Hacía años que tenía ganas de conocer Navarra y en el pasado Puente del Pilar, le pusimos remedio. La culpa de querer visitar esta región la tenían lugares como la Selva de Irati, el Nacedero de Urederra, las Bárdenas Reales y el Palacio de Olite. Así que con 4 días libres de por medio decidimos hacer una ruta para descubrir lo esencial de Navarra.
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Quería hacer coincidir la visita a Navarra con el otoño porque le sienta fenomenal a esta región y tener libre unos días en octubre y que los vuelos estuvieran muy caros para esas fechas (porque lo miramos solo 10 días antes), contribuyeron a que nos decidiéramos a ir en el Puente del Pilar.
Contábamos con 4 días e iríamos con nuestro coche desde Madrid. En Navarra hay muchos sitios interesantes que visitar, pero en cuatro días no da tiempo a todo, así que nos limitamos a lo que más nos atraía. Antes de viajar, hice algunas reservas previas que son necesarias: la visita al Nacedero deUrederra y al Palacio Real de Olite.
DÍA 0
Al salir del trabajo por la tarde, pusimos rumbo a Navarra, a donde llegamos para dormir ya entrada la noche.
DÍA 1
Como este día no era festivo, decidimos visitar la Selva de Irati, que es el segundo hayedo más grande de Europa solo por detrás de la Selva Negra de Alemania. Y menos mal que decidimos visitar este día este lugar, porque no había mucha gente.
[su_note note_color=”#22c5b8″ text_color=”#ffffff”]CONSEJO: Según nos contaron en la caseta de información turística, los días festivos se llena pronto el aparcamiento y cuando eso pasa, que suele ser desde bien temprano, cierran el acceso a la Selva de Irati desde Ochagavía, el pueblo más cercano y que está a unos 24 km. Así que si vas en festivo, madruga y ve pronto, si no te quieres quedar sin poder llegar a la Selva de Irati.[/su_note]
Antes de llegar a la Selva de Irati fuimos a visitar la Fábrica de Armas de Orbaizeta. Desde esta zona se supone que hay un acceso a la Selva de Irati, pero no lo vimos señalizado y no fuimos capaces de llegar, así que fuimos a Ochagavía, donde hay un centro de interpretación sobre la Selva de Irati en la Oficina de Turismo de la localidad.
Luego en la Selva de Irati, hay una caseta de información, y donde se pagan 5 euros por aparcar el coche (para motos y otro tipo de vehículos es otra tarifa, aunque no recuerdo cuál). En esa caseta te recomiendan rutas para hacer y te dan un mapa con los senderos señalizados.
Nosotros hicimos un par de rutas que nos recomendaron que eran fáciles de hacer con niños. La primera la que recorre el Camino de los Sentidos, el Sendero SL Na 61A, y que te adentra en el bosque. Es una ruta circular de unos 2 km. Durante el camino hay que cruzar dos veces el río Urtxuria, pero al ir en otoño, como no queríamos mojarnos, no la hicimos entera, como nos recomendaron.
Y la otra ruta es la de que lleva a la Cascada del Cubo, que es un camino que bordea la orilla del río Urbeltza, y termina en la Cascada del Cubo.
Después de andar por la Selva de Irati, recorrimos Ochagavía, que es un pueblecito pequeño medieval. Aquí nos pasó algo muy curioso y es que unos seguidores nos reconocieron cuando paseábamos por el pueblo. Era la familia de Vaya viajecito. Y como no podía ser menos, estuvimos hablando de viajes, sobre todo de viajes con niños. Para cenar, nos acercamos a Pamplona.
DÍA 2
Día dedicado por entero a Pamplona. Aparcamos nuestro coche en un aparcamiento público gratuito junto a los Corralitos del Gas, donde permanecen los toros antes los días previos a los encierros en los que participarán.
Realizamos el recorrido de los San Fermines desde la Cuesta de Santa Domingo, pasando por la plaza del Ayuntamiento, desde donde se da cada año el chupinazo, seguimos por la calle de Mercaderes y la famosa Estafeta.
Luego, nos desviamos a la Plaza del Castillo para tomar un tentempié en el famoso Café Iruña, donde tomaba café Ernest Hemingway, y regresamos a Estafeta, seguimos por Telefónica hasta llegar a la Plaza de Toros.
No somos taurinos, pero nos gustó hacer ese recorrido que tantas veces hemos visto por la tele cuando emiten los San Fermines. Visitamos la plaza de toros, una visita que nos pareció interesante para conocer más todo lo que rodea a las famosas fiestas de San Fermines.
Comimos en el Gaucho, de pintxos, por recomendación de una seguidora en Instagram, @leti_ataun, y la verdad es que ¡nos encantó!
Por la tarde, entramos a ver la Catedral de Pamplona (que tiene coste de 5€ los adultos y gratis para los menores de 7 años), las iglesias de San Saturnino y de San Nicolás, y visitamos el Rincón del Caballo Blanco y paseamos por las murallas.
Luego paseamos por el parque de La Taconera, donde hay ciervos y pavos reales, tomamos algo en el Café Vienés del parque, y terminamos en la Plaza del Castillo, donde había instalada una feria con productos típicos navarros.
Para cenar, acudimos a Iruñazarra, también de pintxos por recomendación de la misma seguidora. Y también nos gustó mucho.
DÍA 3
Teníamos la visita familiar al Palacio Real de Olite contratada para este día, el único para el que encontramos entradas disponibles. Habíamos leído sobre esta visita en el blog de nuestros amigos de Viajando entre rascacielos y nos pareció muy interesante.
Es más, en días festivos y de puentes es más que recomendable llevar tu entrada comprada on line porque suele haber bastante cola y al tener tu entrada, no tienes que hacer la cola y pasas directamente. Además, si te interesa la visita familiar, es posible que al llegar no encuentres disponibilidad y solo puedas hacer la visita por libre.
Pero antes de ir a Olite, nos pasamos por Puente la Reina a hacer una breve visita. Es un pueblo pequeño que se recorre con bastante rapidez, pues lo fundamental está en su calle principal. Lo más llamativo es su bonito puente románico. Este pueblo es uno de los principales del Camino de Santiago.
Gracias a que tenemos las entradas ya compradas desde casa para la visita del Palacio de Olite no tenemos que esperar la inmensa cola que hay para entrar a visitar el Palacio. La visita dura unos 45 minutos y nos guía la mismísima “reina Blanca de Navarra”. Es muy interesante para los niños, porque explica de manera muy amena lo que vamos viendo en el edificio.
Tras la visita, comemos en un bar de pintxos, el bar La Torre, pero no nos gustó mucho que digamos. Olite estaba bastante lleno y todos los restaurantes y bares que vimos estaban a reventar, hasta que encontramos uno en el que no había tanta gente… ¡Por algo sería! Todos los pintxos que tenían eran de fritanga. No es nada recomendable.
Después de comer, dimos una vuelta por el pueblo para ver lo principal, como el Palacio Viejo (que es el actual Parador de Turismo de la localidad), la iglesia de Santa María, del siglo XIII, la iglesia de San Pedro, también románica, y algunas casas palaciegas que dan a la calle Mayor.
De allí, pusimos rumbo a las Bárdenas Reales, un parque natural que se caracteriza por su aspecto desértico. En cierto modo, nos recordó a los paisajes que pudimos ver en nuestro roadtrip por la Costa Oeste de Estados Unidos, en especial a Death Valley y Monument Valley. Nada más llegar nos encontramos de casualidad con nuestros amigos de Mi patria son mis zapatos junto al icono más famoso del parque: el Cabezo de Castildetierra.
Las Bárdenas Reales se han formado por la erosión del agua y del viento. Se distinguen tres zonas: la Bárdena Blanca, el Plano, y la Bardena Negra. Como llegamos al parque ya pasadas las 17.00 horas, solo pudimos hacer un recorrido en coche por la Blanca, haciendo paradas para sacar fotos de tan espectacular lugar.
Como el día había sido intenso, para cenar, decidimos hacerlo en el único restaurante que vimos en el pueblo en el que nos alojamos en Salinas de Pamplona, el Getzenea. No está nada mal y lo mejor de todo es su precio. Pero solo dan cenas los viernes y sábados y víspera de festivos.
DÍA 4
Para este día teníamos prevista la visita al Nacedero de Urederra, que es un bonito bosque de hayas, con cascadas y ríos de color azul turquesa, antes de emprender el regreso a Madrid. Para poder visitarlo es preciso reservar previamente porque tiene un aforo limitado de 450 personas a la vez. Sin la reserva, no podrás entrar a visitar el Nacedero.
La visita al Nacedero es gratuita, salvo que has de pagar por el único aparcamiento que hay habilitado en Baquedano y que cuesta 4,5 € por turismo.
A medida que avanzábamos hacia Baquedano, el pueblo desde el que parte la ruta para visitar el Nacedero de Urederra, veíamos que el cielo estaba cada vez más negro.
Nada más empezar a andar, empezó a llover. Aún así, decidimos hacer el camino… Pero a medida que avanzábamos, llovía más y más hasta el punto de ser torrencial y comenzar también a haber truenos. Tras media hora de caminata, sin todavía haber visto nada, tuvimos que desistir.
La ruta completa para llegar al Nacedero y volver al aparcamiento es de entre 2 horas y media y tres horas (depende de lo que te entretengas haciendo fotos y lo lento que vayas). Y nosotros tras andar media hora estábamos ya completamente calados. Así que con pena, decidimos poner punto y final y regresar al coche, y poner rumbo a Madrid porque el cielo estaba negrísimo por aquella zona.
Para alojarnos en Navarra, decidimos fijar una sola base, por lo que buscamos algo que estuviera más o menos en el centro de todo lo que queríamos visitar. La opción elegida, por precio, fue el Hotel Agorreta en Salinas de Pamplona, una localidad a 10 minutos de Pamplona.
Reservamos una habitación doble sin desayuno, para 4 noches por 180 euros en total. Los menores de 6 años se alojan gratis si utilizan las camas existentes en la habitación. De haber querido una cama supletoria, el precio era de 15 euros por noche.
El hotel está bastante bien. La habitación es espaciosa y limpia. Cuenta con televisión, caja fuerte y secador. Y como amenities ponen, sobres de gel y champú, y pastilla de jabón. Hay zona de aparcamiento gratuito junto al hotel. ¿Lo recomendaríamos? ¡Por supuesto! Tiene un precio estupendo y su ubicación es también muy buena para descubrir Navarra.
De los sitios donde comimos, destacaremos tres que nos gustaron:
- Gaucho (Calle Espoz y Mina, 7): comimos de pintxos. Cuando fuimos, estaba lleno de gente, pero aún así, conseguimos sitio en la barra, aunque solo un asiento para la pequeña viajera. Comimos varios pintxos, todos muy ricos. Y de precio, lo vimos muy bien.
- Irañuzarra (Calle Mercaderes, 15): comimos también de pintxos en la barra. En esta ocasión, conseguimos sentarnos en sillas altas los tres, pero porque fuimos sobre las 20.00 horas. Luego cuando nos fuimos estaba todo muy lleno también.
- Restaurante de Selva de Irati: Tenía menús por 18 euros, con su primer, segudon y postre, y luego también para comer de raciones y pintxos. Nosotros optamos por esta ultima opción, pero por lo que vimos, los menús tenían muy buena pinta.
Nosotros hicimos la ruta en nuestro propio coche. Es la mejor manera de recorrer la zona. Si no tienes coche, una buena opción es alquilar uno en Autoeurope.
Hola Mari Carmen, un placer haber coincidido en Ochagavía y haberos conocido. Como ya os dijimos, nos encanta el blog. Hacéis un gran trabajo. Gracias y un abrazo!
¡Que ganas tengo de ir a Navarra!
Su gente sana,sus pueblos,sus paisajes…
Y con tu post ,más todavía.
Felicidades.
Desde luego que es precioso y los consejos y recomendaciones seguro que vienen genial para viajar con niños, nos ha encantado.