La primera vez que vi una foto de un bosque de bambú me transmitió tal paz que pensé que ese sitio tenía que visitarlo algún día. Ese bosque en concreto se encuentra en Arashiyama, muy próximo a Kioto y durante nuestro viaje por Japón tuvimos ocasión de conocerlo. En nuestro primer día completo en esta ciudad nos dedicamos a visitar precisamente esta zona, así como alguno de los lugares más fotografiados de la ciudad: el templo de Kinkaku-ji o Templo del Pabellón Dorado.
DÍA 7
Para esa mañana teníamos planeado ir a Arashiyama, a las afueras de Kioto, sobre todo conocido por su bosque de bambú, uno de los iconos de Japón. Precisamente nuestra guía de Lonely Planet de Japón tiene la imagen del bosque de bambú de Arashiyama.
Como tenemos activa nuestra JR Pass decidimos llegar a Arashiyama en tren de la JR que nos lleva en poco más de 15 minutos desde la Estación de Kioto. Al bajar del tren pasamos por la Oficina de Turismo que está junto a la estación para hacernos con un mapa pero como hay muchos turistas y todos van a ver los mismos puntos de interés, resulta fácil orientarse para llegar a los sitios de interés turístico.
[su_box title=”Cómo llegar a Arasahiyama” box_color=”#ffc9a5″]
- Desde la estación de Kioto o desde la de Nijo, se puede coger la línea Sagano de JR de los trenes locales hasta la estación de Saga Arashiyama.
- También se puede llegar en el autobús número 28 desde la estación de Kyoto a Arashiyama por 230 yenes el trayecto de ida (año 2014), o con el autobús número 11 desde la estación Kihan Sanjo.
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Qué ver en Arashiyama
En primer lugar, nos dirigimos hacia el puente Togetsu-kyo, un puente de madera con bonitas vistas del monte de Arashiyama. Por los alrededores del puente, encontramos numerosos rickshaws con turistas a bordo. La verdad es que nos recordó a un paseo que hicimos en Ho Chi Minh en un medio de transporte similar y nos habría gustado montar, pero ese día llevábamos la silla de paseo de la bebé y no sabíamos qué hacer con ella. Entonces decidimos que el carro se quedaría en los días siguientes en el hotel y que usaríamos la mochila ergonómica.
Continuamos nuestro paseo por Arashiyama y nos dirigimos hacia el templo Tenryu-ji, el principal de esta zona. Este templo fue fundado en 1339 por Ashikaga Takauji para venerar al Buda de Gautama. Este templo, cuyo nombre significa “Templo Celestial del Dragón”, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. Este templo es parecido a otros que se pueden ver en Japón, pero lo más interesante es su jardín zen con su variada vegetación y sus estanques.
Al salir del jardín, nos topamos con el famoso bosque de bambú. La entrada es gratis y hay bastante gente y eso le resta un poco de la magia que tiene… pero aún así, pasear entre los árboles resulta muy agradable. Al final del paseo, nos encontramos con algunos puestos de comida. Y como ya el estómago empieza a quejarse, decidimos sentarnos en una de las mesitas al aire libre que hay junto al puesto y comer algo: unos ramen y otras delicias.
Aunque en Arashiyama aún hay más cosas que hacer como visitar el Parque de los Monos Iwatayama (al otro lado del puente Togetsukyo), a cuya cima se llega después de una media hora andando y desde donde se pueden ver, al parecer, una panorámica estupenda de Kioto, además de los monos (claro está), decidimos regresar al centro de la ciudad. Cogemos el tren en Saga Arashiyama.
Qué ver en el noroeste de Kioto
La tarde la queremos dedicar a visitar otro de los iconos de Kioto: el Kinkaku-ji o Templo del Pabellón Dorado. Para llegar hasta el templo nos bajamos del tren en Emmachi, donde enlazamos con el autobús 204. En el propio autobús compramos un bono de 1 día, que compensa comprarlo si al menos tienes intención de hacer como mínimo 3 trayectos. Hemos estado echando cuentas antes de subir y justo tenemos intención de hacer cuatro trayectos esa tarde.
El Pabellón Dorado se le conoce así porque el edificio tiene un característico color dorado gracias a que está recubierto dos de sus tres plantas de pan de oro. Fue construido en 1397 como villa de descanso del shogun Ashikaga Yoshimitsu, aunque el hijo de este lo transformó en templo zen. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1994.
Está también lleno de gente, al igual que lo que hemos ido viendo durante el día, pero aún así, hay que reconocer que es uno de los templos más bellos que veremos a lo largo de nuestro viaje por Japón. Lo que no nos gusta de la visita es que no se puede ver por dentro. Y otra cosa negativa: si vas con silla de paseo, te encontrarás con algunas escaleras que otras. Así que si teníamos duda sobre usar la mochila ergonómica o la silla en los días siguientes, aquí se disipan.
Al salir cogemos el autobús 59 para ir al siguiente punto de la ruta que nos habíamos propuesto ese día: el templo Ryoan-Ji, un bonito templo del budismo zen que es Patrimonio de la Humanidad opr la Unesco. Este templo posee uno de los jardines zen más famosos del mundo, construido a finales del siglo XV, el jardín seco de estilo Kare-sansui.
Gustavo se queda en la puerta con Iris porque no le apetece tener que descalzarse, como ocurre en los templos budistas. Pero yo entro y me alegro de la decisión porque en él se respira una paz impresionante, sobre todo en el entorno del jardín seco. Es sin duda lo mejor de la visita a este templo. Al salir se lo comento a Gus, pero sigue en sus trece en que no quiere descalzarse de nuevo. Como queda poco tiempo para que cierren los templos, no le insisto y seguimos nuestro camino andando.
El siguiente lugar que quería visitar es el templo Ninna-Ji. Está muy próximo a Ryoan-ji, por lo que vamos andando. En nuestra guía Lonely Planet pone que cierran a las 17.00 horas, pero aún quedan quince minutos. Pero sin embargo, ya no nos dejan entrar porque la admisión es hasta las 16.30 horas. Por lo que tenemos que conformarnos con ver los edificios por fuera, de entre los que destaca su pagoda de cinco pisos.
Ya a las 17.00 horas, hay pocas cosas “turísticas” que se puedan hacer en Kioto porque los templos cierran todos a esa hora. Así que tras el fracaso en la “caza” de geishas del día anterior, volvemos a perdernos por las calles de Gion. Para ello cogemos el autobús 59 en la puerta del Ninna-Ji que nos lleva hasta Gion.
Callejeamos por el barrio sin prisas y con calma cuando de pronto nos tropezamos con una geisha/maiko -no sabemos muy bien distinguirlas- que caminaba con pasitos cortitos debido a que por el traje y el calzado no pueden andar de otra manera. Y mientras otros turistas cazageishas trataban de obtener una instantánea de ella, yo fui a pedirle permiso para hacerle una foto pero la chica siguió su camino andando deprisa sin ni siquiera prestar atención a lo que yo le decía -tal vez fuera por el desconocimiento del inglés que tienen gran parte de los japoneses, o porque simplemente llegaba tarde a donde la esperaban-. La verdad es que perdí la oportunidad de conseguir una foto, pero me sabía mal disparar a bocajarro… Quiza en los sucesivos días si quería llevarme a casa una foto de una geisha debería disparar sin más…
Cuando ya ha anochecido dejamos el barrio. Cogemos de nuevo el autobús 206 para ir hacia el hotel. Después de varios días comiendo comida japonesa, nos apetecía cambiar un poco de tercio y entramos a cenar en el McDonald’s de la estación de trenes de Kioto. De allí, al hotel a dormir.
[su_note note_color=”#CABDAA” text_color=”#010101″]Gastos del día
- Desayuno en el Family Mart: cafés, zumos y bollos: 715 ¥
- Entrada al templo Tenryu-Ji: 500 x 2 = 1.000 ¥
- Comida en el puesto de Arasahiyama: 2 sopas, pollo rebozado y buñuelos: 1.550 ¥
- Helado de una bola en cucurucho en puesto de enfrente: 200 ¥
- Bono de bus de un día: 500 x 2 = 1.000 ¥
- Templo Kinkaku-Ji: 400 x 2 = 800 ¥
- Templo Ryoan-Ji: 500 ¥
- Cena en McDonald’s: 2 menús de hamburguesa: 854 x 2 =1.708 ¥ [/su_note]
Tema maikos….si están rodeadas de turistas no van a parar porque si no el acoso sería mayor. Hay quien les enchufa el flash sin piedad en la cara. Y ellas están trabajando…
La única forma es alejarse de la calle principal y callejear por zonas mas tranquilas. Ahí es donde pude pedir permiso y fotografiarla sin que corriera.
He de volver a Arashiyama ^_^ pero con mas calma….
Un abrazo
Ya me di cuenta de que cuando hay muchos turistas no se paran y van muy deprisa. En fin, para otra ocasión, callejearemos por el barrio a ver si encontramos a alguna que esté más relajada.
Un abrazo
Me encantan los templos japoneses y sus jardines, creo que inspiran mucha paz y tranquilidad, aunque con tanto turista tiene que ser difícil
A pesar de los turitas, suelen ser bastante tranquilos!! Es increíble pero aún así puedes respirar tranquilidad.