómo moverse en Creta
Como ya decíamos, Creta es una isla muy grande, y tres días como estuvimos nosotros se hacen de verdad insuficientes. Pero si no dispones de más tiempo (y es que en Grecia hay tantos sitios chulos que merece la pena visitar, que seguro que te costará decidirte), en tres días puedes ver lo más básico.
Nuestro recorrido por la isla comienza yendo a por nuestro coche de alquiler. Una vez más decidimos confiar en Goldcar. Hasta ahora las experiencias han sido muy buenas con esta empresa (y no lo decimos porque hayamos establecido una colaboración con ellos): alquiler a buen precio, coches muy nuevos con pocos kilómetros y gestiones muy rápidas durante la recogida y la devolución del coche.
La oficina de Goldcar es la que se supone que está en el aeropuerto de Heraklio. Y digo que se supone porque es el nombre que tiene la oficina, pero físicamente no está en el aeropuerto, sino a pocos kilómetros. Para llegar a ella, hay un servicio gratuito de shuttle.
Sin embargo, nosotros llegamos a la isla en ferry. La oficina no queda lejos del puerto, como a unos 10 km. Hay buses que van directos, pero nosotros al ir cargados con las maletas, preferimos coger un taxi para ir más rápido. Desde aquí me gustaría sugerir a Goldcar que pusieran también servicio de shuttle gratuito desde el puerto, pues seguro que muchos turistas llegan como nosotros en ferry a la isla.
Como decía, las gestiones para el alquiler fueron rápidas. Nos dieron un Toyota i30, muy nuevo, con muy poquitos kilómetros, y sin ni un rasguño.
La forma de conducir en Creta es como la que ya habíamos visto en la parte continental. Las carreteras en esta isla no son muy buenas que digamos, si las comparamos con lo que habíamos visto en nuestro viaje hasta entonces. Salvo pequeños tramos, son carreteras de un solo carril por sentido (con su correspondiente arcén que funciona como otro carril cuando se quiere adelantar), con bastantes baches y con muchos radares.
Dónde alojarse en Creta
Nosotros establecimos dos bases: nos alojamos dos noches en Chania, que queda como en medio de lo que queríamos ver, y una última en Heraklio, porque al día siguiente nuestro ferry hacia nuestro siguiente destino – Santorini-, salía a las 9.00 horas, pero había que estar a las 8.30 horas, y desde Chania había unas dos horas de trayecto.
Son habitaciones privadas en una casa. La nuestra era triple, con buenas vistas, y tenía una cama de matrimonio y una litera, y también baño dentro. La dueña es muy maja. Está a cinco minutos del Puerto Veneciano de Chania. No estaba mal la habitación, pero me parece que necesita cierto mantenimiento que no tiene. El baño, por ejemplo, se encharcaba, y la puerta del mismo no cerraba bien y varias veces nos quedamos con la manilla en la mano. De limpieza, es un poco justo. Para subir a las habitaciones, no tiene ascensor, y la escalera es estrecha. No cuenta con aparcamiento, aunque no nos pareció que fuera muy difícil aparcar en la misma calle del alojamiento, que, por cierto, es una calle sin salida. Precio para dos noches: 100 euros.
¿Lo recomendaríamos? Por precio no está mal. Así que supongo que a pesar de las limitaciones que tiene, sí que lo recomendaríamos.
En los alrededores del hotel no hay quien aparque. De hecho, nada más dejar las maletas, decidimos devolver antes de tiempo el coche (teníamos reserva para dejarlo el día siguiente antes de ir al puerto). Está en la zona centro de Heraklio, a unos 15 minutos andando al puerto. Hay posibilidad de desayuno pero nos pareció caro (8 euros por persona, incluido niños) y no lo tomamos. La habitación era triple, muy amplia, aunque con un baño minúsculo. De limpieza, estaba todo limpísimo. Tuvieron un detalle feo: el recepcionista que nos hizo el check-out pidió a la chica de la limpieza que mirara en la habitación a ver si estaban los mandos de la tele y del aire acondicionado. ¡Vaya desconfianza! Precio para una noche: 65 euros.
¿Lo recomendaríamos? Sí, está bien ubicado y es limpio, aunque no nos gustó el detalle que tuvieron.
Qué ver y hacer en tres días
DÍA 1. Palacio de Cnossos y relax en Chania
Nada más hacernos con nuestro coche de alquiler, nos dirigimos al Palacio de Cnossos, el yacimiento más importante de la cultura minoica y que está a unos 5 km de Heraklio. Fue construido hacia el año 2.000 a. C. Quedó medio en ruinas tres siglos después por un terremoto, pero fue de nuevo reconstruido. Se abandonó por completo hacia el 1.400 a.C.
Fue la mayor construcción de esta civilización, pues llegó a tener unos 17.000 metros cuadrados y fue centro de poder político, administrativo, comercial y religioso. Además, este palacio está relacionado con la mitología, pues se dice que es el famoso Laberinto del Minotauro.
Lo más destacable a visitar es la Sala del Trono, para la que se forman unas buenas colas, y el corredor del Propileo, donde está el famoso fresco mural del toro embistiendo, que es símbolo de Cnossos, o la sala de los Delfines. Sin embargo, lo mejor del Palacio se encuentra en el Museo Arqueológico de Heraklio, pues es allí donde están frescos famosos como el de los Delfines. En el Palacio lo que se ven son reproducciones.
La verdad es que nos decepcionó un poquito por varias razones. No sé si fue por todos esos números, que esperábamos mucho más, pero el caso es que hubo un par de cosas que no nos gustaron en absoluto: está muy masificado y está demasiado reconstruido.
Cada día hordas de turistas, muchos de ellos procedentes de cruceros, llenan el yacimiento de Cnossos. Nosotros fuimos pronto, justo estábamos allí cuando abren, y pudimos aparcar sin problemas. Pero bien es cierto que cuando nos fuimos aquello estaba lleno. Pero aún así, coincidimos con varios grupos de cruceros y resultó muy agobiante visitar Cnossos.
Y decía que está muy reconstruido porque a principios del siglo XX, el descubridor del yacimiento, sir Arthur Evans inició las excavaciones y lo reconstruyó de una manera bastante peculiar.
Tras la visita, nos dirigimos al Museo Arqueológico, pero tras dar un montón de vueltas, no encontramos donde aparcar y desistimos de nuestro propósito y decidimos emprender el camino hacia Chania, que queda a 142 km, unas dos horas en coche. Ya lo intentaríamos el último día.
La tarde la pasamos de relax en una playa de Chania, que no tenía nada de especial. Era el día 20 de nuestro viaje verano y estábamos cansados.
DÍA 2. Chania y playa de Elafonisi
Empezamos el día visitando Chania, también conocida como La Canea, la segunda ciudad en importancia de Creta. Dicen que es una de las ciudades más bonitas de la isla. Nosotros no podemos hacer tal afirmación porque solo visitamos esta y Heraklio, pero sí podemos decir que es mucho más bonita que la capital. Lo mejor es perderse por sus coloridas calles.
En su casco histórico hay cuatro barrios: Hevraiki (el barrio judío), Kasteli (el centro neurálgico de la ciudad, donde se asentaron los venecianos), Splantzia (barrio turco, de la época de la ocupación otomana) y Topana (el barrio donde los venecianos construyeron su polvorín).
Pero sin duda, lo más bonito y llamativo es su Puerto Veneciano, que es del siglo XVI, con su bonito faro y la mezquita de los Jénizaros.
Tras la visita pusimos rumbo hacia de las fantásticas playas de Creta: Elafonisi. Para llegar se requiere armarse de paciencia porque la carretera no es buena, con muchas curvas. Se tarda como una hora y media en llegar. Al llegar, hay aparcamiento gratuito al lado de la playa. Es recomendabla no llegar demasiado tarde en temporada alta porque se juntan muchos coches y puede resultar complicado aparcar.
Esta playa está en la Reserva Natural de Lafonisi, al suroeste de la isla, junto al pueblo de Paleochora. Sus aguas tienen un color azul turquesa que nada tiene que envidiar a las playas del Caribe. Aunque eso sí, el agua está más fresquita y no es tan cálida como las de aquella zona del mundo. Otra cosa llamativa es que su arena, la que está pegando al agua, tiene cierto colorcito rosa.
Está bien acondicionada con vestuarios, duchas, algún chiringuito que otro (aunque nosotros para comer llevábamos comida que compramos en el supermercado para hacer un picnic), sombrilla y tumbonas.
Además, es accesible para personas con movilidad reducida. Es una buen playa para ir con niños porque no suele haber muchas olas y apenas cubre… El único problema que tuvimos nosotros es que el día que la visitamos hacía muchísimo aire y resultaba un poco incómodo estar allí porque con el aire, te azotaba la arena.
De vuelta en Chania, recorrimos nuevamente el Puerto Veneciano, que al atardecer está aún más bonito.
DÍA 3. Playa de Balos y Museo Arqueológico de Heraklio
Empezamos el día con una excursión a la playa de Balos, la que tiene fama de ser la más bonita e idílica de la isla. Y en verdad es una preciosidad… aunque llegar no es nada fácil y no es apta para personas con movilidad reducida, ni para ir con carrito de niños.
La playa de Balos se encuentra en la península de Gramvousa, a unos 57 km de Chania, en un Parque Natural. Se puede llegar en ferry desde Kissamos o bien llegar en coche… Nosotros elegimos este último modo, pero la verdad es que nos arrepentimos porque no es nada sencillo. Las excursiones tienen unos horarios determinados y esa noche, no íbamos a dormir en Chania, sino en Heraklio, por lo que no nos venía bien.
Para acceder al Parque Nacional de Balos, cobran un entrada de 1 € por persona (los niños pequeños no pagan).
La carretera que llega hasta donde está la entrada del Parque Nacional es muy mala, con muchas curvas, pero eso no es lo peor del camino. Desde que se pasa la entrada donde se paga hasta llegar al párquing donde se deja el coche, el camino es literalmente un camino de cabras… De hecho, nos encontramos con muchas cabritas. Son unos 7 km muy malos para el coche por un camino de tierra y piedrecitas con muchos baches, que se tardan en recorrer unos 20-25 minutos. E incluso hay momentos que es muy estrecho, y apenas caben dos coches, y no hay quitamiedos… Por lo que resulta bastante peligroso
Si no llegas temprano, es posible que te toque aparcar en el camino de piedra, como nos pasó a nosotros, porque el párquing es muy limitado. A partir del párquing, aún quedan unos 2 kilómetros que tendrás que hacer a pie.
Lleva buen calzado, y no unas simples chanclas (vimos que había gente así), porque el camino es entre piedras, aún peor que el camino de cabras por donde habrás circulado con el coche. Yendo con una niña pequeña como Iris, tardamos casi una hora en recorrer esos dos horribles kilómetros. Imagino que sin ella, se podría tardar menos, aunque insisto que el camino es muy malo. Pero al menos las vistas hasta llegar al final son ya espectaculares.
Para recorrer el camino hay unos burros y mulas que llevan a turistas por 10 €. Afortunadamente no vimos a nadie que los usara. Si la ida es mala, ya no te cuento la vuelta es ascendente… ¡¡Pufff!!
Por cierto, hay que llevar comida porque allí no hay ningún restaurante ni nada. Tan solo hay un chiringuito donde se pueden comprar bebidas.
La playa es preciosa y muy grande, y aunque suele ir mucha gente, no se tiene sensación de agobio. Supongo que como controlan el acceso pondrán algún límite para que no se llene demasiado.
Tras la comida, emprendimos el regreso hacia el coche pues nos quedaban 189 kilómetros, unas 3 horas por las malas carreteras cretenses, hasta llegar a Heraklio. Al llegar a la capital, conseguimos entrar en el Museo Arqueológico por los pelos. No es muy grande pero merece mucho la pena para ver lo que había en el Palacio de Cnossos y comprenderlo mejor.
Después del museo, devolvimos el coche en Goldcar y dimos una vuelta por el centro de Heraklio andando.
Consejos
Como decíamos Creta es una isla muy grande y tiene muchas más cosas que ver o hacer:
- Nos quedamos con ganas de visitar Rethymnon. Dicen que es otro de los pueblos con encanto de a isla.
- También nos habría gustado ir a Falarssana Beach, que es otra de las bonitas playas que hay en Creta. Dicen que es una de las mejores playas no solo de la isla, sino de Europa.
- Otra de las excursiones típicas que se suelen hacer en Creta es hacer senderismo por la Garganta de Samaria. Son como unos 13 kilómetros de recorrido, pero nosotros lo descartamos por ir con la peque. Solo es accesible de mayo a octubre.
NOTA: Este post se corresponde con nuestra experiencia personal organizando el viaje por Creta. Agradecemos a Goldcar su colaboración en el alquiler del coche por la isla.
Estoy organizando un viaje precisamente a Creta para dentro de un par de semanas, y ¡¡tu post me viene de perlas!! ¡Muy completo! Además, tenía dudas sobre alquilar el coche porque había oído malas referencias de Goldcar y veo que a vosotros siempre os ha ido bien.
Goldcar es muy buena opción!! La verdad es que nosotros hemos alquilado ya tres veces con ellos y siempre nos ha ido fenomenal!!!
Gold se d Menorca ni os acerqueis!!! Cobran por todo, mal servicio i dobles fianzas