Continuamos con nuestro road trip por la Costa Este de Estados Unidos. Con pena dejamos Washington porque no habíamos podido ver todo lo que esta ciudad ofrece y nos dirigimos al Condado de Lancaster, donde descubrimos una de las zonas donde más amish podemos encontrar y donde pasamos poco más de 24 horas.
DÍA 13
Si pensábamos que con la pesadilla que sufrimos con Hertz cuando íbamos de camino a Niagara Falls se habían acabado los problemas en este aspecto, estábamos muy equivocados. Habíamos alquilado un coche para recoger en la oficina de Hertz del hotel Hilton a las 10.00 horas. Al llegar con dos maletas y el carro de la bebé nos advirtió el empleado de que en el vehículo que teníamos contratado no cabría todo eso. Le dijimos que eso era imposible porque en el anterior alquiler habíamos cogido el mismo tipo de vehículo (ford focus o similar es lo que ponía en la web) y todo lo pudimos meter sin problemas. El tío insistió en que no, y nos enseñó el coche en cuestión para que viéramos que estábamos equivocados…
Y efectivamente no cabía ni una sola maleta porque resultó que lo que ellos consideraban ford focus o similar era un Chevrolet Spark que apenas tenía maletero. ¡Era un coche enanísimo! Por más que le insistimos que eso no era lo que habíamos alquilado en la web, él decía que sí. Mientras discutíamos, llegué a poner algún tweet quejándome de la situación, pero no hubo forma de arreglarlo sin tener que pagar el upgrade que el empleado decía que teníamos que pagar si queríamos un coche más grande en el que cupieran nuestras cosas.Así que hartos de la situación y de perder el tiempo, tuvimos que pagar para poder marcharnos. A lo tonto nos habían dado casi las 12.00 horas sin salir de Washington.
Llegamos al Condado de Lancaster unas tres horas después. Lo primero que hicimos fue dirigirnos al Centro de Visitantes (dirección: 501 Greenfield Road, Lancaster), donde un señor mayor nos atendió y nos explicó muy bien todo lo que había que hacer en la zona y nos dio un mapa. Con eso, fuimos a comer al Plain & Fancy Farm a degustar el menú típico amish.
Tras la comida, fuimos al hotel a dejar las maletas. La verdad es que entre unas cosas y otras, eran ya las cinco de la tarde y poco se podía hacer ya a esas horas. Así que decidimos ir a dar una vuelta por los outlets. Si cuando fuimos al outlet de Nueva York no compré nada para mí (solo algunas cosillas para Iris y para Gustavo), aquí en Lancaster ¡arrasé! Pero es que es bastante más barato que en Nueva York y todo porque las tasas son menores. Además, encontré mejores ofertas. Así que si queréis comprar ropa o calzado de marca a buen precio y vais a ir al Condado de Lancaster, lo mejor es que os reservéis para cuando lleguéis a esta zona.
Como la comida nos había gustado tanto, volvimos al Plain & Fancy Farm para cenar, aunque esta vez para probar los platos de la carta. Después de la cena ya volvimos al hotel que al día siguiente queríamos madrugar para recorrer el condado antes de emprender el regreso a Nueva York.
DÍA 14
Nos levantamos pronto y dimos cuenta del desayuno minibuffet que tenía el hotel. Digo minibuffet porque no tenía grandes cantidades ni mucha variedad, aunque lo que probamos (unos donuts) estaban fabulosos. Cogimos nuestras cosas y las cargamos en el coche para no tener que volver a recogerlas porque ya emprendíamos la vuelta a Nueva York.
Lo primero que fuimos a visitar fue la Hans Herr House, una de las muchas casas museos de amish que hay en la zona. Se trata de una de las más antiguas, pues data de 1719. Cuando llegamos no estábamos seguros de que fuera allí porque no se veía ni un alma en el aparcamiento. Tan solo había un viejo que estaba sentado en el porche. Pero al preguntar nos dijo que estábamos en el sitio adecuado y nos dijo que entráramos. El viejete se convirtió entonces en nuestro guía por la casa y nos fue explicando cosas sobre la vida de los primeros amish en Estados Unidos.
Al salir de la casa, seguía estando vacío el aparcamiento. ¡Qué raro! La casa es bastante interesante si quieres profundizar en el origen de la comunidad amish en Estados Unidos.
De allí nos dirigimos a la estación del tren para montar en el Strasburg Rail Road. El señor del centro de visitante me comentó que era una actividad ideal para ir con niños pequeños. Aunque Iris aún era muy pequeña para disfrutarlo decidimos ir igualmente. Montamos en el tren justo unos instantes antes de que saliera en marcha. Es una especie de tren antiguo, con su máquina de vapor, que durante unos 45 minutos hace un recorrido por el Condado de Lancaster, atravesando campos labrados por amish.
Después del paseo, y antes de ir a comer, decidimos ir en busca de algún puente cubierto. Con el mapa que nos dieron en el Centro de Visitantes de Lancaster, no resultó difícil dar con alguno de estos puentes. En total hay una treintena de los 15.000 que llegaron a construirse a lo largo del siglo XIX. Porque íbamos con el tiempo un poco justo, pero lo ideal hubiera sido poder perderse por las carreteras secundarias sin prisas para disfrutar de la zona y ver de cerca el modo de vida de los amish. Buscando los puentes dimos con algunas granjas e incluso llegamos a perdernos. Pero preguntamos a un hombre amish y su hijo que estaban labrando y nos indicaron sin problemas para volver a la carretera principal.
La comida la hicimos en el Miller’s, ¡todo un descubrimiento! Se trata de un restaurante buffet con una gran variedad de comida y todo muy rico. De hecho, estaba lleno hasta la bandera. Tras la comida y con mucha pena porque nos habría gustado pasar más tiempo en el Condado de Lancaster emprendimos la vuelta a Nueva York.
Teóricamente, según Google Maps, teníamos por delante 3 horas hasta llegar adonde estaba nuestro hotel. Habíamos reservado habitación en el mismo hotel que en los primeros días de viaje. Sin embargo, al final el GPS nos lió y tardamos 5 horas. Llegamos a Brooklyn a las 21.00 horas y teniendo en cuenta que en el metro para llegar a Manhattan se nos iba casi una hora, decidimos cenar por el barrio para que no se hiciera demasiado tarde para Iris. Al final no pudimos despedirnos de Times Square de noche porque al día siguiente nuestro avión salía a las 20.00 horas.
[su_note note_color=”#ffffff” text_color=”#000000″ radius=”15″] Gastos de los dos días
- Coche de alquiler: 214$
- Llenar el depósito: 20$
- Comida en Plain and Fancy Farm: 2 menús Amish Farm Fest: 19,90 x 2 =39,90 $
- Hotel de Lancaster: 87$
- Cena en Plain and Fancy Farm: 1 hamburguesa + 1 ensalada + 2 refrescos = 16,62$
- Llenar el depósito: 26,29$
- Comida en Miller’s: 23,95 x 2 = 47,90$
- Imán: 4,23$
- Peaje en Lancaster: 4,40$
- Peaje llegando a Nueva York: 6,65$
- Cena en el McDonald’s: 2 menús: 14,67$
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[su_button url=”https://www.locosxlosviajes.com/2014/08/the-national-mall-y-la-casa-blanca/” background=”#fd8c79″ icon=”icon: hand-o-left”]DÍA 12[/su_button] [su_button url=”https://www.locosxlosviajes.com/diario-de-viaje-costa-este-de-estados-unidos-2013/” background=”#fbe9af” color=”#FD8C79″ icon=”icon: book” icon_color=”#FD8C79″]DIARIO[/su_button] [su_button url=”https://www.locosxlosviajes.com/2014/09/una-misa-gospel-en-harlem/” background=”#fd8c79″ icon=”icon: hand-o-right”]DÍA 15[/su_button]
Vaya tela con la compañía de alquiler!! voy tomando nota :S
Esta zona de USA me gustaría visitarla algún día, creo que ha de ser muy curiosa 😉
un abrazo!
Nosotros pensábamos que era una empresa de fiar, pero la verdad es que nos estrellamos con ellos!! Lancaster mola mucho! Fue una de las zonas que más me gustaron de nuestro viaje!!
Un abrazo
Lo de las compañías de alquiler de coches se está convirtiendo en una plaga. Yo con los EEUU tengo un poco de gafe, porque ya son tres los intentos fallidos por un motivo u otro, pero me apunto este condado que desconocía. Tiene muy buena pinta.
Pues si finalmente vas a EEUU, no te pierdas el condado de Lancaster que es muy chulo!!!
Nosotros no habíamos tenido nunca problemas con los alquileres de coche hasta este año en dos viajes diferentes y hemos salido escarmentados. La verdad es que una situación así puede fastidiarte un viaje.
Cuando vuelva a USA iremos a Lancaster fijo! Es muy interesante todo lo que cuentas.
Y con qué empresa teníais contratado los alquileres?? La verdad es que este tipo de cosas te puede llegar a arruinar un viaje!!!
Que faena lo del coche, una cosa así puede estropearte todo un viaje, menuda gracia.
Me parece super interesante Lancaster!
Gracias por compartir
Un beso
Carmen
Es muy interesante Lancaster, así que si vas a la costa este de Estados Unidos, no te lo pierdas y dedícale al menos día y medio!!!!
Un beso
El condado de Lancaster es un buen lugar para ver modos de vida que incluso a los propios estadounidenses les resultan curiosos, incluso es posible pasar una temporada como un amish, eso si, dejando móviles, portátiles y demás aparatejos fuera de la ecuación… Seguro que es una experiencia interesante.
Lo del coche…, la verdad es que os da para escribir un libro. Nosotros hemos alquilado mucho por allí, y no hemos tenido problemas, aunque la verdad es que siempre ha sido todo más fácil con empresas pequeñas.
Saludos!
Una pena que no tuvierais tiempo para convivir con los amish, es toda una experiencia. Su reposteria encanta a niños y mayores. Y si, un problema con el alquiler del coche puede llegar a arruinar un viaje.
Como molan los amish! Es como viajar al pasado!!
Por cierto, que mala pata con el coche, menudo viajecito os tuvo que dar tener tantos problemas!
Deseo felicitarlos a uds. En lo personal como Guia turistico de la costa este de EEUU, es una de las experiencias mas Interesanres, por la cultura e historian que EllosPosen denos absolutos de la agricultura, me hubiera gustado conocerlos para darles unos detalles más profundos de ellos no soy un lego en la materia pero si conozco mucho de su cultura de igual mis felicitaciones por que me imagino lo pasaron muy bien un abrazo desde ya su amigo y servidor Patricio villacres.
Hola!
Me he leido vuestro diario de principio a fin para poder organizar mis vacaciones, deseando estoy que lleguen.
Una pregunta, ¿podrías decirme cuál es el outlet que visitasteis en Lancaster?
Gracias!
No recuerdo el nombre, pero es fácil llegar al outlet. En el alojamiento en el que estés, seguro que te informan. También hay carteles en la carretera anunciándolo.