La Laguna Negra y Numancia son de los puntos turísticos más importantes en la provincia de Soria. La Laguna Negra es un entorno de singular belleza, mientras que Numancia es un yacimiento arqueológico de época celtíbera. Y justo, pudimos visitar ambos lugares en nuestro segundo día de viaje del Tren de Campos de Castilla.
Si el día anterior habíamos tenido que madrugar para coger el tren en Chamartín, este día tampoco se quedaba atrás y teníamos que volver a madrugar porque el autobús nos recogía a las 9.00 horas con las maletas ya listas para empezar a recorrer la provincia soriana. La peque viajera se despertó sin ningún problema y con una sonrisa en la boca.
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Ruta por la Laguna Negra y Numancia
La impresionante Laguna Negra
A unos 50 km de Soria capital se encuentra la Laguna Negra, en el Valle de Revinuesa, en el término municipal de Vinuesa, a unos 2.000 metros de altitud. Se trata de una laguna de origen glacial ubicada en la Sierra de los Picos de Urbión, que está rodeada de pinos albar y hayas. Precisamente los pinos y las paredes graníticas que la rodean hacen que tenga ese peculiar color negro.
Esta laguna también guarda relación literaria con Antonio Machado, quien escribió en 1912, poco antes de morir su mujer, La Tierra de Alvargonzález, que se ambienta en esta zona. En torno a la Laguna Negra hay muchas leyendas, siendo la principal la que dice que no tiene fondo, aunque en realidad su profundidad máxima es de 8 metros.
Aunque había oído hablar muy bien de la Laguna Negra, no me podía imaginar lo bello que es realmente. Me quedé fascinada al llegar allí. Y no fui la única que debió percibir tal sensación porque todo el grupo de blogueros y periodistas se quedó igual. Se hizo el silencio nada más llegar a la Laguna Negra. ¡Es desde luego un sitio impresionante!
Por la zona se pueden hacer algunas sendas, pero entre que disponíamos de poco tiempo ,porque nos esperaba el siguiente punto de nuestra ruta de ese día, y que iba con Iris en el fular (y ya abulta un poco, por lo que me impide ver bien por donde camino) y el suelo estaba un tanto resbaladizo y embarrado por las lluvias de las últimas semanas, nosotros preferimos no alejarnos demasiado de la laguna, no fuera que acabáramos las dos en el suelo.
De camino desde la Laguna Negra a Numancia, la guía nos fue explicando que aquella zona, la de la Sierra del Razón (el río del Razón pasa por aquí), se la conoce popularmente como la Pequeña Suiza Soriana por su verdor y la altitud de sus prados. Es, además, el lugar de donde procede la Mantequilla Soriana con Denominación de Origen.
Asimismo, durante todo el año en la Pequeña Suiza Soriana se puede disfrutar de la micología y es posible recoger trufa negra. De hecho, Soria produce el 30% de trufa negra de toda España y el 5% de lo que se consume en el mundo procede de esta provincia. También la zona es popular porque es donde mejor se puede disfrutar de la berrea.
Tras los pasos de Numancia
Tras una breve parada para tomar un refrigerio en Vinuesa seguimos la excursión hasta Numancia, que se ubica junto a la localidad de Garray, a unos ocho kilómetros de Soria.
Este yacimiento es de origen celtíbero y su fama se debe a la resistencia que mostró durante veinte años su población, los arévacos, frente al ejército de Roma.
Pese a la resistencia a ser conquistados, finalmente tras un año de asedio a manos del general Escipión, en la que Numancia pasó hambruna y enfermedades, la ciudad pasó a manos de los romanos. Muchos de sus habitantes antes de caer rendidos y pasar a ser esclavos de los romanos decidieron quitarse la vida.
Numancia está situada en un entorno clave, en la sierra de la Muela. El interés de Roma por ella se debió a su situación geográfica estratégica, junto al río Duero, y muy próxima al delta del Ebro.
En el yacimiento se puede ver cómo era la estructura de una ciudad celtíbera, con sus calles e incluso una reconstrucción de una casa de la época. También se puede ver cómo fue Numancia una vez que los romanos se hicieron con ella: las calles cambian y también hay una casa de época romana reconstruida.
De hecho, en una parte del yacimiento se puede contemplar los dos niveles superpuestos de las dos ciudades. Asimismo sigue en pie parte de la muralla celtíbera, así como el aljibe o una casa con patio porticado… Podemos también ver varios molinos de mano de la época.
Para descubrir lo que Numancia esconde contamos con las explicaciones del director del yacimiento que nos fue relatando la historia de este pueblo que se le resistió a Roma durante 20 años y nos fue desgranando cómo era la ciudad tanto en época celtíbera como época romana.
Probando la gastronomía soriana
Una vez vista la Laguna Negra y Numancia, volvimos a Soria para hacer la última comida antes de coger de nuevo el tren.
En esta ocasión comimos en el restaurante Santo Domingo II (plaza del Vergel). Nos sirvieron unas setas en escabeche (que ni a Gus ni a mí nos gustaron demasiado que digamos), pastel de cabracho (que estaba exquisito) y ajo carretero, plato típico soriana que me recordó a la caldereta extremeña (mis padres son de Extremadura).
El ajo carrotero es un guiso elaborado con cordero y que pica un poco. Lo más curioso de todo es que primero se sirve la carne sola, sin caldo, y con el caldo en el que se guisa, se elabora una sopa que se toma de segundo. Estaba muy rico y eso que a mí no me gusta mucho el cordero.
Para rematar (como si hubiéramos tenido poco), de postre tarta de queso, que estaba espectacular (solo de acordarme, ya estoy salivando, jejeje).
Con el estómago tan lleno que casi ni podíamos movernos, nos dispusimos a disfrutar de las últimas horas en Soria antes de coger el tren a las 18.20 horas. Junto con Babyboom y Carfot, de Callejeando por el planeta, que nos hicieron de guía porque ya conocían Soria, y Helena, de Mi maleta y yo, y su hermana, decidimos pasear por Soria para conocer algunos puntos de la ciudad que aún no habíamos visto como la Plaza Mayor, donde se encuentra el Ayuntamiento, la Iglesia de la Mayor, donde se casó Machado, o el Palacio de la Audiencia.
De allí seguimos hasta la iglesia de San Juan de Rabaneda, un templo del románico construido en el siglo XII, y que se encuentra en el centro de Soria.
Nuestro pequeño recorrido por libre por Soria terminó en el Rincón de Bécquer, una plazoleta situada en la parte trasera de la iglesia de San Francisco y en donde nos encontramos las ruinas del antiguo convento de San Francisco. En este punto, nos esperaba el autobús para llevarnos de vuelta a la estación para coger el tren de regreso a Madrid.
Así acababa un fin de semana muy especial, en el que pudimos descubrir Soria. Hemos echado en falta disponer de algo más de tiempo libre para haber podido pasear con calma por Soria o por la Laguna Negra. Pero un fin de semana solo no da más de sí. Aun así hemos vuelto encantados porque Soria nos ha sorprendido muy agradablemente.
Para mí era el día estrella. Yo tampoco conocía la Laguna negra ni Numancia y me llamaban la atención desde hacía tiempo. De la Laguna Negra me habían contado maravillas y al llegar allí entendí por qué… <br />Un saludo 😉
<b>Helena</b>, la verdad es que la Laguna Negra es mejor de lo que imaginábamos, ¿verdad?<br />Saludos
La verdad que Soria guarda muchos tesoros por descubrir y tiene lugares impresionantes, lástima que sea tan desconocida. Me encantó poder compartir con vosotros el fin de semana y disfrutar de los paisajes y gastronomía sorianas. Un abrazo!!! 😉
<b>Babyboom</b>, Soria es una gran desconocida!!! Tiene lugares impresionantes y son poco conocidos! A nosotros también nos gustó compartir este viaje con vosotros.<br />Un abrazo
Menudo día más chulo, se mezclan dos de las cosas que más me gustan, naturaleza y arqueología.
la visita a Numancia debe ser una pasada!! Soria está injustamente olvidada, como dice babyboom. Veo que la pequeña se porta como una campeona!! Un abrazo
¡Cómo mola Numancia! Siempre hemos querido ir, cuando hacíamos la carrera estuvimos a punto y luego no hemos tenido oportunidad. Viendo el post, hay que ir pensando en ir camino Soria!
Qué chulada! Desde que nos hablaban de Numancia en el cole siempre he querido ir, me llamaba mucho la atención. A ver si puedo escaparme algún día.<br />Vaya viajecito se dio Iris también 🙂 Un saludo!
Pues que maravilla!!! El viaje tuvo que estar genial, luego ya podéis repetir con más calma.<br />Es una zona que desconozco y que me atrae y más ahora, después de tu entrada.<br />Un abrazo,<br /><br />Trini<br />http://yoadoroviajar.blogspot.com
Aiii.. pero qué bonita que es mi tierra!!! y qué estupendo post le has dedicado. Mi enhorabuena… y VIVA SORIA!!! ;)<br /><br />http://debocados.com/
No conozco nada de Soria, pero sé que si algún día hago una escapada por la zona no me voy a perder la Laguna negra. Creo que debe ser uno de esos sitios en el que uno respira tranquilidad. Además me han encantado las reproducciones de cabanas celtíberas de Numancia. Soria no estaba en mis planes pero me la miro con otros ojos. <br /><br />Por cierto os he dejado una sorpresita a modo de
Un paraíso!! sin duda Soria es una ciudad preciosa con muchisimos sitios que contemplar y admirar. Que decir de Laguna Negra.. sin palabras!! una auténtica maravilla y como no, “mi lugar”. Nací en Barcelona, pero mi familia es de Soria, y cada vez que puedo me escapo para poder ver, respirar y relajarme viendo ese paraíso.