Seguimos con los relatos de nuestro viaje a Israel. Tras dejar Tel Aviv, antes e ir a Akko, que era nuestro destino final de ese día, pasamos por Cesárea Marítima y Haifa. Cesárea es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Israel, que data de la época de los romanos, y Haifa es una importante ciudad portuaria, emplazada en el Monte Carmelo y famosa por sus jardines colgantes Bahaí y por ser el centro de la religión bahaísmo.
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De Tel Aviv a Cesárea y Haifa
Qué ver en Cesárea Marítima
Cesárea Marítima se encuentra a unos 45 kilómetros de Tel Aviv, en la costa mediterránea y si seguimos avanzando hacia Akko, nuestro destino final del día, antes, nos encontramos con Haifa.
La ciudad de Cesárea fue construida en el siglo I por Herodes el Grande, que le puso el nombre del emperador romano Cesar Augusto. En aquella época llegó a ser uno de los puertos más grandes del Mediterráneo, aunque se le conocía con el nombre de Sebastos, el nombre en griego del emperador Augusto.
Aunque hoy en día existe la ciudad de Cesárea, lo que nos interesa ver se encuentra en el Parque Nacional de Cesárea, que está a las afueras de la actual ciudad. Es Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. Aquí se encuentran los vestigios de la ciudad romana, pero también conserva ruinas de época bizantina y de las cruzadas. Es como hacer un viaje al pasado. Y no solo merece la pena por eso, sino también por su emplazamiento, pegando al mar.
El Parque Nacio al de Cesárea tiene dos entradas: la entrada sur que da acceso a la parte romana del yacimiento, y es la primera que te encuentras según vas desde Tel Aviv, y la entrada norte, también llamada Puerta de los Cruzados, porque se accede al yacimiento por las murallas de la época de las cruzadas.
Nosotros entramos a Cesárea por la puerta sur, para empezar a conocer la ciudad romana. En esta parte, se puede ver el anfiteatro, junto al mar, y el teatro, que está en reconstruido, y hoy en día se usa para representaciones teatrales y conciertos. De hecho, cuando estuvimos lo estaban preparando para algún evento porque tenía multitud de cables por todos lados.
También se pueden ver los restos del palacio de Herodes I el Grande, que tenían una posición privilegiada junto al mar. A su entrada, se encuentra uno de los hallazgos más importantes de yacimiento, la piedra de Pilatos, aunque lo que hay en la actualidad es una reproducción porque la original está en el Museo de Israel, en Jerusalén. Esta piedra es importante porque tiene tallado el nombre de Poncio Pilatos, lo demuestra la existencia de este personaje tan significativo para los cristianos, porque fue quien ordenó la crucifixión de Cristo.
Si sigues paseando por Cesárea, podrás ver también el Templo de Augusto, las Termas, el Hipódromo, que tenía capacidad para unos 15.000 espectadores, aunque ahora ya queda poco de entonces; una Basílica, y los restos del antiguo puerto romano.
Pero además, aquí hay restos de época bizantina, como la iglesia del Martirio de San Procopio, que es del siglo VI y que se construyó sobre un antiguo templo romano. De un poco más tarde, de la época de las cruzadas en Tierra Santa, quedan las murallas y un castillo.
Alejado del yacimiento se encuentra el acueducto romano del siglo II, que es bastante impresionante.
Por cierto, si vas en verano como nosotros a Cesárea, haz buen acopio de crema solar, porque no hay sombras.
- Cómo llegar a Cesárea Marítima :La mejor manera es con coche de alquiler o con alguna excursión contratada. En transporte público es bastante difícil porque no hay ningún bus hasta allí. En transporte público las opciones pasan por coger un tren desde Tel Aviv hacia Cesárea (la ciudad moderna), y allí coger un taxi hasta el yacimiento, porque queda bastante retirado para ir andando. También puedes ir en bus hasta Cesárea y bajar en la parada de Or Akiva Interchange, y desde allí ir andando al yacimiento, pero son unos 30 minutos.
- Precios: 39 shekels los adultos y 24 shekels los niños (precios en 2020).
De Cesárea a Haifa
Qué ver en Haifa
Tras recorrer Cesárea, seguimos con nuestra ruta hasta Haifa, la tercera ciudad en población de Israel y actualmente uno de los puertos más importantes que tiene el país en el Mediterráneo. Se encuentra a unos 90 kilómetros de Tel Aviv.
Haifa está construida sobre la ladera del Monte Carmelo y es el Centro Mundial Bahaí, una religión monoteísta de origen persa, cuyos fieles siguen las enseñanzas de Baha’ ullah, su fundador que estableció en Haifa uno de sus lugares sagrados.
Lo más representativo de Haifa son sus jardines colgantes, que son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que se extiende sobre 19 terrazas. En el centro, se encuentra el Santuario Bab, un espectacular templo con una cúpula dorada, que tiene un horario reducidísimo de visita (solo de 9.00 a 12.00 horas), y que es donde descansa el fundador de esta religión.
La entrada a los jardines es gratuita, pero nosotros nos tuvimos que conformar con verlos desde las alturas porque cierran a las 17.00 horas, y llegamos a ellos justo cuando estaban a punto de cerrar.
Aun así, podrás disfrutar de las vistas desde el mirador que está en la parte más alta. La vista desde ahí es espectacular, porque se ven los preciosos jardines, el templo Bahaí, con la ciudad y el mar al fondo.
A los pies de los jardines Bahaí se encuentra otro de los lugares de la ciudad que no te puedes perder: el barrio de la Colonia Alemana, donde encontramos tiendas, galerías y otros edificios del siglo XIX. Y si buscas la oficina de turismo de la ciudad, está justo en esta zona.
Después de las visitas a Cesárea y Haifa, continuamos el viaje hasta llegar a Akko, donde pasaríamos esa noche.
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