En nuestro último viaje a Alemania para conocer sus Mercados de Navidad, aprovechamos la mañana para recorrer Fráncfort y conocer la capital económica y financiera no solo de este país, sino de toda de la Unión Europea, y la tarde, para descubrir la zona antigua de la ciudad. ¿Quieres saber qué ver en un día en Fráncfort?
Qué ver en Fráncfort en un día
Comenzamos el recorrido en el barrio rojo de Fráncfort porque nuestro hotel está al lado. Si venís en tren, frente a la estación se encuentra el barrio rojo. Durante el día no impresiona pero cuando se hace de noche es otra cosa. No tiene nada que ver con el Barrio Rojo de Ámsterdam con sus prostitutas en escaparates. En Fráncfort lo que hay son numerosos sex-shops con sus llamativos carteles de neón.
Recorremos Kaiserstrasse, el corazón del barrio rojo, y llegamos al cruce con Gallusanlage, en Willy-Brandt Platz, donde podemos ver una de las típicas imágenes que salen en los informativos cuando hablan del Euribor y de la economía europea: el símbolo del euro y el Banco Central Europeo.
Después de la foto de rigor delante del símbolo del euro, seguimos andando hasta encontrarnos con el edificio del Commerzbank, que con sus 259 metros de altura fue el edificio más alto de la Unión Europea hasta 2012.
Nuestra siguiente parada es la Main Tower, de 200 metros de altura y que tiene un buen mirador con excelentes vistas de la ciudad. Subir al observatorio que está en la planta 54 cuesta 6,50 € por persona (los niños menores de seis años no pagan). Si hay algo de niebla ni os molestéis en subir porque seguramente no se vea gran cosa. Es lo que nos pasó a nosotros que las nubes estaban muy bajas y casi no se veía nada.
Tras volver al ras del suelo seguimos avanzando hacia la Operplatz donde está la Ópera de Fráncfort. De allí, continuamos andando por una calle peatonal llena de restaurantes. Vamos buscando la Bolsa de Fráncfort, una de las más importantes a nivel mundial tras la de Nueva York.
Justo nuestra vusita a la ciudad coincide con unas obras de remodelación y la fachada está cubierta con andamios. Pero lo que no están tapadas son dos estatuas que están en un lado de la plaza, un oso y un toro, y que simbolizan dos momentos bursátiles: el alcista y el bajista. El toro simboliza el momento alcista y el oso, el bajista. El toro nos recuerda al que vimos en Nueva York, cerca de Wall Street.
Nuestros pasos nos llevan hasta la Eschenheimer Turm o torre medieval de Fráncfort, que antiguamente era la puerta por la que se entraba a la ciudad amurallada. La torre en cuestión es actualmente una cafetería y no es la original medieval sino una réplica basada en la originaria porque ésta fue destruida en la Segunda Guerra Mundial.
Seguimos hasta la Plaza del Reloj o Hauptwache, donde nos encontramos una pequeña casa barroca que fue comisaría de policía, cárcel y posteriormente el vestíbulo de la estación de metro. Si nos gustan las vistas desde las alturas, en esta plaza hay un sitio donde podemos subir y es totalmente gratis. Solo tenemos que entrar en el comercio Kaufhof, y en su planta séptima está la cafetería que tiene unas estupendas vistas del centro de Fráncfort y de los rascacielos de la ciudad. No es necesario consumir nada para poder disfrutar de las vistas de la terraza.
El casco viejo
A los pies del Kaufhof nos encontramos con los primeros puestos del Mercado de Navidad de Fráncfort y empezamos a notar los olores característicos a vino especiado y a carne asada. Todavía no es hora de comer, por lo que seguimos andando hacia la casa de Goethe que está muy cerca. Nosotros no entramos porque queremos seguir viendo el mercado, pero si se visita la ciudad fuera de la época navideña puede ser buena idea entrar a ver la casa del poeta y dramaturgo que nació ahí.
De camino a Paulsplatz, nuestro siguiente punto, pasamos junto a una calle peatonal conocida como Zeil, que es una zona de compras importante de la ciudad y donde encontramos tiendas como las de Zara, H&M, C&A o de marcas como Gucci.
Seguimos hacia Paulsplatz donde también hay puestos del Mercado de Navidad y la iglesia Paulskirche. Aunque en medio de los puestos del mercado, esta iglesia pasa algo desapercibida tiene un peculiar color rojo y una forma casi circular. Tiene su importancia dentro de la historia de la ciudad porque albergó al Parlamento de Fráncfort a mediados del siglo XIX.
Como parece que ya aprieta el hambre, decidimos parar a comer y lo hacemos en el mercado. Hay buena oferta culinaria y todo lo que vemos nos parece apetecible pero nos decantamos por uno que tiene una estructura con un habitáculo cerrado con mesas y estufas para poder comer con comodidad y sin pasar frío. Comemos una especie de pizzas acompañado de un sabroso glühwein (vino especiado).
Con la tripa llena, pero a falta del postre, nos dirigimos a Römeberg, la plaza más bonita con diferencia de Fráncfort. Aquí continúa el Mercado de Navidad con más puestos de todo tipo: para adornar la casa, para comprar algún regalito o de comida, tanto dulce como salado. Nosotros cogemos un dulce y a seguir caminando.
Si algo destaca en la plaza en esta época es su precioso tiovivo de dos plantas, de estilo antiguo. Los viajes cuestan 2,5 euros. La parte negativa que vi es que al tener uno de nosotros que subir al tiovivo con Iris porque es pequeña (temíamos que no se sujetara bien al caballito) y a pesar de estar de pie en el tiovivo y no subidos en ningún aparato, tuvimos que pagar igualmente el ticket.
Si vais en otra época que no sea la navideña, podréis ver el Römerberg en todo su esplendor. A los lados de la plaza se pueden observar varias viviendas construidas en madera que datarían de la Edad Media si no fuera porque durante la Segunda Guerra Mundial fueron destruidas y posteriormente reconstruidas. Y en medio de la plaza podemos ver una estatua de bronce que representa la Justicia.
En frente se encuentra el Rathaus Römer, que es el Ayuntamiento y que data de 1405. En él varios emperadores alemanes fueron coronados. También en la plaza destaca la iglesia de San Nicolás (Nikolaikirche). Durante los sábados que está instalado el Mercado de Navidad, desde lo alto de la Nikolaikirche hay un pequeño conciertillo los miércoles y sábados a las 18.00 horas de trompetistas. Otro momento importante en el Mercado es cuando repican las campañas de San Nicolás cada día a las 9.05, a las 12.05 y a las 17.05.
Seguimos caminando con la intención de acercarnos al puente de Hierro o Eiserner Steg, construido en 1869, y que comunica el casco viejo con el barrio de Sachsenhausen. Desde el puente hay buenas vistas de la llamada Mainhattan, la zona de rascacielos de la ciudad (palabra que surge de mezclar Manhattan y el río Main que pasa por Fráncfort), y aunque no estamos a gran altura también se puede apreciar el ambiente navideño.
Volvemos sobre nuestros pasos para dirigirnos a nuestro siguiente punto de la ruta: la Catedral de Fráncfort o Dom y que se encuentra justo detrás de la plaza del Römer. La Catedral es uno de los pocos edificios que sobrevivió a los bombarderos de la Segunda Guerra Mundial, aunque su interior sí que precisó que fuera restaurado.
Tiene una torre de 96 metros de altura que durante siglos fue el edificio más alto de la ciudad. Es posible subir para ver la ciudad desde las alturas. Cuesta 3 euros los adultos y 1,5 euros los niños. Nosotros decidimos no subir, y eso que me gusta mucho tomar fotos desde las alturas, porque ya es de noche y porque las escaleras son muy estrechas y llevo a Iris en la mochila… Lo que sí es gratis es entrar en la catedral.
Tras visitar la catedral, volvemos a pasar por el Mercado de Navidad haciendo tiempo hasta la hora de cenar. Para la cena nos habría gustado hacerlo en el barrio de Sachsenhausen, pero no conseguimos dar con la calle donde se supone que hay muchos bares y restaurantes, por lo que terminamos cenando en un bar que está nada más cruzar el Eiserner Steg. Al terminar, regresamos al hotel dando un paseo. Al día siguiente nos esperaba Heidelberg.
En Fráncfort hay muchas cosas que hacer y muchos museos que visitar. Así que si dispones de más tiempo, no dejes de pasar por la web de Turismo de Alemania en España para recopilar más información
Gastos del día
- Subir a la Main Tower: 6,50 x 2 = 13 €
- Comida en el Mercado de Navidad de Paulsplatz: 2 glühweins + 2 flammenkuchen: 20 €
- Dulce en Römersberg: 3 €
- Montar en el tiovivo: 2,5 x 2 = 5 €
- Imán: 3,99 €
- Cena en restaurante frente al Puente de Hierro: 2 platos de salchichas diferentes +1 cerveza + coca cola + agua = 28,50 €
- 2 dulces en el Mercado de Navidad: 3,20 €
Qué bonita es Frankfurt, se ve rápido, pero me encanta. Nosotros tuvimos un poquito más de suerte en la torre y pudimos ver atardecer desde lo más alto. Tenemos que volver en Navidades para ver el ambiente con los mercadillos.
Seguro que pudistéis hacer unas fotos geniales al atardecer desde la Main Tower!! Tenéis que volver en Navidad. El ambiente es genial!!!
Que ganas tengo de ir a Frankfurt, a ver si este verano puedo coger un vuelo barato de los que suele haber desde Santander y lo conozco. Me la guardo en favoritos.
Un saludo
Si tienes vuelos baratos, aprovecha para hacer una escapadilla de fin de semana!! Merece la pena, sobre todo si vas en navidades!!
Saludos
Aquí otro que tiene Frankfurt en la mente gracias a los vuelos de bajo coste! Interesante su centro financiero. Muchas reuniones que se hacen fuera de Berlín eligen esta ciudad como sede! Por algo será! Saludos
Xipo, pues aprovecha alguna ofertilla!! Aunque te digan que es una ciudad que no merece la pena, yo creo que al menos para una escapadita de fin de semana es perfecta si pillas una oferta de vuelos.
Saludos
La verdad que no tengo yo mucha suerte con Frankfurt, en su aeropuerto me quedé tirado un día entero volviendo de Pekin, gracias a Lufthansa.
Y en otra ocasión, cuando iba a conocer la ciudad, me canceló ryanair el vuelo el día antes.
Así que Frankfurt se ha convertido en una asignatura pendiente.
Un saludo
Qué rabia lo de la cancelación del vuelo!! A ver si a la tercera va la vencida y podéis conocer la ciudad!!
Saludos
Hace ya bastante tiempo que visitamos Frankfurt, también durante las fiestas navideñas, así que viene muy bien este repaso porque la memoria ya no da para todo, jajaja. Lo que más nos gustó fue la plaza Römeberg, y el ambiente de las cervecerías, aunque nuestra anterior experiencia fue en Köln y creo que merece mucho más el viaje. En cualquier caso, una visita interesante al lugar donde se cuece mucho de lo que nos afecta hoy en día.
¡Saludos!
El próximo fin de semana me voy a Frankfort, aunque seguro que me encontraré un ambiente muy distinto al vuestro al no estar en época navideña. Los mercadillos navideños siempre le dan un encanto especial a los sitios. A ver si encuentro la calle de los bares y restaurantes, por lo que dices parece que no es fácil…
Un abrazo!!