Antes de viajar a Bulgaria, no sabíamos gran cosa de Sofía, su capital. Pero en nuestra escapada con la peque, descubrimos una ciudad más moderna y cosmopolita de lo que imaginábamos, que se puede visitar en un fin de semana sin problemas. Lo que más nos sorprendió fue una plaza, la de Serdika, en cuyos alrededores encontramos templos de cuatro religiones: una iglesia ortodoxa, una mezquita, una sinagoga y una iglesia católica.
En nuestro viaje, disponíamos de un día entero para ver Sofía, más medio día del día de llegada, y dos medias tardes al regresar de las excursiones a Plovdiv y al Monasterio de Rila. Sofía no es una ciudad muy grande, por lo que se puede ver bien en dos días, o incluso en algo menos de tiempo, salvo que se tenga especial interés en visitar algún que otro museo. Al no ser demasiado grande, se puede recorrer perfectamente andando.
Otra cosa que nos gustó es que a pesar de ser una capital de país, es todavía bastante barato viajar a Sofía, aunque poco a poco se va notando la llegada de turistas, sobre todo desde que varias aerolíneas low cost hayan abierto rutas.
El patrimonio cultural e histórico de Sofía es mayor de lo que pensábamos a priori. Hay restos de su pasado romano -aunque no demasiado bien conservados-, de su pasado otomano, con su mezquita. Y sobre todo, podemos encontrar la influencia comunista y rusa porque Bulgaria, al acabar la Segunda Guerra Mundial quedó en la órbita soviética.
DÍA 1
El día de llegada lo aprovechamos para ubicarnos. Llegamos a mediodía, y tras la comida, salimos a descubrir la ciudad. Nuestro paseo comienza en la Mezquita de Banya Banshi. Fue construida en el siglo XVI durante la ocupación otomana de Bulgaria. Es quizá por eso que nos recuerda ligeramente a algunas de las que vimos en Estambul.
Es la única mezquita que permanece abierta en Sofía en la actualidad. Se puede visitar sin problemas (eso sí, no olvides quitarte los zapatos a la entrada y si eres mujer, ponerte un pañuelo en la cabeza), salvo en las horas del rezo. Nosotros cuando llegamos estaban rezando, pero en la entrada nos dijo un chico que esperásemos unos 5 minutos que volvería a estar abierta al público.
Detrás de la mezquita se encuentran los Baños Minerales Públicos que fueron construidos a principios del siglo XX sobre unos antiguos baños turcos. En la actualidad no funcionan como baños, sino que están cerrados desde 1986. El edificio por fuera nos recuerda a un balneario que vimos en Budapest.
Seguimos caminando y nos dirigimos hacia la plaza de Serdika, una de las principales plazas de la ciudad y cuyo nombre nos recuerda el pasado romano de Sofía. Fue justo aquí donde se instalaron los romanos, atraídos por las aguas termales de la ciudad. En esta zona, junto al metro de Sofía, se encuentran un yacimiento arqueológico, pero la verdad es que el primer día ni nos dimos cuenta de él, y lo veríamos el último día en la ciudad.
En esta plaza es donde se encuentra también la estatua dedicada a Santa Sofía sobre un pedestal a unos 16 metros de altura. Está ubicada justo donde antes, en época soviética, estaba el monumento dedicado a Vladimir Lenin. En frente de la estatua hay varios edificios interesantes: una pequeña iglesia bizantina, pero que este primer día ni nos percatamos de su presencia.
En un lateral de la plaza Serdika está la Catedral ortodoxa de Sveta Nedeyla. A esas horas cuando nos acercamos están celebrando una misa. Así que solo nos quedamos un momento observando en silencio cómo se desarolla. Esta iglesia tuvo que se reconstruida porque sufrió un atentado en 1925 en el que murieron 128 personas que asistían a un funeral de un jefe de la Policía que fue asesinado dos días antes.
Seguimos caminando y pasamos por el Palacio Presidencial, donde a cada hora hay una pequeña ceremonia de cambio de guardia. Pero como queda mucho para la hora en punto, no nos quedamos a verlo en esta ocasión. Justo en el interior del Palacio Presidencial está la Iglesia Rotonda de San Jorge, un pequeño templo que data del siglo IV, y que dicen que es el edificio más antiguo en pie en Sofía. Entramos dentro, pero también están haciendo una misa.
Así que salimos y nos dirigimos hacia la Iglesia de San Nicolás, más conocida como iglesia rusa. Es una pequeña iglesia con tejado verde y cúpulas doradas, con la característica forma encebollada como las que se pueden en Rusia. Desde luego por fuera es una preciosidad. Entramos dentro, pero también están celebrando una misa. El olor a incienso es muy intenso y hay mucha gente. Así que decidimos seguir paseando.
Finalmente llegamos a la joya de Sofía, la catedral ortodoxa de San Alexander Nevsky. Cuando llegamos ya están cerrando, así que nos conformamos con verla por fuera.
TARDE DEL DÍA 2
Nada más volver, aprovechamos para visitar la Sinagoga judía. Pensábamos visitarla el día que dedicáramos entero a la ciudad, pero como será un sábado, los sábados no está abierta al público por ser ‘sabbat’. Está abierta de domingo a jueves de 9.00 a 17.00 horas. Entrar cuesta 2 levas por adulto.
Dicen que es una de las sinagogas más grandes de Europa del Este y la tercera de Europa en general, pero tenemos nuestras dudas, porque no nos parece tan grande. Fue inaugurada en 1909. Por su forma, nos recuerda a la Sinagoga Española de Praga.
Seguimos hacia la plaza Serdika y entramos a visitar la Catedral de San José, que es un templo católico. Es una iglesia de construcción muy moderna porque la original fue destruida por los bombardeos de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. La actual fue inaugurada en 2006. Al parecer, es la mayor catedral católica que hay en Bulgaria.
Al pasar junto a Sveta Nedeyla, vemos que no hay misa, así que entramos para verla con calma. Entrar es gratis, pero sí se quiere hacer fotos en su interior, hay que pagar una especie de impuesto de 5 levas. Cuando lo pagas te dan una especie de ticket que hay que guardar a buen recaudo, porque dentro hay gente que en cuanto te vea con la cámara en la mano, te preguntará si has pasado por caja.
Terminamos la tarde pasando de nuevo por la catedral de San Alexander Nevsky. También es gratis entrar pero si quieres hacer fotos, hay que pagar 10 levas. Sin embargo, aquí,al contrario que en la otra, no hay tanto control por ver si has pagado o no… O al menos no lo vimos, pero puede ser porque fuera ya última hora.
TARDE DEL DÍA 3
Al volver de la excursión con Alexander Tours, pedimos al conductor que nos deje junto al Palacio Nacional de Cultura (en búlgaro y abreviado NDK). Se trata de un edificio mastodóntico que recuerda el pasado comunista del país. Se construyó entre 1978 y 1981 para conmemorar el 1300 aniversario del estado búlgaro. En principio se llamó Palacio Lyudmila Zhikova, en honor a la ministra de Cultura de Bulgaria que lo mandó construir y que murió por un tumor cerebral en 1981.
Justo en frente, se encuentra el inicio del Boulevar Vitosha, y antes de comenzar a andar por aquí, descubrimos unas tiendas peculiares de las que habíamos leído en el blog de El Mundo de Mapani. Son los Klek-shops, unas pequeñas tiendas que se surgieron en 1989 y que se encuentran en sótanos. Despachan a través de una ventanilla que queda a pie de calle. Así que si quieres comprar algo, hay que arrodillarse para ser atendido.
Pasemos tranquilamente por el Bulevar Vitosha, una gran avenida comercial, que es peatonal, y que por la tarde está la mar de animada. En ella hay numerosos cafés y restaurantes, así como muchas tiendas. En ella, nada queda del pasado comunista, pues incluso podemos encontrar comercios de marcas internacionales, como la española Zara, Lacoste, Armani, un McDonald’s o un KFC.
Al final del Bulevar Vitosha, nos encontramos con la Catedral ortodoxa de Sveta Nedeyla. Pero justo antes de llegar hasta allí se puede ver el Palacio de Justicia de Sofía.
DÍA 4
En los días anteriores, hemos podido ver ya prácticamente todos los puntos de interés de la ciudad. Así que este día nos lo tomamos con calma y damos un repaso a algunas de las cosas que nos quedaron a medias.
Empezamos visitando las ruinas de Serdika. Están junto a la estación de Metro de Serdika. Hay una zona al descubierto, que es más bien una reconstrucción. Luego bajo una cúpula de cristal en el paso subterráneo entre el edificio de la Presidencia y el Consejo de Ministros, hay algunos restos más, algún mosaico y los restos de una edificación de antigua fortaleza de Serdika. Están medio en obras, así que no podemos ver mucho más. Creemos que con el tiempo, esta zona que está a cubierto se convertirá en una zona más accesible con carteles informativos.
Junto a las ruinas romanas, hay una pequeña iglesia, que tiene aspecto de ser bastante antigua. Tratamos de entrar, y aunque hay una señora a la entrada, nos dice que está cerrada y no nos deja pasar.
En esta plaza podemos ver también algunos edificios de época comunista, que fueron construidos en los años cincuenta. A esta parte se la conoce como el Largo. Los edificios que se pueden ver son: justo en frente de la estatua de Santa Sofía, está la antigua Casa del Partido Comunista, que ahora se usan como oficinas administrativas de la Asamblea Nacional de Bulgaria.
A un lado (a la izquierda si estamos mirando de frente la Casa del Partido Comunista), están los grandes almacenes TZUM -que es un centro comercial de lujo- y el Consejo de Ministros de Bulgaria. Y al otro lado, está la Oficina del Presidente, el hotel Sofía Balkan y el Ministerio de Educación. Justo en este edificio, es donde se puede ver, en la entrada, el cambio de guardia cada hora. Con la caída del comunismo, los símbolos de aquella época, con una gran estrella roja que coronaba la Casa del Partido Comunista o la estatua de Lenin fueron retirados.
Seguimos paseando, y justo en frente de donde se hace el cambio de guardia, hay un edificio que tiene forma de mezquita otomana, pero que en realidad es el Museo Arqueológico Nacional. Tiene forma de mezquita porque en realidad lo fue. Era la Gran Mezquita, que fue construida en el siglo XV. Nosotros no pasamos y seguimos andando en dirección a la catedral Alexander Nevsky.
Cogemos la avenida Knyaz Aleksandar I. Hay varios edificios bonitos como la Galería de Arte Nacional y el Museo de Historia Natural. Pasamos junto a la catedral de Alexander Nevsky, pero seguimos caminando para dirigirnos a uno de los parques más populares de Sofía. En nuestro camino, nos topamos con otro edificio, el Square 500, que está detrás de la catedral y es continuación de la Galería de Arte Nacional.
Tampoco entramos pues nos dirigimos al parque Zaimov, porque justo al lado hay un restaurante que nos recomendaron, el Raketa Rakia. Damos una pequeña vuelta por el parque que está muy animado porque hace muy buen tiempo. Además, en este parque hay wifi gratis, aunque funciona un poco regular. El restaurante está llenito y tiene mucha gente esperando fuera. Como no tenemos mesa, nos dicen que vamos a tardar al menos una hora en poder sentarnos. Así que pasamos de esperar y nos vamos a buscar otro sitio.
Comemos en un italiano y tras la comida, seguimos con la visitas. Volvemos a entrar por última en la catedral de Alexander Nevsky. Continuamos por la iglesia de Hagia Sofia. Dicen que de esta iglesia tomó Sofía su nombre en el siglo XIV. Esta iglesia que es bastante austera, comparándola con otros templos de la ciudad, fue construida en el siglo IV sobre el emplazamiento de otras iglesias anteriores y sobre una necrópolis romana de la ciudad de Serdika.
Es una iglesia de estilo bizantino y en el subsuelo es posible visitar un pequeño yacimiento arqueológico de época romana, pero cuando entramos en la iglesia, ya está cerrado el acceso al yacimiento, aunque a través de una cristalera en el suelo, se puede ver un poco.
En el exterior de la iglesia está el Monumento al Soldado Desconocido, que se construyó en honor a los soldados fallecidos en la Primera Guerra Mundial.
Seguimos caminando hacia el Teatro Ivan Vazov, que es un edificio de principios del siglo XX. Durante la Segunda Guerra Mundial sufrió muchos daños y tuvo que ser reconstruido. El teatro está junto a un pequeño parque que está lleno de gente porque hace muy buena tarde. Aquí encontramos unos columpios, y pasamos parte de la tarde con la peque aquí disfrutando del buen tiempo.
[su_button url=”https://flic.kr/s/aHskX8MGQc” background=”#22c5b8″ icon=”icon: camera”]Fotos de Sofía[/su_button]
En definitiva, en dos días o incluso en algo menos de tiempo se pueden visitar los lugares principales. De hecho, nosotros todo lo que vimos lo hicimos con mucha calma
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- Guía para organizar un viaje de 4 días a Bulgaria
- Excursión a Plovdiv
- Excursión a la Iglesia de Boyana y Monasterio de Rila
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Tiene buena pinta, la verdad es que desde que leí vuestro post del monasterio de Rila estoy dándole vueltas a hacer un viajecillo a Bulgaria…
Un saludo!
Seguro que no os defraudará si vais!! Es un destino desconocido pero que está muy bien!!
Pues como Nazareth, yo también estoy dándole vueltas a Bulgaria, no a corto plazo, pero tiene pinta de ser un país con muchísimos atractivos.