Paseando por Wall Street y un atardecer en Brooklyn
El tercer día de nuestro viaje a Nueva York visitamos una de las cosas que más fama ha dado a la Gran Manzana: el distrito financiero y Wall Street, así como también la Zona Cero y el edificio más alto de Manhattan. Asimismo montamos en barco hasta Staten Island y para terminar el día cruzamos andando el puente de Brooklyn para ver el atardecer y ver cómo se iba iluminado el skyline de Nueva York al caer la noche.
DÍA 4
Después de dos días de madrugones hoy tocaba tomárselo con más calma. Tras dar cuenta de un buen desayuno a base de donuts (¡viva la comida sana!), cogimos el metro para dirigirnos al distrito financiero. Al salir del metro vemos el Ayuntamiento de Nueva York y el edificio Woolworth (¡qué bonito que es con sus pináculos y sus gárgolas!).
edificio Woolworth
Entramos en la Iglesia de Sant Paul o también conocida como Iglesia de los Milagros, ya que esta iglesia se encuentra al lado de la Zona Cero y cuando los atentados del 11-S se mantuvo intacta a pesar de que varios edificios de alrededor se vieron muy afectados. Ese día y en los siguientes se convirtió en el cuartel general y refugio de bomberos y de todos los voluntarios que acudieron a echar una mano.
Después de aquello, la iglesia ha quedado convertida en una especie de museo homenaje a los que perdieron la vida ese fatídico día y a los que trabajaron sin descanso para ayudar a los que sobrevivieron. Dentro hay fotos, insignias de los policías de todo el mundo que estuvieron allí para ayudar, y muchos otros recuerdos de entonces.
Iglesia de los Milagros
En el exterior hay una campana, la Hope Bell, que fue regalada por Londres en 2002, y que solo se hace sonar cada 11 de septiembre, cada 11 de marzo (en recuerdo de los atentados del 11-M de 2004 en Madrid) y cada 7 de junio (por los atentados del 7-J del 2005 en Londres), y un pequeño cementerio.Esta iglesia es famosa también por ser el lugar donde se celebró la misa de juramento de presidente de George Whasington. De hecho, se conserva de entonces el banco donde estuvo rezando.
Iglesia de los Milagros
Al salir de la iglesia fuimos al Memorial 9/11, para visitar la Zona Cero. No llevábamos entradas, aunque se pueden reservar previamente en internet. Pero como no teníamos muy claro cuándo iríamos y habíamos leído que no había demasiadas colas decidimos arriesgarnos a no llevarlas reservadas. Y la verdad es que tuvimos suerte porque no tuvimos que esperar colas para cogerlas.
Memorial 9/11
Las entradas se recogen en un local que está enfrente del cementerio de Saint Paul. Es gratis, aunque te suelen pedir que hagas un donativo.Con las entradas en la mano, ya si que nos dirigimos al Memorial.
Como ocurre en casi todos los sitios públicos y visitables de Estados Unidos, para entrar en la zona del Memorial hay que pasar por unos controles que casi parece que estás en el aeropuerto… ¡¡Puff!! ¡¡Qué tostón!!! Así que toca despojarse de todo lo que llevas: mochilas, cazadoras… Hay que plegar el carrito de la niña para pasarlo por el escáner y pasar nosotros por el arco con la niña en brazos. Iris que se estaba echando su siesta mañanera se despertó para pasar por el dichoso control.
Memorial 9/11
En el lugar que ocupaban las torres gemelas hay dos piscinas y alrededor de ellas, están grabados los nombres de todos los que perdieron la vida en los atentados del 11-S. La verdad es que pone los pelos de punta estar allí. A pesar de la gente que había, el silencio es sepulcral. Y entre medias de donde estaban las torres permanece en pie un arbolito que fue lo único que se salvó de aquel fatídico día.Salimos de allí un poco cabizbajos, pero había que seguir con las visitas programadas del día.
Gus estaba ya desmayado a pesar del contundente desayuno y se compró su primer perrito en un puestecillo ambulante junto al World Trade Center… ¡Y menudo robo! Más caro no podía ser (4$). Seguimos andando y fuimos hacia Battery Park.Bordeamos el parque y seguimos hacia donde se cogen los ferries gratuitos que van a Staten Island.
Taxi de Nueva York
Una cosa que nos ha gustado mucho de Nueva York es que en muchísimos sitios hay wifi gratis con lo que resulta muy fácil poder hablar con la familia. Mientras esperábamos en la terminal de los ferries a que llegara aprovechamos para conectarnos y hablar con skype con las familias.
La razón de ir a Staten Island era para poder ver el Skyline de Nueva York a medida que el barco se aleja de Manhattan y ver también de cerca la Estatua de la Libertad. Si se quiere sacar unas fotos chulas de los rascacielos, lo mejor es ponerse en la parte trasera del ferry, la que está más próxima a la terminal. Y para poder sacar la foto de la Estatua de la Libertad, lo mejor es situarse en la parte de la izquierda (si miras a Manhattan).
Estatua de la Libertad
En Staten Island, también se puede ver el Skyline de Nueva York. Y la mayoría de gente va hasta allí solo por eso. La verdad es que hay alguna que otra cosilla que visitar, según vimos en un panel informativo en la terminal, pero nosotros nos limitamos a hacer lo que todo el mundo porque tampoco queríamos perder más tiempo allí. (Si os interesa visitar este distrito que es el más desconocido de la ciudad, podéis echar un vistazo a esta web). Como teníamos que esperar al siguiente ferry para volver a Manhattan, aprovechamos para comer y lo hicimos en un Subway que había en la terminal.
Una vez de regreso en Manhattan seguimos viendo el distrito financiero. Pasamos por el famoso toro de Wall Street… Y en esta ocasión estaba asediado por muchos japoneses, no como el día que hicimos la excursión de Alto y Bajo Manhattan que estaba vacío porque impedían el acceso al toro con una valla. Fue bastante complicado sacarse una foto en condiciones… ¡¡Pero lo conseguimos!! Sí, es una frikada, pero teníamos que hacernos la foto en cuestión.
De allí, pusimos rumbo hacia Wall Street para ver la Bolsa de Nueva York. La verdad es que me esperaba algo más grande siendo el lugar desde el que se dirige la economía a nivel mundial. Pero está en una calle peatonal y pequeña y encima tenía un cartel enorme ocupando la fachada de una empresa que había entrado en el Dow Jones, por lo que pasaba bastante desapercibida.
Casi en frente se encuentra el Federal Hall, el primer Capitolio de Estados Unidos y donde fue investido presidente George Whasington. Actualmente es un museo sobre la historia de aquel período. Seguimos andando y entramos en Trinity Church, iglesia anglicana de aspecto neogótico. En el momento de su construcción, en el siglo XIX, fue el edificio más alto de Manhattan…
Ahora llama la atención, al igual que Saint Paul, porque aparece entre altísimos rascacielos.Muy cerca de allí está la Reserva Federal. Nos habría gustado entrar, pero las entradas hay que reservarlas con mucha antelación. Nosotros compramos los billetes de avión dos meses antes y entonces quisimos reservar, pero ya no había nada. Y lo mismo nos pasó con la Estatua de la Libertad que dos meses antes tampoco quedaba ya nada para subir a la corona.
A lo tonto, ya eran las cinco y quedaban poco más de dos horas para que anocheciera. Paramos a tomar un café y darle su merienda a Iris en una cafetería del distrito financiero y luego pusimos rumbo a Brooklyn porque queríamos ver el atardecer desde allí.
Fuimos andando atravesando el puente de Brooklyn… Dicen que si lo pasas andando volverás a Nueva York. Así que si se cumple, algún día volveremos a la Gran Manzana. Atravesar el puente puede llevar unos 20-30 minutos. Pero a nosotros nos llevó una hora porque cada dos por tres íbamos parando para hacer fotos. Al llegar a Brooklyn nos dirigimos hacia una zona que se llama Dumbo (Down Under the Manhattan Bridge Overpass) para ver desde allí el atardecer.
Cogimos sitios, colocamos el trípode y a hacer fotos sin parar 😉 mientras caía la noche y poco a poco se iba iluminando el skyline de Nueva York, con el puente de Brooklyn a un lado y el de Manhattan a otro. La verdad es que fue uno de los mejores momentos del viaje y era una de las ocasiones que más ganas tenía de vivir. Cuando ya anocheció nos fuimos a cenar al Grimaldi’s. Y de allí vuelta al hotel.
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Gastos del día
Perrito caliente junto al WTC: 4$
Comida en Subway: 2 bocadillos + 2 botellas de agua= 14,88 $
Trozo de tarta Oreo Cheescake + 1 smothie de mango y fresa + 2 red bull en terminal de ferrys= 15$
Coca cola + café en cafetería de Nassau Street: 6,5$
1 imán +1 llavero + 1 taxi de juguete en el Puente de Brooklyn= 7$
Cena en Grimaldi’s: Pizza large + olivas +1 sprite + 1 botella de agua= 28$
Periodista de formación y de profesión, mamá full time de una peque de 7 años y viajera cuando puedo. Soy bloguera de viajes en el poco tiempo libre que tengo.
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Comentarios
Eider
Que bonitas fotos, NY es mi destino pendiente desde hace tiempo, siempre se me cuela algun otro y lo acabo dejando de lado.<br />http://itsebcblog.blogspot.com.es/
En un día concentrasteis las visitas que a priori más ilusión me hacen de un viaje a NY: ver anochecer desde brooklyn y vistas de Manhattan desde Staten Island, como aprovechasteis los días! Y el exceso de controles tiene qe ser muy pesado y más si esto despertaba a la peque, qué rollo! <br /><br />Saludos!
Son pesadísimos los controles de acceso a los sitios… Entiendo que es por seguridad, pero resulta insoportable!! <br />La verdad es que las visitas que hicimos ese día era de las que más ganas teníamos.<br />Saludos
No sé si será verdad lo del puente pero a nosotros nos funcionó, casualidades de la vida, jejejeje. Para ver el atardecer escogisteis un buen lugar, nosotros íbamos casi cada día para allá!!! Un abrazo!!! 😉
Cuando estuvimos nosotros el toro estaba rodeado de vallas para protegerlo del movimiento ocupa Wall Street que estaba en pleno apogeo. Lo bueno… que hicimos foto del toro sin nadie ;-)<br />
El primer día también estaba rodeado de vallas y pudimos sacarle una foto solo… pero cuando quisimos hacernos una foto con él ya había mogollón de japoneses.
Yo no se porque me leo estas entradas vuestras, la verdad es que me da una envidia que no veas. Después de ir dos veces a Nueva York sigo con las mismas ganas de volver. Esta ciudad me ha enamorado y no me cansa. En fin… tendrá que esperar. Nosotros con el Toro tuvimos también suerte porque madrugamos bastante ese día y lo encontramos sin gente, incluso pudimos jugar un poco con él (imagínate
No te quejes que has estado ya dos veces en esta ciudad!!! Yo volví con sensación de no querer volver, pero ahora al ir recordando todo para escribir los posts, me está entrando una morriña y unas ganas de volver!! Qué suerte poder haceros unas fotos a solas con el torito!<br />Saludos
Muy guapo el distrito financiero de Manhattan y la zona 0 también me impresionó muchísimo. Ostras, yo el puente no lo crucé andando aunque espero romper ese leyenda y volver algún día… 🙂
Que bonitas fotos, NY es mi destino pendiente desde hace tiempo, siempre se me cuela algun otro y lo acabo dejando de lado.<br />http://itsebcblog.blogspot.com.es/
Yo también lo llevaba dejando desde hace tiempo. Pero es un destino al que ir al menos una vez en la vida.<br />Saludos
En un día concentrasteis las visitas que a priori más ilusión me hacen de un viaje a NY: ver anochecer desde brooklyn y vistas de Manhattan desde Staten Island, como aprovechasteis los días! Y el exceso de controles tiene qe ser muy pesado y más si esto despertaba a la peque, qué rollo! <br /><br />Saludos!
Son pesadísimos los controles de acceso a los sitios… Entiendo que es por seguridad, pero resulta insoportable!! <br />La verdad es que las visitas que hicimos ese día era de las que más ganas teníamos.<br />Saludos
No sé si será verdad lo del puente pero a nosotros nos funcionó, casualidades de la vida, jejejeje. Para ver el atardecer escogisteis un buen lugar, nosotros íbamos casi cada día para allá!!! Un abrazo!!! 😉
Pues a ver si a nosotros nos funciona lo del puente y volvemos algún día! jijiji<br />Un abrazo
Cuando estuvimos nosotros el toro estaba rodeado de vallas para protegerlo del movimiento ocupa Wall Street que estaba en pleno apogeo. Lo bueno… que hicimos foto del toro sin nadie ;-)<br />
El primer día también estaba rodeado de vallas y pudimos sacarle una foto solo… pero cuando quisimos hacernos una foto con él ya había mogollón de japoneses.
Yo no se porque me leo estas entradas vuestras, la verdad es que me da una envidia que no veas. Después de ir dos veces a Nueva York sigo con las mismas ganas de volver. Esta ciudad me ha enamorado y no me cansa. En fin… tendrá que esperar. Nosotros con el Toro tuvimos también suerte porque madrugamos bastante ese día y lo encontramos sin gente, incluso pudimos jugar un poco con él (imagínate
No te quejes que has estado ya dos veces en esta ciudad!!! Yo volví con sensación de no querer volver, pero ahora al ir recordando todo para escribir los posts, me está entrando una morriña y unas ganas de volver!! Qué suerte poder haceros unas fotos a solas con el torito!<br />Saludos
Muy guapo el distrito financiero de Manhattan y la zona 0 también me impresionó muchísimo. Ostras, yo el puente no lo crucé andando aunque espero romper ese leyenda y volver algún día… 🙂