Cuando buscaba alojamiento para nuestra estancia en Helsinki, durante nuestro viaje por Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y Rusia, descubrí que era posible dormir en una antigua cárcel en el centro de la capital finlandesa. Y como en nuestras vacaciones, nos gusta al menos darnos el capricho de alojarnos en un lugar peculiar, ¿cómo resistirse a hacerlo en un sitio como una antigua prisión? Y no te preocupes, que no hay que infringir ninguna ley para entrar en la antigua cárcel de Katajonokka. ¿Quieres saber cómo es dormir aquí?
En nuestro viaje por la Costa Oeste, el capricho fue dormir dentro de Monument Valley en el hotel The View. En nuestro viaje por Malasia y Singapur, quisimos dormir en unos apartamentos con piscina infinita y vistas a las Petronas en Kuala Lumpur, y en el fantástico Marina Sands Bay, el edificio más icónico de Singapur. Así que al encontrar la antigua cárcel de Helsinki, tuve claro que teníamos que alojarnos aquí.
Contenidos del post
Un poco de historia sobre el Hotel Katajanokka
El hotel Katajanokka se encuentra en lo que fue la Prisión del Condado de Helsinki, también conocida como “Skatta” o “Nokka”, y que fue mandada construir en 1837, en época del zar Alejandro I. Inicialmente tenía solo 12 celdas, dos salas de guardia y una capilla, que está considerada la segunda iglesia más antigua de la ciudad. Esta capillita sigue en funcionamiento y se utiliza para celebraciones.
En 1888, por orden del zar Alejandro III, la cárcel se amplió y se construyeron las otras tres alas de ladrillo rojo que se ven del actual edificio que tiene forma de cruz y llegó a tener 164 celdas, sin retrete, ni ducha, de las que la mayoría eran para hombres, aunque también había unas pocas para mujeres.
El edificio se construyó con el diseño típico de una prisión de Filadelfia: con un pasillo central, rodeado de corredores. La cárcel de Helsinki fue uno de los primeros edificios de la ciudad en tener calefacción central e iluminación eléctrica.
Además de como cárcel, funcionó como centro de detención preventiva para albergar a los criminales mientras esperaban el momento del juicio. De hecho, casi el 40% de los reclusos que pasaban luego a otras cárceles finlandesas, pasaban por Katajanokka. La cárcel se cerró en 2002 y en 2007 el recinto abrió sus puertas después de una remodelación como hotel de cuatro estrellas.
El hotel Katajanokka en la actualidad
El hotel Katajanokka conserva los altos muros exteriores de ladrillo rojo que tenía cuando era cárcel y el exterior del edificio también es como era antes, con sus ladrillos rojos. Una vez en el interior, el edificio tiene un aspecto moderno y lujoso, aunque mantiene la distribución de los pasillos de la cárcel, así como los detalles de forja de las puertas, escaleras y barandillas.
Además, en recepción, tienen a la venta souvenirs como pijamas a rayas, gorros y otras cosillas, como cucharas, tenedores, platos y tazas metálicas de los que se usaban durante el pasado carcelario del lugar.
Las habitaciones no son tan estrechas como eran las celdas, pues suelen estar formadas por dos antiguas celdas. Suelen conservar las ventanas altas con rejas de la cárcel. Todas disponen de moqueta, tienen unos muros muy anchos, y cuentan con wifi gratis, televisión de pantalla plana, escritorio, minibar (de pago), hervidor de agua con sobres de café y tés gratuitos
Actualmente el hotel cuenta con 106 habitaciones, entre las que hay habitaciones dobles (con camas grandes de 150 cm o con dos camas de 100 cm), habitaciones superiores (entre las que hay triples y familiares), y junior suites (con sauna propia). El hotel pertenece a la cadena Marriot, aunque antes fue de Best Western. Las puertas de entrada a las habitaciones son estrechas. Algunas, creo que las suites, cuentan con unos barrotes también.
Los huéspedes del Hotel Katajanokka tienen acceso gratuito a la sauna las mañanas de fin de semana y acceso gratuito al gimnasio, el cual está abierto las 24 horas. Nosotros estuvimos alojados una noche de entre semana, por lo que no pudimos disfrutar de la sauna.
El hotel tiene un restaurante, el Linnankellari, que se encuentra en el sótano de la cárcel y sirve comida local y escandinava. El precio del restaurante es alto, pero dentro de lo normal en Finlandia, no más caro que en cualquier otro restaurante del centro de Helsinki. La decoración es curiosa porque tiene mesas antiguas y rayadas por el uso (¿tal vez por los propios reclusos que habitaron aquí?). Y la comida y la bebida se sirve en platos y vasos de metal.
Nosotros cenamos ahí la noche que llegamos. Nos pedimos unas hamburguesas que estaban deliciosas, pues se realizan en una parrilla de carbón, y de precio no nos pareció especialmente caro. Si te alojas aquí, no dejes de probar su restaurante.
También en el sótano se pueden visitar un par de celdas de la antigua cárcel para que veas cómo era antiguamente.
Nuestra habitación
Nuestra habitación se encontraba en la planta baja, en una zona en la que antiguamente se situaban las instalaciones dedicadas a los funcionarios de la prisión, pues tenía ventanas amplias y accesibles que daban al jardín.
Era amplia y espaciosa, con una cama enorme y un sofá cama que estaba ya listo para usar para dormir. Tenía también una espesa cortina impide que pase la luz, algo muy importante teniendo en cuenta lo pronto que amanece por aquellas latitudes en verano. Está decorada con fotos antiguas y también con algunos elementos de la cárcel, como un candado y una llave antigua.
Como detalles de bienvenida encontramos un par de botellas de agua en botella de cristal (aunque el agua del grifo en Finlandia es buena), zapatillas, albornoces y amenities, entre los que me llamó la atención es que había sales de baño, además de los típicos geles, champús, cremas hidratantes…
Ubicación
Merikasarminkatu 1, 00160 Helsinki, Finlandia
Se ubica en la península de Katajanokka, a unos 10 minutos pie de la catedral de Uspenski. En el siglo XVIII, esta zona estaba habitada por marineros y artesanos.
Si vienes desde la Estación Central de Ferrocarril (que será lo más probable porque es donde deja el transporte público que procede del aeropuerto de Helsinki), hay aproximadamente 2 kilómetros de distancia. En ese caso, mejor coge el tranvía número 4 que deja justo en la puerta del hotel en unos 10 minutos.
Precio
Nosotros reservamos a través de Booking una noche, solo alojamiento. Nos costó 139 € porque la tarifa era de prepago sin posibilidad de cancelación, a lo que nos sumaron 15 € por la cama adicional en la habitación para la niña.
Puede parecer caro, pero el alojamiento en Helsinki tiene un precio elevado. De hecho, en un primer momento reservamos otro hotel que nos costaba 115 €. Como encontramos esta tarifa prepago que no era demasiado alta, decidimos dormir en la antigua cárcel de Helsinki. No todos los días se tiene la ocasión de alojarse en un sitio así.
- Lo mejor de alojarse en el Kotajanokka —> Dormir en un lugar tan emblemático.
- Lo peor de alojarse en el Kotajanokka –> Está algo alejado del centro y su precio.
- ¿Merece la pena? Si te gustan los alojamientos peculiares, merece mucho la pena.
- ¿Volveríamos a alojarnos aquí? Nosotros sí, aunque a la peque viajera, que tenía 6 años en ese momento, le dio cierto miedo saber que estábamos en una antigua cárcel.
Deja una respuesta