Tulum es una de las zonas arqueológicas de la Riviera Maya más espectaculares que se pueden visitar. Al menos, a mí me lo parece. Y es que es muy fotogénico, por no decir, el que más de la cultura maya. Sus edificios al borde de un acantilado bañado por las aguas azul turquesa del Caribe lo hacen realmente especial. Precisamente por su bonita estampa, elegimos hacer esta excursión durante nuestro viaje en la península de Yucatán, en México.
La excursión a Tulum es una de las imprescindibles cuando se visita la Riviera Maya por muchas razones: es el yacimiento arqueológico maya más próximo a Riviera Maya y es el único ubicado junto al mar Caribe. Además, fue la zona por donde los conquistadores españoles entraron a colonizar el Nuevo Mundo.
Para viajar a Tulum decidimos hacerlo en una excursión guiada desde nuestro hotel. Elegimos la empresa Vida Maya Tours por sus buenos precios, porque ofrecían el tipo de excursión que queríamos, y sobre todo porque el dueño, Daniel, siempre contestó rápido y con mucha amabilidad a todas nuestras dudas y nos aconsejó sobre las visitas a realizar.
Nosotros combinamos la excursión a Tulum, con visita también a Playa Paraíso -una preciosa playa muy próxima al yacimiento-, visita a la zona arqueológica de Cobá y baño en el cenote Tankach-Ha. Yo ya conocía Tulum de mi anterior visita a México hace unos años, pero tenía muchas ganas de regresar. Además, me apetecía mucho poder bañarme en uno de los muchos cenotes que hay en Riviera Maya.
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Visita a Tulum
A las 7.30 horas, Daniel en persona nos vino a buscar con una minibus y su conductor. Antes de poner rumbo al yacimiento pasamos a recoger a más gente de otros hoteles. El grupo que se formó era todo de españoles y no era muy grande, lo que es un punto a su favor, porque así es más fácil adaptarse a las necesidades de los que vamos. Llegamos temprano a Tulum, antes de que empezara a llegar el mogollón de turistas que habitualmente llega al yacimiento.
Al llegar se nubló e incluso estuvo lloviendo un poco. Daniel nos animó diciendo que era lo mejor que podía pasarnos… En aquel momento, las caras del grupo no decían eso, pero luego más tarde pudimos ver que tenía razón, porque en Tulum no hay sombras bajo las que cobijarse y recorrer las ruinas bajo un sol de justicia, se puede hacer bastante pesado.
Antes de llegar al principal edificio del yacimiento, el que se conoce como El Castillo, ya había dejado de llover, aunque seguía estando nublado. Daniel nos contó muchos detalles de la historia del lugar, de dónde procede el nombre, qué significaba cada edificio que sigue en pie y para qué se usaban, y cómo fue posible que los españoles pudieran acceder a Tulum, cuando justo frente a la costa, está una de las barreras de coral más grande del mundo que servía como protección natural frente a invasores.
Así nos contó cosas como que Tulum en la antigüedad se llamaba Zamá, que en maya significa “amanecer”, y que fue posteriormente cuando recibió el nombre de Tulum que significa “muralla” porque la ciudad estaba amurallada. También nos explicó que el edificio de El Castillo servía como faro.
Por cierto, para visitar estas ruinas, si viajas con cámara o móvil que pueda hacer vídeo -aunque no tengas intención de hacerlos-, te pueden cobrar un impuesto aunque si no te ven el aparato, no te lo cobrarán, y una vez dentro, nadie te reclamará ningún pago. Nosotros llevamos guardadas las cámaras y los móviles y no tuvimos que pagar nada.
Tras las explicaciones del yacimiento, Daniel nos dejó un rato de tiempo libre para que pudiéramos hacer fotos del lugar. Fue poco antes de irnos cuando empezó a llenarse el yacimiento que casi parecía el metro en hora punta… ¡Madre mía qué de gente! No recordaba tanto turismo en mi anterior visita en 2003.
Junto a Tulum hay dos playitas de esas paradisiacas. Está prohibico el acceso a la que queda a la izquierda del Castillo porque es zona donde las tortugas van a desovar. Además, esa playa tiene su importancia histórica porque es donde desembarcaron los españoles. La playa del lado derecho sí que es accesible, pero como es pequeña y se suele llenar, en la excursión de Vida Maya Tours, tienen prevista una parada en otra zona, en Playa Paraíso.
Un baño en Playa Paraíso
Playa Paraíso tiene ese nombre no porque sea una playa paradisíaca del Caribe que lo es, sino porque en ella se construyó un pequeño resort que se llama Paraíso. Está muy cerquita de Tulum y es una playa de postal, la típica playa en que imaginas cuando piensas en el Caribe mexicano.
A la playa se puede acceder sin coste alguno, pero lo que tiene coste, como es evidente, es usar las instalaciones del Club Paraíso: entrar a los baños, darse una ducha o sentarse en alguna hamaca cuesta unos pesos mexicanos. Una opción alternativa es hacerse con una pulserita que cuesta 1$ que te permitirá usar todas esas instalaciones ilimitadamente mientras estés en la Playa Paraíso. Todos los que hicimos la excursión decidimos pagar el dólar. Los menores de 4 años, como Iris no tienen que pagar nada.
Estuvimos un rato disfrutando del lugar hasta que llegó la hora de poner rumbo hacia Cobá, que se encuentra a unos 40 km de Tulum, aunque antes comeríamos en un restaurante junto al yacimiento comida típica maya. La comida en el resaurante junto a Cobá era tipo bufé y estaba incluida en el precio de la excursión, no así la bebida que se paga aparte. La comida estaba muy rica, sobre todo la cochinilla pibil y el pollo pibil.
Cobá
Con el estómago lleno, nos dirigimos a Cobá, un yacimiento que está en mitad de la selva. Cobá en maya significa “agua turbia o estancada”.
Fue una de las ciudades más grandes del mundo maya hasta que comenzó a crecer Chichen-Itza. En su pleno apogeo, entre los años 500 y 900 de nuestra era, tuvo unos 50.000 habitantes y una extensión de unos 80 kilómetros cuadrados. A pesar de su magnitud, solo se ha excavado una pequeña parte que es la que es posible visitar.
[su_note note_color=”#22c5b8″ text_color=”#010101″]NOTA: Si viajais con niños pequeños, una vez más os recomendamos que porteeis tanto en Cobá como en Tulum, y no lleveis carrito porque recorrer los yacimientos con una silla infantil es bastante duro y dificultoso.[/su_note]
De entre los edificios a visitar destaca la Iglesia, que se cree que fue un santuario, y es uno de los primeros edificios que nos encotramos al llegar a Cobá. También es visitable la zona del Juego de la Pelota. En Cobá se encuentra también un sacbé, un camino que unía esta ciudad con Chichen-Itza.
Pero sin duda, la estrella del lugar es Nohoch Mu, que con sus 42 metros de altura, es la pirámide más grande de Yucatán. Aún es posible subir a lo alto de esta pirámide y digo que aún, porque al parecer, en 2018 ya no se podrá. Al parecer, desde lo alto se ve la selva en todo su esplendor. Nosotros decidimos no subir.
Yo lo descarté porque ya en 2003 en Chichen-Itza, cuando aún se podía subir, ya escalé hasta lo alto y me pareció un ejercicio duro y peligroso. Los escalones tanto en Cobá como en Chichen-Itza son altos y estrechos y están muy desgastados. Yo, además, porteaba a Iris, y no me veía capaz de subir la empinada pirámide. Por su parte, Gus no llevaba un buen calzado para hacerlo.
Por cierto, antes de iniciar la ruta por los restos arqueológicos nos preguntaron cómo queríamos desplazarnos: cabía la opción de ir andando, pero eran unos 2,5 km de ida hasta el edificio principal, alguilar una bici cada uno o montar en unas bici-taxi. Nos explicaron que todo el grupo debía hacerlo de la misma manera a la ida, mientras que a la vuelta cada uno podría elegir como regresar.
Por votación de la mayoría, fuimos andando. Luego la vuelta, nosotros también la hicimos andando porque no nos pareció que fuera tan largo el camino… Aunque a decir verdad, recorrer 5 km entre ida y vuelta, bajo el calor sofocante de la selva, nos dejó exhaustos.
Cenote Tankach-Ha
Uno de los lugares que más ganas tenía de conocer era un cenote. Visitar alguno en un viaje por la Riviera Maya es imprescindible. En mi anterior viaje, no pude ir a ninguno y en esta ocasión, no quería dejar escapar la oportunidad.
En esta excursión de Vida Maya Tours se visita el cenote Tankach-Ha, que está muy cerca de Cobá. Tal vez no sea de los más espectaculares y más famosos que se pueden ver en Riviera Maya, pero una cosa buena que tiene es que apenas hay turistas y te puedes bañar con mucha más tranquilidad.
Tankach-Ha quiere decir “aguas profundas”, y es que en verdad tiene una gran profundidad. En alguna zona su profundidad llega hasta los 35 metros. Para los que no sepan nadar y quieran meterse, prestan unos chalecos salvavidas. Para acceder al cenote hay que bajar unas escaleras, primero de cemento, y luego de madera. En total hay que descender unos 17 metros. Así que no es muy accesible que digamos.
Nos dejaron unos 45 minutos para el baño, pero ya nos advirtió Daniel de que seguramente emplearíamos menos tiempo porque nadar en el cenote es bastante fatigoso pues el agua es muy pesada y con escasa salinidad, por lo que cuesta mantenerse a flote. Además, falta un poco de oxígeno allá abajo. El agua está helada, pero después del calor pasado en Cobá, se agradece que esté fría. Yo me metí y, efectivamente, tal y como dijo Daniel, no aguanté mucho nadando. El frescor del agua se nota al principio pero en cuanto te empiezas a mover para no hundirte, entras en calor y comienzas a fatigarte.
Tras la visita, pusimos rumbo de vuelta a los hoteles. Al final la excursión duró más de lo que nos dijo Daniel que duraría. Se supone que la excursión es de unas 10 horas, pero en ralidad fueron 12. Y eso es porque al ser un grupo pequeño, Daniel y su equipo se adapta a las necesidades del grupo y no va mirando el reloj. De hecho, de vuelta al hotel, uno de los del grupo quiso parar a comprar algo de miel de la zona en un puestecillo en la carretera, y no hubo mayor problema.
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Web: http://www.vidamayatours.com/
Mail de contacto: danielmarin_6@hotmail.com
Precio de la excursión a Tulum, Playa Paraíso, Cobá y cenote: adultos: 55 € y niños entre 4 y 12 años: 30 €.
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NOTA: Este post, aunque ha sido posible gracias a una colaboración con Vida Maya Tours, se basa en nuestra experiencia que fue muy satisfactoria.
Las dos zonas arqueológicas que nos enseñas en la entrada son de las que más ganas tengo de conocer. La playa es espectacular! A mí me parece muy bien que prohiban la subida a las pirámides, el que suba tanta gente no beneficia nada a los monumentos, así que espero que lo prohiban incluso antes. Unas fotos preciosas, dan ganas de teletransportarse, aunque lo de los cenotes nunca me ha llamado, me dan yuyu y si encima el agua está fría no meto el pie, jaja. Un saludito.
Estoy deseando viajar a Mexico y Tulum y Cobá están entre las visitas imprescindibles! La zona de Tulum tiene que estar genial, incluso ya le tengo echado el ojo a un hotel en forma de cabañitas junto al mar para pasar allí unos días… A ver si al año que viene conseguimos ir y vuelvo por aquí a coger mas ideas. Un saludito!
Me muero de envidia! Como vivimos ne Francia la mayoría d enuestros vajes son a España para que los abuelos vean a los peques… Antes de que nacieran si que habíamos recorrido más países, pero ahora las obligaciones familiares tiran mucho. Estoy deseando que se jubilen para que sean ellos los que vienen a vernos 😉