Después de pesadilla en la carretera, llega una nueva entrega de malas experiencias viajeras y esta vez le toca el turno al aeropuerto. Hace unas semanas cuando escribía sobre los derechos de los pasajeros que sufren algún problema con su avión no imaginaba que pronto necesitaría recordar esa información.
Tras las navidades, un día enredando por Internet mirando vuelos por mirar, vimos unos a muy buen precio para volar un fin de semana de marzo a Ginebra con Easyjet. El billete ida y vuelta de dos adultos y un niño -porque Iris al tener ya 2 años cumplidos ya se la considera ‘infant’ y no bebé (en algunas compañías como las low cost el precio es igual que el de adultos)- era de 132 euros. Así que sin pensarlo mucho los compramos. No es que Ginebra estuviera en nuestra lista de destinos deseados, pero por ese precio, seguro que bien merecía la pena. Además, de paso podríamos visitar a una nuestras compañeras en Globellers: Helena de Mi maleta y yo.
Después, cogimos un hotel, un NH, en el centro de Ginebra con una tarifa bastante asequible para ser Suiza (¡ay que ver qué caro es este país!), pero que no permitía cancelaciones ni modificaciones con menos de 7 días. También habíamos reservado un coche de alquiler para uno de los días hacer una excursión para visitar pueblos de los alrededores. Nuestra intención era ver Gruyères, Montreaux y el Castillo de Chillon.
Con todo preparado llegó el día de volar y nos dirigimos al aeropuerto después de nuestros trabajos. Puntualmente empezamos a pasar el control de billetes por la cola de embarque prioritario (aunque no lo teníamos pagado, pero al ir con una niña pequeña, nos dejaron pasar justo a continuación de los que sí lo pagan y antes que el resto del pasaje), y nos dispusimos a esperar a que abrieran la puerta del avión para entrar…
Vimos cómo bajaban los pasajeros del vuelo anterior. Pasaron los minutos en los que preparan el avión para el siguiente vuelo, pero las puertas no se abrían para que subiéramos los que íbamos a Ginebra. Iris, aunque ya ha montado muchas veces en avión, estaba emocionada con la idea de volver a montar y no hacía más que preguntar que cuándo subiríamos… Y entonces empezó la pesadilla…
Pasaban los minutos y ahí seguíamos sin que las puertas se abrieran. La gente comenzó a sentarse en el suelo. Iris, afortunadamente, hizo buenas migas con dos niñas también de corta edad que iban a viajar a Ginebra y se puso a jugar con ellas. Allí nadie informaba de por qué no entrábamos en el avión. Era casi la hora de despegar y aún seguíamos en el aeropuerto. Entonces ya dijeron que era lo que pasaba: un pequeño problema técnico en el avión, pero que estaban trabajando rápido para solventarlo y así, poder embarcar y despegar.
Nuestro avión debía despegar a las 20.40 horas pero eran las 22.00 horas y ahí seguíamos sin saber cuándo podríamos hacerlo. Entonces llegó la primera de las malas noticias: aunque consiguieran arreglar el avión ya no podríamos volar a Ginebra porque el aeropuerto de esa ciudad cerraba a las 0.00 horas. ¡No nos lo podíamos creer!
La gente empezó a cabrearse porque no sabíamos qué pasaría con nuestro vuelo. Nadie de la compañía informaba. Tan solo dos mujeres que ni eran de Easyjet daban algo de información pero en pequeños grupos y en español. ¿Para qué usar la megafonía para informar a todos los afectados? Había gente que ni se estaba enterando de lo que estaba ocurriendo. La información nos la íbamos transmitiendo unos a otros.
Y llegó la segunda mala noticia: nuestro avión era imposible de reparar, por lo que fletarían otro procedente de Londres pero llegaría a las 2.00 horas a Madrid y no sería para volar a Ginebra sino a Lyon a las 2.25 horas. Desde esa ciudad francesa pondrían unos autobuses a Ginebra (un trayecto de unas dos horas), por lo que llegaríamos al destino final hacia las 6.00-6.30 horas. ¡Qué barbaridad!
Dado que el avión saldría tarde y hacia las 6.00 horas el aeropuerto de Ginebra ya estaría abierto, ¿por qué no volábamos directamente a esa ciudad? Por más que nos quejamos todos los presentes y les dijimos que ya puestos a esperar, preferíamos ir directos a Ginebra, las dos mujeres que informaban (nadie de la compañía iba a dignarse a enfrentarse al pasaje cabreado) decían que no se podía hacer otra cosa y que era la única solución que había ofrecido Easyjet.
Pasadas las 23.30 horas, empezaron a repartir unos vales de bebida y comida como compensación por la espera, pero en esa zona de la terminal ya estaba todo cerrado y no sé dónde acabaría la gente utilizando los vales. También dieron unos folletos con los derechos que teníamos los pasajeros: los que establece la Unión Europea y también lo que Easyjet establece.
En vista de la solución, nosotros decidimos cancelar el viaje. ¡Era una locura la propuesta de Easyjet para cualquiera, pero más para nosotros viajando con una niña de dos años! Llegaríamos agotados a Ginebra el sábado por la mañana… Y eso sin pensar en cómo lo podría pasar Iris con un viaje que podría ser más agotador que el de Japón. Y todo ese gran esfuerzo solo para una escapada de fin de semana. Si todavía fuera el comienzo de las vacaciones, o el final del viaje, habríamos tenido que “tragar” con la solución de Easyjet.
Según el folleto que nos entregaron, al sufrir un retraso superior a cinco horas -en nuestro caso era así porque el vuelo estaba programado para las 20.40 horas y saldría (aunque a otro destino) a las 2.25 horas- teníamos derecho a renunciar a viajar y a reclamar la devolución del billete. Además, según la legislación vigente en la Unión Europea, también tenemos derecho a una indemnización de 250 euros por persona.
Antes de abandonar el aeropuerto pusimos (al igual que muchos otros pasajeros de ese vuelo) una reclamación en Aena. La respuesta no ha tardado en llegar. Lo único que dicen que Aena no es responsable de lo que ha pasado y que le pasarán la reclamación a la aerolínea.
Al día siguiente tratamos de reclamar a Easyjet, pero la verdad es que no resulta fácil. La única vía es con un teléfono 902. A través de las redes sociales no hacen ni caso… ¡¡Qué impresentables!!
El teleoperador que me atendió me dijo que había que esperar a que transcurriera una semana del día del vuelo ya que todavía no tenían información de lo que había pasado realmente, por lo que desconocían si teníamos derecho a alguna compensación. También me explicó que si la causa era por algo “extraordinario” que me fuera olvidando de cualquier pago. También me aseguró que de los gastos acaecidos en contratos que tuviéramos con terceros (el hotel, por ejemplo) Easyjet no se iba a hacer cargo porque no era responsable. ¡¡Pero qué cara más dura!!
Pasada la semana me llamaron para confirmar que el problema se debió a una “causa extraordinaria” por lo que estaban exentos de pagar la indemnización, aunque al no coger el vuelo desviado si que nos devolverían el dinero de los billetes pero en un plazo de 3 semanas. Al preguntar cuál era esa causa “extraordinaria”, me dijo que era porque no funcionaba el micrófono del piloto con el que se pone en contacto con la torre de control y con el pasaje y que eso era algo extraordinario, que no podían haber evitado. La cara de tonta que se me quedó al escuchar sus razones fue tan grande como el cabreo monumental que me entró. ¿Pero cómo tienen tanta geta?
Como ya imaginábamos que no resultaría fácil que nos dieran la indemnización que nos corresponde ni hacerse cargo de los gastos ocasionados, al día siguiente del vuelo frustrado nos pusimos en manos de una de estas compañías que reclaman por ti a la aerolínea y que sólo cobran (sus honorarios son del 25% de lo obtenido) si ganan el caso. Así que ahora tocará esperar a ver qué pasa.
De todos modos, ahora mismo no sé si estoy más cabreada por el dinero perdido y que no sabemos si podremos recuperar o por no haber podido hacer el viaje que habíamos preparado… Creo que más bien esto último. Para unos locos por los viajes como nosotros, ha sido la peor pesadilla posible que nos podía ocurrir el no poder disfrutar del viaje preparado.
Ya en otras ocasiones nos habíamos visto obligados a cancelar un viaje, como el de Capitales Bálticas por una causa médica -pero lo cancelamos una semana antes- y otra pequeña escapada para ir a Málaga cuando Gus se lesionó -lo tuvimos que anular un mes antes-. En este caso, me ha sentado peor porque ya teníamos todo preparado. Es como si te ponen un caramelo en la boca y luego te lo quitan… ¡¡Con los sueños viajeros no se juega!!
¿Habéis tenido alguna mala experiencia similar?
Yo lo viví desde la barrera y la verdad es que imagino lo mal que os debió sentar… Yo que ya estaba preparada para ir a recogeros y ponían más información en la página web del aeropuerto de Ginebra que la que os daban a vosotros.
Es lamentable que la compañía no se haga cargo de los gastos de hotel que ya teníais pagados (la próxima vez, a mi casa todos!!! coñe!!). A ver si con la empresa ésta podéis sacar algo… ya nos comentáis.
Un saludote y aquí os espero para otra escapada! 😉
Es verdad! Tú tenías más información en Ginebra de lo que pasaba en nuestro vuelo que nosotros! A ver qué pasa con la reclamación! Y a Ginebra tenemos que ir si o sí a verte! Esperemos que la próxima vez no haya problemas!
Un abrazo
Vaya por Dios!! Que rabia, y lo peor de todo ya mas que por el dinero como bien dices es porque te rompen los sueños en un momento y se quedan tan panchos. Te sientes tan indefenso!!
Nosotros tuvimos un problema, que ya conté en mi blog, cuando la nube volcánica de Islandia, tuvimos que contratar un grupo un autobús desde Londres hasta Asturias. Lo único que nos devolvieron fue el dinero del viaje de vuelta, encima había sido tirado ;(
Un saludo
Vaya morro que tienen las compañías! Menuda aventura la vuestra para volver de Londres!
Saludos
Vaya tela! Una pena que tuvieseis que renunciar al viaje pero creo que tomasteis la mejor decisión, y mas yendo con la peque.
Lo que no entiendo es la propuesta del viaje a Lyon, menuda solución! puestos a esperar tantas horas no sé que sentido tiene… Esperemos que no nos tengamos que ver en una situación igual a esa porque vaya forma de que te fastidien un viaje.
Supongo que lo de Lyon era porque a la compañía le venía bien que el avión estuviera al día siguiente en esa ciudad y no en Ginebra… pero la verdad es que para los pasajeros no tenía ninguna lógica!
A mí me pasó algo parecido con Air Europa y como ya te comenté no he visto ni un duro, yo me quedé 12 horas tirada en el Aeropuerto de Barcelona sin comer y como alegaron “causa extraordinaria” me tuve que aguantar. Yo creo que siempre dicen que son causas extraordinarias para no pagar, menudo morro!!! Espero que tengas suerte y por lo menos puedas recuperar el dinero del hotel y del coche de alquiler. Un abrazo!
Vaya tela! Aunque Air Europa se las trae y tampoco me extraña. En nuestro último viaje hemos viajado con ellos y hemos tenido algún problemilla aunque no de este tipo.
A ver si con easyjet tenemos más suerte!
un abrazo
Vaya jeta y qué rabia da todo eso!! Es que ya os íbais…vaya chasco gordo. Las compañias son así de frescas, siempre va a ser algo “extraordinario”. Esas soluciones de volar más bus son totalmente absurdas, está claro que les interesaba tener el avión allí. En fin…vaya mosqueo tener que irse del aeropuerto sin volar y encima perder dinero, grrrr. Espero que consigáis algo. Ya nos contarás. Un abrazo
Pues sí que duele! Estás ya a punto de embarcar y te quedas en tierra y pierdes dinero. Se siente una impotencia enorme!
Un abrazo
Vaya cara tienen!! asumen que el viajero seha de adaptar a lo que a ellos les plazca sin tener en cuenta que quizás no les viene bien, como era vuestro caso…buff
EN fin, espero que consigáis algo, porque no es justo ese trato!!
un abrazo
El trato fue lamentable… Lo malo es que para conseguir algo habrá que ir a juicio probablemente.
Un abrazo
Lo bueno de los aviones es que te llevan a cualquier sitio en un abrir y cerrar de ojos. Lo malo es que cuando hay problemas, el lío es monumental. No hay forma de que se haga realmente responsables a las aerolíneas, hay tanto dinero involucrado que seguramente quebrarían, así que sólo podemos tomárnoslo con filosofía y olvidarlo lo antes posible. Yo al menos no veo que nadie vaya a meterles mano. Menos cuando los políticos y los que hacen las leyes se ven habitualmente beneficiados con un trato especial.
Espero que al menos consigáis el dinero.
Yo con conseguir el dinero del hotel me doy con un canto en los dientes. La verdad es que no sé de quién es la culpa pero al final siempre pagamos el pato los pasajeros.
Si que es una faena, y más cuando viajas con los peques. Ahora, no creo que las aerolíneas tengan morro…, solo aprovechan la legislación vigente, y nosotros tenemos que tratar de hacer mismo para pelear contra ellas.
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Las “causas extraordinarias” son un motivo de no compensación recogido en el Reglamento del Parlamento Europeo CE 261/2004, y entre ellas están las deficiencias inesperadas en la seguridad del vuelo. Normalmente las compañías aéreas no dan más información, entonces hay que dirigirse a AESA, la Agencia Española de Seguridad Aérea que es la que les exige un informe del suceso en concreto, y a menudo descubre que no hay tal causa extraordinaria, y que por tanto, les toca pagar.
A nosotros, nuestra compañía de bandera, con la que repetiremos este año, nos dejó tirados en NYC tras el paso del huracán Sandy, durante siete dias, y contentos que después de siete meses peleando conseguimos (sin acudir a la via judicial), recuperar el coste del hotel.
¡Saludos!
Siete días tirados??? :O
Pues eso de que la causa extraordinaria les exima no me parece ni medio normal!
Saludos
Vi a Helena hace poco en Suiza y me comentó. Vaya putadón!!
¡Qué me dices! Menuda p*tada… A mis padres les pasó algo parecido con Easyjet y al final lograron recibir indemnización, pero no veas lo que le costó a mi padre conseguirlo. Entiendo por una parte que los que están en el aeropuerto no pueden hacer nada, ellos son unos mandaos’, la culpa la tienen los de arriba de la aerolínea, claro está. Un marrón enorme que desde luego no merece la pena comerse por dos días. Qué rabia…
Recientemente he tenido un caso similar, a causa de un paro en Buenos Aires tuve que cancelar todas mis vacaciones en Europa. Un fracaso.
Ohhh acabo de leer este articulo, y al final paso algo? Recuperasteis?
Recuperamos el dinero de los vuelos y luego conseguimos la indemnización pertinente, que eran 250 euros por persona. Bueno, de la indemnización conseguimos algo menos porque contratamos a una empresa que reclama estas cosas y se llevó un casi un 25% de la indemnización.