Cada 7 de julio, día de San Fermín, todos los focos se sitúan en Pamplona que celebra una de las fiestas más internacionales que hay en España: los Sanfermines. Pero la capital navarra es mucho más y bien merece una visita no solo coincidiendo con estos festejos. Nosotros visitamos en un día Pamplona en nuestra escapada por Navarra del otoño pasado.
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Pamplona en un día
Pamplona es una ciudad no muy grande que se puede ver perfectamente en un día, salvo que la visites en plenos Sanfermines, que puede que con la cantidad de gente que habrá necesites más tiempo. La mayoría de sitios a visitar se encuentran en el casco viejo, que es pequeño y compacto.
Si visitas Pamplona, es obligatorio realizar el recorrido de los encierros, aunque no seas taurino, como nosotros. Así que nuestra ruta por la ciudad por la comenzó siguiendo el recorrido de los Sanfermines, desde los Corrales de Santo Domingo hasta llegar a la plaza de Toros.
En la Cuesta de Santo Domingo, nos encontramos la hornacina del santo, donde cada día, cinco minutos antes de los encierros, que se celebran del 7 al 14 de julio, los mozos piden a San Fermín su protección. La imagen del santo que se encuentra en la Cuesta de Santo Domingo es solo una réplica. Salvo los días de la fiesta, el resto del año, la de verdad está en su capilla, en la iglesia de San Lorenzo.
Caminamos por la Cuesta de Santo Domingo hasta llegar a la Plaza del Consistorio, donde cada 6 de julio se da el Chupinazo que da inicio a las fiestas en Pamplona. La plaza es pequeña, aunque cuando salen imágenes del chupinazo, parece que es enorme, por la cantidad de gente que puede concentrarse ese día. En esta plaza, hay una oficina de turismo.
Y justo al lado, se encuentra el único trozo del vallado de los encierros que se mantiene durante todo el año, para que los turistas se puedan hacer fotos con él.
La plaza tiene su origen en la Edad Media cuando el rey Carlos III de Navarra, unificó los tres burgos de Pamplona(Navarrería, San Nicolás y San Cernin). Y en el campo que había en medio de los tres burgos, se construyó el Ayuntamiento.
La plaza la preside la Casa Consistorial, un bonito edificio barroco. Tras las fotos de rigor, atravesamos la plaza y seguimos hacia Mercaderes, donde nos encontramos la famosa curva de Estafeta o Mercaderes, donde los toros en los encierros se suelen estampar contra el vallado por la curva de 90 grados y la velocidad a la que van. Antes de llegar a la calle Estafeta, encontramos la Fuente de Navarrería, que es de finales del siglo XVIII.
La calle Estafeta es una de las más míticas en los encierros. Es una calle larga, con muchos comercios… Nosotros la recorremos al completo, aunque a mitad de la calle, nos desviamos para ir a la plaza del Castillo, que es el centro neurálgico de la ciudad.
Se trata de una enorme plaza rectángular, porticada, con numerosos edificios del siglo XVIII, que antaño sirvió también como plaza de toros. En medio de la plaza, encontramos un bonito kiosko. En uno de los lados, está el famoso Café Iruña, el mismo lugar donde tomaba café Ernest Hemingway, el escritor norteamericano que internacionalizó los encierros tomaba algo cuando estaba en la ciudad. Nosotros también entramos a tomar algo y a pesar de lo mítico que es, no nos pareció un lugar caro.
Asimismo en la plaza encontramos varios lugares emblemáticos: el Palacio de la Diputación Provincial, el edificio del antiguo casino, el hotel La Perla, que es el más antiguo de Navarra.
Tras la visita a la Plaza del Castillo, regresamos a Estafeta y seguimos por la curva de Telefónica, y llegamos a la Plaza de Toros. Durante el año, se puede visitar. Las visitas se realizan con audioguía, y te cuentan detalles de la plaza y de la fiestas de los Sanfermines. Es interesante si quieres saber más sobre estas fiestas.
La plaza está abierta para visitas todo el año salvo del 16 de junio al 23 de julio, con motivo de los Sanfermines. El precio es de 6 € los adultos, gratis para los menores de 6 años, y 3€ para los niños de 6 a 12 años.
Una vez terminada la visita a la Plaza de Toros regresamos a Estafeta para ir al bar Gautxo, que nos lo recomendó una seguidora de Instagram. Está en la calle Espoz y Mina, 7, y se come fenomenal de pintxos. Aunque antes de comer, nos dirigimos al Monumento al Encierro que está a pocos pasos de la Plaza de Toros.
Iglesias de Pamplona
Por la tarde seguimos paseando por Pamplona para visitar algunos sitios que no están en el recorrido y que teníamos pendiente:
- Catedral de Santa María: tiene un coste de 5€ para los adultos, gratis para los menores de 7 años y de 3€ para niños de entre 7 y 13 años. Es una bonita catedral gótica, que alberga en su interior los sepulcros de Carlos III de Navarra y su mujer Leonor, y también tiene un precioso claustro.
- Iglesia de San Saturnino, también conocida como de San Cernín. Es el patrón de Pamplona. Es del siglo XIII. Y en la Edad Media tuvo también función militar y defensiva. Sus campanas marcan cada año el inicio de los Sanfermines y el reloj que tiene es el que marca el comienzo de los encierros.
- Iglesia de San Nicolás: es otra iglesia que tuvo función militar y defensiva. Es del siglo XII.
- Iglesia de San Lorenzo: es del siglo XVIII y en ella se encuentra la Capilla de San Fermín, que alberga la talla del santo que es del siglo XV. San Fermín es copatrón de Navarra y fue hijo de un senador romano en Pamplona que se convirtió al cristianismo y llegó a ser el primer obispo de Pamplona.
En nuestro deambular por Pamplona, llegamos al Mirador del Caballo Blanco, uno de los rincones más pintorescos de la ciudad. Se ubica sobre el baluarte del Redín, en las murallas de la ciudad. Es un gran balcón desde que se tienen buenas vistas sobre el río Arga y los barrios de la Rochapea y la Chantrea y el Paseo de Ronda.
Desde allí estuvimos recorriendo las murallas, que datan del siglo XVI y XVII, hasta llegar al parque de La Taconera, uno de los espacios verdes más antiguos de Pamplona, donde podemos encontrar ciervos, pavos reales, patos, faisanes en semilibertad viviendo en el foso. Antes de abandonar La Taconera, nos tomamos algo en el Café Vienés, que es toda una institución en Pamplona.
Nuestro paseo por Pamplona termina cenando en Iruñazarra, otro bar al que llegamos por recomendación de la misma seguidora y donde también tomamos unos pintxos muy ricos.
Cómo llegar a Pamplona
Nosotros llegamos con nuestro propio coche. Si no vas en Sanfermines, es fácil aparcar, aunque tendrás que hacerlo fuera del casco viejo. Nosotros dejamos el coche en un amplio aparcamiento gratuito que está junto a los Corrales del Gas, que es a dónde llevan a los toros de Sanfermines cuando llegan a Pamplona.
Dónde dormir
Nosotros nos alojamos en el Hotel Agorreta en Salinas de Pamplona, una localidad a 10 minutos de Pamplona. Está muy bien de precio. No nos alojamos en Pamplona porque íbamos a visitar otras zonas de Navarra. Pero si prefieres alojarte en la capital navarra, puedes buscar aquí.
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