Dejamos Chiang Mai para ir a conocer el sur de Tailandia y sus preciosas playas. Elegimos Phuket, en concreto, las playas de Karon. Pero nuestros días en Phuket estarían pasados por agua por el monzón. También aprovechamos para hacer una excursión en el día a las islas Phi Phi, donde sí que pudimos disfrutar de playas paradisíacas con agua azul turquesa y un brillante sol.
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De Chiang Mai a Phuket
Nos levantamos pronto, para ir de compras antes de que tuviéramos que coger nuestro avión a Phuket que salía a las 13.10 horas. El día anterior habíamos preguntado a la guía que dónde compraban la ropa los tailandeses, para que nos aconsejara algún mercadillo. Gus se quería comprar algunas camisetas de marca y dado que el día que buscamos la tarjeta para la cámara, nos habían llevado a un centro comercial donde compraban solo tailandeses y nos había salido muy barata, pensó que tal vez en algún comercio para tailandeses encontraríamos algo.
Pero fuimos al mercadillo que nos dijo la guía y no encontramos nada. Sí, era más barato, pero no era lo que iba buscando Gus. Era ropa un tanto fea. Así que con las mismas volvimos al hotel. Como todavía quedaba bastante tiempo hasta tener que ir al aeropuerto, aprovechamos para darnos unos masajitos de espalda y brazos de media hora…
Tras el masajito llegó la hora de ir al aeropuerto. Cogimos un taxi en la puerta del hotel, pedimos que nos pusiera el taxímetro y sin problemas (hay veces que se resisten a ponértelo porque quieren negociar el precio, pero normalmente sale más a cuenta que pongan el taxímetro). En esta ocasión volábamos con Air Asia, una low cost asiática mejor que muchas europeas. Salimos puntuales y a las 15.15 horas estábamos aterrizando.
Cómo ir del aeropuerto a Phuket
Como no habíamos comido, nuestra idea era recoger las maletas y comer en el aeropuerto antes de ir al hotel, pero nos fue imposible. Nada más salir de la zona de maletas, nos asaltaron las muchas agencias de viaje que hay en el aeropuerto para vendernos las excursiones que se pueden hacer por la zona. Básicamente son dos: a las islas Phi Phi y a la isla de James Bond (donde se rodó una de las películas de la saga).
Preguntamos en varias, y tenían precios similares. Finalmente optamos por una que iba a las islas Phi Phi que regateando nos dejó a buen precio la excursión para los dos con los traslados y la comida incluida y el taxi al hotel desde el aeropuerto. Dejamos pagada la excursión y hacia el taxi sin perder tiempo.
Pero al llegar al taxi, resultó ser una minibus. Había más turistas como nosotros esperando para salir. Como solo quedaba un asiento más pensábamos que tardaríamos poco en salir. Pero aún tardamos casi una hora y nosotros seguíamos sin probar bocado desde el desayuno.
Una vez que arrancó, a medio camino paró en medio de la nada donde había otra agencia de viajes donde pretendieron que contratáramos otra excursión. Como ya llevábamos una y le enseñamos el resguardo, nos dejaron ir. Pero hubo gente que no tenía nada contratado y como no querían coger ninguna excursión querían cobrarles más por el taxi. ¡¡Vaya morro!!
Entre pitos y flautas cuando quisimos llegar al hotel después de que fueran dejando a todo el mundo (porque tuvimos la “suerte” de ser los últimos porque nuestro hotel (el Phuket Orchi Resort) estaba en Karon y el de los demás estaba en Patong) eran ya más de las 18.30 horas y ¡nosotros sin haber comido todavía! Además, estaba ya casi oscureciendo, por lo que la idea de darnos el primer baño en tierras tailandesas quedaba totalmente descartado.
Así que dejamos las maletas y nos fuimos a dar una vuelta por la zona para buscar algo donde comer-cenar y recogernos pronto, que al día siguiente nos recogían a las 7.30 horas para hacer la excursión.
Al volver a la habitación, nos encontramos con un papelito diciendo que nos recogían a las 9.00 horas… ¡¡Qué raro!! Pero bueno, así tendríamos más tiempo para dormir.
Qué ver y hacer dos días en Phuket
Excursión a las isla Phi Phi
Nos despertamos pasadas las 7.15 horas con una llamada de recepción: nos estaban esperando los de la excusión. ¡¡¡Pero si habíamos recibido una nota diciendo que a las 9.00 vendrían a buscarnos! Deprisa y corriendo nos vestimos y diez minutos después estábamos ya en recepción montando en el minibús sin haber desayunado. Al parecer en la nota no ponía que nos venían a buscar a las 9.00, como habíamos entendido nosotros, sino a las 7.00 horas. Pero el que escribió la nota, hacía los 7 y 9 muy parecidos. Éramos los últimos en recoger y nos miraron con cara de pocos amigos al entrar en el minibús.
El día había amanecido lloviendo a mares y estaba todo negro… ¡¡Vaya día de excursión nos esperaba!! Cuando llegamos al puerto, que estaba como a unos 45 minutos del hotel, llovía con un poco menos de intensidad. Aún allí tuvimos que esperar más de media hora para salir. Para pasar el tiempo, pusieron un pequeño buffet de café y galletitas. ¡¡Menos mal porque no habíamos tenido tiempo de desayunar!!
Lo único negativo de la excursión (porque todo lo demás fue de lujo) es que aunque nos dijeron que todo estaba incluido, resultó que había que pagar aparte unas aletas para hacer esnórquel. Por un momento dudamos si alquilarlas o no, pero como insistieron mucho en que podía ser peligroso porque podíamos pincharnos con erizos de mar que había por la zona, finalmente pillamos un juego de aletas. Y digo que es negativo porque a decir verdad, se podía prescindir de las aletas, pero lo descubriríamos después.
Montamos en la lancha y rumbo hacia la primera parada: Maya Beach, la playa donde se rodó la película de La Playa de Leonardo di Caprio. Según avanzábamos, el tiempo empezó a mejorar sorprendentemente e incluso salió el sol.
Si no fuera por la cantidad de turistas que había en Maya Beach, podría considerarse realmente el paraíso como se dice en la película (que por cierto, yo no la había visto antes de ir, sino que la ví hace unas semanas que la pusieron en la tele). Agua cristalina, arena fina y blanca y un entorno natural de ensueño. Y también hordas y hordas de turistas.
La siguiente parada fue en la Monkey Island o la isla de los monos… Y es que había un montón de estos animalejos por la playa. Había que tener cuidado con ellos porque en cuanto veían que podían coger algo de lo que llevabas para llevarse a la boca, no dudaban en quitártelo de las manos. De hecho, a uno de los que venían con nosotros le quitaron la lata de coca cola y el mono en cuestión se la estuvo bebiendo tan pancho.
Seguimos navegando y la lancha paró en alta mar para que quién quisiera hiciera esnórquel. Me puse las aletas y me zambullí en el agua que estaba a una temperatura ideal. Pronto miles de pececitos de colores y de diferentes tamaños aparecieron de la nada.
Y es que uno de la tripulación empezó a tirar pan y ante la comida, los pececitos acudieron como atraídos por un imán… ¡¡Fue increíble!! Y cuando me sumergí en el agua me di cuenta de que era un timo lo de utilizar las aletas porque el fondo con sus piedras, donde podrían estar los erizos, quedaba al fondo y la zona era profunda, por lo que perfectamente podía haber prescindido de alquilarlas.
Tras el chapuzón seguimos con la ruta. Sin hacer parada para bajar, pero sí para hacer foto, pasamos por la Cueva de los Piratas. Supuestamente era una cueva donde hubo en su tiempo piratas, aunque en la actualidad se utiliza para extraer nidos de golondrina, al parecer, un manjar que ponen en algunos restaurantes.
Llegó la hora de comer y nos llevaron a Phi Phi Don, que es la mayor de las islas y donde estaba el restaurante tipo buffet donde teníamos la comida incluida. Aún después de comer nos quedó un poco de tiempo de libre para pasear por la playa, que como las demás de las islas Phi Phi era de fina arena blanca y de aguas cristalinas.
La última parada antes de emprender el regreso a Phuket fue en la isla Khai Nai para nadar o hacer esnórquel. Dispusimos de tiempo libre para darnos un chapuzón, nadar entre pececillos o tomar el sol. Nosotros optamos por hacer esnórquel entre los pececillos.
Cuando regresamos a Phuket tampoco llovía ya. Tras una ducha salimos a cenar. El día anterior habíamos visto un restaurante muy chulo que parecía sacado de los Picapiedras y en cuya puerta tenían un elefante que podías tocar y los niños incluso subirse a él. Aunque la carta era un poco cara, decidimos darnos el capricho de cenar allí y nos pedimos unas langostas que estaban para chuparse los dedos. De vuelta al hotel, en un puesto callejero nos tomamos unos ‘pancakes’ de chocolate.
De camino al hotel comenzó a llover a raudales. Parecía que no había llovido en la vida. ¡¡Vaya con los monzones en Phuket!! Nos acostamos deseando que al día siguiente amaneciera despejado.
Día 2: Phuket
Aunque en un primer momento había planeado que los dos días en Phuket haríamos excursiones a islas cercanas, tras tres semanas intensas de viaje sin parar, cuando llegamos a Phuket decidimos que este último día sería de relax para aprovechar la playa. ¡¡En qué hora decidimos eso!!
Cuando nos levantamos seguía lloviendo a mares como la noche anterior. Pensamos que sería cuestión de poco tiempo que volviera a salir al sol. Así que nos fuimos a desayunar tranquilamente. ¡¡Pedazo desayuno buffet que tenían!!
Fue de los mejores desayunos del viaje. Tenían dos restaurantes: uno solo había orientales. Probamos alguna cosilla del buffet, pero era todo salado. Como seguía lloviendo, seguimos investigando el hotel y dimos con otro restaurante en el que solo había turistas occidentales y tenían de todo. ¡¡Que gran variedad!! Y sobre todo, tenían cosas de chocolate: tortitas con chocolate, buñuelos con chocolate. Así que nos sentamos allí a desayunar de verdad.
Cuando salimos del desayuno aún seguía lloviendo. ¿Es que no iba a parar? Como al día siguiente teníamos que abandonar Phuket sobre las 4.00 horas para coger nuestro vuelo a Bangkok a las 6.00 horas, estuvimos preguntando por el servicio de taxi en varios sitios: primero en el hotel, donde era supercaro… Y luego en las agencias de viaje de alrededor hasta que dimos con una que nos dejaba a buen precio el taxi.
La lluvia parecía que no quería abandonarnos. Así que decidimos darnos un masajito porque no estaba el día para ir a la playa. Esta vez probamos uno con aceites y ¡¡menuda gozada!! Nos gustó mucho más que el tailandés porque es menos brusco y es más relajante. Aunque el hotel tenía servicio de masajes en la habitación, fuimos fuera a un sitio de masajes que estaba cerca del hotel y tras regatear un poco conseguimos los masajes por una hora.
Al salir seguía lloviendo. ¡¡¡Qué horror!!! Como ya era mediodía, decidimos comer, aunque no teníamos demasiada hambre. Estábamos de un aburrido. Comimos al lado del hotel: Gus de nuevo langosta y yo una lubina para chuparse los dedos. Como seguía lloviendo, decidimos irnos a echar la siesta, aunque tampoco había sueño.. Pero es que no se podía hacer mucho más por allí.
Al levantarnos de la siesta, seguía lloviendo… ¡¡¡Puñetero monzón!!! ¿Pero no se supone que el monzón solo dura un ratejo y luego escampa? ¡Ja! No sería en Phuket. Estuvimos pensando en si ir a Patong a hacer una visita a la zona, pero había que coger un taxi porque pillaba muy lejos de Karon para ir andando, pero entre que no encontrábamos ninguno y que en realidad nos daba pereza, optamos por quedarnos en el hotel y darnos un baño en la piscina.
Los trabajadores del hotel nos miraban con cara de “están locos estos turistas”, pero a nosotros nos dio igual. El monzón había decidido no abandonarnos y no había nada que hacer allí..No fuimos los únicos con la idea de bañarnos en la piscina mientras llovía. Había también algún que otro turista “alocado” como nosotros que también se dio un chapuzón bajo la intensa lluvia.
Justo después de ducharnos y prepararnos para ir a cenar, dejó de llover. ¡¡A buenas horas!! Antes de la cena nos dimos un paseo por Karon viendo las tiendecillas que estaban abiertas. El ambiente era un poco desolador. Supongo que sería porque en agosto es temporada baja en Phuket y tras el día vivido con el monzón entendimos por qué. Cenamos en un italiano cercano al hotel un par de pizzas. Solo estábamos nosotros y otros clientes más. ¡¡Qué triste!! Al terminar de cenar nos fuimos a acostar porque al día siguiente tocaba estar en pie a las 3.00 horas.
Gastos de tres días en Phuket
- Tarjeta de teléfono para llamar a España: 300 baths
- 2 masajes de hombros y espalda de 30 minutos: 180 baths
- Taxi al aeropuerto de Chiang Mai: 150 baths
- Excursión a Phi Phi para dos personas: 3.000 baths
- Cena en restaurante Bounty Seafood (beef satay + pad thai de cerdo, pad thai de gamba + coca cola+ cerveza chiang L): 395 baths
- Pancake en puesto callejero de vuelta al hotel: 40 baths
- Aletas para los pies: 200
- Llamada a España de 2 minutos: 90 baths
- Conexión a internet durante 40 minutos: 40 baths
- Cena en Dinopark (langosta con ajo y pimiento +langosta thermidor + gambas gabardina + coca cola + 2 cervezas Chang S): 1.642 baths
- 2 pancakes de camino al hotel: 80 baths
- 2 masajes de 1 hora con aceites: 600 baths
- Comida en Baan Sailom al lado del hotel (langosta thermidor, lubina a la parrilla, pollo frito con patatas, coca cola y cerveza Chang L, dos helados): 1.620 baths
- Hotel: 3 noches de hotel: 3.510 baths
- Taxi al aeropuerto contratado en oficina de turismo junto al hotel: 700 baths
- Imán de Phuket: 50 baths
- Cena en Restaurante italiano Capri en el hotel Phuket Island View (Pizza de salami, pizza di fruti di mare, coca cola y cerveza shinga): 770 baths
Total: 13.007 baths (unos 332 euros)
En Tailandia según que épocas el tiempo puede ser imprevisible!! Pero veo que todo salío de lujo!! Hicistéis la misma excursión que yo.Las phi phi llenas a rebosar, que pena verdad? Y Karon beach o Kata son mucho mejor para alojarse que la playa de Patong.<br />Otra isla Tailandesa que acabo de conocer en mi último viaje y que recomiendo es Koh Chang, muy cerquita de camboya. Tranquila y con
Qué pena que os econtrarais con este tiempo… A nosotros nos pasó algo similar en Isla Mauricio y es una lástima porque no se disfruta igual de las playas y el entorno, pero qué se le va a hacer… Por lo menos no os chafó el día de la excursió a las Phi phi!! <br /><br />Saludos!!
Vaya faena el tiempo, aunque por lo menos aprovechasties igualmente para ver muchas cosas. Y hambre lo que se dice hambre, no pasasteis eh? Menudas langostas os metisteis para el cuerpo jejeje! Saludosss
Tiene que ser espectacular hacer snorkel en aquellas playas. <br />Una pena el día tan malo quie os salió al final, pero oye, unos masajitos y un baño en una piscina a plena lluvia nunca vienen mal, jejeje<br />Un saludo 😉
Vaya mala pata con el tiempo aunque entre masajitos y comilonas tampoco lo pasasteis mal. Las Islas Phi Phi tienes que ser preciosas pero nosotros cuando estuvimos en Tai decidimos no ir a la playa así que a ver si uno de estos años nos acercamos por allí, jejejeje. Un abrazo. 😉
Qué ganas le tengo a Tailandia! mira que jode la lluvia cuando estás de viaje, pero claro, eso es imprevisible. Tiene que molar lo del snorkel, aunque no soy yo muy acuática. Muy buena entrada, gracias por compartirla 🙂
Que maravilla de lugar.<br />Saludos
Menudo días para dejar de fumar… digo… para ir a la playa, jejejeje… A mi estas cosas no me pasan, porque no me gusta la playa… :P<br />
Hola Carmen,<br /><br />Vaya excursión más chula por las islas !! lástima que al día siguiente os pillara el monzón, pero estamos en lo de siempre uno de los inconvenientes que tiene viajar en agosto por el Sudeste Asiático.<br /><br />Un abrazo.
Lo de pasar hambre en los viajes nos pasa alguna que otra vez, jeje. Ya no es la primera vez que como vosotros hacemos comida-merienda-cena, jeje. Aprovechasteis bien los días!! Lo del snorquel me gustaría mucho hacerlo, pero me da un poco de miedillo, jeje.
¡Vaya tres días! Me ha encantado la excursión a Maya Beach y Monkey Island. Cuando era pequeña jugaba a un juego de ordenador que se llama así y me ha hecho gracia que exista en realidad jejeje.<br /><br />Una pena lo del monzón pero lo de bañarse bajo la lluvia también está chulo. En mi pueblo te echan de la piscina cuando llueve! jejeje :)<br /><br />Un saludo!
<b>Fran</b>, la verdad es que en la época en la que íbamos, teníamos muchas papeletas para que el monzón hiciera acto de presencia y nos aguara la estancia en Phuket, pero confíabamos que nos dejara tranquilos… <br />Un abrazo
<b>Diario viaje Kiana</b>, la verdad es que no se disfruta igual… pero era algo que sabíamos que podía pasar porque viajábamos en época de monzones… <br />Saludos<br />
<b>Dany</b>, es que las langostas estaban a un precio fabuloso!! Así que había que aprovechar!! jejejeje
<b>Helena</b>, sí, doy fe de que es espectacular hacer snorkel en aquellas aguas!!!! Es una maravilla!!! Saludos<br />
<b>Babyboom</b>, yo no soy muy de playa, pero nos parecía un delito ir a Tailandia y no visitar estas playas que tienen tanta fama… La pena es que el tiempo no acompañó! Besotes
<b>Calíope</b>, la lluvia suele joder todos los viajes… pero cuando vas a un sitio en el que no hay mucho más que hacer que estar en la playa, ya ni te cuento lo que puede llegar a fastidiar! Saludos
<b>M. Eugenia</b>, en verdad es un lugar maravilloso!<br />saludos
<b>Víctor</b>, a mí tampoco me gusta la playa, pero nos parecía que era de visita obligada ir a la playa, porque no tienen nada que ver con las playas de las costas españolas… Pero no tuvimos suerte 🙁
<b>Victor</b>, cierto, si viajas al Sudeste Asiático en agosto seguro que te pilla el monzón… Pero bueno, cuando no se tiene vacaciones en otra época, no queda otra! Un abrazo<br />
<b>Artabria</b>, a nosotros no nos quedó más remdio que hacer una sola comida el primer día… pero es que todo se puso en contra para que pudiéramos comer antes! jejejeje
<b>Aran BL</b>, allí nos miraban raros al estar en el agua cuando llovía… Debe ser que no lo suelen hacer… jajajaja
En ese tipo de sitios tan paradisíacos, se debería poder controlar las lluvias, que sólo lo hiciera por la noche XDDD<br /><br />Me encanta como