Mostar es la segunda ciudad más importante de Bosnia, tan solo por detrás de la capital. Se hizo tristemente famosa durante la Guerra de los Balcanes, cuando el Stari Most -el Puente Viejo-, icono de la ciudad, fue bombardeado el 9 de noviembre de 1993. Cuando Bosnia y Herzegovina declararon su independencia de Yugoslavia, Mostar fue objeto de asedio durante 18 meses. Por todo ello, decidimos incluir una visita a Mostar en nuestro viaje por Croacia.
Mostar fue creada por los turcos otomanos en el siglo XV. El sultán de Estambul fue el que encargó la construcción del Stari Most. Es quizá por esa vinculación con los turcos que paseando por el Casco Viejo, nos recuerda ligeramente a lo que viéramos en nuestro viaje por Estambul de hace unos años.
DÍA 11
El día lo comenzamos pronto porque queremos coger el primer ferry que une el puerto de Sucuraj, en Hvar, con Drvenik, la zona continental de Croacia. Pensamos que este puerto como no es tan transitado como el de Stari Grad, no será preciso ponerse una hora antes en la cola para subir al coche. Así que vamos al puerto media hora antes. Ya hay 3-4 coches esperando.
Este trayecto de ferry es el más corto que realizamos. En apenas 15 minutos llegamos al continente. Nos dirigimos directamente hacia la frontera con Bosnia. Decidimos hacer así el camino porque es la forma más corta de llegar. Había leído que suele haber jaleo en la frontera y se tarda en pasar, pero nosotros pasamos muy rápido los trámites. Bosnia no pertenece a la Unión Europea como Croacia, así que nos piden los pasaportes y nos preguntan por el coche. Pero el trámite es rápido.
Nada más pasar la frontera, tenemos un peaje, pero solo admiten moneda bosnia, y en ese momento no llevamos más que euros y kunas croatas, así que pagamos con tarjeta y eso que el importe es muy pequeño (1,20 marco bosnio, que vienen a ser unos 60 céntimos de euro aproximadamente). En poco más de hora y media desde que bajamos del ferry llegamos a Mostar. El camino ha sido tranquilo y sin apenas tráfico.
Al llegar a Mostar, lo primero que hacemos es buscar el alojamiento que teníamos reservado para dejar el equipaje y el coche, que tiene parking gratuito. Pero damos mil vueltas y no damos con el sitio. Preguntamos un par de veces por la Guesthouse a varias personas pero no saben indicarnos bien…
En el último sitio que preguntamos, un bar donde paramos a tomarnos un par de coca colas para refrescarnos, unos chicos se ofrecen a llamar a la Guesthouse y enseguida viene el chico de nuestro alojamiento a buscarnos. Resulta que estábamos casi al lado y antes habíamos pasado varias veces por la puerta pero como el cartel es minúsculo ni lo habíamos visto.
El supuesto parking no es tal, es una zona enfrente de la Guesthouse, donde hay una gasolinera, donde dice que se puede aparcar. Como no nos queda más remedio, dejamos el coche ahí, cruzando los dedos porque al día siguiente siga ahí y no se lo haya llevado la grúa porque no nos parece que sea un sitio de aparcar propiamente dicho… Pero al menos nos estorba.
En un banco, cambiamos un poco de dinero para tener marcos bosnios para la comida y las visitas que haremos. Primero antes de ir a ver nada, comemos, que como nos hemos levantado pronto, ya hay hambre y eso que apenas es mediodía. La comida sale muy, muy barata. ¡Creo que nos va a gustar Mostar!
Qué ver en Mostar en un día
El Casco viejo de Mostar es relativamente pequeño y se puede ver en un día perfectamente. Nosotros comenzamos la visita por la Mezquita Karadjoz-Bey, que es la más próxima a donde estaba nuestro alojamiento. Data del año 1557 y durante la guerra de los Balcanes fue completamente destruida. También durante la Segunda Guerra Mundial fue gravemente dañada. En 2004 abrió de nuevo sus puertas tras su restauración.
La entrada se puede pagar en marcos bosnios, euros y kunas croatas. Subimos incluso al minarete con la esperanza de ver el Stari Most y el río Neretva. Pero una vez que subimos -con bastante dificultad al ir con la peque en la mochila- descubrimos que no es quizá el mejor sitio donde se puede ver.
Seguimos avanzando por la calle principal que es peatonal hasta llegar a la Mezquita Koski Mehmed Pasha, que es la más importante de la ciudad, y que fue construida en 1618. Está situada a orillas del río Neretva, y tiene un pequeño cementerio y una terraza con vistas al Stari Most y al río. También se puede subir al minarete, pero no lo hacemos porque ya hemos subido al otro y porque habrá poca diferencia en las vistas desde el jardín que desde arriba. Si no hubiéramos subido a la primera mezquita, a esta sí que lo haríamos. Al igual que en la anterior se puede pagar en las tres monedas.
Seguimos avanzando y nos adentramos en la zona del bazar de Kujundziluk en el barrio musulmán de Mostar. Es la zona más próxima al puente y la que tiene más encanto, con calles empedradas y muchos puestecillos con souvenirs… Poco a poco llegamos hasta el Stari Most. Justo al entrar en la parte del bazar, nos encontramos un cartel en inglés que dice “Don’t forget”, que hace referencia a la atroz guerra de los Balcanes, porque en verdad no hay que olvidar ese horrible episodio del pasado para que no se vuelva a repetir.
El Stari Most fue completamente destruido durante la Guerra de los Balcanes, aunque tras el conflicto bélico fue reconstruido con fondos de la Unesco utilizando como material la misma cantera de piedra de donde salieron las piedras originales. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El puente está flanqueado por las torres Helebija y Tara. En la primera hay un museo sobre la historia de la ciudad, pero nosotros nos lo encontramos cerrado y en la segunda hay una exposición fotográfica sobre la guerra de los Balcanes, que es bastante interesante.
Desde el puente se tiene una perspectiva curiosa de la ciudad: a un lado se ven muchos minaretes de las mezquitas de la ciudad, mientras que al otro lado, se ve algún campanario de iglesias cristianas. Otra curiosidad del puente es que desde lo alto, en verano, suele haber muchos jóvenes tirándose al río. Al parecer es una práctica común y de hecho, hay una competición en agosto de salto.
Una vez que cruzamos el puente, seguimos caminando hacia la zona que se conoce como Bulevar, y que fue la frontera entre los dos bandos en la guerra de los Balcanes. A pesar de haber pasado ya más de 20 años, aún hay algunos edificios que no han sido reconstruidos y conservan los daños de la guerra.
Cerca del Bulevar está la Iglesia Franciscana de Mostar, a la que no entramos. Solo nos limitamos a verla por fuera. Seguimos nuestro paseo por el Bulevar y llegamos a la Plaza de España donde encontramos un peculiar edificio de color naranja, el Gymnasium, que recuerda ligeramente a edificios del sur de nuestro país. Se trata de una de las mejores escuelas de Mostar.
La plaza tiene ese nombre en homenaje a nuestro país porque los cascos azules españoles se encargaron durante la guerra de proteger a la población de Mostar. También en la plaza hay un pequeño monumento en memoria a los soldados españoles fallecidos durante la guerra.
Desde allí, regresamos al Casco Viejo para seguir callejeando con calma antes de sentarnos a cenar en un restaurante que nos llamó la atención cuando pasamos junto a la mezquita Karadjoz-Bey, que tenía terraza y columpios y juguetes para los niños, el restaurante Ascimica Saray.
[su_note note_color=”#CABDAA” text_color=”#010101″]Gastos del día
- Peaje cerca de Ploce: 6 kn
- Peaje al pasar la frontera en Bosnia: 1,20 marcos bosnios
- Alojamiento en Mostar: 20 €
- Comida en Grill Centar, en calle Brace Fejica, 13: 17 marcos bosnios
- Entrada a la mezquita Karadjoz-Bey: 10 marcos bosnios con subida al minarete x 2= 20 marcos bosnios
- Entrada a la mezquita Koski Meshmet Pasa + visita al jardín: 5 marcos bosnios x 2 = 10 marcos bosnios
- 2 helados de dos bolas + 1 helado de una bola: 5 marcos bosnios
- Entrada al museo de fotografía de la guerra: 6 marcos bosnios x 2 = 12 marcos bosnios
- Cena en Ascimica Saray: 29,5 marcos bosnios
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[su_button url=”https://flic.kr/s/aHskWsA71P” background=”#22c5b8″ icon=”icon: camera”]Fotos de Mostar[/su_button]
Aparte de su famoso puente no conocía mucho más sobre Mostar. Ahora ya puedo hacerme una idea los atractivos de la ciudad
Es una ciudad muy chula, que bien merece la pena visitar si estás por la zona.
La verdad es que no conocía nada de la ciudad, aparte de lo que le sucedió en la guerra de los Balcanes. Me ha parecido muy coqueta y desde luego digna de incluir en un viaje al país. El puente es de los más bonito!
Un abrazo
Carmen
Mari Carmen,
Gracias por detallar tan bien tus viajes, sobre todo la información práctica. Tus posts son muy útiles para mí. Te animo a que sigas así 🙂
Un saludo,
Elena
Hola Carmen.
Ante todo darte las gracias por la información y por tu diario que siempre es de ayuda para poder realizar en este caso el mio.
Tal como describes fue algo problemático encontrar el lugar de alojamiento en Mostar.
Mi pregunta es si es complicado encontrar los alojamientos dado que son alojamientos pequeños sin carteles grandes. Me refiero en general en Croacia, Bosnia o Montenegro.
Muchas gracias y un abrazo
Solo tuvimos problemas para encontrar el alojamiento de Mostar. Para los demás no hubo gran problema. De todas formas, preguntando a los lugareños es fácil llegar.
Hola, en los alquileres de los vehiculos he visto, que siempre solicitan si se va visitar un pais diferente y te cobran un seguro adicional y el tema de una tarjeta para poder ingresar, depronto si me podes orientar?
Si vas a visitar varios países con el mismo coche de alquiler, tienes que consultar que lo puedas hacer, porque no siempre lo permiten. No es que te cobren un seguro adicional, pero sí que te podrían cobrar un suplemento por visitar otro país con el coche, aunque a nosotros nunca nos han cobrado nada extra por ello, pero hemos leído que sí que podría pasar. Lo que sí es cierto es que no siempre dejan pasar a otro país con el coche. Cuando viajamos a Croacia, dudamos en si alquilar en Italia que es donde empezaba nuestro viaje, pero sí lo hacíamos así, no nos dejaban entrar en Bosnia ni en Montenegro con el coche. Si entrábamos, y pasaba algo, la compañía se desentendía. En cambio, alquilando en Croacia, sí que podíamos pasar sin problemas a Bosnia y a Montenegro. Y en ambos casos, era la misma compañía, pero en cada país tenía unas condiciones.