Con cinco días por delante cuando el puente del Pilar y con los precios por las nubes para escaparnos a alguna ciudad europea, decidimos que era el momento ideal para recorrer con nuestro propio coche una zona a la que hacía tiempo teníamos ganas: la Costa Brava. Cadaqués, Besalú y Girona tenían la culpa de que quisiéramos descubrir en familia esta parte de Cataluña.
La provincia de Girona llevaba años en nuestra lista de destinos soñados, pero el hecho de que nos separen más de 700 kilómetros por carretera -vivimos en Madrid- era el principal motivo que nos hacía posponer año tras año el visitarla. Pero teniendo cinco días libre por delante, era el momento preciso.
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Dónde alojarse en la Costa Brava
En esta ocasión, para alojarnos en la Costa Brava nos decidimos por los apartamentos Pierre & Vacances de AmpuriaBrava, una opción ideal si viajas con niños vayas en la época que vayas para descubrir la zona. Ya haremos una completa reseña de ellos, pero podemos avanzar que nos han gustado mucho: son amplios, están limpios, muy bien equipados y su ubicación es muy buena para descubrir el Alto y Bajo Ampurdán como hicimos nosotros. Además, si vas en verano, la playa queda muy cerquita.
Nosotros nos alojamos en un apartamento de dos dormitorios, baño completo y servicio, cocina americana y con terraza con vistas a los canales de Ampuriabrava. El complejo cuenta también con piscina y gimnasio, aunque nosotros no lo usamos porque el tiempo no acompañaba.
La ubicación es muy buena para descubrir la Costa Brava porque se sitúa como en el medio de la zona que queríamos visitar: a pocos kilómetros de Cadaqués y Roses, y a una hora de Girona capital y a menos de una hora de otros pueblos preciosos que queríamos ver como Monells, Peratallada o la antigua ciudad grecoromana de Ampurias.
Ruta por la Costa Brava
Día 0
Comenzamos nuestra ruta hacia la Costa Brava saliendo de Madrid por la tarde tras trabajar. Hicimos noche a mitad de camino en un pequeño hostalito en Villafranca de Ebro, el Petit Scala, muy barato (35€ la noche) y que estaba genial.
Día 1
Tras desayunar, nos pusimos temprano de camino hacia la Costa Brava porque aún nos quedaban unos más de 350 km para llegar. Nuestra primera parada fue en los apartamentos Pierre & Vacances para registrarnos.
De allí fuimos al pueblo que motivó en parte este viaje: Cadaqués. Lo que os pueda decir de él se queda corto. Solo puede decir que ahora entiendo que Dalí se enamorara de él y estableciera su residencia en la cercana Portlligart. Tampoco me extraña que esté catalogado como uno de los pueblos más bonitos de Cataluña y de España.
Por cierto, si quieres visitar la Casa Museo de Dalí, no hagas como nosotros y reserva con antelación, porque su visita no se puede hacer sobre la marcha. Nosotros llamamos de camino a Cadaqués, pero ese día, que era 12 de octubre, ya lo tenían completo, y hasta el viernes por la tarde, no tenían ni un hueco.
Llegamos justo a mediodía. Aparcamos en el único parking que vimos cerca de la zona a visitar y que se ubica junto a la estación de autobuses (si pretendes aparcar más cerca, es prácticamente imposible y eso que lo intentamos). Lo primero que hicimos fue comer en uno de los restaurantes del centro. La tarde estaba muy gris, pero nos lanzamos a descubrir el pueblito.
Sin mapa con el que descubrir la localidad, porque la oficina de turismo estaba cerrada, nos dedicamos a deambular por el casco viejo hasta llegar a la Iglesia de Santa María de Cadaqués. Después, en vista de que iba a empezar a llover, decidimos recorrer el resto de la costa en el trenecito turístico que lleva hasta Portlligart. ¡La verdad es que nos encantó! Es el mejor tren turístico en el que hemos montado con la peque en nuestros viajes.
Teníamos intención de ir al faro de Cap de Creus, pero al bajar del tren llovía a mares, por lo que lo descartamos y decidimos regresar a Ampuriabrava.
DÍA 2
Día dedicado a visitar dos ciudades del Alto Ampurdán y una de La Garrotxa: Peralada, Figueras y Besalú. Comenzamos en Peralada por ser el que estaba más cerca de Ampuriabrava. En la Oficina de Turismo nos informaron de las visitas guiadas en el Museo del Castillo de Peralada y allá que fuimos. Al ser un día laborable, la visita fue exclusiva para nosotros y nos resultó muy interesante, sobre todo por la fantástica biblioteca que tiene el Castillo.
De allí, nos dirigimos a Figueras donde queríamos visitar el Teatro Museo Dalí. Aparcamos cerca de la Oficina de Turismo en zona azul, con parquímetros. Comimos al llegar en un restaurante en Las Ramblas. Tras la comida, visitamos primero el Museo del Juguete Antiguo porque pensamos que a la peque le gustaría, pero la verdad es que le pareció más bien aburrido. A nosotros, en cambio, sí que nos pareció interesante.
Mucho mejor fue la visita al Teatro Museo de Dalí. Los tres disfrutamos al completo de la visita a este museo que te adentra en el universo daliniano. Seas o no amante de los museos de arte, es una visita imprescindible y que seguro que a todos gustará. ¡A nosotros nos fascinó y eso que no somos muy de museos!
Y para terminar el día nos dirigimos a Besalú, otro de los motivos del viaje. Está también considerado como uno de los pueblos más bonitos de Cataluña y en verdad es así. La pena es que nos llovió a mares y no lo pudimos disfrutar como es debido. Además, como eran más de las 5 cuando llegamos, nos encontramos con que no podiamos visitar nada por dentro. Ni siquiera la oficina de turismo estaba abierta. Nos dedicamos a deambular bajo la intensa lluvia por las calles del casco viejo hasta llegar al puente de Besalú que es el principal icono del pueblo, pasando por la judería.
DÍA 3
En esta ocasión, nos dedicaríamos a visitar el Bajo Ampurdán: Monells, Peratallada, Pau, Begur y Calella de Pallafrugell. El planning puede parecer ambicioso, pero son pueblecitos pequeños, aunque con mucho encanto, que se pueden recorrer en poco tiempo.
La idea de visitar Monells fue un poco por casualidad. Nos dirígiamos a Peratallada cuando por el camino, le dije a Gus que íbamos a pasar muy cerca de Monells que se ha hecho un huequito en las rutas turísticas por ser el pueblo donde se grabó parte de la película Ocho apellidos Catalanes. Y decidimos pararnos a verlo. Dimos una vueltita rápida, porque el pueblo es pequeñito, e hicimos fotos en su preciosa plaza porticada que es donde se grabaron muchas escenas de la película. Si te pilla de paso, te recomendamos parar a verlo porque es un pueblo muy bonito.
Seguimos la ruta en coche hacia Peratallada. Pasear por este pueblo, como casi todos los que veríamos esa mañana es como hacer un viaje en el tiempo hasta el Medievo. Lo recomendable es dejarse llevar y ver la plaza del Castillo y callejear hasta las murallas. Si buscas la oficina de turismo, te sorprenderá encontrártela en una cafetería y que no hay nadie para informar, solo unos impresos que podrás coger con información.
El siguiente pueblo a visitar es Pals. La zona a visitar, que es estilo gótico, se sitúa en lo alto de la colina. Aparcamos en la parte baja y subimos hasta el Casco Viejo. Junto al Ayuntamiento, se encuentra la oficina de Turismo. Justo al lado, hay un arco de piedra que da acceso al barrio gótico. Deambulamos por el pueblo tranquilamente antes de seguir hacia nuestro siguiente destino.
Begur es otro de los pueblos que tenemos anotados para visitar, pero la verdad es que nos decepciona enormemente porque no le vemos ningún encanto. Tal vez su mayor atractivo son sus calas, pero al viajar en octubre y tener mal tiempo, no podemos ver lo maravillosas que son. Antes de dirigirnos a las calas, comemos en un restaurante que está junto al acceso peatonal al pueblo.
Las calas que merecen la pena visitar son la de Aiguafreda y la de Aiguablava, pero nosotros no pudimos disfrutar de su característico color azul turquesa.
Continuamos nuestro roadtrip hasta llegar a Calella Palafrugell, un pueblecito pesquero muy pintoresco con una preciosa playa con barquitas de pescadores y casitas blancas. Nos pareció un lugar precioso que seguro que gana mucho en verano. Cuando recorríamos el pueblo empezó, un día más, a llover a mares.
Dudamos entre seguir la ruta hacia Tossa de Mar, pero el GPS marcaba que quedaba a unos 50 minutos desde donde estábamos y quedaba poco más de una hora para al atardecer, que unido al gran tormentón, hizo que desistiéramos y volviéramos a Ampuriabrava, aunque antes nos pasamos por Roses a ver su Ciudadela pero no pudimos verla porque cierran a las 18.00 horas de octubre a mayo y era casi las 19.00 horas.
DÍA 4
El día lo dedicaríamos a la capital de la provincia: Girona, que desde que vi la primera foto de sus casitas de colores junto al río, hace unos años, tenía muchas ganas de visitarla.
Pero antes, nos dirigimos L’Escala, para visitar el yacimiento arqueológico grecoromano de Ampurias. Nos gustó descubrir lo que queda de la ciudad que fundaron los griegos, y cómo después, los romanos construyeron su propia ciudad a pocos pasos. Una visita muy recomendable. Además, una cosa que nos gustó y que no hemos visto en otros yacimientos es que está adaptado para los que viajamos con niños. Para empezar, hay una entrada familiar, que supone que a los padres se les rebaja 1 euro a cada uno por llevar a los niños. Además, los menores de 8 años no pagan entrada.
Pero lo mejor no es eso, sino que las audioguías que te dan, hay opción para escuchar las explicaciones en versión infantil, es decir, son explicaciones mucho más amenas y con menos datos aburridos para los peques.
Tras la visita, en la que se nos fueron 2 horas…, aunque bien podríamos haber pasado más, nos dirigimos hacia Girona. Aparcamos frente a la Oficina de Turismo. El aparcamiento en esa zona es gratuito. En primer lugar nos dirigimos a los Baños Árabes porque cierran a las 14.30 horas. De allí a la catedral y a la Iglesia de Sant Feliu. Para ambas compramos una entrada combinada.
Después de comer, nos dedicamos a callejear y a descubrir rincones como las murallas, el barrio judío, las Ramblas y el puente de les Peixateries Velles, que fue diseñado por Gustave Eiffel, y desde donde encontramos unas preciosas vistas de las casas de colores, las Casas de Onyar.
DÍA 5
El viaje toca a su fin. Como nos separan un montón de kilómetros hasta llegar a Madrid, este día no haremos gran cosa, salvo visitar Castelló d’Empuries, que es el pueblo al que pertenece Ampuriabrava. Tiene un casco viejo medieval y una pequeña judería, con un museo medieval, pero que a pesar de que supuestamente abrían a las 10.00 horas, nosotros pasamos a esa hora y nos lo encontramos cerrado.
Conclusiones
Nos han quedado pendientes cosas que nos habían aconsejado ver pero para lo que no hemos tenido tiempo como:
- La Fageda: no pudimos ir porque hay que reservar previamente y aunque lo intentamos una semana antes, no había nada disponible para nuestras fechas. Es una vaquería en un bosque de hayas situado en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Parece un buen plan para ir con niños.
- La Garrotxa: Nos habría encantado ver esta zona volcánica, que tiene varios volcanes inactivos, entre los que destacan Santa Margarida y el Croscat. En esta zona de La Garrotxa, nos habría gustado visitar Castellfollit de la Roc, cuyo centro histórico se ubica encima de un risco basáltico, una roca de origen volcánico.
- También nos ha faltado tiempo para ir a Tossa de Mar y Lloret de Mar, más al sur de la provincia de Girona, más cerca de Barcelona.
Cómo moverse por la Costa Brava
Nosotros nos movimos en nuestro propio coche. Pero también cabe la opción de que llegues a Girona en avión o en AVE y allí alquiles un coche porque aunque es posible llegar a algunos puntos en transporte público, desde luego la combinación a veces no es buena y no podrás hacer una ruta como la nuestra.
Un buen recorrido, sin duda. Hay algunos de los pueblos que visitasteis vosotros que a nosotros no nos dió tiempo, pero la provincia de Girona nos encantó. Nosotros estuvimos en La Fageda d´en Jordá, pasamos por delante de la granja pero lo que hicimos nosotros fue una ruta de senderismo preciosa por el hayedo, eso sí, no recomendable para hacer con Iris.
Como os cundieron los días, le disteis un buen repaso a la Costa Brava, que tengo cerquita de casa, de haberlo sabido me podría haber acercado! Bueno, a la próxima, cuando volváis para visitar la Garrotxa (a parte de Castellfollit apuntaros Besalú!) 😉
Un abrazo y me alegra que os haya gustado! 🙂
Girona es también una cuenta pendiente nuestra, y la zona de la Costa Brava. Hemos estado por ir varias veces pero nos quitaron el vuelo que había desde Sevilla a Reus y nos fastidiaron, deberíamos haber aprovechado cuando teníamos la posibilidad de volar, ahora nos pilla lejos para ir en coche, pero esta ahí pendiente. Precioso y completo recorrido, un puente muy bien aprovechado…¿cuál es la siguiente escapada? yo ando buscando para diciembre. Un abrazo!!
Hola!
5 días son perfectos para recorrer la costa brava, el tiempo suficiente para perderte entre calas y calles, comer delicioso y sobretodo disfrutar de los paisajes!
Nosotros vivimos muy cerca de Tossa, en Mataró (a unos 50km), y os aseguro que es un pueblo muy muy bonito y con mucho encanto. Con deciros que las fotos del postboda nos las hicimos allí… es un pueblo que he ido numerosas veces desde que era pequeña, con mis padres. Hay un restaurante mítico de toda la vida, que se llama La Zarzuela, que para mi gusto, hacen la mejor paella que he comido en mi vida. Y por menos de 15€. No me cansaré nunca de visitar Tossa, la adoro ;). Así como toda la Costa Brava. La Fageda en La Garrotxa que también os quedó pendiente, también es una chulada para hacer la ruta circular de los volcanes. Y perfecta para hacer con niños, aunque yo no los tenga 😛
Nos quedamos con ganas de visitar Tossa, pero nos faltó tiempo! Y también nos faltó tiempo para ir a La Fageda!! Para la próxima vez que vayamos!!